sábado, 6 de julio de 2013

EL PAPA FRANCISCO CONSAGRA EL VATICANO A SAN JOSÉ Y SAN MIGUEL ARCANGEL.

EN LA CEREMONIA ESTUVO PRESENTE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI, INVITADO POR EL PAPA FRANCISCO
 El Santo Padre Francisco comenzó sus actividades públicas esta mañana inaugurando la estatua de San Miguel Arcángel, protector de la Iglesia Universal y patrono del Estado de la Ciudad del Vaticano, en la plaza de la Gobernación. El Papa Francisco, además de inaugurar este nuevo monumento, procedió a la consagración del Estado de la Ciudad del Vaticano a San José y a San Miguel Arcángel. Poco antes del inicio de esta ceremonia llegó Benedicto XVI, invitado por el Papa Francisco, que fue saludado con gran afecto por los presentes. Inmediatamente llegó el Papa Francisco quien abrazó con afecto a Benedicto XVI; ambos permanecieron juntos durante toda la ceremonia. En primer lugar, el Cardenal Giuseppe Bertello, Presidente de la Gobernación, saludó brevemente; a continuación, el Cardenal Presidente emérito, Giovanni Lajolo, ilustró el significado del nuevo monumento y de la fuente dedicada a San José, que fue inaugurada anteriormente. Seguidamente, el Santo Padre pronunció una alocución: "En los jardines del Vaticano, -dijo el Papa Francisco- hay varias obras de arte; ésta que se ha añadido hoy, sin embargo, asume una posición de especial importancia, tanto en la disposición como en el significado que expresa. No es sólo una obra de celebración, sino una invitación a la reflexión y a la oración, que encaja muy bien en el Año de la fe. Miguel - que significa "¿Quién es como Dios?" - es la muestra del primado de Dios, de su trascendencia y poder. Miguel lucha para restaurar la justicia divina; defiende al pueblo de Dios de sus enemigos, y sobre todo del enemigo por excelencia, el diablo. Y San Miguel vence porque en él es Dios quien actúa. Esta escultura nos recuerda entonces que el mal ha sido vencido... En el camino y en las pruebas de la vida no estamos solos, estamos acompañados y apoyados por los ángeles de Dios, que ofrecen, por así decirlo, sus alas para ayudarnos a superar muchos peligros, para ser capaces de volar alto en comparación con aquellas realidades que pueden hacer que nuestra vida sea pesada o que nos arrastren hacia abajo. En la consagración del Estado de la Ciudad del Vaticano pedimos a San Miguel Arcángel que nos defienda del mal y lo aleje". El Santo Padre rezó dos oraciones de consagración, y para terminar impartió la bendición apostólica a toda la asamblea. La escultura del Arcángel San Miguel, que está colocada en un área de los Jardines Vaticanos cerca del Palacio de la Gobernación, es una obra monumental comisionada por el Presidente emérito de este dicasterio, el Cardenal Giovanni Lajolo, para celebrar al Arcángel Miguel, defensor principal de la fe y custodio universal de la Iglesia. Su autor es el artista Giuseppe Antonio Lomuscio, ganador del Concurso Internacional convocado por la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, según el juicio autorizado de una Comisión de expertos presidida por el Director de los Museos Vaticanos, el Prof. Antonio Paolucci. Este monumento, que supera los cinco metros de altura, se configura en un grupo escultórico realizado en bronce con la técnica de la fundición a la cera perdida. El basamento ha sido realizado en travertino romano, ideado también por el artista y caracterizado por la presencia de bajorrelieves en bronce. Entre los presentes en la ceremonia de inauguración cabe destacar, además de los artistas autores del nuevo monumento (Giuseppe Antonio Lomuscio) y de la fuente (Franco Murer), los benefactores que han sostenido esta realización y el personal de la Gobernación.



















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