ORACIONES DE EXORCISMO, LIBERACION Y PROTECCION CONTRA EL DEMONIO


..::PROTEJAMONOS DE TODO MAL::..
ORACIONES DE PROTECCION CONTRA EL MALIGNO.

Oración de sanación y liberación de brujerías, Demonios, Santeria, Satanismo,envidias, adulterios, odios, malas voluntades, invocaciones esotéricas, amuletos, horoscopos, ouija, rituales y consagraciones satánicas.

 

  CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA VIA RADIO DE ONDA CORTA CON PEDRO DE ACEVEDO , ATRAVES DE LA ESTACION EWTN RADIO CATÓLICA MUNDIAL , DESDE BIRMINHAM ALABAMA ESTADOS UNIDOS

ESCUDO DE SAN PATRICIO (oración exorcista)



Me envuelvo hoy día y ato a mi una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión en la unidad de Creador del Universo.

Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza del Cristo con su Bautismo, la fuerza de su crucifixión y entierro, la fuerza de su resurrección y ascensión, la fuerza de su regreso para el Juicio de Eternidad.
Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza del amor de los querubines, la obediencia de los ángeles, el servicio de los arcángeles, la esperanza de la resurrección para el premio, las oraciones de los patriarcas, las profecías de los profetas, las predicaciones de los apóstoles,la fe de los mártires, la inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras de los confesores.


Me envuelvo hoy día y ato a mi el poder del Cielo, la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo, la rapidez del viento, la profundidad del mar, la firmeza de la tierra, la solidez de la roca.
Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza de DIOS para orientarme, 

el poder de DIOS para sostenerme, 

la sabiduría de DIOS para guiarme,

 el ojo de DIOS para prevenirme, 

el oído de DIOS para escucharme, 

la palabra de DIOS para apoyarme, 
Invoco a Cristo que me proteja hoy día del veneno, el incendio, el ahogo, las heridas, para que pueda alcanzar yo abundancia de premio.

la mano de DIOS para defenderme, 

el camino de DIOS para recibir mis pasos, 

el escudo de DIOS para protegerme,

 los ejércitos de DIOS para darme seguridad 

contra las trampas de los demonios, 

contra las tentaciones de los vicios,

contra las inclinaciones de la naturaleza, 

contra todos aquellos que desean el mal de lejos y de cerca, estando yo solo o en la multitud.

Convoco hoy día a todas esas fuerzas poderosas, que están entre mi y esos males, 

contra las encantaciones de los falsos profetas,

contra las leyes negras del paganismo,

contra las leyes falsas de los herejes,

contra la astucia de la idolatría,

contra los conjuros de brujas, brujos y magos

contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre.




Cristo conmigo, 

Cristo delante de mi, 

Cristo detrás de mi, 

Cristo en mi, 

Cristo bajo mi, 
Cristo sobre mi, 
Cristo a mi derecha, 
Cristo a mi izquierda, 
Cristo alrededor de mi. 
Cristo en la anchura, 
Cristo en la longitud, 
Cristo en la altura, 
Cristo en la profundidad de mi corazón. 
Cristo en el corazón y la mente de todos los hombres que piensan en mi,
Cristo en la boca de todos los que hablan de mi, 
Cristo en todo ojo que me ve, Cristo en todo oído que me escucha.
Me envuelvo hoy día en una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la unidad del Creador del Universo.
Del Señor es la salvación, del Señor es la salvación, De Cristo es la salvación.

Tu salvación Señor esté siempre con nosotros.


Amén



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Plegaria de Liberación 


Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de Ti, utilízame.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.

- Libro "Un exorcista cuenta su historia" - 
Padre Gabriel Amorth. , 
EXORCISTA OFICIAL DE ROMA

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PLEGARIA A SAN MIGUEL ARCANGEL.
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y asechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos,
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.

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SAN PABLO 


El Apóstol San Pablo nos exhorta:


"Revestíos de la armadura de Dios para que podáis sosteneros ante las asechanzas del diablo. Que no es nuestra lucha contra carne y sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malos de los aires. Tomad, pues, la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y, vencido todo, os mantengáis firmes.” 
(Ef. 6,11-13).

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Sangre de Jesús ¡SALVANOS!
(Traducción)

 EL SELLO DE LA PRECIOSA SANGRE
Recibida con Santa y Gozoza ansiedad por nuestros amigos y benefactores, será igualmente bien recibida por todas las almas fieles.
En imitación a los Israelitas que marcaron sus puertas con la Sangre del Cordero Pascual para escapar del golpe del Angel exterminador.
IMPRIMA Y COLOQUE ESTA ESTAMPA A LA ENTRADA DE SU CASA (oficina, habitación, negocio, etc), Y AUN EN OBJETOS QUE USTEDES DESEEN PRESERVAR DE PERDIDA O PELIGRO.



SUPLIQUEN A JESUS CRUCIFICADO, por la Poderosa Virtud de Su Cruz y Preciosa Sangre, para ALEJAR de usted todo daño temporal, pero por sobre todas las cosas, para mantener su alma LIBRE de pecado, para ser así encontrado digno un día, para cantar para siempre en el Cielo, la Alabanza de la Sangre por la cual fuimos redimidos.



PARA PROTECCION DE LA CASA

ORACION:

+Sello y protejo, con el Poder de la Sangre de Jesucristo el Señor, esta casa con todo lo que es, con todo lo que tiene. 

+Sello y protejo la puerta principal, de tal manera que todos los que entren o salgan, se experimenten profundamente protegidos, por la Preciosísima Sangre de Jesucristo, el Señor...
+Sello y protejo: todas las paredes, el techo, todos los rincones, cada una de las columnas y a través de ellas...
 Sello y protejo, los 4 puntos cardinales de esta casa.
+ Sello y protejo el suelo, el subsuelo, y debajo del subsuelo...
+ Sello y protejo, con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, todos los cimientos a partir de los cuales se levantó esta casa...
+Sello y protejo, con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, todo el material con que se construyó: ladrillos, cemento, varillas, y block...
+ Sello y protejo, con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, todas las instalaciones de luz, tuberías de gas, agua, y toda la cañería. Incluso, sello y protejo, con la Sangre de Jesucristo, el Señor, la pintura con la que está revestida. ..
+Sello y protejo todas las puertas de todos los cuartos, al igual que todas las ventanas..
+Sello todas las áreas de esta casa, los dormitorios; sello la sala, la cocina, el comedor, los baños...
+Sello y protejo, con el Poder de la Sangre de Jesucristo el Señor, cada objeto contenido, cada mueble, cama, adorno. Todo, absolutamente todo lo contenido en esta casa. Pido a Jesús, que toda ella sea bañada con su Preciosísima Sangre, de tal manera que nada ni nadie pueda provocarnos ningún daño...
+Sello y protejo todos los límites de esta casa, de tal manera que nada, absolutamente de lo que la rodea, pueda provocarnos algún daño, ni a mí, ni a los míos, ni a cualquiera de mis parientes, amigos o visitantes. 

Aménen!... Amen...Amen..!!!


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PROTECCION DE LOS NIÑOS.


"TODOS LOS DEMONIOS UNIDOS SON IMPOTENTES CONTRA AQUELLOS QUE SE CUBREN CON LA DIVINA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO..." 
(Madre Catalina Aurelia, Fundadora de las Hermanas Adoradoras de la Preciosa Sangre). 
Amarlos es proteger a nuestros hijos diariamente con la Sangre Preciosa de Cristo, colocarlos bajo Su cuidado, y confiárselos -o cónsagrárselos- diariamente en la Oración.
Esta Oración es Arma Poderosa por excelencia, rezada diariamente, al igual que el Santísimo Rosario. Ambos son insoportables latigazos para el demonio, que ronda como león rugiente, buscando a quié devorar (1 Pedro 5,8). 







OREMOS:
En el Nombre de Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, +sello y protejo, con el Poder de la Sangre, de Jesucristo el Señor, a: (en este momento nombre COMPLETO de todos sus hijos.............), sello su conciente, inconsciente, subconsciente; ser físico, ser biológico, psicológico, material, y espiritual...
 
+Los sello y los protejo, con el Poder de la Sangre Preciosa, de Jesucristo el Señor, de todo accidente, dentro y fuera de la escuela o trabajo, de cualquier atropello, al cruzar calles o avenidas; de alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, sexualidad, sensualidad, lujuria, obscenidad...

 
+Los sello y los protejo, con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, de sufrir algún secuestro, secuestro, o de la enfermedad de la Influenza; de sufrir algún robo, abuso de autoridad, por parte de cualquier maestro, o abuso de cualquier compañero; de riñas dentro y fuera de la escuela, o de su trabajo...

 
+Los Sello y los protejo, con la Sangre de Jesucristo, el Señor, de pandillerismo, de algún mal golpe, de caerle mal a alguien, de venganza, de apatía, de indiferencia ante cualquier dolor ajeno, de indiferencia a la Eucaristía, de desprecio a la virginidad, desprecio al respeto a los adultos, y a los propios padres...


+Los Sello y los protejo con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, de cualquier maldición, de parte de cualquier maestro, compañero, o jefe de trabajo, u otras personas. De abuso de autoridad, física y verbal, psicológica y mental. De cualquier persona que los quiera engañar, sonsacar o involucrar en cualquier problema que no les corresponda...


+Los Sello y los protejo con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, de cualquier desilusión, obsesión, depresión; enfermedad física y mental...


Señor Jesucristo ¡derrama tus Bendiciones sobre mis hijos! ¡Derrama tu Preciosa Sangre sobre su cerebro!, para que tengan buena retención en sus clases. Que tu Sangre Señor Jesucristo, fluya por sus venas, y Señor Jesús ¡escóndelos en el Corazón Inmaculado, de la Santísima Virgen María! 
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.


Amén...!!!

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Sigamos Orando por nuestros hijos….  

En el Nombre, y bajo la Autoridad de Jesucristo, el Señor, ato todo principado, poder y fuerza espiritual del Mal, en las regiones de maldad, que están influenciando a: (mencione los nombres de sus hijos…)...

Esa influencia contra ellos, queda cancelada, por el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor. 


Ato, y rompo, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, y con el Poder de su Preciosa Sangre, los espíritus de hechicería, ocultismo, satanismo, rechazo, suicidio, ira, odio, resentimiento, amargura, orgullo, miedo, decepción, incredulidad, esquizofrenia, sensualidad, sexualidad, lujuria, obsesión, adicción, manipulación mental, comportamiento compulsivo, falta de perdón, soberbia, drogas, alcoholismo. Ato esos Poderes, y los poderes de la música rock, y de chatear por el Internet, y los espíritus que contiene el Internet...
 
Declaro que están anulados por completo en la vida de mis hijos...


 La ceguera que el Enemigo ha puesto en mis hijos, debe irse, en el Nombre de Jesucristo el Señor...

Mis hijos van a ver la Luz del Evangelio de Jesús, para que sean enseñados por El, y se multiplicará su paz.
Padre Celestial, Creador de todas las cosas, te doy las gracias por el regalo que nos has dado en nuestros hijos, te pido que mandes Ángeles que los guarden, y los protejan en todos sus caminos...


 Te pido que proveas para ellos amigos cristianos, que puedan ayudarlos con buenos consejos y buenas influencias...

 Dios, que maravilloso privilegio y responsabilidad es ser padre; ayúdanos a discernir cuando mis hijos necesitan de nuestras Oraciones y ayuda. Danos Sabiduría, para ser los padres que debemos ser, y ayúdanos a ser comprensivos con ellos...

Padre Santo, permite que nuestros hijos cumplan el Plan que tú has diseñado para sus vidas...

 
Que el Espíritu de Dios, Espíritu de Sabiduría, Espíritu de Inteligencia, Espíritu de Consejo y Poder, Espíritu de Conocimiento, y sobre todo, Espíritu de Temor de Dios, repose sobre ellos...


Nosotros depositamos en tus divinas manos, a nuestros hijos, y te agradecemos por amarlos más de lo que nosotros los amamos, y les darás un futuro de Esperanza. Amén. 




MEDALLA DE SAN BENITO
Adquiérela y úsala diariamente, y toda la familia tambien!

En la vida de San Benito Abad escrita por el Papa San Gregorio Magno cuarenta años después de su muerte, nos dice que San Benito, muestra una especial devoción hacia la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, signo de nuestra salvación.
Las investigaciones históricas sobre el origen de la Cruz-Medalla de San Benito han determinado que su difusión comenzó probablemente en la region de Baviera (sur de Alemania) hacia el año 1647. Pero en 1742 el Papa Benedicto XIV decidió aprobar el uso de la Cruz-Medalla de San Benito para todos los fieles.

La medalla recibe una bendición, que es conferida por los monjes sacerdotes de la Orden de San Benito, con una fórmula particular. En ella se pide a Dios que aleje el poder del diablo.





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ORACION PARA CORTAR  Y DETENER LO NEGATIVO (1)

ORACION PARA CORTAR  Y DETENER LO NEGATIVO (2)

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ARMAS CONTRA EL DEMONIO
Impresionante Testimonio de Liberacion y Exorcismo ¡El demonio sucumbe ante el Poder de Dios y la Intercesión de nuestra Madre la Virgen Maria! y como sabe (el diablo) que ese es un medio eficaz de aniquilarlo, persuade sutilmente a las personas para que "no puedan" o no quieran ir a la Misa, y tampoco recen el Rosario, ni lleven una vida Sacramental, ya que así él sería sacado de las familias, y "el" desea seguir destruyéndolas...mientras lo dejemos...(Es necesario -además- el Ayuno y Oracion por supuesto).

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EXORCISMO DE SS LEON XIII

Oracion de liberacion; Padre Moises Cuevas Torres y al fondo Oracion en Lenguas con el Ministerio de Musica NACE en el Espíritu.
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ORACION DE PROTECCION Y LIBERACION
 Padre Moises Cuevas Torres 
 al fondo Oracion en Lenguas
  Ministerio de Musica NACE en el Espíritu.
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CORAZA DE SAN PATRICIO (Oracion de Proteccion y Liberacion)


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EXORCISMO ORIGINAL DE SU SANTIDAD  LEON XIII


Primero debe rezarse, como todos los días el Rosario de la Virgen y después el Exorcismo del Papa León XIII. ¡Todos los días!  (Al final se puede bajar versión imprimible)
SAN MIGUEL ARCANGEL


N.S.Jesúcristo nos dice lo siguiente:

  Hijos míos: haced el Exorcismo de mi amado Arcángel Miguel, dictado a mi siervo el Papa León XIII, todas las veces que podáis y propagad su devoción. Si supierais hijos míos las gracias y la protección que os brindo a través de esta poderosa armadura, ¡si lo supierais!, ¡entonces la utilizaríais más frecuentemente y propagaríais su devoción! Yo, vuestro Padre, a través de mi amado Arcángel Miguel., expulso y protejo de toda fuerza del mal a todos aquellos que hagan y propaguen su devoción. De los lugares donde se practique esta devoción el demonio huirá y ninguna fuerza del mal os podrá tocar.

 Todo aquel que ore con fe y en gracia de Dios el exorcismo de mi Amado Arcángel, se convierte en soldado de mi ejército aquí en la tierra; es poderosa armadura contra el ejército de Satanás y sus demonios; hacedlo después del rezo del Santo Rosario, para que veáis cuán grande poder os doy. Pregonad su devoción y os concederé indulgencias especiales. Os lo prometo.

 Todo aquel que practique esta devoción tendrá la protección de mi Arcángel Miguel, y él, mi amado Príncipe, lo acompañará en todos sus caminos. Ni los demonios, ni las pestes, ni las tragedias, ni las catástrofes, ni las tempestades, ni el hambre, tocarán a las puertas de aquellos que oren con el exorcismo. Mi Arcángel será intercesor en esta vida y en la eternidad de todos aquellos que sean sus devotos. Hacedlo extensivo a vuestros familiares, parientes, vecinos, amigos y en general al mundo entero, para que las fuerzas del mal sean desterradas de la faz de la tierra. Uníos en oración al Corazón Inmaculado de María y a mis Ejércitos Celestiales; rezad el Santo Rosario y luego haced el Exorcismo, para que permanezcáis en victoria. Acordaos que el tiempo está cerca, sed verdaderos guerreros combatiendo junto a vuestra Madre María y a mis Ejércitos Celestiales. Sed devotos de mi Arcángel y Él, os asistirá en todas vuestras batallas espirituales. Estad pues hijos míos en gracia de Dios al orar con esta armadura y os brindaré grandes victorias sobre toda fuerza del mal.




San Miguel nos dice lo siguiente:

  Hermanos: Cada que oréis con mi exorcismo, llamadme primero tres veces, con mi grito de combate:

"¡Quién es como Dios!
Nadie es como Dios”

 Y yo vendré con la velocidad del pensamiento a asistiros en vuestra lucha espiritual. No temáis hermanos, haced mi exorcismo; soy Yo vuestro hermano Miguel y los Arcángeles y Ángeles del Reino de mi Padre los que combatimos por vosotros; por lo tanto, no temáis, estamos para serviros, protegeros y amparos de todo mal y peligro.

Yo, Miguel, Príncipe de los ejércitos de mi Padre, os prometo que seré amigo e intercesor en esta vida y en la llegada a la eternidad de todos aquellos que oren y propaguen la devoción de mi exorcismo. No dejaré que ninguno de mis devotos se pierda y lo mismo haré con sus familias. Cuando llegue su hora, los llevaré a la Gloria de Dios y los presentaré ante mi Padre, sin que tengan que pasar por el Juicio de Dios.

Hermanos, os pido que al hacer mi exorcismo incluyáis las almas de los pecadores que en más peligro estén de condenarse, y las almas de los moribundos que estén en pecado mortal. Si oráis por ellas, yo intercederé ante mi Padre para que no se pierdan. Esas almas rescatadas del fuego del infierno os lo agradecerán y serán intercesoras vuestras cuando alcancen la Gloria de Dios. Orad también con mi exorcismo por la conversión de los pecadores, por la Iglesia y los Sacerdotes, para que nosotros, a través de vuestras oraciones y súplicas y por la Gracia de mi Padre, expulsemos a Jezabel (personaje bíblico) y Asmodeo (demonio que aparece en La Biblia), que están apartando a los Pastores de la Iglesia del camino del evangelio. Orad también por la paz del mundo, tan amenazada en vuestro tiempo y muy especialmente, orad por el triunfo del Inmaculado Corazón de Nuestra Señora y Reina María. Si nos llamáis, vendremos en vuestro auxilio; entended hermanos que mi Padre respeta vuestro libre albedrío, es por eso, por lo que debéis de orar y orar y más especialmente en estos tiempos de tanta oscuridad.

No olvidéis hermanos, orar con mi armadura en Gracia de Dios (confesados y comulgando), uniéndoos al Corazón Inmaculado de Nuestra Señora y Reina María, a Mí, y a los ejércitos celestiales, para que juntos desterremos de la faz de la tierra toda fuerza del mal.

“Gloria a Dios en el cielo” Aleluya, Aleluya, Aleluya.



 El Exorcismo de León XIII


En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

Salmo 67.
Levántese Dios y sean dispersados sus enemigos y huyan de su presencia los que le odian. Como se disipa el humo se disipen ellos, como, se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos ante Dios.


Salmo 34.
Señor, pelea contra los que me atacan; combate a los que luchan contra mí. Sufran una derrota y queden avergonzados los que me persiguen a muerte. Vuelvan la espalda llenos de oprobio los que maquinan mi perdición. Sean como polvo frente al viento cuando el Ángel del Señor los desbarate. Sea su camino oscuro y resbaladizo, cuando el Ángel del Señor los persiga.
Porque sin motivo me tendieron redes de muerte, sin razón me abrieron trampas mortales.
Que les sorprenda un desastre imprevisto, que los enrede la red que para mí escondieron; que caigan en la misma trampa que me abrieron. Mi alma se alegra con el Señor y gozará de su salvación. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


Súplica a San Miguel Arcángel.

Gloriosísimo príncipe de la milicia celestial, Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha que mantenemos combatiendo “contra los principados y potestades, contra los caudillos de este mundo tenebroso, contra los espíritus malignos esparcidos por los aires” (Ef. 6, 12). Ven en auxilio de los hombres que Dios creó incorruptibles a su imagen y semejanza (Sap. 2, 23), y a tan “alto precio rescatados” (I Cor. 6, 20) de la tiranía del demonio. Con las huestes de los ángeles buenos pelea hoy los combates del Señor, como antaño luchaste contra Lucifer, corifeo de la soberbia y contra sus ángeles apóstalas. Ellos no pudieron vencer, y perdieron su lugar en el Cielo. “Fue precipitado el gran dragón, la antigua serpiente el denominado diablo y Satanás, el seductor del universo: fue precipitado a la tierra y con él fueron arrojados sus ángeles” (Apoc. 12,.8-9).

He aquí que el antiguo enemigo y homicida se ha erguido con vehemencia. Disfrazado de “ángel de luz” (II Cor. 11, 14) con la escolta de todos los espíritus malignos rodea e invade la tierra entera, y se instala en todo lugar, con el designio de borrar allí el nombre de Dios y de su Cristo, de arrebatar las almas destinadas a la corona de la gloria eterna, de destruirlas y perderlas para siempre. Como el más inmundo torrente, el maligno dragón derramó sobre los hombres de mente depravada y corrompido corazón, el veneno de su maldad: el espíritu de la mentira, de la impiedad y de la blasfemia; el letal soplo de la lujuria, de todos los vicios e iniquidades.

Los más taimados enemigos han llenado de amargura a la Iglesia, esposa del Cordero Inmaculado, le han dado a beber ajenjo, han puesto sus manos impías sobre todo lo que para Ella es más querido. Donde fueron establecidas la Sede de San Pedro y la Cátedra de la Verdad como luz para las naciones, ellos han erigido el trono de la abominación de la impiedad, de suerte que, golpeado el Pastor, pueda dispersarse la grey. Oh invencible adalid, ayuda al pueblo de Dios contra la perversidad de los espíritus que le atacan y dale la victoria.

La Iglesia te venera como su guardián y patrono, se gloría que eres su defensor contra los poderes nocivos terrenales e infernales; Dios te confió las almas de los redimidos para colocarlos en el estado de la suprema felicidad. Ruega al Dios de la paz que aplaste al demonio bajo nuestros pies, para que ya no pueda retener cautivos a los hombres y dañar a tu Iglesia. Ofrece nuestras oraciones al Altísimo, para que cuanto antes desciendan sobre nosotros las misericordias del Señor (Salmo 78, 8), y sujeta al dragón, la antigua serpiente, que es el diablo y Satanás, y, una vez encadenado, precipítalo en el abismo, para que nunca jamás pueda seducir a las naciones (Apoc. 20). 

Después de esto, confiados en tu protección y patrocinio, con la sagrada autoridad de la Santa Madre Iglesia, nos disponemos a rechazar la peste de los fraudes diabólicos, confiados y seguros en el Nombre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor.

He aquí la Cruz del Señor, huid poderes enemigos.

R. Ha vencido el León de la tribu de Judá, la raíz de David.
Señor, que tu misericordia venga sobre nosotros.
R. Como lo esperamos de Ti.
Señor, escucha nuestra oración.
R. Y llegue a Ti nuestro clamor.
(El Señor esté con vosotros. (Sólo si es un sacerdote)
R. Y con tu espíritu).

Oremos.
Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, invocamos tu santo Nombre y suplicantes imploramos tu clemencia, para que, por la intercesión de la Inmaculada siempre Virgen María Madre de Dios, del Arcángel San Miguel, de San José Esposo de la Santísima Virgen, de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y de todos los Santos, te dignes prestarnos tu auxilio contra Satanás y todos los demás espíritus inmundos que vagan por el mundo para dañar al género humano y para la perdición de las almas. Amén.

Exorcismo: Te exorcizamos todo espíritu maligno, poder satánico, ataque del infernal adversario, legión, concentración y secta diabólica, en el nombre y virtud de Nuestro Señor Jesucristo, para que salgas y huyas de la Iglesia de Dios, de las almas creadas a imagen de Dios y redimidas por la preciosa Sangre del Divino Cordero. En adelante no oses, perfidísima serpiente, engañar al género humano, perseguir a la Iglesia de Dios, zarandear a los elegidos y cribarlos como el trigo. Te lo manda Dios Altísimo, a quien en tu insolente soberbia aún pretendes asemejarte, “el cual quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (II Tim. 2). Te lo manda Dios Padre  te lo manda Dios Hijo; te lo manda Dios Espíritu Santo. Te lo manda la majestad de Cristo, el Verbo eterno de Dios hecho hombre, quien para salvar a la estirpe perdida por tu envidia, “se humilló a sí mismo hecho obediente hasta la muerte” (Fil. 2); el cual edificó su Iglesia sobre roca firme, y reveló que los “poderes del infierno nunca prevalecerían contra ella, Él mismo había de permanecer con ella todos los días hasta el fin de los tiempos” (Mat. 28, 20). Te lo manda el santo signo de la Cruz y la virtud de todos los Misterios de la fe cristiana. Te lo manda la excelsa Madre de Dios, la Virgen María, quien con su humildad desde el primer instante de su Inmaculada Concepción aplastó tu orgullosa cabeza.

Te lo manda la fe de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y de los demás Apóstoles. Te lo manda la sangre de los mártires y la piadosa intercesión de todos los Santos y Santas. Por tanto, maldito dragón y toda legión diabólica, te conjuramos por Dios vivo, por Dios verdadero, por Dios  santo, que “de tal modo amó al mundo que entregó a su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que viva la vida eterna” (Juan 3); cesa de engañar a las criaturas humanas y deja de suministrarles el veneno de la eterna perdición; deja de dañar a la Iglesia y de poner trabas a su libertad. Huye Satanás, inventor y maestro de toda falacia, enemigo de la salvación de los hombres. Retrocede ante Cristo, en quien nada has hallado semejante a tus obras. Retrocede ante la Iglesia una, santa, católica y apostólica, la que el mismo Cristo adquirió con su Sangre. Humíllate bajo la poderosa mano de Dios. Tiembla y huye, al ser invocado por nosotros el santo y terrible Nombre de Jesús, ante el que se estremecen los infiernos, a quien están sometidas las Virtudes de los cielos, las Potestades y las Dominaciones; a quien los Querubines y Serafines alaban con incesantes voces diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios de los Ejércitos.

Señor, escucha mi oración.  R. Y llegue a Ti mi clamor.
(El Señor esté con vosotros. (Sólo si es un sacerdote)
R. Y con tu espíritu).

Oremos. Dios del Cielo y de la tierra, Dios de los Ángeles, Dios de los Arcángeles, Dios de los Patriarcas, Dios de los Profetas, Dios de los Apóstoles, Dios de los Mártires, Dios de los Confesores, Dios de las Vírgenes, Dios que tienes el poder de dar la vida después de la muerte, el descanso después del trabajo, porque no hay otro Dios fuera de Ti, ni puede haber otros sino Tú mismo, Creador de todo lo visible y lo invisible, cuyo reino no tendrá fin: humildemente te suplicamos que tu gloriosa Majestad se digne libramos eficazmente y guardamos sanos de todo poder, lazo, mentira y maldad de los espíritus infernales. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

De las asechanzas del demonio.
R. Líbranos, Señor.
Haz que tu Iglesia te sirva con segura libertad.
R. Te rogamos, óyenos.
Dígnate humillar a los enemigos de tu Iglesia.
R. Te rogamos, óyenos.

(Se rocía con agua bendita el lugar y a los presentes).
Señor, no recuerdes nuestros delitos ni los de nuestros padres, ni tomes venganza de nuestros pecados (Tobías 3, 3).

Padre nuestro….Y ahora rezar la siguiente oración:


PODEROSA INVOCACIÓN PARA PEDIR PROTECCIÓN

¡Adoración! ¡Adoración! ¡Adoración! ¡A Ti oh arma poderosa!
¡Adoración! ¡Adoración! ¡Adoración! ¡A Tu Sangre Preciosa! Misericordioso Jesucristo Agonizante, derrama Tu Sangre Preciosa sobre las almas. Satisface nuestra sed, y vence al enemigo. Amén.
Poderosa Sangre de Salvación, combate al enemigo. (3 veces).


Y finalmente:


ORACIÓN DE COMBATE A SAN MIGUEL

Se llama primero a San Miguel, pidiéndole permiso al Padre celestial con el rezo de un Padrenuestro. Luego se dice la oración que se enseñó para estos tiempos:

San Miguel Arcángel: Defiéndenos en la pelea contra Satanás y sus demonios; sed nuestro amparo y protección; que el Altísimo os dé el poder y el permiso para que nos asistáis y que Dios haga oír su voz imperiosa para que expulse a Satanás y sus demonios que quieren hacer perder la humanidad. Que tu grito: "Quién como Dios, nadie es como Dios", someta a Satanás y sus demonios bajo nuestros pies. Amén.

Link para bajar la version imprimible del Exorcismo de SS Leon XIII

http://www.mediafire.com/?8gw2uw08ci1g61k


SELLAMIENTO CON EL PODER DE DIOS Y SU EJÉRCITO SANTO

TRINIDAD SANTA, SÉLLAME CON TU GRANDEZA CONTRA LAS FUERZAS DEL DEMONIO Y SUS LEGIONES DEL MAL. +
TRINIDAD SANTA, SÉLLAME CON TU GRANDEZA CONTRA LOS ESPÍRITUS INMUNDOS Y SUS ATAQUES MALIGNOS. +
TRINIDAD SANTA, SÉLLAME CONTRA LAS FUERZAS DEL MAL QUE IMPERAN EN ESTE MUNDO, SUS AGENTES ESPIRITUALES Y MATERIALES.+
PADRE, SÉLLAME CON TU PODER SANTO. +
SEÑOR JESÚS, SÉLLAME CON TU CRUZ SANTA, +
ESPÍRITU DIVINO, SÉLLAME CON TU FUEGO SANTO. +
TRINIDAD SANTA, SÉLLAME CON TU GRANDEZA INFINITA. +
OH MARÍA REINA DE LOS CORAZONES, SÉLLAME Y PROTÉGEME EN TU CORAZÓN PURÍSIMO. +
SANTOS COROS ANGÉLICOS, PROTEGEDME CON VUESTRO PODER. +
SAN MIGUEL, DEFIÉNDEME CON TU PRESENCIA SANTA. +
SAN RAFAEL, CUÍDAME CON TU PRESENCIA PODEROSA, +
SAN GABRIEL, AMPÁRAME CON TU VOZ CELESTIAL. +
SANTOS ÁNGELES DE LA MILICIA CELESTIAL, CUBRIDME CON VUESTRA BONDAD. +
SANTO ÁNGEL DE MI GUARDA, CUSTÓDIAME CON TU AMOR. +
SANTOS Y SANTAS DEL CIELO, CUÍDENME CON SU SANTIDAD. +
SAN JOSÉ, RUEGA POR MÍ Y PROTÉGEME CONTRA LAS FUERZAS DEL MAL. +
SANTOS APÓSTOLES DEL SEÑOR, CUBRIDME CON LA VERDAD DE LA SANTA IGLESIA. +
IGLESIA PURGANTE, ORAD POR MÍ PARA QUE VENZA LA MALDAD Y EL PECADO. +
+ HOY Y POR SIEMPRE SELLADO CON EL PODER DE DIOS Y SU EJÉRCITO SANTO. +
+ AMÉN AMÉN AMÉN +


EN EL CORAZÓN DE MAMITA MARÍA LA BENDICIÓN DE DIOS TODOPODEROSO
+ PADRE+ HIJO+ Y ESPÍRITU SANTO+,
DESCIENDAN SOBRE TI Y LOS TUYOS Y LOS ACOMPAÑE SIEMPRE HASTA LA ETERNIDAD.
AMÉN. AMÉN. AMÉN.


P. Juan +

ORACION PODEROSA PARA PEDIR EL REINADO DE DIOS EN NUESTRA FAMILIA, CASA Y TRABAJO.

ORACION PODEROSA PROCLAMANDO, LIBRE Y CONSCIENTEMENTE, EL REINADO DE DIOS SOBRE LA PROPIA VIDA, FAMILIA, CASA Y TRABAJO.
DADA  POR EL SEÑOR AL PADRE WILSON H.S.H.
EL SEÑOR DARA MUCHAS BENDICIONES DE SANACION Y LIBERACION  A QUIEN LA HAGA CON AMOR Y CON FE.
ESTA ORACION ES PARA HACERSE PERSONALMENTE, COMO SIGNO DE LA TOTAL ENTREGA DE LA PROPIA VIDA AL SEÑOR.
PONERSE DE RODILLAS, ORE CON FE Y DESPACIO EL PADRE NUESTRO, EL AVEMARIA, EL CREDO, LA SALVE, LA ORACION A SAN MIGUEL, A SU SANTO ANGEL Y POR LAS ALMITAS DEL PURGATORIO. Y LUEGO ORE CON MUCHA FE Y CONVICCION:
SALMO 34
 Bendiciré al señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán.
 Yo me siento orgulloso del señor; ¡oíganlo y alégrense, hombres humildes!
 Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del señor.
Recurrí al señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores.
 Los que miran al señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados.
Este pobre gritó, y el señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias.
 El ángel del señor protege y salva a los que honran al señor.
Prueben, y vean que el señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en el confía!
 Honren al señor, los consangrados a él, pues nada faltará a los que le honran.
 Los ricos se vuelven pobres, y sufren hambre, pero a los que buscan al señor nunca les faltará ningún bien.
 Vengan, hijos míos, escúchenme: voy a enseñarles a honrar al señor.
¿Quieres vivir mucho tiempo?.  ¿Quieres gozar de la vida?
Pues refrena tu lengua de hablar mal, y nunca digan mentiras tu labios.
Aléjate de la maldad, y haz lo bueno; busca la paz, y síguela.
 El señor cuida de los hombres honrados y presta oídos a los clamores.
 El señor está en contra de los malhechores, para borrar de la tierra su recuerdo. 
El señor atiende al clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias.
El señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza.
El hombre honrado pasa por muchos males, pero el señor lo libra de todos ellos.
 El le protege todos los huesos; ni uno solo le romperán.
 A los malvados lo mata su propia maldad; los que odian al hombre honrado serán castigados.
Pero el señor salva la vida a sus siervos; ¡no serán castigados los que en él confían! 


MI AUXILIO ES EL NOMBRE DE DIOS UNO Y TRINO: DIOS,  REY, SEÑOR, DUEÑO Y AMO DE TODO Y DE MI VIDA.
MI AUXILIO ES EL NOMBRE DEL PADRE CREADOR: QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA Y CREO MI VIDA.
MI AUXILIO ES EL NOMBRE DEL JESUS SALVADOR: QUE HA SALVADO EL CIELO Y LA TIERRA Y TODA MI VIDA.
MI AUXILIO ES EL NOMBRE DEL ESPIRITU SANTIFICADOR: QUE HA VIVIFICADO EL CIELO Y LA TIERRA Y TODA MI VIDA.
MI AUXILIO ES EL NOMBRE DE DIOS PADRE DE MARIA, DE DIOS HIJO DE MARIA, DE DIOS ESPOSO DE MARIA: QUE CON SU PODER, AMOR Y GRACIA ME LLENAN DE SUS BENDICIONES DIVINAS.
YO...... EN ESTE DIA ME DECLARO: LIBERADO(A), DESATADO(A) Y SANADO(A) POR EL PODER AMOROSO DE LA DIVINA Y EXCELSA TRINIDAD. ME DECLARO: SANADO(A) POR EL PADRE CREADOR, DESATADO(A) POR EL HIJO SALVADOR Y LIBERADO(A) POR EL ESPIRITU SANTO.
POR EL PODER CONCEDIDO A LA SANTA IGLESIA, A SUS SACERDOTES Y  A MI DIRECTOR ESPIRITUAL EL PADRE.... YO..... SOY LIBERADO(A), DESATADO(A) Y SANADO(A). MI VIDA ES DE DIOS, PARA DIOS, EN DIOS Y CON DIOS HOY Y SIEMPRE.
PIDO A MAMITA MARIA ME ACOMPAÑE Y ORE POR MI SANACION Y LIBERACION PARA QUE SE ROMPAN LAS CADENAS DE LA MALDAD, LA MALDICION, EL PECADO QUE EL ENEMIGO HA ENVIADO PARA DESTRUIRME. QUE MARIA HIJA DEL PADRE, MADRE DEL HIJO Y ESPOSA DEL DIVINO ESPIRITU ESTE SIEMPRE AUXILIANDOME Y BENDICIENDOME. Y CON SU MATERNAL INTERCESION ALEJE DE MI LAS ACECHANZAS DEL ENEMIGO Y SUS AGENTES MALIGNOS.
PIDO A TODOS LOS SANTOS COROS ANGELICOS A  TODO EL EJERCITO DE SANTOS ANGELES GUIADOS POR SAN MIGUEL QUE VENGAN EN MI AYUDA, ME AUXILIEN Y ALEJEN DE MI A MIS ENEMIGOS Y LAS MALDADES QUE HAYAN PUESTO EN MI. 
QUE SAN MIGUEL ARCANGEL, JEFE DE LA MILICIA CELESTIAL, PATRONO DE LA IGLESIA, PATRONO MIO, COMBATA CON SU PODER LAS FUERZAS DEL DEMONIOS Y LOS DEMONIOS QUE ESTAN ATACANDO MI VIDA Y LOS ALEJE CON SU ESPADA PODEROSA.
PIDO A SAN RAFAEL Y A SAN GABRIEL QUE ME BENDIGAN EN ESTA LUCHA Y OREN POR MI, QUE ESTEN A MI LADO Y ME UNJAN CONTRA TODA MALDAD QUE DESEE OPRIMIRME Y HACERME DAÑO A MI Y A LOS MIOS.
PIDO A MI SANTO ANGEL GUARDIÁN  COMBATA  LAS MALDADES QUE MIS ENEMIGOS: EL DEMONIO, EL MUNDO, LA CARNE Y LOS ENEMIGOS DE MI VIDA HAN HECHO CONTRA MI, LOS MIOS Y TODO LO MIO. 
PIDO AL EJERCITO DE LA IGLESIA CELESTE ME AYUDE Y ORE POR MI PARA SER LIBRE ANTE DIOS DE TODA MALDAD QUE ME HAN PUESTO LOS ENEMIGOS DE MI VIDA, DE MI FAMILIA, DE MI CASA Y DE MI TRABAJO.
PIDO A SAN JOSE, PRINCIPE DE LOS SANTOS Y PATRONO DE LA IGLESIA ESTE A MI LADO EN EL COMBATE CONTRA EL MAL. QUE ESTE EN MI CASA CUSTODIANDO MI HOGAR CON SU PRESENCIA PODEROSA.
RUEGO A LOS SANTOS APOSTOLES Y SANTOS PATRONOS ME AYUDEN Y ME MANTENGAN FIRME EN LA FE, EN LA ESPERANZA Y EN EL AMOR PARA LA BATALLA DE CADA SEGUNDO. 
PIDO A LA IGLESIA PURGANTE SU ORACION POR MI EN ESTOS MOMENTOS DE MI HISTORIA, PARA IR VENCIENDO CADA INSTANTE LOS COMBATES QUE SE ME PRESENTAN Y ALGUN DIA REUNIRME CON ELLAS EN  EL CIELO. 
RUEGO A LA SANTA IGLESIA MILITANTE CON SU SANTIDAD EL PAPA BENEDICTO XVI Y SU BENDICION APOSTOLICA, A TODOS LOS OBISPOS, SACERDOTES, CONSAGRADOS Y FIELES: SU ORACION POR MI PARA SEGUIR MI CAMINO HACIA LA ETERNIDAD GLORIFICANDO EN NOMBRE DEL SEÑOR. PARA COMBATIR EL BUEN COMBATE DE LA FE.
EL DEMONIO, SUS JERARQUIAS, SUS AGENTES ESPIRITUALES Y MATERIALES., TODO ENEMIGO VISIBLE E INVISIBLE NO TIENEN PODER SOBRE MI Y NO PUEDEN ESTAR  EN MI VIDA: DE MI MENTE Y PENSAMIENTOS., DE MI CORAZON Y SENTIMIENTOS., DE MI CUERPO Y FUERZAS., DE MI ESPIRITU Y ALMA. SE VAN DE MI FAMILIA, DE MI CASA COMO LUGAR DE LOS MIOS, DE MI TRABAJO PARA EL SUSTENTO DE MI HOGAR.  
EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACION, MI DIOS, MI AMOR Y MI TODO., POR ESO PIDO A SU MAJESTAD INFINITA ME SANE ME LIBERE, ME PURIFIQUE, ME LIMPIE, ME DESATE A MI, A MI FAMILIA, A MI CASA Y A MI TRABAJO CON SU PODER CREADOR, SALVADOR Y SANTIFICADOR. DIOS TIENE EL PODER POR QUE ES MI SEÑOR Y SOLO EL TIENE LA MAJESTAD PARA OBRAR SOBRE MI.
CON LA AUTORIDAD DE LA SANTA IGLESIA EN SUS MANDAMIENTOS, SACRAMENTOS, EN SUS SACERDOTES, POR MEDIO DE MI DIRECTOR ESPIRITUAL EL PADRE... TODA MALDAD QUE  HAYAN HECHO SOBRE MI VIDA, SOBRE MI FAMILIA, SOBRE MI CASA, SOBRE MI TRABAJO LOS ENEMIGOS DE MI CUERPO Y DE MI ALMA SE ALEJAN A LOS PIES DEL SEÑOR PORQUE MI VIDA ES DE DIOS POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE Y NADA NI NADIE PUEDE ESTAR EN MI SI NO ES EL SEÑOR DE MI VIDA. SE ALEJAN LOS ENEMIGOS CON SUS MALDADES, DEJAN EN PAZ MI VIDA, A LOS MIOS Y A TODO LO MIO, HUYEN ANTE LA PRESENCIA DEL CIELO POR QUE YO NO LES PERTENEZCO, NI LOS MIOS, NI LO MIO. NADIE QUE NO SEA DIOS PUEDE ESTAR Y REINAR EN MI VIDA Y EN LOS MIOS Y EN LO QUE DIOS ME HA REGALADO.
SE ALEJAN DE MI VIDA, DE MI FAMILIA, DE MI CASA, DE MI TRABAJO TODA MALDAD DEL DEMONIO: POSESIONES, VEJACIONES, INFESTACIONES, PRESIONES, OPRESIONES, CONTAMINACIONES, ESCLAVITUDES, MALDICIONES,  MALEFICIOS DE BRUJERIA, MAGIA, HECHICERIA Y TODA CLASE DE MALDADES DESTRUCTORAS QUE ME HAN ATACADO, HACIENDOME DAÑO A MI, A LOS MIOS Y A LO MIO.
TODO PECADO Y MALDAD CON EL CUAL EL ENEMIGO ME TENGA ESCLAVIZADO, ATADO, AMARRADO, ESCLAVIZADO, PRESIONADO, CONTAMINADO SE VA DE MI VIDA CON EL PODER DE LA TRINIDAD SANTA. POR QUE YO RENUNCIO AL DEMONIO, A SUS PECADOS Y MALDADES CON LOS CUALES DESEA DESTRUIRME Y LLEVARME A SU REINO.
PROCLAMO QUE SOLO LE SIRVO AL SEÑOR DIOS UNO Y TRINO Y PROCLAMO QUE SOY SU ESCLAVO HOY, MAÑANA Y  POR SIEMPRE. QUE NO SOY ESCLAVO DEL DEMONIO Y SUS PECADOS Y MALDADES. QUE EL NO ES MI SEÑOR NI MI DUEÑO Y NO ES SEÑOR DE MI FAMILIA, NI DE NADA QUE TENGO, POR GRACIA DE DIOS., Y POR LO TANTO NO HAY LUGAR PARA EL Y JAMAS LO HABRA NI EN MI VIDA, NI EN MI FAMILIA, NI EN MI CASA, NI EN MI TRABAJO. POR ESO SE VAN ESOS ENEMIGOS CON SUS MALDADES, SEDUCCIONES, MENTIRAS Y ENGAÑOS.
ME DECLARO Y PROCLAMO LIBERADO(A) SANADO(A) Y DESATADO(A): POR EL PODER DE MI PADRE CREADOR, DE LA SANGRE DE MI SALVADOR, DEL FUEGO DE MI SANTIFICADOR.
SE DERRIBAN, SE DESTRUYEN DE MI VIDA LOS MUROS DE MALDAD PORQUE SOY TEMPLO DE LA SANTISIMA TRINIDAD. 
QUIEN COMO DIOS SEÑOR DE CIELO Y TIERRA....NADIE COMO DIOS SEÑOR DE CIELO Y TIERRA.
¿QUIEN COMO DIOS PADRE CREADOR?....NADIE COMO DIOS PADRE CREADOR.
¿QUIEN COMO DIOS SEÑOR SALVADOR?...NADIE COMO DIOS SEÑOR SALVADOR.
¿QUIEN COMO DIOS ESPIRITU SANTIFICADOR?...NADIE COMO DIOS ESPIRITU SANTIFICADOR.
PROCLAMO QUE MI VIDA ES DEL SEÑOR UNO Y TRINO, HUYAN TODOS SUS ENEMIGOS.
PROCLAMO QUE MI FAMILIA ES DEL SEÑOR UNO Y TRINO, HUYAN TODOS SUS ENEMIGOS.
PROCLAMO QUE MI CASA ES DEL SEÑOR UNO Y TRINO, HUYAN TODOS SUS ENEMIGOS.
PROCLAMO QUE MI TRABAJO ES DEL SEÑOR UNO Y TRINO, HUYAN TODOS SUS ENEMIGOS.
PROCLAMO QUE EN MI VIDA Y EN LA DE LOS MIOS, DIOS UNO Y TRINO ES MI UNICO DIOS.
PROCLAMO QUE EN MI VIDA Y EN LA DE LOS MIOS, DIOS PADRE ES MI UNICO SEÑOR.
PROCLAMO QUE EN MI VIDA Y EN LA DE LOS MIOS, DIOS HIJO ES MI UNICO REY.
PROCLAMO QUE EN MI VIDA Y EN LA DE LOS MIOS, DIOS ESPIRITU SANTO ES MI UNICO DUEÑO.
PROCLAMO QUE MI VIDA Y LA DE LOS MIOS ES DE MARIA SANTA: HIJA DEL PADRE, MADRE DEL HIJO Y ESPOSA DEL ESPIRITU SANTO.
YO DECLARO Y PROCLAMO CON FE FIRME, CON AMOR VERDADERO Y CON ESPERANZA CIERTA QUE:
DIOS UNO Y TRINO: CREADOR, SALVADOR Y SANTIFICADOR. ES EL UNICO SEÑOR, DUEÑO, AMO, REY Y DIOS DE MI VIDA, DE MI FAMILIA, DE MI CASA Y MI TRABAJO., Y QUE ES EL UNICO QUE TIENE DERECHO DE POSEERME HOY POR TODA LA ETERNIDAD., Y QUE EL SEÑOR DIOS UNO Y TRINO CON MARIA REINAN SOBRE MI Y LOS MIOS HOY Y POR TODA LA ETERNIDAD. AMEN. AMEN. AMEN.
PROCLAMO POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE EL REINADO DE DIOS UNO Y TRINO SOBRE MI VIDA Y LOS MIOS Y CON TODO EL EJERCITO CELESTIAL, CON MAMITA MARIA Y SU SANTA IGLESIA GLORIFICO SU NOMBRE CON ALABANZAS CELESTIALES:
SANTO, SANTO, SANTO, ES EL SEÑOR DIOS DEL UNIVERSO, LLENOS ESTAN LOS CIELOS Y LA TIERRA DE SU GLORIA. HOSANNA EN EL CIELO., BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR. HOSANNA EN EL CIELO.
REZAR EL CREDO Y LA SALVE.
AMEN AMEN AMEN.

SOBRE LA MALA CONFESIÓN

 

PARA LOS QUE PIENSAN QUE ENTRAR AL CIELO ES MUY FACIL Y LOS QUE ASEGURAN QUE EL INFIERNO ESTA VACIO, LEANSE ESTO. 
POBRES CORAZONES QUE RECHAZAN LAS GRACIAS SACRAMENTALES Y SE BURLAN DEL SEÑOR.
DE LA MALA CONFESIÓN, POR SAN ANTONIO MARÍA CLARET

EJEMPLOS DE VARIOS ESTADOS


Del Camino Recto y Seguro para llegar al Cielo, por San Antonio Mª Claret

Hasta ahora te he propuesto, amado cristiano, el camino que debes seguir y el modo de poderte levantar, si por desgracia cayeres, que es el sacramento de la Penitencia. Exige, sin embargo, este Sacramento mucha disposición para acercarse a él debidamente, porque, de otra suerte, en lugar de levantarte te hundirás más en la iniquidad, añadiendo a tus pecados el peso enorme del sacrilegio; y si así, mal confesado, te acercases a la sagrada Mesa, ¡ay de ti!, ¡qué otra nueva maldad cometerías! Te harías reo del Cuerpo y Sangre de Jesucristo, y te tragarías, como dice San Pablo, la condenación. A fin, pues, de apartarte de tan enorme delito, voy a referirte algunos ejemplos de varios estados, copiados de San Alfonso Ligorio en su libro titulado Instrucción al pueblo.

1.º Ejemplo de un hombre que hacía malas confesiones
Después, cuando quiso confesarse debidamente, no pudo; porque bien lo expresa el mismo Dios cuando dice: Me buscaréis y no me hallaréis y moriréis en vuestro pecado. Dice San Ligorio que en los anales de los Padres Capuchinos se refiere de uno que era tenido por persona de virtud, pero se confesaba mal. Habiendo enfermado de gravedad, fue advertido para confesarse, e hizo llamar a cierto Padre, al cual dijo desde luego: -Padre mío: Decid que me he confesado, mas yo no quiero confesarme. -¿Y por qué?, replicó admirado el Padre. –Porque estoy condenado -respondió el enfermo-, pues no habiéndome nunca confesado enteramente de mis pecados, Dios, en castigó, me priva ahora de poderme confesar bien. Dicho esto comenzó a dar terribles aullidos y a despedazarse la lengua, diciendo: -¡Maldita lengua, que no quisiste confesar los pecados cuando podías! Y así, haciéndose pedazos la lengua y aullando horriblemente, entregó el alma al demonio, y su cadáver quedó negro como un carbón y se oyó un rumor espantoso, acompañado de un hedor intolerable.

2.º Ejemplo de una doncella, que murió también impenitente y desesperada.
–Cuenta el Padre Martín del Río que en la provincia del Perú había una joven india llamada Catalina, la cual servíaa una buena señora que la redujo a ser bautizada y a frecuentar los Sacramentos. Confesábasea menudo, pero callaba pecados. Llegado el trance de la muerte se confesó nueve veces, pero siempre sacrílegamente, y acabadas las confesiones, decía a sus compañeras que callaba pecados; éstas lo dijeron a la señora, la cual sabía ya por su misma criada moribunda que estos pecados eran algunas impurezas. Avesí, pues, al confesor, el cual volvió para exhortar a la enferma a que se confesase de todo; pero Catalina se obstinó en no querer decir aquellas sus culpas al confesor, y llegó a tal grado de desesperación, que dijo por último: -Padre, dejadme, no os canséis más porque perderéis el tiempo y volviéndose de espaldas al confesor se puso a cantar canciones profanas. Estando para expirar y exhortándola sus compañeras a que tomase el Crucifijo, respondió: -¡Qué Crucifijo, ni Crucifijo! No le conozco ni le quiero conocer. Y así murió. Desde aquella noche empezaron a sentirse tales ruidos y fetidez, que la señora se vio obligada a mudar de casa, y después se apareció Catalina, ya condenada, a una compañera suya, diciendo que estaba en los infiernos por sus malas confesiones.
 
3.º Ejemplo de un joven. 
–En este ejemplo se deja ver claramente aquel principio: o confesión o condenación para el que ha pecado mortalmente, y que todas las obras buenas y penitencias, sin preceder la confesión, de nada sirven para salir del miserable estado de la culpa, a no ser que se tenga un deseo eficaz y verdadero de confesarse, si entonces no se puede. La razón es evidente: el pecado mortal tiene una malicia infinita; para curar esta llaga infinita es absolutamente necesario un remedio infinito; este remedio infinito son los méritos de Jesucristo aplicados por medio de los Sacramentos; resulta, pues, que si pudiéndose recibir los Sacramentos no se reciben, o a lo menos no se desean eficazmente recibir para cuando se pueda jamás se alcanza el remedio, como desgraciadamente sucedió al infeliz Pelagio.
 
Cuéntase en la crónica de San Benito de un cierto ermitaño llamado Pelagio, que, puesto por sus padres a guardar ganados, todos le daban el nombre de santo, y así vivió por muchos años. Muertos sus padres, vendió todos aquellos cortos haberes que le habían dejado, y se puso a ermitaño. Una vez, por desgracia, consintió en un pensamiento de impureza. Caído en el pecadoviose abismado en una melancolía profunda, porque el infeliz no quería confesarlo para no perder el concepto de santidad. Durante esta obstinación pasó un peregrino que le dijo: -Pelagio, confiésate, que Dios te perdonará y recobrarás la paz que perdiste, y desapareció. Después de esto resolvió Pelagio hacer penitencia de su pecado, pero sin confesarlo, lisonjeándose de que Dios quizá se lo perdonaría sin la confesión. Entró en un monasterio, en donde fue al momento muy bien recibido por su buena fama, y allí llevó una vida áspera mortificándose con ayunos y penitencias. Vino finalmente la muerte, y confesóse por última vez; más así como por rubor había dejado en vida de confesar su pecado, así lo dejó también en la muerte. Recibió el Viático, murió y fue sepultado en el mismo concepto de santo. En la noche siguiente, el sacristán encontró el cuerpo de Pelagio sobre la sepultura; lo sepultó de nuevo; mas tanto en la segunda como en la tercera noche, lo halló siempre insepulto, de manera que dio aviso al Abad, el cual, unido con los otros monjes, dijo: “Pelagio, tú que fuiste obediente en vida, obedece también después de la muerte; dime de parte de Dios: ¿Es quizá su divina voluntad que tu cuerpo se coloque en lugar reservado?” Y el difunto, dando un aullido espantoso, respondió: -¡Ay de mí, que estoy condenado por una culpa que dejé de confesar; mira, Abad, mi cuerpo! Y al instante apareció su cuerpo como un hierro encendido, que centelleaba horriblemente. Al punto echaron todos a huir; pero Pelagio llamó al Abad para que le quitase de la boca la partícula consagrada que aún tenía. Hecho esto, dijo Pelagio que le sacasen de la iglesia y le arrojasen a un muladar, y así se ejecutó.
 
4.º Ejemplo de la hija de un rey de Inglaterra: 
Este caso es muy semejante al que antecede. –Refiere el P. Francisco Rodríguez que en Inglaterra, cuando allí dominaba la religión católica: el rey Auguberto tenía una hija de tan rara hermosura que fue pedida por muchos príncipes. Preguntada por el padre si quería casarse respondió que había hecho voto de perpetua castidad. Pedio su padre la dispensa de Roma, pero ella permanecía firme en no aceptarla, diciendo que no quería otro esposo que a Jesucristo; tan sólo pidió a su padre que la dejase vivir retirada en una casa solitaria, y como el padre la amaba, trató de no disgustarla, asegurándole una pensión cual a su rango convenía. Luego que estuvo en su retiro, se puso a hacer una vida santa deayunos, oraciones y penitencias; frecuentaba los Sacramentos y asistía muy a menudo a un hospital para servir a los enfermos. Llevando tal género de vida, y joven todavía, cayó enferma y murió. Cierta señora que había sido su aya, haciendo oración una noche, oyó un gran estrépito, y vio luego un alma en figura de mujer en medio de un gran fuego y encadenada por muchos demonios, la cual le dijo: “Has de saber que yo soy la desdichada hija de Auguberto.” “¡Cómo!”, respondió la aya, “¿tú condenada después de una vida tan santa?” “Justamente soy condenada por mi culpa”, has de saber que siendo niña gustaba que uno de mis pajes, a quien tenía afición, me leyese algún libro. Una vez este paje, después de la lectura, me tomó la mano y me la besó. Empezó a tentarme el demonio, hasta que finalmente con él mismo ofendí a Dios. Fui a confesarme; empecé a decir mi pecado, y mi indiscreto confesor me interrumpió: “¡Cómo! ¿Esto hace una reina?” Entonces yo, por vergüenza, dije que había sido un sueño. Empecé después a hacer penitencias y limosnas, a fin de que Dios me perdonase, pero sin confesarme. Estando para morir dije al confesor que yo había sido una gran pecadora; respondiome el confesor que debía desechar aquel pensamiento como una tentación; después expiré, y ahora me veo condenada por toda una eternidad.” Y diciendo esto desapareció con tal estruendo, que parecía que se hundía el mundo, dejando en aquel aposento tal hediondez, que duró por muchos días.
 
Si esta infeliz se hubiese acercado debidamente al Sacramento de la Penitencia, cantaría al Señor cánticos de alabanza en el cielo; mas ahora, por su despreciable y maldita vergüenza, sirve de tizón en el infierno… ¡Y cuántas personas hay de todo estado, sexo y condición que experimentarán igual castigo si no acuden contritas a este Sacramento!
 
5.º Ejemplo de una casada,
Muy parecido al antecedente; también lo refiere San Ligorio. –Cuenta el P. Serafín Razzi que en una ciudad de Italia había una noble señora casada que era tenida por santa. A punto de morir, recibió todos los Sacramentos, dejando muy buena fama de su virtud. Su hija rogaba de continuo a Dios por el descanso de su alma. Cierto día, estando en oración, oyó un gran ruido a la puerta; volvió la vista y vio la horrible figura de un cerdo de fuego, que exhalaba un hedor insufrible, y tal fue su terror, que se hubiera tirado por la ventana; mas la detuvo una voz que le dijo: “Hija, detente; yo soy tu desventurada madre, a quien tenían por santa; mas por los pecados que cometí con tu padre, y que por rubor nunca confesé, Dios me ha condenado al infierno; no ruegues, pues, más a Dios por mí, porque me das mayor tormento.” Y dicho esto, bramando, desapareció.
 
Tal vez, amado cristiano, preguntaras: ¿Es posible que un alma condenada aparezca? A esto te responderé que sí, y para sacarte de la duda quiero explicarte las razones. Escúchame, pues, y vamos por partes: “¿Tú bien crees en las santas Escrituras y en el Credo?” “Cierto que si” me contestarás, o de lo contrario te diría que eres un hereje. Pues de la Escrituras y del Credo, consta que nuestra alma es inmortal. La razón natural nos está clamando que es preciso que sobreviva al cuerpo nuestra alma, para que el pecador pueda recibir de Dios el castigo de sus pecados, que no recibió en este mundo; y el justo, el merecido premio de sus virtudes; de otra suerte, Dios no sería justo. Y se presenta esto tan claro, que aun el mismo Rousseau lo confesó diciendo: “Aunque no existiesen otras pruebas de la inmortalidad de nuestra alma que el triunfo del mal y la opresión de la virtud acá en la tierra, ésta sólo me quitaría cualquier duda que tuviese de ella.” También sabes y crees, según el Credo, en la Remisión de los pecados, es decir que por muchos pecados que haya cometido una persona, si se confiesa bien de ellos, le quedan todos perdonados; pero si se muere sin haberse confesado debidamente, basta un solo pecado mortal para quedar condenado eternamente. Y así como la bien ordenada justicia de la tierra (que es una participación de la justicia del cielo) tiene cárceles y suplicios para encerrar y castigar a los malhechores, también la justicia del cielo tiene cárceles y suplicios en el purgatorio e infierno para los que mueren en pecado o no del todo purificados. Sentados estos principios, valgámonos de una semejanza: ¿Has visto u oído referir que a veces el juez o el tribunal decreta que uno de los presos sea expuesto a la vergüenza y que otro sea azotado por los parajes más públicos? Y no todos los demás presos han de salir a la vergüenza, ni cuando sale aquél lo ven todos los habitantes del mundo, ni aun todos los de aquella ciudad por donde es paseado, sino algunos. Aplica ahora la semejanza: Dios Nuestro Señor, Juez supremo y dueño absoluto de vivos y muertos, en cualquier hora puede ordenar, y algunas veces ha ordenado, que algunos de los encerrados en las mazmorras del infierno, para confusión suya y escarmiento y utilidad nuestra, salgan de aquella cárcel y se aparezcan del modo más conforme al fin por el cual les manda aparecer. Y cuando aparecen no es menester que todo el mundo los vea; basta lo vean algunos y éstos participen a los demás, para que, escarmentando todos en cabeza ajena, pongan un grande y especial cuidado en no hacer malas confesiones, y para que por medio de una confesión general, acompañada de un verdadero dolor y firme propósito, se enmienden y hagan de nuevo todas las mal hechas, para no tener que experimentar después la misma desgraciada suerte. Este es el fruto y utilidad que debes sacar de este y otros ejemplos.
 
6.º Ejemplo de una señora que por muchos años calló en la confesión un pecado deshonesto. 
–Refiere San Ligorio, y más particularmente el P. Antonio Caroccio, que pasaron por el país en que vivía esta señora dos religiosos, y ella, que siempre esperaba confesor forastero, rogó a uno de ellos que la oyese en confesión, y se confesó. Luego que hubieron partido los Padres, el compañero dijo a aquel confesor haber visto que mientras aquella señora se confesaba, salían muchas culebras de su boca, y que una serpiente enorme había dejado ver fuera su cabeza; mas de nuevo se había vuelto dentro, y entonces vio entrar tras de ella todas las culebras que habían salido. Sospechando el confesor lo que aquello significaba, volvió al pueblo y a la casa de aquella señora, y le dijeron que al momento de entrar en la sala había muerto de repente. Por tres días consecutivos ayunaron y rogaron a Dios por ella, suplicando al Señor les manifestase aquel caso. Al tercer día se les apareció la infeliz señora, condenada y montada sobre un demonio en figura de un dragón horrible, con dos serpientes enroscadas al cuello, que la ahogaban y le comían los pechos; una víbora en la cabeza, dos sapos en los ojos, flechas encendidas en las orejas, llamas de fuego en la boca, y dos perros rabiosos que le mordían y le comían las manos, y dando un triste y espantoso gemido, dijo: “Yo soy la desventurada señora que usted confesó hace tres días; a medida que iba confesando mis pecados, iban saliendo como animales inmundos por mi boca, y aquella serpiente que el compañero de usted vio asomar la cabeza y volverse dentro, era figura de un pecado deshonesto que siempre había callado por vergüenza; quería confesarlo con usted, pero tampoco me atreví: por esto volvió a entrar dentro y con él todos los demás que habían salido. Cansado ya Dios de tanto esperarme, me quitó de repente la vida y me precipitó al infierno, en donde estoy atormentada por los demonios en figuras de horribles animales. La víbora me atormenta la cabeza por mi soberbia y demasiado cuidado en componerme los cabellos; los sapos me cierran los ojos, por las miradas lascivas; las flechas encendidas me lastiman las orejas, por haber escuchado murmuraciones, palabras y canciones obscenas; el fuego me abrasa la boca, por las murmuraciones y besos torpes; tengo las serpientes enroscadas al cuello que me comen los pechos, por haberlos llevado de un modo provocativo, por lo escotado de mis vestidos y por los abrazos deshonestos; los perros me comen las manos, por mis malas obras y tocamientos feos; pero lo que más me atormenta es el formidable dragón en que voy montada, que me abrasa las entrañas, y es en castigo de mis pecados impuros. ¡Ah, que no hay remedio ni misericordia para mí, sino tormentos y pena eterna! ¡Ay de las mujeres! –añadió-, que se condenan muchas de ellas por cuatro géneros de pecados: por pecados de impureza, por galas y adornos, por hechicerías y por callar los pecados en la confesión; los hombres se condenan por toda clase de pecados; pero las mujeres, principalmente por los cuatro.” Dicho esto, se abrió la tierra y se hundió esta desdichada hasta el profundo del infierno, en donde padece y padecerá por toda una eternidad.
 
Haz reflexión, cristiano, y entiende cómo Dios Nuestro Señor mandó salir a esta infeliz señora de la cárcel del infierno y que pasase por la vergüenza, para que los mortales supiesen la muerte que les esperaba si pecan y no se confiesan bien. Ojala sacases tú de la lectura de este ejemplo el fruto que otros han sacado, haciendo una buena confesión y enmendándote del todo. Un autor dice que este caso ha convertido más gente que doscientas cuaresmas. El misionero P. Jaime Corella hizo voto de predicarlo en todas las misiones, por el grande provecho que causaba a los fieles. Hasta un Prelado hizo una fundación para que en ciertos tiempos del año se predicase o se leyese este caso en la iglesia. Mas, ¡ay de ti si no te aprovechas de él! ¡Ay de ti si no confiesas todos tus pecados! ¡Ay de ti si, mal preparado, vas a recibir la sagrada Eucaristía! Mejor fuera que no hubieses nacido.
 
EN EL CORAZON DE MAMITA MARIA LA BENDICION DE DIOS TODOPODEROSO PADRE+ HIJO+ ESPIRITU SANTO+ DESCIENDA SOBRE TI Y TE ACOMPAÑE SIEMPRE HASTA LA ETERNIDAD. AMEN. AMEN. AMEN.

PROCESO DE SANACION Y LIBERACION: INTERGENERACIONAL, FAMILIAR, PERSONAL

 

PROCESO DE SANACION Y LIBERACION INTERGENERACIONAL, FAMILIAR, PERSONAL.
"Porque para Dios no hay nada Imposible" Lc 1,37.
Este es el proceso que se debe iniciar para romper cadenas, ataduras y maldiciones intergeneracionales, familiares y personales.
Es importante que en el proceso constantemente la persona le mencione a Dios las ataduras que sabe que vienen desde los antepasados y están destruyendo su vida, su familia y entorno. por ejemplo: aborto, droga, miseria, enfermedad, odio, desunión, muerte, lujuria  etc etc etc.
Inicie, la persona,  el proceso siempre y cuando este confesada y dispuesta en gracia para hacerlo, si por alguna RAZON no puede confesarse y comulgar y las causas son en el momento irremediables, entonces haga un profundo acto de arrepentimiento pidiendo misericordia al Señor por medio de S. MARIA.
En cada uno de los procesos, si se hace con fe, con devocion, con plena conciencia y no por hacerlo., Dios va mostrando mostrando muchas cosas que han pasado, precisamente para ir liberando con su poder amoroso.
En muchos casos de personas que han hecho este proceso se han dado diferentes manifestaciones, eso es logico porque es como cuando se barre, se limpia, se organiza la casa, despues de mucho tiempo sin hacerlo, salen cantidad de cosas que uno no se maginaba.
Tenga claro, quien hace alguno de estos procesos, que el enemigo HARA todo lo posible por impedir que lo haga y pondrá impedimentos para que la persona se desanime y desista de seguir adelante.
Es importante que durante el dia se ore por el proceso que se va llevando asi se ora y se trabaja en nombre de Dios.
El que tiene fe vera las bendiciones del cielo.
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 SE DEBE EMPEZAR A HACER LO SIGUIENTE:
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PROCESO DE SANACION Y LIBERACION POR LAS GENERACIONES 
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 SE DEBE IR A NUEVE EUCARISTIAS(ojalá seguidas) POR SUS GENERACIONES PATERNA Y MATERNA. NUEVE POR LA GENERACIÓN MATERNA, NUEVE POR LA GENERACION PATERNA. DE LA SIGUIENTE MANERA:
1 EUCARISTIA POR LA GENERACION PATERNA NUMERO 9 
2 EUCARISTIA POR LA GENERACION PATERNA NUMERO 8 
3 EUCARISTIA POR LA GENERACION PATERNA NUMERO 7
Y ASI SUCESIVAMENTE HASTA LLEGAR A LA GENERACION NUMERO UNO. EN EL  DIA CORRESPONDIENTE A CADA GENERACION USTED DEBE  ORAR PIDIENDO AL SEÑOR LAVE,LIMPIE, PURIFIQUE, EXORCISE, LIBERE, DESATE Y SANE ESA GENERACION.
CUANDO TERMINE CON LA GENERACION PATENA DEBE SEGUIR CON LA MATERNA. 
EN CADA DIA DE OFRECIMIENTO DEBE ORAR EL SANTO ROSARIO PIDIENDOLE A LA SANTISIMA VIRGEN LO MISMO QUE EN LA SANTA EUCARISTIA.
CUANDO TERMINE ESAS 18 EUCARISTIAS DEBE HACER LO SIGUIENTE
1 EUCARISTIA AL PADRE CELESTIAL POR SER ELCREADOR Y TENE EL PODER DE LIBERAR A TODAS SUS GENERACIONES.
1 EUCARISTIA AL SEÑOR JESUS POR SER EL SAÑVADOR Y CON SU SANGRE PRECIOSA LIBERAR TODAS SUS GENERACIONES
1 EUCARISTIA AL ESPIRITU SANTO POR SER EL VIVIFICADOR Y CON SU PODER LIBERAR A TODAS SUS GENERACIONES
EN CADA UNA DE ESTAS EUCARISTIAS HARÁ LAS ORACIONES MANDADAS Y EL SANTO ROSARIO ADEMAS HARA EN CADA UNODE ESOS DÍAS LA CONSAGRACION AL INMACULADO CORAZONDE MARIA.
ES MUY PROVECHOSO ORAR LA NOVENA A SAN MIGUEL ACANGEL LOS NUEVE DIAS DE CADA GENERACION CUANDO TERMINE LA PATERNA SIGUE CON LA MATERNA.
OJALA CADA DIA SE HAGA LA ORACION DE SELLAMIENTO, LA CORONILLA DE LA MISERICORDIA, ORACION A LOS SANTOS COROS ANGELICOS, ORACION A SAN BENITO, ORACION A SAN JOSÉ, ORACION A TODOS LOS SANTOS, POR LAS ALMITAS DEL PURGATORIO TODAS ESTAS ORACIONES CON LA INTENCION DE LIBERAR, SANAR Y DESATAR SUS GENERACIONES. Y LAS ORACIONES QUE CADA UNO DESEE HACER DE ACUERDO A SU DEVOCION.
HAGALO CON TODA LA FE, EL AMOR, LA ESPERANZA Y LA PERSEVERANCIA Y VERA  LAS BENDICIONES DEL CIELO.
NO ES HACER ESTE PROCESO POR HACERLO, ES HACERLO POR FE. ESTO NO FUNCIONA POR ARTE DE MAGIA, ES LA FE VERDADERA COMO LO MANDA NUESTRO SEÑOR.
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PROCESO DE SANACION Y LIBERACION POR LA FAMILIA 
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SE DEBE IR A UNA SANTA MISA PIDIENDO PERDON POR LOS PECADOS COMETIDOS ANTES DEL MATRIMNIO Y QUE PUDIERON HABER GENERADO ATADURAS DESPUES DEL MATRIMONIO. HAGASE ESTA ORACION ANTES DE LA SANTA MISA: PADRE EN NOMBRE DE MI HOGAR PIDO PERDON POR LOS PECADOS COMETIDOS ANTES DE NUESTRO MATRIMONIO, PARA QUE TU MISERICORDIA SANE, LIBERE Y DESATE TODO AQUELLO QUE HAYA PODIDO, LUEGO HACER DAÑO A NUESTRO HOGAR. TU OODER TODO LO PUEDE, CONFIAMOS EN TI.
DEBE ORARSE ESE DIA EL SANTO ROSARIO A MARIA SANTA POR ESA MISMA INTENCION.
LUEGO:
POR CADA AÑO DE MATRIMINO IR A UNA SANTA MISA Y ORAR PIDIENDO AL SEÑOR LAVE,LIMPIE, PURIFIQUE, EXORCISE, LIBERE, DESATE Y SANE EL MATRIMONIO Y HOGAR DE TODO LO QUE LO ESTE DESTRUYENDO, DESUNIENDO, SEPARANDO Y POR TODO LO QUE SE ESTA DETECTANDO QUE HACE DAÑO AL HOGAR.
ORE DIARIAMENTE EL SANTO ROSARIO POR EL AÑO CORRESPONDIENTE, PIDIENDOLE A LA SANTISIMA VIRGEN LO MISMO QUE HA PEDIDO EN LA SANTA MISA POR EL HOGAR.
ES DECIR:
1.  S. EUCARISTIA POR EL PRIMER AÑO DE MATRIMONIO
2. S. EUCARISTIA POR EL SEGUNDO AÑO DE MATRIMONIO
Y ASI SUCESIVAMENTE
CUANDO TERMINE EL PROCESO HAGA LO SIGUIENTE:
VAYA A UNA EUCARISTIA CONSAGRANDOLE SU HOGAR A LA SANTISIMA TRINIDAD.
VAYA A UNA EUCARISTIA Y PIDALE A MARIA SANTA CONSAGRE SU HOGAR A DIOS.
VAYA A UNA EUCARISTIA Y PIDALE A SAN JOSE CONDAGRE SU FAMILIA A DIOS.
EXPONGALE CON FE Y DEVOCION A DIOS Y A MARIA SANTA QUE ES LO QUE SE DESEA OBTENER PARA EL BIEN DE LA FAMILIA.
HAGA LAS ORACIONES INDICADAS ESPECIALMENTE LA NOVENA A SAN JOSE, ORANDO POR EL HOGAR.
TAMBIEN SE PUEDE HACER ESTE PROCESO EN NOMBRE DE OTRO HOGAR QUE NECESITE ORACION, PERO QUE NO SON MUY CREYENTES, PARA QUE DIOS OBRE EN ESA FAMILIA.
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PROCESO DE SANACION Y LIBERACION POR UNO MISMO
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INICIE DE LA SIGUIENTE MANERA:
POR CADA AÑO DE LA VIDA IR A UNA SANTA EUCARISTIA Y DURANTE EL DIA ORAR EL SANTO ROSARIO. SE DEBE PEDIR  AL SEÑOR: LAVE,LIMPIE, PURIFIQUE, EXORCISE, LIBERE, DESATE Y SANE LA VIDA DE TODO LO QE LA ESTE DESTRUYENDO, ENFERMANDO, HACIENDO DAÑO, ETC.
ES DECIR:
PRIMERA S. EUCARISTIA: POR LA CONCEPCION, GESTACION Y NACIMIENTO.
SEGUNDA S. EUCARISTIA: POR EL PRIMER AÑO DE VIDA.
TERCERA EUCARISTIA: POR EL SEGUNDO AÑO DE VIDA.
Y ASI SUCESIVAMENTE HASTA LLEGAR AL ULTIMO AÑO QUE SE ESTE VIVIENDO.
DURANTE EL DIA EN LAS ACTIVIDADES COTIDIANAS SIGA ORANDO CIANDO SE ACUERDE Y PIDA POR EL AÑO QUE ESTA HACIENDO EL PROCESO.
CUANDO TERMINE EL PROCESO, DEBE IR A UNA SANTA EUCARISTIA EN ACCION DE GRACIAS POR LAS BENDICIONES RECIBIDAS Y ORAR EL SANTO ROSARIO AGRADECIENDOLE A MARIA SANTA SU AMOR Y BENDICION.
SE RECOMIENDO AL FINALIZAR EL PROCESO HACER UNA CONFESION DE VIDA DE TODO LOS PECADOS QUE DIOS HAYA MOSTRADO.
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SE RECOMIENDA HACER LAS ORACIONES INDICADAS A CONTINUACION:
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SELLAMIENTO EN EL PODER DE DIOS UNO Y TRINO 
+ Nuestro auxilio es el nombre de Dios Padre que hizo el cielo y la tierra.
+ Nuestro Auxilio es el nombre del Señor Jesús que ha redimido el cielo y la            tierra.
+ Nuestro auxilio es el nombre del Espíritu Santo que santifica el cielo y la tierra.
 
+ ¿Quién cómo Dios Padre Creador?    Nadie como Dios Padre Creador
+ ¿Quién cómo Dios Hijo Salvador?      Nadie como…
+ ¿Quién cómo Dios Espíritu Santo Santificador?     Nadie como…
 
El poder el honor la majestad al Dios soberano de todo hoy y por toda la eternidad.
 
Santo Dios poderoso, Santo Dios Majestuoso, Santo Dios Omnipotente.
 
Oh Dios Padre Creador de todo, que con tu grandeza, sabiduría y omnipotencia diste vida a todo lo creado, Yo… invoco tu divino y majestuoso poder sobre mi, ven a mi, pobre criatura necesitada de ti, ven Padre mío.
 
+ Séllame con tu poder creador 
+ Séllame Padre con tu grandeza infinita.
+ Séllame Padre con tu majestad santa.
+ Contra las jerarquías satánicas:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los Serafines satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+Contra los Querubines satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los tronos satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los Principados satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra las Potestades satánicas:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.
+ Contra las dominaciones Satánicas : Padre mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, Protégeme y liberáme hoy y siempre.

+ Contra las Virtudes satánicas:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los Arcángeles satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los ángeles satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

¿Quién como Dios Padre que me sella con su poder infinito? Nadie como …
(tres veces)

Oh Dios Jesucristo Salvador de todo, que con tu vida, pasión y muerte diste redención a todo lo que existe, yo… invoco tu preciosísima Sangre sobre mí, pobre y desvalido, necesitado de ti, ven salvador mío .

+ Séllame Jesús mío con tu poder Salvador.
+ Séllame Jesús mío con tu poder redentor.
+ Séllame Jesús mío con tu poder omnipotente.

+ Contra las fuerzas de demonio sus jerarquías y sus legiones:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus satánicos del viento:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus satánicos del agua:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
+ Contra los espíritus satánicos del fuego:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus satánicos de la tierra:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus satánicos del norte, sur, oriente y occidente:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos de la madrugada, la mañana, la media mañana, medio día, de la tarde, de media tarde, de la noche, de media noche:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos deambulantes, depravadores, contaminadores, trituradores, vejadores, merodeadores, aniquiladores, vengadores, paralizadores, bloqueadores, posesivos, ambientales, ruidosos, obsesivos, infernales.
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre:

+ Contra los espíritus inmundos de nueva era, masonería, sectas, magia, brujería, hechicería, astrología, esoterismo, falsedad, espiritismo, satanismo, superstición, ocultismo, santería, cartomancia, salamientos, ciencias ocultas, tarot y todas las inmundicias, misas negras, maldición, vejación:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra todos los espíritus inmundos de ira, soberbia, gula, pereza, orgullo, envidia, avaricia, muerte, destrucción, lujuria, pobreza, enfermedad:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

¿ Quien cómo Dios Hijo que me sella con su poder infinito?... Nadie como....
(tres veces)

Oh Dios Espíritu Santificador de todo, quien con tu poder, grandeza y santidad diste forma y figura al hombre y al universo y sostienes todo lo creado.

Yo… invoco tu poderosa santidad sobre mi que soy una pobre criatura sin meritos y débil.  Ven Santificador mío.

+ Séllame Espíritu santo mío con tu poder santo.
+ Séllame Espíritu santo mío con tu poder celestial.
+ Séllame Espíritu santo mío con tu poder infinito.

+ Contra el demonio, sus jerarquías y sus agentes espirituales y materiales:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi concepción:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi gestación:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi infancia:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi juventud:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me están atacando en este momento de mi historia:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que atacan mi mente y mis sentidos:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me atacan mi mente y mis sentidos.
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que atacan mi cuerpo y mi fuerza:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que han atacado mi pasado mi presente y desean destruir mi futuro hacia la eternidad:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

¿Quién como Dios Espíritu Santo que me sella con su santidad eterna? Nadie como…  (tres veces).

Dios creador mío, Dios Salvador mío, Dios Espíritu Santo santificador mío, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes y cada año de mi vida tu poder me sella, protege, cuida y defiende contra el espíritu del mal y todas sus jerarquías y agentes espirituales y materiales.
 
Oh Dios y Señor de mi vida, soy tuyo, te ruego que envíes tu ejercito celestial, guiado por San Miguel Arcangel, para que me proteja hoy y siempre contra el enemigo que desea destruirme y hacerme daño en mi camino de cada día. Que San Rafael custodie  mis pasos por  el camino del bien y San Gabriel guie mis caminos por la santidad. Que mi Santo Angel guardia JAMAS me desampare y no me deje caer en las argucias del enemigo.
Dame, Dios mio, la intercesiòn de toda la Iglesia Celeste para que me acompañen cada DIA en mi lucha cntra el mal. Que San Jose Prinipe de los Santos me de fortaleza para vencer la batalla de cada dia.
Que la Iglesia purgante me asista con sus oraciones y lleguen pronto al Cielo con mi oracion.
Oh Majestad infinita, necesito de ti la gracia de vivir bajo el amparo Santo de MARIA Santísima. Ella es tu Hija, tu Madre y tu Esposa Santa. Si ella esta a mi lado el enemigo jamas podrá vencerme. Necesito a Santa Maria como Reina de mi corazón.
Vivo de ti Padre Creador. Sellame.
Vivo en ti Señor Salvador. Protégeme.
Vivo por ti Señor Santificador. Defiéndeme
  (Tres veces)

Amén, Amén, Amén.
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NOVENA A SAN MIGUEL ARCANGEL

Yo pecador............
San Miguel, Primado entre los Príncipes del Cielo, os ofrezco mis alabanzas y devoción, porque Dios os ha creado tan excelente y tan perfecto y os ha dotado de un celo tan grande por su gloria y de una sumisión tan admirable a sus divinos decretos.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
Celestial y purísimo Mensajero de Dios, dignaos alcanzarme de los Sagrados Corazones de Jesús y María un verdadero amor por Ellos, la sumisión a la divina Voluntad y la gracia de… (hágase aquí la petición que se desea obtener con la novena).
Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros Tu reino.
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, la Inmaculada Concepción de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra.
Terminar con el rezo de la oración del día correspondiente: 
DÍA PRIMERO 
María Inmaculada, Madre y dulce Medianera, Reina de los Cielos, humildemente os suplicamos intercedáis por nosotros. Ruega a Dios que envíe a San Miguel y a sus ángeles para apartar los obstáculos que se oponen al reinado del Sagrado Corazón en el mundo.
__________
DÍA SEGUNDO 
San Miguel, Ángel de los Santos combates, os ofrezco mis alabanzas y devoción por la inefable complacencia con que Dios os mira como defensor de su gloria.
__________
DÍA TERCERO 
San Miguel, Ángel de la Victoria, con devoción os alabo por la alegría con que Nuestro Señor Jesucristo os ve como celoso defensor de su divinidad y las victorias que conseguís sobre los enemigos de nuestras almas.
__________
DÍA CUARTO 
San Miguel, Ministro del Altísimo, con devoción os alabo por la ternura con que os mira la Santísima Virgen viendo los combates que habéis librado y libráis sin cesar para establecer el reinado de su amado Hijo, Dios y Redentor nuestro, en el mundo.
__________
DÍA QUINTO 
San Miguel, Guardián del Cielo, os alabo con devoción por la veneración, el amor y el honor que os rinden las jerarquías celestiales de las cuales sois augusto Príncipe.
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DÍA SEXTO 
San Miguel, Ángel del Santo Sacrificio, os alabo con devoción por el honor que os ha hecho nuestro Señor Jesucristo confiándoos la custodia de la Iglesia, su querida esposa y os ofrezco el reconocimiento y amor que la Santa Iglesia os profesa.
__________
DÍA SÉPTIMO 
San Miguel, Portador del estandarte de salvación, os ofrezco mis alabanzas con devoción por la importante misión que Dios os ha dado al confiaros las almas de todos los predestinados, defendiéndolas en la hora de la muerte de los asaltos del infierno, presentándolas ante Dios enteramente puras.
__________
DÍA OCTAVO 
San Miguel, Ángel de la Paz, os alabo con devoción por toda la fuerza, la dulzura y suavidad encerradas en vuestro santo nombre, delicia de vuestros verdaderos devotos.
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DÍA NOVENO 
San Miguel, Ángel del Perdón, os alabo con devoción por los inmensos beneficios que habéis derramado sobre nuestra Patria, siempre que ésta ha sido fiel a Dios, así como por la abnegación, reconocimiento y amor que os rinden vuestros servidores. Dignaos, os suplicamos, obtener de los Corazones de Jesús y de María aumenten vuestros devotos para obtener la salvación.
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ORACION DE SAN BENTITO ABAD

ORACION DE SAN BENITO CONTRA EL ENEMIGO
El sol de la Santa Cruz
sea mi faro y mi luz,
y el demonio tentador
no sea mi conductor.
¡Retírate, Satanás
y pompas y vanidades
no me aconsejes jamás,
porque sólo son maldades
y venenos los que das! 
ORACIÓN PARA PEDIR SU PROTECCIÓN
Santísimo confesor del Señor: Padre y jefe de los monjes, intercede por nuestra santidad, por nuestra salud de alma, cuerpo y mente.
Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del espiritu maligno .
Libranos de herejias funestas , de las malas lenguas y de toda clase de hechicerias.
Pidele al Señor, que remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales.
Piídele también para que la santa Iglesia Catolica tenga progreso;
y para que mi alma no muera en pecado mortal,
para que así confiada en Tu poderosa intercesion,
pueda algun dia en el cielo, cantar las eternas alabanzas.
Amén.
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 + ORACION PARA SANAR Y LIBERAR LA VIDA DESDE LAS GENERACIONES PASADAS Y PRESENTES 
 "POR QUE PARA DIOS NO HAY NADA IMPOSIBLE

 El amor del Padre creador de mi vida, la gracia del Hijo Salvador de mi vida y la efusión del Espíritu Santificador de mi vida en el corazón de Maria Santa estén siempre conmigo.
 Amen. 
  Bendito seas Señor poderoso, grande y majestuoso por el don maravilloso de la vida.
Amen.
 Por gracia y voluntad tuya has querido que yo este en este mundo y que hay venido desde generaciones pasadas.
 Tu, según tu voluntad, escogiste mi rama generacional para que en el tiempo indicado yo estuviera en esta tierra. 
Por eso, oh señor del cielo y de la tierra, rey y dueño de todo ser viviente, me postro hoy ante tu Divina Majestad para consagrar, entregar y orar por todas mis generaciones pasadas para que a través de esta humilde oración yo reciba las bendiciones de sanacion y liberación que tanto necesito para seguir mi camino hacia ti.
 Oh poderoso creador  el cielo y de la tierra, que todo lo haces con sabiduría y amor.
 Pon tu santo poder sobre todas mis generaciones pasadas y presentes y con tu gracia amorosa lava, limpia, purifica, libera,desata y sana cada una de mis generaciones hasta hoy: de toda maldad, de todo pecado, de toda influencia maligna, de mancha,de toda  contaminación de maldad, de toda maldición de muerte y miseria, de toda cadena de enfermedad, de todo germen maligno.
.  Pon oh Señor la sangre de tu hijo amado sobre cada una de mis generaciones para que sean purificadas en la preciosisima sangre del Cordero inmaculado que quita todo pecado, que la Sangre que vertió el Salvador sumerja a todas mis generaciones y las deje limpias ante ti y yo pueda edificar mi generación solo en tu Santo y divino amor. 
 Pon oh Señor la efusión, el fuego, el aliento, la vida de tu Espiritu Santo sobre mis generaciones, desde la primera que existió hasta la presente, y que su Divina presencia las deje libres y totalmente puras ante ti, de toda mancha, huella, atadura con las que el enemigo infernal las haya atado y goce yo de las bendiciones de tu santo amor. 
  EL demonio y los enemigos del cuerpo y del alma no tienen poder sobre mi vida por que
desde siempre y por siempre soy de Dios y de Maria Santa. 
Amen.
 Dios Uno y Trino mis generaciones son tuyas hoy y por siempre tuyas, para siempre tuyas y yo recibo tu sanación y liberación en el corazón de Mamita Maria hoy y por siempre.
 Amen. Amen. Amen.
- en acción de gracias se ora el Padre Nuestro, el Credo, el Gloria a Dios en el cielo y la Salve Oh Maria Reina de los corazones, mis generaciones pasadas y presentes son tuyas, llena mi vida de amor por Dios. 
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ORACION  A LOS SANTOS ANGELES

 ¡Dios Todopoderoso y Eterno, Uno en Tres Personas! Antes deconjurar a los Santos Ángeles, tus servidores y de llamarlos en nuestro socorro, nos postramos delante de Ti y Te adoramos, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Bendito y alabado seas por toda la eternidad! Que todos los Ángeles y los hombres que has creado te adoren, te amen y te sirvan, ¡Dios Santo, Dios Fuerte, Dios Inmortal!
¡Y Tú, María, Reina de los ángeles, medianera de todas las gracias, todopoderosa en tu oración, recibe bondadosamente la oración que les dirigimos a tus servidores, y hazla llegar hasta el Trono del Altísimo para que obtengamos gracia, salvación y auxilio! AMEN.
¡ Santos Ángeles grandes y Santos, Dios os envía para protegernos y ayudarnos!
SANTOS SERAFINES, VOLAD EN NUESTRO SOCORRO.
SANTOS QUERUBINES,VOLAD EN NUESTRO SOCORRO.
SANTOS TRONOS,VOLAD EN NUESTRO SOCORRO.
SANTOS PRINCIPADOS,VOLAD EN NUESTRO SOCORRO.
SANTAS POTESTADES,VOLAD EN NUESTRO SOCORRO.
SANTAS DOMINACIONES,VOLAD EN NUESTRO SOCORRO.
SANTAS VIRTUDES,VOLAD EN NUESTRO SOCORRO.
SANTOS ARCANGELES,VOLAD EN NUESTRO SOCORRO.
SANTOS ANGELES, VOLAD EN NUESTRO SOCORRO.
OS pedimos en el nombre de Dios Uno en Tres Personas,¡Volad en nuestro socorro!
Os pedimos en nombre de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo,¡Volad en nuestro socorro!
Os pedimos en el nombre todopoderoso de Jesús,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos por todas las heridas deNuestro Señor Jesucristo,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos por todas las torturasde Nuestro Señor Jesucristo,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos por la santa palabra deDios,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos por el Corazón deNuestro Señor Jesucristo,Volad en nuestro socorro!
Os pedimos en nombre del amor deDios por nosotros tan pobres,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos en nombre de la fidelidad de Dios para con nosotros tan pobres,
¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos en nombre de la misericordia de Dios para con nosotros tan pobres,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos en nombre de María Reina del Cielo y de la tierra,¡Volad en nuestro socorro
Os pedimos en nombre de María vuestra Reina y Soberana,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos en nombre de María, Madre de Dios y Madre nuestra,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos por vuestra propia felicidad,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos por vuestra propia fidelidad,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos por vuestra fuerza combativa por el Reino de Dios,¡Volad en nuestro socorro! 
Os pedimos,  cubridnos con vuestro escudo!
¡Os pedimos,  protegednos con vuestra espada!
¡Os pedimos,  iluminadnos con vuestra luz!
¡Os pedimos, abrigadnos bajo el manto de María!
¡Os pedimos, encerradnos en el Corazón de María!
¡Os pedimos, depositadnos en las manos de María!
¡Os pedimos, mostradnos el camino hacia la puerta de la vida: el Corazón abierto de Nuestro Señor!
¡Os pedimos, conducidnos seguros hacia la casa del Padre Celestial!
Todos los Coros de los Espíritus bienaventurados, ¡Volad en nuestro socorro!
Ángeles de la vida, ¡Volad en nuestro socorro!
Ángeles de la fuerza de la palabra de Dios, ¡Volad en nuestro socorro!
Ángeles de la caridad, ¡Volad en nuestro socorro!
Ángeles que Dios nos atribuye especialmente, como compañeros, ¡Volad en nuestro socorro!
Volad en nuestro socorro, os pedimos.
Porque hemos recibido en herencia la Sangre de Nuestro Señor y Rey.
Volad en nuestro socorro, os pedimos.
Porque hemos recibido en herencia el Corazón de Nuestro Señor y Rey.
Volad en nuestro socorro, os pedimos.
Porque hemos recibido en herencia el Corazón Inmaculado deMaría la Virgen Purísima y vuestra Reina.
Volad en nuestro socorro, os pedimos.
San Miguel Arcángel
TÚ eres el Príncipe de las milicias celestiales, el vencedor del dragón infernal, has recibido de Dios la fuerza y el poder para aniquilar por medio de la humildad el orgullo de los poderes de las tinieblas. Te conjuramos, suscita en nosotros la auténtica humildaddel corazón, la fidelidad inquebrantable, para cumplir siempre la voluntad de Dios, la fortaleza en el sufrimiento y las necesidades, ¡ayúdanos a subsistir delante del tribunal de Dios!
San Gabriel Arcángel
Tu eres el Ángel de la Encarnación, el mensajero fiel de Dios, abre nuestros oídos para captar los más pequeños signos y llamamientos del Corazón amante de Nuestro Señor; Permanece siempre delante de nuestros ojos, te conjuramos, para que comprendamos correctamente la palabra de Dios y la sigamos y obedezcamos y para cumplir aquello que Dios quiere de nosotros. ¡Haznos vigilantes en la espera del Señor para que no nos encuentre dormidos cuando llegue!
San Rafael Arcángel
Tú eres el mensajero del amor de Dios! Te conjuramos, hiere nuestro corazón con un amor ardiente por Dios y no dejes que esta herida se cierre jamás, para que permanezcamos sobre el camino del amor en la vida diaria y venzamos todos los obstáculos por la fuerza de este amor.
Oración Final
¡Ayudadnos hermanos grandes y santos, servidores como nosotrosdelante de Dios! ¡Protegednos contra nosotros mismos, contra nuestra cobardía y tibieza, contra nuestro egoísmo y nuestra avaricia, contra nuestra envidia y desconfianza, contra nuestra suficiencia y comodidad, contra nuestro deseo de ser apreciados!Desligadnos de los lazos del pecado y de toda atadura al mundo! ¡Desatad la venda que nosotros mismos hemos anudado sobre nuestros ojos, para dispensarnos de ver la miseria que nos rodea, y poder mirar nuestro propio yo sin incomodarnos y con conmiseración!
Clavad en nuestro corazón el aguijón de la santa inquietud deDios, para que no cesemos jamás de buscarlo con pasión, contrición y amor!
¡Buscad en nosotros la Sangre de Nuestro Señor que se derramó por nosotros! ¡Buscad en nosotros las lágrimas de vuestra Reina vertidas por nuestra causa! ¡Buscad en nosotros la imagen de Diosdestrozada, desteñida, deteriorada, imagen a la cual Dios quiso crearnos por amor!
¡Ayudadnos a reconocer a Dios, a adorarlo, amarlo y servirlo! ¡Ayudadnos en la lucha contra los poderes de las tinieblas que nos rodean y nos oprimen solapadamente; ayudadnos para que ninguno de nosotros se pierda, y para que un día, gozosos, podamos reunirnos en la felicidad eterna!
AMEN
¡San Miguel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
¡San Rafael, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
¡San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
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 AL SANTO ANGEL DE LA GUARDA

Ángel Santo, amado de Dios, que después de haberme tomado, por disposición divina, bajo tu bienaventurada guarda, jamás cesas de defenderme, de iluminarme y de dirigirme: yo te venero como a protector, te amo como a custodio; me someto a tu dirección y me entrego todo a ti, para ser gobernado por ti. Te ruego, por lo tanto, y por amor a Jesucristo te suplico, que cuando sea ingrato para ti y obstinadamente sordo a tus inspiraciones, no quieras, a pesar de esto, abandonarme; antes al contrario, ponme pronto en el recto camino, si me he desviado de él; enséñame, si soy ignorante; levántame, si he caído; sosténme, si estoy en peligro y condúceme al cielo para poseer en él una felicidad eterna. Amén.
Angel de la paz, Angel de la Guarda, a quien soy encomendado, mi defensor, mi vigilante centinela; gracias te doy, que me libraste de muchos daños del cuerpo y del alma. Gracias te doy, que estando durmiendo, me velaste, y despierto, me encaminaste; al oído, con santas inspiraciones me avisaste.
Perdóname, amigo mío, mensajero del cielo, consejero, protector y fiel guarda mía; muro fuerte de mi alma, defensor y compañero celestial. En mis desobediencias, vilezas y descortesías, ayúdame y guárdame siempre de noche y de día. Amén.
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  Coronilla de la misericordia
Se utiliza un rosario común de cinco decenas.
1. Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.
2. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro)decir:
"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo,  la Sangre, el Alma y la Divinidad  de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros  pecados y los del mundo entero."
3. En las cuentas pequeñas del Ave María:
"Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero."
4. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres veces:
"Santo Dios, Santo Fuerte,  Santo Inmortal, ten piedad de  nosotros y del mundo entero."
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SÚPLICA A SAN JOSÉ

José dulcísimo y Padre amantísimo de mi corazón, a ti te elijo como mi protector en vida y en muerte; y consagro a tu culto este día, en recompensa y satisfacción de los muchos que vanamente he dado al mundo, y a sus vanísimas vanidades. Yo te suplico con todo mi corazón que por tus siete dolores y goces me alcances detu adoptivo Hijo Jesús y de tu verdadera esposa, María Santísima, la gracia de emplearlos a mucha honra y gloria suya, y en bien y provecho de mi alma. Alcánzame vivas luces para conocer la gravedad de mis culpas, lágrimas de contrición para llorarlas ydetestarlas, propósitos firmes para no cometerlas más, fortaleza para resistir a las tentaciones, perseverancia para seguir el caminode la virtud; particularmente lo que te pido en esta oración (hágase aquí la petición) y una cristiana disposición para morir bien. Esto es, Santo mío, lo que te suplico; y esto es lo que mediante tu poderosa intercesión, espero alcanzar de mi Dios y Señor, a quien deseo amar y servir, como tú lo amaste y serviste siempre, por siempre, y por una eternidad. Amén.

NOVENA A SAN JOSE
Oración Inicial de todos los días
Hacer la señal de la cruz.
Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas un solo Dios verdadero, en quien creo y espero y a quien amo con todo mi corazón.Te doy gracias por haber honrado sobre todos los santos a San José con la dignidad incomparable de padre adoptivo de Jesús, Hijo de Dios, y esposo verdadero de María, Madre de Dios. Ayúdame a honrarle y merecer su protección en vida y en la hora de la muerte.
San José patrón de la Iglesia, jefe de la Sagrada Familia, te elijo por padre y protector en todo peligro y en toda necesidad. Descubre a mi alma la pureza de tu corazón, tu santidad para que la imite y tu amor para agradecerte y corresponderte. Enséñame a orar, tu que eres maestro de oración y alcánzame de Jesús por María la gracia de vivir y morir santamente.  Amén.
Meditación del día correspondiente
Hacer Petición por la cual se ofrece la Novena
Oración Final de todos los días
¡ACUÉRDATE!
¡Acuérdate! Oh castísimo esposo de la Virgen María, dulce protector mío San José que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han invocado tu protección e implorado tu auxilio, haya quedado sin consuelo! Animado con esta confianza, vengo a tu presencia y me recomiendo fervorosamente a tu bondad. No desatiendas mis súplicas, oh padre adoptivo del Redentor, antes bien acógelas propicio y dígnate socorrerme con piedad. Amén.
Meditación de cada día
Día Primero: Fe de San José
La fe es una virtud sobrenatural que nos inclina a creer todo lo que Dios ha revelado y la Iglesia nos propone. Es la virtud sobre la que se apoyan todas las demás virtudes, pues sin ella no participamos de la vida de la gracia. San José creyó con una fe tan viva que sólo la Santísima Virgen pudo aventajarlo. Toda su vida fue verdaderamente una vida de fe, un acto continuo de fe.

Día Segundo: Fervor de San José
El fervor es la prontitud de la voluntad en el servicio de Dios. San José, siervo bueno y fiel, siempre vivió y trabajó por hacer con perfección y diligencia la voluntad de Dios, aunque le ocasionara grandes sacrificios. Los que aman como San José están dispuestos a sacrificar todo cuanto el Señor les pida.

Día Tercero: Amor de San José al prójimo
El amor con que amamos a Dios y el amor con que amamos al prójimo es un solo amor: son dos ramas de una misma raíz porque si al prójimo no le amamos por Dios y con Dios no le amamos con amor verdadero.
El amor de San José a Dios es el mayor que se puede encontrar después de la Virgen María; su amor al prójimo, por tanto, es también el mayor después del de la reina del Cielo.

Día Cuarto: Prudencia de San José
La prudencia es al virtud que dirige todas las cosas a buen fin. Ninguna virtud obra sin que ella le ordene el modo y el tiempo en que debe hacerlo.La prudencia sirvió de guía a san José para llevar a cabo felizmente la misión del Señor de ser custodio de Jesús y esposo de María, a pesar de los grandes trabajos y contradicciones que halló a su paso.

Día Quinto: Fortaleza de San José
La fortaleza es una firmeza de ánimo, una presencia de espíritu, contra todos los males y contrariedades. La vida de San José, después de la de Jesús y María, fue la que mayores contradicciones experimentó; debía ser también varón fuerte. Belén, Nazaret, Egipto, demostraron el heroísmo de la fortaleza del Santo, que sufrió con constancia todos los dolores y trabajos de su vida.

Día Sexto: Pureza de San José
San José fue custodio de Cristo Jesús, y verdadero esposo de la más pura criatura, María Madre de Dios. San José apareció a los ojos de Dios adornado con tanta pureza que el Señor le confió sus más grandes tesoros. Con este ejemplo sublime de pureza. ¿No nos animaremos a ser puros en pensamientos, palabras y obras?

Día Séptimo: Pobreza de San José
Bienaventurados son los pobres de Cristo, que viven desprendidos de los bienes de este mundo y dan a sus hermanos aún de lo preciso. San José tenía ante sí el ejemplo de María y el ejemplo de Jesús, hijo de Dios, que para predicar el desprendimiento y amor a la pobreza se hizo pobre, teniendo por cuna un pesebre en su nacimiento. Vivió pobre San José y dio de su pobreza a los  más necesitados.

Día Octavo: Paciencia de San José
Es esta una virtud que nos hace sobrellevar con alegría y paz todos los males de la vida por amor de Dios. Es necesaria la paciencia para alcanzar el cielo; y no hay virtud de mas frecuente ejercicio desde que existe el pecado. En la vida de san José hubo muchas penas pero él padeció con paz, con alegría y completamente resignado a la voluntad de Dios.

Día Noveno: Conformidad de San José con la voluntad de Dios
Todos tenemos absoluta necesidad de esta santa virtud, pues con ella nuestra vida se hace un cielo y sin ella se vuelve un infierno. San José, modelo acabado de toas las virtudes, lo es especialmente de la conformidad con la voluntad de Dios. Toda su vida sembrada de alegrías y de penas, es escogido por Dios Padre para que hiciese sus veces en la Sagrada Familia, asociado a la suerte de Jesús y de María, practicó constantemente esta virtud.

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LETANIA A TODOS LOS SANTOS 

Patriarcas que fuisteis la semilla  del árbol de la fe en siglos remotos,  al vencedor divino de la muerte, rogadle por nosotros.
Profetas que rasgasteis inspirados  del porvenir el velo misterioso,  al que sacó la luz de las tinieblas, rogadle por nosotros.
Almas cándidas, Santos Inocentes  que aumentáis de los ángeles el coro,  al que llamó a los niños a su lado, rogadle por nosotros.
Apóstoles que echasteis en el mundo  de la Iglesia el cimiento poderoso,  al que es de la verdad depositario rogadle por nosotros.
Mártires que ganasteis vuestra palma  en la arena del circo, en sangre rojo,  al que os dio fortaleza en los combates, rogadle por nosotros.
Vírgenes semejantes a azucenas  que el verano vistió de nieve y oro, al que es fuente de vida y hermosura,  rogadle por nosotros.
Monjes que de la vida en el combate  pedisteis paz al claustro silencioso,  al que es iris de calma en las tormentas, rogadle por nosotros.
Doctores cuyas palmas nos legaron  de virtud y saber rico tesoro,  al que es raudal de ciencia inextinguible, rogadle por nosotros.
Soldados del ejército de Cristo, Santas y Santos todos, rogadle que perdone nuestras culpas  a Aquel que vive y reina entre vosotros.
-Señor ten piedad de nosotros
-Cristo ten piedad de nosotros,
-Señor ten piedad de nosotros,
-Cristo óyenos
-Cristo escúchanos,
-Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros,
-Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros,
-Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros,
-Trinidad santa un solo Dios, ten piedad de nosotros, Se repite
-Santa María,
-Santa Madre de Dios,
-Santa Virgen de las vírgenes,
-San Miguel,
-San Gabriel,
-San Rafael, Ruega por nosotros.
-Todos los santos ángeles y arcángeles,
-Todos los santos coros de los espíritus bienaventurados Rogad por nosotros.
-San Juan Bautista,
-San José, Ruega por nosotros.
-Todos los santos patriarcas y profetas, Rogad por nosotros.
-San Pedro,
-San Pablo,
-San Andrés,
-San Juan,
-Santo Tomás,
-Santiago,
-San Felipe,
-San Bartolomé,
-San Mateo,
-San Simón,
-San Tadeo,
-San Matías,
-San Bernabé,
-San Lucas,
-San Marcos, Ruega por nosotros.
-Todos los Santos apóstoles y evangelistas,
-Todos los Santos discípulos del Señor,
-Todos los Santos inocentes, Rogad por nosotros.
-San Esteban,
-San Lorenzo,
-San Vicente, Ruega por nosotros.
-San Fabián y San Sebastián,
-San Juan y San Pablo,
-San Cosme y San Damián,
-San Gervasio y San Protasio,
-Todos los santos mártires, Rogad por nosotros.
-San Silvestre,
-San Gregorio,
-San Ambrosio,
-San Agustín,
-San Jerónimo,
-San Martín,
-San Nicolás, Ruega por nosotros.
-Todos los santos obispos y confesores,
-Todos los santos doctores, Rogad por nosotros.
-San Antonio,
-San Benito,
-San Bernardo,
-Santo Domingo,
-San Francisco, Ruega por nosotros.
-Todos los santos sacerdotes y levitas,
-Todos los santos monjes y ermitaños, Rogad por nosotros.
-Santa María Magdalena,
-Santa Agueda,
-Santa Lucía,
-Santa Inés,
-Santa Cecilia,
-Santa Catalina,
-Santa Anastasia, Ruega por nosotros.
-Todas las santas vírgenes y viudas, Rogad por nosotros.
-Todos los Santos y santas de Dios, Interceded por nosotros.
-Muéstratenos propicio, Perdónanos, Señor.
 -Muéstratenos propicio, Escúchanos, Señor.
-De todo mal,
-De todo pecado,
-De tu ira,
-De la muerte súbita e imprevista,
-De las asechanzas del demonio,
-De la cólera, del odio y de toda mala intención,
-Del espíritu de fornicación,
-Del rayo y de la tempestad,
-Del azote de los terremotos,
-De la peste, del hambre y de la guerra,
-De la muerte eterna,
-Por el misterio de tu santa encarnación,
-Por tu venida,
-Por tu natividad,
-Por tu bautismo y santo ayuno,
-Por tu cruz y tu pasión,
-Por tu muerte y sepultura,
-Por tu santa resurrección,
-Por tu admirable ascensión,
-Por la venida del Espíritu Santo, nuestro Consolador,
-En el día del juicio,
  Líbranos, Señor.
Nosotros, pecadores, te rogamos
- que nos oigas,
- que nos perdones,
- que nos seas indulgente,
-que te dignes conducirnos a verdadera penitencia,
- que te dignes regir y gobernar tu santa Iglesia,
- que te dignes conservar en tu santa religión al Sumo Pontífice y a todos los órdenes de la jerarquía eclesiástica,
- que te dignes abatir a los enemigos de la santa Iglesia,
- que te dignes conceder a los reyes y príncipes cristianos la paz y la verdadera concordia,
- que te dignes conceder la paz y la unión a todo el pueblo cristiano,
- que te dignes devolver a la unidad de la Iglesia a los que viven en el error, y traer a la luz del Evangelio a todos los infieles,
- que te dignes fortalecernos y conservarnos en tu santo servicio,
- que levantes nuestro espíritu al deseo de las cosas celestiales,
- que concedas a todos nuestros bienhechores la recompensa de los bienes eternos,
- que libres nuestras almas, las de nuestros hermanos, parientes y bienhechores, de la condenación eterna,
- que te dignes damos y conservar las cosechas de la tierra,
- que te dignes conceder el descanso eterno a todos los fieles difuntos,
- que te dignes escucharnos, Hijo de Dios.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, Señor.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos, Señor.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.
-Cristo, óyenos,
-Cristo, escúchanos,
-Cristo, ten piedad de nosotros,
-Señor, ten piedad de nosotros, Se repite. 
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POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO

Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisisteis nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el besode Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios,desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándoos a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Librad, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como habéis padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llevadlas a descansar a vuestra santísima Gloria, y salvadnos, por los méritos de vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte decruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevasteis al buen ladrón, que fue crucificado con Vos, que vivís y reináis con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
NOVENA POR LOS DIFUNTOS
Esta novena la rezamos por nuestros difuntos o almas del Purgatorio, para que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras les aprovechen y lleguen pronto a unirse con Dios en el cielo.
Rezar la oración del día que corresponda y terminar con la oración final y el responso:
Oración Final y Responso
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro.
V. DelmPurgatorio:
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.
Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.

DÍA PRIMERO
Por la señal,etc.
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Señor mío Jesucristo, que quieres que tengamos suma delicadeza de conciencia y santidad perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los que por no haberla tenido se están purificando en el purgatorio, te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto de aquellas penas al cielo. Te lo pedimos por la intercesión de tu Madre purísima y de San José.
Terminar con la oración final y el responso

DÍA SEGUNDO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en ti nos unimos como miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo y que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del cielo.
Terminar con la oración final y el responso

DÍA TERCERO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los que pecan castigas con justicia en esta vida o en la otra: concédenos la gracia de nunca pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado, no pudieron, por falta de tiempo, o no quisieron, por falta de voluntad y por amor del regalo, satisfacer en esta vida y están padeciendo ahora sus penas en el purgatorio; y a ellos y a todos llévalos pronto a su descanso.
Terminar con la oración final y el responso

DÍA CUARTO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que exiges la penitencia aun de los pecados veniales en este mundo o en el otro: danos temor santo de los pecados veniales y en misericordia de los que, por haberlos cometido, están ahora purificándose en el purgatorio y líbralos a ellos y a todos los pecadores de sus penas, llevándoles a la gloria eterna.
Terminar con la oración final y el responso

DÍA QUINTO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los regalados en esta vida, que no pagaron por su culpa o no tuvieron bastante caridad con el pobre, castigas en la otra con la penitencia que aquí no hicieron: concédenos las virtudes de la mortificación y de la caridad y acepta misericordioso nuestra caridad y sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso eterno.
Terminar con la oración final y el responso

DÍA SEXTO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que quisiste que honrásemos a nuestros padres y parientes y distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas las ánimas del purgatorio, pero especialmente por los padres, parientes y amigos de cuantos hacemos está novena, para que logren el descanso eterno.
Terminar con la oración final y el responso

DÍA SÉPTIMO 
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los que no se preparan a tiempo para la muerte, recibiendo bien los últimos sacramentos y purificándose de los residuos de la mala vida pasada, los purificas en el purgatorio con terribles tormentos: te suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse y por todos los demás, rogándote que les concedas a todos ellos la gloria y a nosotros recibir bien los últimos sacramentos.
Terminar con la oración final y el responso

DÍA OCTAVO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los que vivieron en este mundo demasiado aficionados a los bienes terrenales y olvidados de la gloria, los retienes apartados del premio, para que se purifiquen de su negligencia en desearlo: calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus deseos, para que gocen pronto de tu presencia, y a nosotros concédenos amar de tal manera los bienes celestiales, que no deseemos desordenadamente los terrenos.
Terminar con la oración final y el responso

DÍA NOVENO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus hijos que gimen en el purgatorio anhelando la hora de ver tu faz, de recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos, compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar por sus culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y Santas; los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de tus manos su libertad y la gloria eterna.
Terminar con la oración final y el responso

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    ACTO DE CONSAGRACION AL INMACULADO CORAZON DE MARIA

Virgen Santa Madre de Misericordia, Reina del Cielo y de la Tierra, Refugio de los Pecadores, Reina de los corazones
Nosotros quienes pertenecemos al Movimiento Mariano, nos consagramos en una forma muy especial a Tu Inmaculado Corazón.
Por éste acto de consagración, nos proponemos vivir contigo y a través de Ti, todas las obligaciones  asumidas por nuestra consagración bautismal. Nosotros además prometemos ocasionar en nosotros  ésa conversión interior tan urgentemente demandada por el evangelio, una conversión que nos librará de todo apegamiento a nosotros y a los fáciles compromisos con el mundo, así que, como Tú, nosotros podamos estar disponibles solamente para hacer siempre la Voluntad del Padre.
Y nosotros resolvemos confiarte a Ti, O Madre Dulcísima y Misericordiosa, nuestra vida y vocación  como Cristianos, para que Tú puedas disponer de ella de acuerdo a Tus designios deSalvación en  ésta hora de decisión que pesa sobre el mundo, prometemos vivir de acuerdo a Tus deseos,  especialmente como esto pertenece a un espíritu renovado de oración, penitencia, la ferviente participación en la celebración de la Eucaristía y en los trabajos del apostolado, la recitación del Santo Rosario, y una manera austera de vida en mantenernos con el Evangelio, que será para todos un buen ejemplo de la observación de la Ley deDios y la práctica de las virtudes Cristianas, especialmente la de la Pureza.
Nosotros además te prometemos estar unidos con el Santo Padre, con la Jerarquía y nuestros sacerdotes, para poder así formar una barrera hacia la creciente confrontación dirigida contra el Magisterio, que amenaza la misma fundación de la Iglesia.
Bajo Tu Protección, nosotros queremos ser apóstoles de ésta doliéntemente necesitada unidad de oración y amor para el Papa, en quien nosotros invocamos Tu protección especial.
Y últimamente, en lo que sea posible, te prometemos conducir aquellas almas con quien nosotros entremos en contacto, a una renovada devoción hacia Ti.
Teniendo en cuenta que el ateísmo ha causado el naufragio de la fe a un gran número de fieles, que  la desecración ha entrado en el Santo Templo de Dios, y que la maldad y el pecado se están esparciendo más y más a través del mundo, nosotros nos atrevemos a levantar nuestros ojos confiadamente hacia Ti, O Madre de Jesús y Nuestra Madre Misericordiosa y Poderosa, y nosotros te invocamos otra vez hoy y esperamos de Ti la Salvación de todos Tus hijos, O Clemente, O Piadosa, O Amante, O Dulce Virgen María.
Cabeza del Hogar:
Oh, Corazón Inmaculado de María, refugio seguro de nosotros pecadores y ancla firme de salvación, a Ti queremos hoy consagrar esta familia. En estos tiempos de gran batalla espiritual, de la lucha entre la oscuridad y la luz, entre la verdad y la mentira, entre los valores familiares auténticos y la permisividad destructiva, te pedimos les recibas en tu Corazón, les refugies en tu manto virginal, les defiendas con tus brazos maternales y les lleves por el camino seguro hacia el Corazón de tu Hijo, Jesús.
Madre Santísima, al consagrar esta familia a tu Corazón Inmaculado ellos te reconocen como Madre y Maestra. Desean abrir sus corazones a ti, para que el fruto de esta consagración sea alcanzar plenitud de comunión con el Corazón de Cristo. 
Oh Madre, a través de su consagración, esta familia, te recibe en su casa, en sus corazones, en su hogar. Te hacen partícipes de sus vidas, de sus alegrías y sus luchas; de sus sufrimientos y de sus triunfos. Se encomiendan a tu cuidado maternal, a tu intercesión, y a tu guía, para que seas la Estrella que les lleva en camino seguro y perfecto, al Corazón de Cristo. Por lo tanto, con confianza en tu promesa, de que al final tu Inmaculado Corazón triunfara, esta familia, se consagra a Tu Corazón como medio seguro para vivir consagrados al Corazón de Jesús.
Miembros de la Familia:
Tu que eres la Madre de Cristo y que conoces perfectamente los rasgos de Su corazón, de su mente y su carácter, te pedimos nos moldees, nos formes y nos enseñes a ser como El, para así ser imágenes vivientes de Jesús en nuestra familia, en la Iglesia y en el mundo. 
Tu que eres Virgen y Madre, derrama sobre esta familia el espíritu de pureza de corazón, de mente y de cuerpo. Que todos vivamos la virtud de la castidad según nuestro estado y que la modestia y el pudor, impidan que entre en este hogar toda impureza, irrespeto o manipulación del cuerpo.
Tu que eres nuestra Madre espiritual, ayúdanos a crecer en la vida de la gracia, a vivir plenamente injertados en la vida divina que recibimos en el Bautismo. Llévanos de la mano por caminos de santidad y no permitas que caigamos en pecado mortal o que desperdiciemos las gracias ganadas por Cristo en el sacrifico de la Cruz. 
Tu que eres Maestra de las almas, enséñanos a ser dóciles como Tu, para acoger con obediencia y agradecimiento toda la Verdad que nos enseña tu Hijo a través de la Iglesia y su Magisterio.
Tu que eres Mediadora de las gracias, se el canal seguro por el cual nosotros recibamos las gracias de conversión, de luz, de discernimiento, de fidelidad, de sabiduría, de santidad y de unión, que provienen del Corazón de Cristo. 
Tu que eres Intercesora ante tu Hijo, mantén tu mirada misericordiosa siempre puesta en cada uno de los miembros de esta familia, y aunque no percibamos nuestras propias necesidades, acércate siempre a tu Hijo, implorando como en Caná, por el milagro del vino que nos hace falta.
Tu que estás singularmente asociada al Sacrificio Redentor de Cristo, guarda a esta familia, en la fidelidad ante la Cruz. Que en los momentos de sufrimiento, no busquemos cada uno nuestro propio bienestar, sino el acompañar al que sufre. Que en los momentos de aridez y desolación, nos mantengamos fieles al compromiso adquirido ante Dios, y que los sacrificios y luchas sepamos vivirlos en unión a tu Hijo Crucificado.
Cabeza del hogar:
Por la unión del Inmaculado Corazón de María con el Sagrado Corazón de Jesús, pedimos que esta familia que hoy se ha consagrado a estos Dos Corazones, viva siempre en el amor, en la paz, generosidad, fidelidad, gozo y unidad. Que esta familia sea un santuario doméstico donde se ore juntos, se comuniquen con alegría y entusiasmo; donde los esposos se amen y respeten donde los niños y los jóvenes amen, respeten y obedezcan a sus padres. Que los padres asuman con responsabilidad su misión de amar, formar, cuidar y enseñar a sus hijos para que crezcan en gracia ante Dios y los hombres. Que los ancianos sean vistos con reverencia y respeto. Te pedimos en virtud de esta consagración, que esta familia sea protegida de todo mal espiritual, físico o material. Que tu Corazón Inmaculado reine en este hogar para que así Jesucristo sea amado, escuchado, consolado y obedecido en esta familia. Amen!
EN EL CORAZON DE MAMITA MARIA LA BENDICION DE DIOS TODOPODEROSO PADRE+ HIJO+ ESPIRITU SANTO+ DESCIENDA SOBRE TI Y TE ACOMPAÑE SIEMPRE HASTA LA ETERNIDAD. AMEN. AMEN. AMEN.

CONSAGRACIONES A SAN MIGUEL ARCANGEL




Oh nobilísimo Príncipe de los Ángeles, valeroso guerrero del Altísimo, celoso defensor de la gloria del Señor, terror de los espíritus rebeldes, amor y delicia de todos los Ángeles justos, mi queridísimo Arcángel San Miguel: deseando formar parte del número de tus devotos y siervos, hoy a tí me consagro, me ofrezco y me entrego. Coloco mi persona, mi trabajo, mi familia y todo lo que me pertenece bajo tu poderosísima protección.Es pequeño el ofrecimiento de mi servicio, siendo yo un miserable pecador, pero tú aumentarás el afecto de mi corazón. Acuérdate que de hoy en adelante estoy bajo tu amparo y debes asistirme durante toda mi vida.Alcánzame el perdón para mis numerosos y graves pecados, la gracia de amar a Dios de todo corazón, a mi querido Salvador Jesucristo, a mi Madre Santísima y a todos los hombres, mis hermanos, amados por el Padre y redimidos por el Hijo.Obténme los auxilios que me hacen falta para alcanzar la corona de la eterna gloria. Defiéndeme de los enemigos del alma, especialmente en la hora de la muerte. Oh Príncipe gloriosísimo, ven a asistirme en la última lucha, arroja lejos de mí y precipita en los abismos del infierno al ángel soberbio y prevaricador que un día postraste en combate en el Cielo.En esa hora, San Miguel Arcángel, condúceme ante el trono de Dios para cantar contigo y con todos los Ángeles la alabanza, honor y gloria de Aquel que reina por todos los siglos. Amén. San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate para que no perezcamos en el supremo juicio. Amen
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San Miguel Arcángel, príncipe invencible de las huestes angelicales y glorioso protector de la Iglesia universal, te saludo  por  el esplendor con que Dios te ha adornado tan ricamente. Me presento ante ti en compañía de mi Santo Angel Guardián, y todos los bienaventurados y los santos. Los tomo como testigos de mi dedicación y devoción a Ti.
San Miguel Arcángel, yo te consagro mi cuerpo y alma. Te elijo como mi patrón y protector. Sé mi fuerza y el guardián de mi vida. Que me ayudes por tu poderosa intercesión para que pueda imitar tu valor y lealtad a Dios, confiando en tu amable ayuda y protección, que puede ver la victoria sobre los enemigos de mi alma y estar unido con Dios en el cielo para siempre jamás. Amén.
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Oremos. Todopoderoso y Eterno Dios, que por un prodigio de tu bondad y misericordia a favor de la común salvación de los hombres, escogiste por Príncipe de tu Iglesia al gloriosísimo Arcángel San Miguel, te suplicamos nos hagas dignos de ser librados por su poderosa protección de todos nuestros enemigos de modo que en la hora de la muerte ninguno de ellos logre perturbarnos, y podamos ser por él mismo introducidos en la mansión celestial para contemplar eternamente tu augusta y divina Majestad. Por los méritos de Jesucristo nuestro Señor. Amén.  
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  Gloriosísimo y bienaventurado San Miguel, Príncipe de las Milicias Celestiales, a vos mi amado Arcángel, os confío el cuidado de mi cuerpo, alma y espíritu; humildemente me consagro a ti, y te consagro mi familia y seres queridos; sé nuestro protector y amparo en todos nuestros caminos y batallas espirituales. Que al invocar tu Santo Nombre "Quién como Dios, nadie como Dios"(3 veces) sea yo, mi familia y seres queridos, protegidos de todo mal, de todo peligro, y de todo dardo incendiario del maligno en nuestra integridad física y espiritual.

Acepta oh bendito San Miguel, ésta mi consagración a tu celestial persona, y hazla extensiva a mi familia y seres queridos. Te lo pido en el nombre: Del Dios Uno y Trino. Bendición.

Por la Santísima intercesión de la Bienaventurada y siempre Virgen María, Reina de los cielos y de los Ángeles, Madre de la humanidad. Bendición.

Por la santa intercesión de San Gabriel, San Rafael y demás lumbreras que arden con vos, ante el Trono del Altísimo. Bendición.

Por la santa intercesión de los Arcángeles y Ángeles. Bendición.

Por la santa intercesión de los profetas y mártires. Bendición.

Por la santa intercesión de todos los santos y Santas y Almas Bienaventuradas. Bendición.

Por la santa intercesión de las Virtudes, Potestades, Principados, Dominaciones, Tronos, Querubines y Serafines. Bendición.

Que todo sea para gloria de Dios y salvación de nuestras almas. Amén.
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“¡Oh, gran príncipe de la  celestial milicia, fiel  guardián  de la Iglesia, Arcángel San Miguel, Yo . .. aunque  muy indigno de comparecer ante tu presencia soberana, sin embargo, confíando  en  tu particular bondad  y en el poder  de tu intercesión ante Dios así como en tu gran liberalidad me presento ante Tí,  en compañía de mi Angel de la guarda, y en presencia de todos los ángeles del cielo  testigos de mi devoción por Tí,  hoy te elijo, como  protector mío y abogado particular, y  propongo firmemente honrarte cuanto pueda en adelante  y hacer lo que esté de mi parte  para que  otros también te honren. Asísteme durante toda mi vida  para  que nunca peque ante los purísimos ojos de Dios, ni con obras ni de palabra o pensamiento. Defiéndeme de todas las tentaciones del demonio, sobre todo las que son contra la Fe y la santa pureza, y en la hora de la muerte, da  paz a mi alma y condúcela a la eterna patria. + Amen. ”
¡San Miguel Arcángel ruega por nosotros y por la Iglesia!
¡San Miguel, el  más grande defensor de la Realeza de Cristo, ruega por nosotros
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Oh San Miguel Arcángel, postrado en Espíritu delante de tu altar, en la Sagrada cueva que tú mismo consagraste en el Monte Gargano, tu roca fuerte terrenal, yo te reconozco eterno defensor de los Derechos de Dios en el Cielo y en la Tierra; Custodio y Patrón Universal de la Iglesia Católica, Luz y Guía de los Santos de los sumos Pontífices, de los Misioneros, y de todos aquellos que luchan por la Fe de Jesucristo; Humildemente te suplico que aceptes mi Consagración a tu Celestial Persona.
Yo te elijo como mi Príncipe, Soberano y Guía en la lucha contra Satanás y contra el Mal. Contra el Pecado, contra el Odio y las Tinieblas. A ti te consagro mi persona, mi cuerpo con todos sus sentidos, mi Alma con sus potencias, mi familia, mis bienes externos, presentes y futuros, en una palabra: todo lo que me pertenece y me es querido.
Po mi parte te prometo que, con la ayuda de DIOS, en toda circunstancia y con valentía, bajo el estandarte de la Cruz y renovando tu grito: “¿Quién como Dios?”, afirmare contra el enemigo del Bien mi firme voluntad de defender, amar y hacer conocer el Santo Nombre de Dios, de María, de San José y tu Glorioso nombre, oh San Miguel Arcángel.
Me esforzaré por vencer al mal haciendo el bien, procurando amar a Dios y al Prójimo y observando fielmente los Mandamientos de Dios y, los preceptos de la Santa Iglesia Católica Romana.
Te suplico que me bendigas, me defiendas y me cuides, oh San Miguel Arcángel, y que pongas mi nombre en el Libro eterno de la vida beatífica.
Tú eres el que aquilatas y presentas las Almas a Dios; tú que eres el Primer Príncipe del Paraíso, ruega por mí, ahora y en la hora de mi muerte.
Somos miserables; Oh San Miguel Arcángel, ruega por nosotros.
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EN EL CORAZON DE MAMITA MARIA LA BENDICION DE DIOS TODOPODEROSO PADRE+ HIJO+ ESPIRITU SANTO+ DESCIENDA SOBRE TI Y TE ACOMPAÑE SIEMPRE HASTA LA ETERNIDAD. AMEN. AMEN. AMEN.

LETANIAS DE LOS ULTIMOS TIEMPOS

LETANIAS PARA LOS ULTIMOS TIEMPOS
P.jn
-santo, santo, santo, santo, santo, santo, santo Dios creador, Salvador, santificador
-poderoso, eterno, omnipotente, glorioso, sempiterno, majestuoso, omnisciente Dios del
Cielo y de la tierra Gloria y alabanza a tu Santo nombre
-Señor ten piedad de nosotros en los últimos tiempos
-Cristo ten piedad de nosotros, en ,os últimos tiempos
-Señor ten piedad de nosotros, en los últimos tiempos
-Cristo óyenos, en los últimos tiempos
-Cristo escúchanos, en los últimos tiempos
-Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros,en los últimos tiempos
-Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros,en los últimos tiempos
-Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros,en los últimos tiempos
-Trinidad santa un solo Dios, ten piedad de nosotros,en los últimos tiempos
- Trinidad Santa conservadnos en los últimos tiempos
-Trinidad Santa abrazadnos en los últimos tiempos
-Trinidad Santa salvadnos en los últimos tiempos 
-Santa María. Ruega por nosotros en los últimos tiempos (se repite despues de cada invocación)
-Santa hija del padre
-Santa madre del hijo
-Santa esposa del espíritu santo
-Santa Madre de Dios y madre nuestra
-santa Inmaculada
-Santa Virgen de las vírgenes
-santa asunta virgen María
-santa reina del cielo y de la tierra
-santa reina de los corazones
-Santa Maria, refugio nuestro en los últimos tiempos
-Santa Reina, amparo nuestro en los últimos tiempos
-Santa virgen, poderosa en los últimos tiempos
-santos coros de los ángeles. Rogad por nosotros en los últimos tiempos ( se repite despues de cada invocación)
-Santos serafines
-Santos querubines
-Santos tronos
-Santos principados
-Santas dominaciones
-Santas potestades
-Santas virtudes
-Santos arcángeles
-Santos ángeles
-San Miguel,
-San Gabriel,
-San Rafael,
-santos ángeles guardianes
-Todos los santos coros de los espíritus bienaventurados
-santos Angeles luchad a nuestro lado en los últimos tiempos
- santos Angeles cuidadnos en los últimos tiempos
-santos Angeles cubridnos en los últimos tiempos
-Santos y santas de Dios.... Rogad por nosotros en los últimos tiempo
-Santos y santas de Dios ...fortalecednos en los últimos tiempos
-santos y santas de Dios...guiadnos en los últimos tiempos 
-S patriarcas. Rogad por nosotros en los últimos tiempos ( se repite despues de cada invocación)
-S jueces
-S profetas
-S evangelistas
-S apóstoles
-S discípulos del señor
-S inocentes
-S mártires
-S mujeres
-S religiosos
-S vírgenes
-S monjes
-S ermitaños
-S papas
-S obispos
-S sacerdotes
-S diáconos
-S doctores
-S pastores
-S místicos
-S varones
-S viudas
-S confesores
-S reyes
-S castos
-S patronos
-S eucarísticos
-S monjes del desierto
-S exorcistas
-S adoradores
-Santos y santas de Dios
-San Abraham. Ruega por nosotros en los últimos tiempos ( se repite despues de cada invocación)
-San Isaac
-San Jacob
-S moisés
-S Josué
-S Samuel
-S David
-S Daniel
-S Elías
-S elíseo
-San Juan Bautista,
-Santa Isabel
-S Zacarías
-San José,
-San Pedro,
-San Pablo,
-San Andrés,
-San Juan,
-Santo Tomás,
-Santiago,
-San Felipe,
-San Bartolomé,
-San Mateo,
-San Simón,
-San Tadeo,
-San Matías,
-San Bernabé,
-San Lucas,
-San Marcos,
-San Esteban,
-San Lorenzo,
-San Vicente,
-San Fabián
-San Sebastián
-San Juan mártir
- san Pablo mártir
-San Cosme
-San Damián,
-San Gervasio
-san Protasio
-San Silvestre,
-San Gregorio,
-San Ambrosio,
-San Agustín,
-San Jerónimo,
-San Martín,
-San Nicolás,
-San Antonio,
-San Benito,
-San Bruno
-San Bernardo,
-Santo Domingo,
-San Francisco,
-Santa María Magdalena,
-Santa Agueda,
-Santa Lucía,
-Santa Inés,
-Santa Cecilia,
-Santa Catalina,
-Santa Anastasia
-San charbel
-Santa eulalia
-S Francisco Javier
-San león Magno
-San Gregorio Magno
-S ignasio de Antioquia
-S Ignacio de Loyola
-S Juan Bosco
-S Juan de la cruz
-Sta. Juana francisca
-S fco de sales
-S martín de porres
-S cura de ars
-S Pedro José eymard
-S Teresa de Ávila
-S Teresita del niño Jesús
-S padre Pío
-S faustina
-San Nicolás de tolentino
-S Vicente de Paul
-S Antonio de padua
-S brigida
-S Camilo lelis
-S Felipe Neri
-S atanasio
-S Juana de arco
-S policarpo de Esmirna
-S Rita de casia
-S calixto
-S Lorenzo
-B Ana catalina
-B tomas de kempis
-B Juan Pablo II
-Santa iglesia purgante.....Rogad por nosotros en los últimos tiempos
-Santa Iglesia purgante.....orad por nosotros en los últimos tiempos
-Santa Iglesia purgante.....interceded por nosotros en los ultimos tiempos
-Muéstratenos propicio padre creador Perdónanos en los últimos tiempos
-Muéstratenos propicio señor salvador Ten piedad en los últimos tiempos
-muestratenos propicio espíritu santificador redimenos En los últimos tiempos
-De Lucifer. Libranos en los últimos tiempos ( se repite despues de cada invocación)
-De Satanás
-De los coros y jerarquías satánicas
-de los serafines satánicos
- de los querubines satánicos
- de los tronos satánicos 
- de los principados satánicos
- de las potestades satánicas
- de las dominaciones satánicas 
- de las virtudes satánicas
- de los arcángeles satánicos
- de los angeles satánicos
-Soberbia......Lucifer
-Envidia.........leviatan
-Pereza.........belfegor
-Ira...............Satanás
-Gula............behemont
-Avaricia......mammon
-Lujuria.......asmodeo
-De los demonios
-De todo espíritu inmundo
-de las asechanzas del demonio
-De la posesión satánica
-De la infestación
-De la vejación
-De la opresión
-De la presión
-De la esclavitud
-De la contaminación
-De la tentación
-De los agentes satánicos
-De los maleficios
-De los enemigos del alma y del cuerpo
-De todo mal,
-De todo pecado,
-De toda iniquidad
-De tu ira,
-De tu cólera santa
-De la muerte súbita e imprevista,
-De la cólera, del odio y de toda mala intención,
-Del espíritu de fornicación, lujuria e impureza
-Del poder tener y placer demoniaco
-De las catástrofes naturales
-Del rayo y de la tempestad,
-Del azote de los terremotos,
-De las inundaciones
-De la peste, del hambre y de la guerra,
-De la muerte eterna,
-Por el poder de la sagrada escritura Cuidadnos en los últimos tiempos ( se repite despues de cada invocación)
-Por el misterio de tu santa encarnación,
-Por tu venida,
-Por tu natividad,
-Por tu bautismo y santo ayuno,
-Por tu cruz y tu pasión,
-por el poder de tus santas llagas
-Por tu muerte y sepultura,
-Por tu santa resurrección,
-Por tu admirable ascensión,
-Por la venida del Espíritu Santo, nuestro Consolador,
-Por los santos mandamientos
-Por los santos sacramentos
-Por los santos misterios del rosario
-Por el santo amor de María reina de los corazones
-por los Dolores de la santísima virgen
-Nosotros, pecadores, te rogamos oyenos en los últimos tiempos ( se repite despues de cada invocación)
- que nos perdones,
- que nos seas indulgente,
-que te dignes conducirnos a verdadera penitencia,
- que dignes convertirnos
-que tengas misericordia de nosotros
- que te dignes regir y gobernar tu santa Iglesia,
- que te dignes conservar en tu santa religión al Sumo Pontífice y a la jerarquía eclesiástica,
- que te dignes abatir a los enemigos de la santa Iglesia,
- que te dignes conceder a los reyes y príncipes cristianos la paz y la verdadera concordia,
- que te dignes conceder la paz y la unión a todo el pueblo cristiano,
- que te dignes devolver a la unidad de la Iglesia a los que viven en el error,
- que te dignes traer a la luz Del Evangelio a todos los infieles,
- que te dignes fortalecernos y conservarnos en tu santo servicio,
- que levantes nuestro espíritu al deseo de las cosas celestiales,
- que concedas a todos nuestros bienhechores la recompensa de los bienes eternos,
- que libres ntras almas, las de nuestros parientes y bienhechores, de la condenación eterna,
- que te dignes darnos y conservar las cosechas de la tierra,
- que te dignes conceder el descanso eterno a todos los fieles difuntos,
- que te dignes escucharnos, Hijo de Dios.
- que te dignes cuidarnos en los últimos tiempos
- que te dignes sellarnos en los últimos tiempos
- que te dignes salvarnos en los últimos tiempos
- que te dignes fortalecer nuestra fe, esperanza y caridad en los últimos tiempos
- que te dignes darnos fidelidad en los últimos tiempos 
-AVE María purísima hija del padre Libranos del demonio en los últimos tiempos
-AVE María madre del hijo............
-AVE María esposa del espíritu santo........
-Por tu poder creador ......liberame señor en los últimos tiempos
-Por tu poder salvador......
-Por tu poder santificador......
Oh María Reina de los corazones........somos tuyos hoy y por la eternidad.
Oh Maria Reina de los corazones........por siempre vivimos en tu corazón
Oh María Reina de los corazones........en tu corazón nos refugiamos
En Maria y con Maria vivimos los últimos tiempos para ti Señor Creador, Señor Salvador,
Señor Santificador.
Oh Dios uno y Trino Te amamos, te amamos, te amamos en estos últimos tiempos y por siempre en el corazón de Maria Reina de los corazones. 3 veces 
Amén, Amén y Amén.
EN EL CORAZON DE MAMITA MARIA LA BENDICION DE DIOS TODOPODEROSO PADRE+ HIJO+ ESPIRITU SANTO+ DESCIENDA SOBRE TI Y TE ACOMPAÑE SIEMPRE HASTA LA ETERNIDAD. AMEN. AMEN. AMEN.

ORACION DE PROTECCION


SELLAMIENTO EN EL PODER DE DIOS UNO Y TRINO
 P.jn
+ Nuestro auxilio es el nombre de Dios Padre que hizo el cielo y la tierra.
+ Nuestro Auxilio es el nombre del Señor Jesús que ha redimido el cielo y la            tierra.
+ Nuestro auxilio es el nombre del Espíritu Santo que santifica el cielo y la tierra.

+ ¿Quién cómo Dios Padre Creador?    Nadie como Dios Padre Creador
+ ¿Quién cómo Dios Hijo Salvador?      Nadie como…
+ ¿Quién cómo Dios Espíritu Santo Santificador?     Nadie como…

El poder el honor la majestad al Dios soberano de todo hoy y por toda la eternidad.

Santo Dios poderoso, Santo Dios Majestuoso, Santo Dios Omnipotente.

Oh Dios Padre Creador de todo, que con tu grandeza, sabiduría y omnipotencia diste vida a todo lo creado, Yo… invoco tu divino y majestuoso poder sobre mi, ven a mi, pobre criatura necesitada de ti, ven Padre mío.

+ Séllame con tu poder creador
+ Séllame Padre con tu grandeza infinita.
+ Séllame Padre con tu majestad santa.
+ Contra las jerarquías satánicas:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los Serafines satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+Contra los Querubines satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los tronos satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los Principados satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra las Potestades satánicas:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra las Virtudes satánicas:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los Arcángeles satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los ángeles satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.

¿Quién como Dios Padre que me sella con su poder infinito? Nadie como …
(tres veces)

Oh Dios Jesucristo Salvador de todo, que con tu vida, pasión y muerte diste redención a todo lo que existe, yo… invoco tu preciosísima Sangre sobre mí, pobre y desvalido, necesitado de ti, ven salvador mío .

+ Séllame Jesús mío con tu poder Salvador.
+ Séllame Jesús mío con tu poder redentor.
+ Séllame Jesús mío con tu poder omnipotente.

+ Contra las fuerzas de demonio sus jerarquías y sus legiones:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus satánicos del viento:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus satánicos del agua:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
+ Contra los espíritus satánicos del fuego:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus satánicos de la tierra:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus satánicos del norte, sur, oriente y occidente:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos de la madrugada, la mañana, la media mañana, medio día, de la tarde, de media tarde, de la noche, de media noche:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos deambulantes, depravadores, contaminadores, trituradores, vejadores, merodeadores, aniquiladores, vengadores, paralizadores, bloqueadores, posesivos, ambientales, ruidosos, obsesivos, infernales.
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre:

+ Contra los espíritus inmundos de nueva era, masonería, sectas, magia, brujería, hechicería, astrología, esoterismo, falsedad, espiritismo, satanismo, superstición, ocultismo, santería, cartomancia, salamientos, ciencias ocultas, tarot y todas las inmundicias, misas negras, maldición, vejación:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

+ Contra todos los espíritus inmundos de ira, soberbia, gula, pereza, orgullo, envidia, avaricia, muerte, destrucción, pobreza, enfermedad:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.

¿ Quien cómo Dios Hijo que me sella con su poder infinito?... Nadie como....
(tres veces)

Oh Dios Espíritu Santificador de todo, quien con tu poder, grandeza y santidad diste forma y figura al hombre y al universo y sostienes todo lo creado.

Yo… invoco tu poderosa santidad sobre mi que soy una pobre criatura sin meritos y débil.  Ven Santificador mío.

+ Séllame Espíritu santo mío con tu poder santo.
+ Séllame Espíritu santo mío con tu poder celestial.
+ Séllame Espíritu santo mío con tu poder infinito.

+ Contra el demonio, sus jerarquías y sus agentes espirituales y materiales:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi concepción:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi gestación:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi infancia:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi juventud:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me están atacando en este momento de mi historia:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que atacan mi mente y mis sentidos:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que me atacan mi mente y mis sentidos.
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que atacan mi cuerpo y mi fuerza:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

+ Contra los espíritus inmundos que han atacado mi pasado mi presente y desean destruir mi futuro hacia la eternidad:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.

¿Quién como Dios Espíritu Santo que me sella con su santidad eterna? Nadie como…  (tres veces).

Dios creador mío, Dios Salvador mío, Dios Espíritu Santo santificador mío, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes y cada año de mi vida tu poder me sella, protege, cuida y defiende contra el espíritu del mal y todas sus jerarquías y agentes espirituales y materiales.

Vivo de ti Padre Creador.
Vivo en ti Señor Salvador.
Vivo por ti Señor Santificador.  (Tres veces)

Amén, Amén, Amén.

LUCHA CONTRA EL DEMONIO

El origen del mal¿Cómo es posible el mal en la creación de Dios, tan buena y armoniosa? Aquí y allá, con desconcertante frecuencia, dice Pablo VI, «encontramos el pecado, que es perversión de la libertad humana, y causa profunda de la muerte, y que es además ocasión y efecto de una intervención en nosotros y en el mundo de un agente oscuro y enemigo, el demonio. El mal no es sólamente una deficiencia, es una eficiencia, un ser vivo, espiritual, pervertido y perversor. Terrible realidad. Misterio y pavorosa... Y se trata no de un solo demonio, sino demuchos, como diversos pasajes evangélicos nos lo indican: todo un mundo misterioso, revuelto por un drama desgraciadísimo, del que conocemos muy poco» (15-XI-1972).
Sin embargo, aunque no sabemos muchos, debemos hablar del demonio según lo que nos ha sido revelado, debemos denunciar sin temor a nada su existencia y su acción. Como decía San Juan Crisóstomo, «no es para mí ningún placer hablaros del demonio, pero la doctrina que este tema me sugiere será para vosotros muy útil» (MG 49,258).
El Diablo en el Antiguo Testamento
Aunque en forma imprecisa todavía, los libros antiguos de la Biblia conocen al Demonio y disciernen su acción maligna. Es la Serpiente que engaña y seduce a Adán y Eva (Gén 3). Es Satán (en hebreo, adversario, acusador) el ser viviente enemigo del hombre, que tienta a Job (1,6-2,7) y acusa al sumo sacerdote Josué (Zac 3). Es el espíritu maligno que se alzó contra Israel y su rey David, inspirando proyectos malos (1 Crón 21,1). Es «el espíritu de mentira» que levanta falsos profetas (1 Re 22,21-23).
El Demonio es el gran ángel caído 
Que, no pudiendo nada contra Dios, embiste contra la creación visible, contra su jefe, el hombre, buscando que toda criatura se rebele contra el Señor del cielo y de la tierra. La historia humana es el eco de aquella inmensa «batalla en el cielo», cuando Miguel con sus ángeles venció al Demonio y a los suyos (Ap 12,7-9). Y por eso hay en la historia humana una sombra continua pavorosa, pues por esta «envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen» (Sab 2,24).
El Diablo en el Nuevo TestamentoLa lucha entre Cristo y Satanás es tema central del Evangelio y de las cartas apostólicas. El Nuevo Testamento da sobre el Demonio una revelación mucho más clara y cierta que la que había en el Antiguo. El evangelio relata la vida pública del Salvador comenzando por su encontronazo con el Diablo: «fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo» (Mt 4,1-11). Así se inicia y manifiesta su misión pública entre los hombres.
De un lado está Satanás, príncipe de un reino tenebroso, formado por muchos ángeles malos (Mt 24,41; Lc 11,18) y hombres pecadores (Ef 2,2). El Diablo (diabolos, el destructor, engañador, calumniador), el Demonio (daimon, potencia sobrehumana, espíritu maligno), tiene un poder inmenso: «el mundo entero está puesto bajo el Maligno» (1 Jn 5,19; +Ap 13,1-8). El «Príncipe de los demonios» (Mt 9,34), «Príncipe de este mundo» (Jn 12,31; 14, 30; 16,11), más aún, «dios de este mundo» (2 Cor 4,4; +Ef 2,2), forma un reino opuesto al reino de Dios (Mt 12,26; Hch 26,18), y súbditos suyos son los pecadores: «Quien comete pecado ése es del Diablo» (1 Jn 3,8; +Rm 6,16; 2 Pe 2,19).
Así pues, con el orgullo de este poder, Satanás le muestra con arrogancia a Jesús «todos los reinos y la gloria de ellos», y le tienta sin rodeos: «Todo esto te daré si postrándote me adoras». Satanás, en efecto, puede «dar el mundo» a quien -por pecado, mentira, riqueza- le adore: lo vemos cada día. Tres asaltos hace contra Jesús, y en los tres intenta «convertir a Jesús al mesianismo temporal y político del judaísmo contemporáneo, compartido en gran parte por los Apóstoles hasta la iluminación interior de Pentecostés» (Spicq 31). Satán tienta realmente a Jesús (Heb 2,18; 4,15), ofreciéndole una liberación de la humanidad «sin efusión de sangre» (9,22). La misma tentación habrían de sufrir después, a través de los siglos, sus discípulos: «He aquí por qué Jesús tuvo que revelar por sí mismo a sus Apóstoles este primer ataque del Diablo, que no es una ficción didáctica, sino una realidad histórica» (Spicq 31).
Del otro lado está Jesús, dándonos en el austero marco del desierto la muestra primera de su poder formidable. Ahí, desde el principio de la vida pública, se ve que «el Hijo de Dios se manifestó para destruir las obras del Diablo» (1 Jn 3,8), y se hace patente que el Príncipe de este mundo no tiene ningún poder sobre él (Jn 14,30), porque en él no hay pecado (8,46; Heb 4,15). Este primer enfrentamiento termina cuando Jesús le impera «Apártate, Satanás». Lo echa fuera como a un perro.
Lucha entre los cristianos y Satanás. 
-«El Diablo, desde esta primera aparición en el ministerio de Jesús, es considerado como el tentador por excelencia, exactamente como lo había sido en figura de serpiente, engañando a Eva con su astucia (Gén 3,1s; +2 Cor 11,3; 1 Tim 2,14), y como seguirá haciéndolo con los discípulos del Salvador (1 Cor 7,5; Ap 2,10). Siempre se esforzará por «descarriar» a los fieles, en sustraerlos del Señorío de Cristo para arrastrarlos consigo (1 Tim 5,15). Su arma siempre es la misma, la que ha empleado respecto a Jesús: la astucia (2 Cor 2,11). Es un mentiroso (Jn 8,44; +Ap 2,9;3,9), que adquiere las mejores apariencias para seducir a sus víctimas. Lobo con piel de oveja (Mt 7,15), este ángel de las tinieblas va incluso a disimularse como ángel de luz (2 Cor 11,14). He aquí por qué su actividad es constantemente señalada como engañosa y de extravío para las naciones o la tierra entera (Ap 12,9; 20,3. 8. 10). Por estas razones, se opone tan radicalmente como la noche al día (2 Cor 6,14-15; Jn 8,44) a Cristo, que es la Verdad (Jn 14,6; 18,37; 2 Cor 11,10) y la Luz (Mt 4,16; Jn 1,4.9; 8,12; 9,5; 12,46)» (Spicq 32).
En este sentido, la victoria cristiana sobre el Demonio es una victoria de la verdad sobre el error y la mentira. La redención cristiana es siempre una «santificación en la verdad» (Jn 17,17). Por eso Juan Pablo II, comentando las palabras de Jesús sobre la acción engañadora del Demonio (+Gén 3,4; Jn 8,31-47), dice: «Los que eranesclavos del pecado, porque se encontraban bajo el influjo del padre de la mentira, son liberados mediante la participación de la Verdad, que es Cristo, y en la libertad del Hijo de Dios ellos mismos alcanzan «la libertad de los hijos de Dios» (Rm 8,21)» (3-VIII-1988). Por eso para los demonios, que ostentan «el poder de las tinieblas» (Lc 22,53), nada hay tan temible con la acción iluminadora de los que evangelizan, nada temen tanto como «la espada de la Palabra de Dios» (Ef 6,17).
En efecto, ante el embate del poder apostólico de la verdad, los demonios, sostenidos en la mentira del mundo, caen vergonzosamente de sus tronos. Por eso los setenta y dos discípulos vuelven alegres de su misión: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre. El les dijo: Yo estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo» (Lc 10,17-18). «Con estas palabras -comenta Juan Pablo II- el Señor afirma que el anuncio del reino de Dios es siempre una victoria sobre el diablo, pero al mismo tiempo revela también que la edificación del reino está continuamente expuesta a las insidias del espíritu del mal» (13-VIII-1986). Si el reino de Cristo avanza, el de Satanás retrocede. El es «el enemigo» que siembra la cizaña (Mt 13,25), el pájaro maléfico que arrebata lo sembrado por Dios en el corazón del hombre (Mc 4,15). Pero los apóstoles reciben de Cristo grandes poderes contra él (Lc 10,19). Por eso Satanás combate especialmente a los apóstoles de Jesús (Lc 22,31-32). Logra a veces «entrar» en un apóstol, lo que para él es gran victoria (22,3; Jn 13,2. 27; +6,70-71). Pero el Colegio apostólico, como tal, es una roca, sobre la cual se fundamenta la Iglesia, que resistirá hasta el fin los ataques del infierno (Mt 16,18).
Los influjos diabólicos. -Del Demonio viene el pecado, y por éste trae sobre los hombres la enfermedad, que no siempre es influjo diabólico (Jn 9,2-3), pero a veces sí (Lc 13,16; +2 Cor 12,7); y también por el pecado, consigue el Demonio que «entre la muerte en el mundo» (Sab 2,24). Por eso Cristo acepta la cruz, «para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al Diablo» (Heb 2,14; +Jn 8,44). Tan grande es el poder del Maligno entre los hombres que llega a veces a la posesióncorporal de algunos de ellos.
Hoy se admite generalmente que los relatos de expulsión de demonios pertenecen al fondo más antiguo de la tradición sinóptica (Mc 1,25; 5,8; 7,29; 9,25). «Jesús tiene conciencia de haber sido enviado a destruir el poder del demonio y de sus ángeles, ya que en él está presente el Reino de Dios en la humanidad (Mt 12,28). La curación de endemoniados es por tanto un aspecto esencial de los relatos evangélicos y de los Hechos; significativamente, los demonios vienen echados con el poder de Dios y no [como en la magia] con un conjuro dirigido a un espíritu, ni con el recurso a medios materiales» (Foerster 19/788). El mismo Cristo entiende su poder de echar los demonios como señalclara de que ha llegado el reino de Dios (Mt 12,28).
Victoria de Cristo sobre el Demonio.-Tras el combate en el desierto, «agotada toda tentación, el Diablo se retiró de él temporalmente» (Lc 4,13). Por un tiempo. Al final del ministerio de Cristo en la tierra, vuelve a atacar con todas sus abominables fuerzas. En la Cena, «Satanás entró en Judas» (22,3; Jn 13,27). El Señor es consciente de su acción: «Viene el Príncipe de este mundo, que en mí no tiene poder» (14,30). En Getsemaní dice: «Esta es vuestra hora, cuando mandan las tinieblas» (Lc 22,53). La victoria de la cruz está próxima: «Ahora es el juicio del mundo, ahora el Príncipe de este mundo será arrojado fuera. Y yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí» (Jn 12,31-32; +16,11).
Victoria de la Iglesia sobre el Demonio. -Aunque vencido en la Cruz, sigue Satanás hostilizando a los discípulos de Cristo, especialmente a los apóstoles, cuya misión trata de impedir y paralizar («pretendimos ir... pero Satanás nos lo impidió», 1 Tes 2,18; +Hch 5,3; 2 Cor 12,7). Todos los cristianos deben estar alertas, «para no ser víctimas de los ardides de Satanás, pues no ignoramos sus propósitos» (2 Cor 2,11). Ciertamente, la Iglesia en esta lucha lleva las de ganar: «El Dios de la paz aplastará pronto a Satanás bajo vuestros pies» (Rm 16,20). «El Príncipe de este mundo ya está condenado» (Jn 16,11). Está en las últimas.
El Apocalipsis contempla la historia de la Iglesia como una inmensa batalla entre los que son de Cristo y los que son del Diablo. Éste combate frenéticamente y «con gran furor, por cuanto sabe que le queda poco tiempo» (1,12). Lo sabe, y dirige ahora su acción rabiosa «contra los que guardan los preceptos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús» (12,17). A veces lucha atacando él personalmente (12,3), pero normalmente ataca sirviéndose de personas, instituciones e imperios que están bajo su influjo (12,9; 13,1-8 14,9; 17,1; 19,19). En efecto, es el Dragón satánico quien da poder a la Bestia (13,2), que profiere blasfemias y palabras insolentes, pues tiene fuerza efectiva para luchar contra los santos y vencerlos (13,3-7). Todos deben venerar la Bestia mundana, y todos deben recibir su marca en la frente y en la mano, en el pensamiento y la acción; quien le resista, no podrá «comprar ni vender» en el mundo (13,11-17). Muchos ceden a su poderío; pero otros no, y por ello «fueron degollados por el testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, y cuantos no habían adorado a la Bestia, ni a su imagen, y no habían recibido la marca sobre su frente y sobre su mano» (20,4).
Habrá poco antes del fin de la historia un milenio misterioso, en el cual Satanás será encadenado, y reinará Cristo con sus fieles (20,2-6; +Sto. Oficio 1944: Dz 3839). Pasado el milenio, de nuevo será soltado Satanás, aunque «por poco tiempo» (20,3.7-8). Y entonces se dará la batalla final, que también San Pablo conoce, anuncia y describe: «Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de la perdición, el Adversario, que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto... Entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca, y aniquilará con la Manifestación de su Venida» (2 Tes 2,1-10).
Ahora es la definitiva victoria de Cristo y de la Iglesia.«Ahora llega la salvación, el poder, el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo, porque fue precipitado el Acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios de día y de noche. Pero ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio, y menospreciaron su vida hasta morir. Por eso, alegráos, cielos y todos los que moráis en ellos» (Ap 12,10-12).

ErroresAntes de seguir adelante, convendrá que señalemosalgunos errores sobre el Demonio que alteran profundamente el mensaje evangélico. Como dice Juan Pablo II, es preciso en este punto «aclarar la recta fe de la Iglesia frente a aquellos que la alteran exagerando la importancia del diablo o de quienes niegan o minimizansu poder maligno» (13-VIII-1986).
((Algunos niegan la existencia de Satanás y de los demonios, que en la Escritura serían sólamente personificaciones míticas del mal y del pecado que oprimen a la humanidad. Sería incluso preciso reconocer que «en la fe en el diablo nos enfrentamos con algo profundamente pagano y anticristiano» (Haag 423).
Pablo VI en cambio cree que «se sale del cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien se niega a reconocer la existencia [del Demonio]; o bien la explica como una pseudo-realidad, una personificación conceptual y fantástica de las causas desconocidas de nuestras desgracias» (15-XI-1972; +Spicq 38).
Algunos piensan que Cristo, sobre los demonios, dependería de la creencia de sus contemporáneos, al menos en los modos de hablar.
«Sostener hoy que lo dicho por Jesús sobre Satanás expresa sólamente una doctrina tomada del ambiente y que no tiene importancia para la fe universal, aparece en seguida como una información deficiente sobre la época y la personalidad del Maestro» (Fe y demonología 1058). «El que bajó del cielo» (Jn 6,38), Jesús, pensó, habló y actuó siempre con una gran libertad respecto a los condicionamientos del mundo.
Por otra parte, en tiempos de Jesús unos judíos creían en la existencia de los demonios y otros no (Hch 23,8). Por eso cuando acusaron a Jesús de «expulsar los demonios» de los hombres «con el poder del demonio», si él no hubiera reconocido la existencia de los demonios, hubiera podido dar una respuesta muy simple y eficaz: «Los demonios no existen». Por el contrario, Jesús responde que si él y los suyos arrojan los demonios, eso es señal de que el poder del Reino de Dios ha entrado con él en el mundo (Mt 10,22-30; Mc 3,22-30; Lc 10,17-19).
Algunos, de ciertas representaciones del Diablo que estiman ingenuas o ridículas, deducen que la fe en Satanás corresponde a un estadio religioso primitivo o infantil. No sería serio continuar creyendo en el Demonio.
Es cierto que a veces tales representaciones han sido lúgubres y falsas, pero hay que afirmar en general que los artistas no hicieron sino plasmar en piedra o lienzo aquellas figuras del Diablo -serpiente, dragón o bestia- que venían dadas en los mismos textos sagrados, inspirados por Dios, y que no confundían el signo con la realidad significada. Tenían los antiguos facilidad para captar el lenguaje de los símbolos. No eran en esto tan analfabetos como el hombre moderno (+Spicq 38).
Otros piensan que son tan horribles «las consecuencias de la fe en el diablo» -posesiones, brujería, satanismo, prácticas mágicas, sacrilegios-, que bastan para descalificar tal fe (Haag 323-425).
Las aberraciones aludidas han sido combatidas siempre en Israel y en la Iglesia (Ex 22,17; Lev 19,26-31; 20,27; Dt 18,10-12; ML 89,810-818; Toledo I 400, Braga I 561, Pío IV 1564: Dz 205, 459, 1859, etc.). No son, pues, «consecuencias de la fe», sino de la superstición y de la ignorancia. Por otra parte, negar el Demonio lleva a consecuencias iguales o peores.
Por último, otros hay que, sin entrar en discusión sobre la existencia del Demonio, sea de ello lo que fuere, opinan que no conviene hablar hoy de Satanás, que no vale para nada, y que sólo crea dificultades innecesarias para la fe.
Ciertamente, la predicación debe ser prudente y sobria en la presentación del misterio pavoroso del Maligno. Pero en la Biblia y la tradición es evidente que «Satanás no es una pieza adicional o secundaria que pudiese ser eliminada sin perjuicio de la Revelación. Es el elemento esencial del misterio del mal. Es, primero y ante todo, el Adversario por excelencia. Afiliarse a Jesucristo implica el renunciar a Satanás» (Spicq 38).))
Tradición y Magisterio
Los Padres de la Iglesia enseñaron un amplia doctrina demonológica, y apenas hallaríamos uno que no dé doctrina sobre el combate cristiano contra el Demonio. Sólo haremos aquí una breve alusión a la espiritualidad monástica antigua (G. M. Colombás, El monacato primitivo II, BAC 376, 1975, 228-278). Los monjes salían al desierto no sólo para librarse del mundo, y atenuar así las debilidades de la carne, sino para combatir al Demonio en su propio campo, como lo hizo Cristo (Mt 4,1; Lc 11,24).
Evagrio Póntico y Casiano son, quizá, los autores más importantes en la demonología monástica. Los demonios son ángeles caídos, que atacan a los hombres en sus niveles más vulnerables -cuerpo, sentidos, fantasía-, pero que nada pueden sobre el hombre si éste no les da el consentimiento de su voluntad. Para su asedio se sirven sobre todo de los logismoi -pensamientos, pasiones, impulsos desordenados y persistentes-, que pueden reducirse a ocho: gula, fornicación, avaricia, tristeza, cólera, acedía, vanagloria y orgullo. Pero no pueden ir en sus ataques más allá de lo que Dios permita (Evagrio: MG 79,1145-1164; SChr 171,506-577; Casiano,Institutiones 5-11; Collationes 5).
El Demonio sabe tentar con mucha sutileza, como se vio en el jardín del Edén, presentando el lado aparentemente bueno de lo malo, o incluso citando textos bíblicos, como hizo en el desierto contra Cristo. El cristiano debe resistir con «la armadura de Dios» que describe el Apóstol (Ef 6,11-18), y muy especialmente con la Palabra divina, la oración y el ayuno, que fueron las armas con que Cristo resistió y venció en las tentaciones del desierto. Pero debe resistir sobre todo apoyándose en Jesucristo y sus legiones de ángeles (Mt 26,53). Como dice San Jerónimo, «Jesús mismo, nuestro jefe, tiene una espada, y avanza siempre delante de nosotros, y vence a los adversarios. El es nuestro jefe: luchando él, vencemos nosotros» (CCL 78,63).
El Magisterio de la Iglesia afirma que Dios es creador de todos los seres «visibles e invisibles» (Nicea I 325,Romano 382: Dz 125, 180). Los demonios, por tanto, son criaturas de Dios, y en modo alguno es admisible un dualismo que ve en Dios el principio del bien y en el Diablo «el principio y la sustancia del mal» (Braga I 561: Dz 457). El concilio IV de Letrán afirma solemnemente que Dios es el único principio de cuanto existe: «El diablo y los demás demonios, por Dios ciertamente fueron creados buenos por naturaleza; mas ellos por sí mismos se hicieron malos» (800; +Florent. 1442, Pío IV 1564,Vat.I 1870: Dz 1333, 1862, 3002).
El Catecismo de la Iglesia enseña que, cuando en el Padre nuestro pedimos la liberación del mal, «el mal no es una abstracción, sino que designa una persona, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios. El "diablo" [diabolos] es aquel que "se atraviesa" en el designio de Dios y su obra de salvación cumplida en Cristo» (2851).
Por otra parte, siempre la Iglesia entendió la redención de Cristo como una liberación del poder del Demonio, del pecado y de la muerte, como lo afirma en innumerables concilios y documentos (Dz: 291, 1347, 1349, 1521, 1541, 1668). El concilio Vaticano II, siguiendo esta tradición, enseña que «a través de toda la historia humana existe una dura batalla contra el poder de las tinieblas, que, iniciada en los orígenes del mundo, durará, como dice el Señor, hasta el día final» (GS 37b). Por eso es necesario revestirse de «la armadura de Dios para permanecer firmes contra las asechanzas del diablo» (LG 48d; +35a; GS 13ab; SC 6; AG 3a). Con todo fundamento, pues, afirmaba Pablo VI, como vimos, que quien niega la existencia y acción del Demonio «se sale del cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica» (15-XI-1972; +Juan Pablo II, 13-VIII-1986).
La liturgia de la Iglesia incluye la «renuncia a Satanás» en el Bautismo de los niños (150), y dispone exorcismos en el Ritual para la iniciación cristiana de los adultos (101, 109-118, 373). Esa renuncia a Satanás la renueva cada año el pueblo cristiano en la Vigilia Pascual.
En los Himnos litúrgicos de las Horas, ya desde antiguo, son frecuentes las alusiones a la vida cristiana como lucha contra el Demonio. Estas alusiones son más frecuentes enCompletas: «Tu nos ab hoste libera», «insidiantes reprime»; «visita, Señor, esta habitación, aleja de ella las insidias del enemigo» (or. domingo). Precisamente en las lecturas breves de esta Hora (martes y miércoles) la Iglesia nos recuerda que es necesario resistir al Diablo, que nos ronda como león rugiente (1 Pe 5,8-9), y no caer en el pecado, para no darle lugar (Ef 4,26-27).
Las tentaciones diabólicas
El Demonio es el Tentador que inclina a los hombres al pecado. «El oficio propio del Diablo es tentar» (SThI,114,2). Cierto que también somos tentados por el mundo y la carne, pues «cada uno es tentado por sus propios deseos, que le atraen y seducen» (Sant 1,14; +Mt 15,18-20); de modo que no todas las tentaciones proceden del Demonio (STh I,114,3). Pero al ser él el principal enemigo del hombre, y el que se sirve del mundo y de la carne, bien puede decirse que «no es nuestra lucha contra la carne y ]a sangre, sino contra los espíritus malos» (Ef 6,12).
Hay señales del influjo diabólico, aunque oscuras. Ya dice San Juan de la Cruz que de los tres enemigos del hombre «el demonio es el más oscuro de entender» (Cautelas 2). Cuando hablamos del padre de la mentira, observa Pablo VI, «nuestra doctrina se hace incierta, por estar como oscurecida por las tinieblas mismas que rodean al Demonio» (15-XI-1972). Conocemos, sin embargo, suficientemente sus siniestras estrategias, que siempre operan por la vía de la falsedad: convicciones, por ejemplo, absurdas («me voy a condenar»), ideas falsas persistentes, que no parecen tener su origen en temperamento, educación o ideas personales...
Santa Teresa, describiendo una tentación contra la humildad, nos señala los elementos típicos de la tentación diabólica: Esta era «una humildad falsa que el demonio inventaba para desasosegarme y probar si puede traer el alma a desesperación. Se ve claro [que es cosa diabólica] en la inquietud y desasosiego con que comienza y el alboroto que da en el alma todo el tiempo que dura, y la oscuridad y aflicción que en ella pone, la sequedad y mala disposición para la oración o para cualquier cosa buena. Parece que ahoga el alma y ata el cuerpo para que de nada aproveche» (Vida 30,9).
Inquietud, desasosiego, oscuridad, alboroto interior, sequedad... pero sobre todo falsedad. El Demonio «cuando habla la mentira, habla de lo suyo propio, porque él es mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8,44). Todo en él es engaño, mentira, falsedad; por eso en la vida espiritual -¿qué va a hacer, si no?- intenta falsear y falsificar todo. San Juan de la Cruz dice que, si se trata de humildad, el Demonio pone en el ánimo «una falsa humildad y una afición fervorosa de la voluntad fundada en amor propio»; si de lágrimas, también él «sabe muy bien algunas veces hacer derramar lágrimas sobre los sentimientos que él pone, para ir poniendo en el alma las afecciones que él quiere» (2 Subida 29,11). Si se trata de visiones, las que suscita el Demonio «hacen sequedad de espíritu acerca del trato con Dios, y dan inclinación a estimarse y a admitir y tener en algo las dichas visiones; y no duran, antes se caen en seguida del alma, salvo si el alma las estima mucho, que entonces la propia estimación hace que se acuerde de ellas naturalmente» (24,7).
Es importante en la vida espiritual iluminar en Cristo los fondos oscuros donde actúan las tentaciones del Maligno. Decía Santa Teresa: «Tengo yo tanta experiencia de que es cosa del demonio que, como ya ve que le entiendo, no me atormenta tantas veces como solía» (Vida 30,9).
Nada puede el Demonio sobre el hombre si éste no le cede sus potencias espirituales. «El demonio -enseña San Juan de la Cruz- no puede nada en el alma si no es mediante las operaciones de las potencias de ella, principalmente por medio de las noticias [que ocupan la memoria], porque de ellas dependen casi todas las demás operaciones de las demás potencias; de donde, si la memoria se aniquila de ellas, el demonio no puede nada, porque nada halla de donde asir, y sin nada, nada puede» (3 Subida 4,1). Dios puede obrar en la substancia del alma inmediatamente o también mediatamente, con ideas, sentimientos, palabras interiores. Pero el Demonio sólo mediatamente puede actuar sobre el hombre, induciendo en él sentimientos, imágenes, dudas, convicciones falsas, iluminaciones engañosas. Sin la complicidad de las potencias espirituales del hombre, el alma misma permanece para él inaccesible.
Sentidos, imaginación. Hasta en personas de gran virtud «se aprovecha el demonio de los apetitos sensitivos (aunque con éstos, en este estado, las más de las veces puede muy poco o nada, por estar ya ellos amortiguados), y cuando con esto no puede, representa a la imaginación muchas variedades, y a veces levanta en la parte sensitiva muchos movimientos, y otras molestias que causa, así espirituales como sensitivas; de las cuales no está en mano del alma poderse librar hasta que «el Señor envía su ángel y los libra»» (Cántico 16,2).
Memoria, fantasía. La acción del Diablo «puede representar en la memoria y fantasía muchas noticias y formas falsas que parezcan verdaderas y buenas, porque, como se transfigura en ángel de luz (2 Cor 11,14), le parece al alma luz. Y también en las verdaderas, las que son de parte de Dios, puede tentarla de muchas maneras» para que caiga «en gula espiritual y otros daños. Y para hacer esto mejor, suele él sugerir y poner gusto y sabor en el sentido acerca de las mismas cosas de Dios, para que el alma, encandilada en aquel sabor, se vaya cegando con aquel gusto y poniendo los ojos más en el sabor que en el amor» (3 Subida 10,1-2).
Entendimiento. 
El padre de la mentira halla su mayor ganancia cuando pervierte la mente del hombre, pero si no lo consigue con falsas doctrinas -que es su medio ordinario-, puede intentarlo echando mano de locuciones y visiones espirituales o imaginarias. El Demonio a estas personas «siempre procura moverles la voluntad a que estimen aquellas comunicaciones interiores, y que hagan mucho caso de ellas, para que se den a ellas y ocupen el alma en lo que no es virtud, sino ocasión de perder la que hubiese» (2 Subida29,11). Estima Santa Teresa que en las visiones imaginarias es «donde más ilusiones puede hacer el demonio» (Vida 28,4; +6 Moradas 9,1).
El Demonio tienta a los buenos. 
A los pecadores les tienta por mundo y carne, y con eso le basta para perderlos. Pero se ve obligado a hostilizar directamente, a cara descubierta, a los santos, que ya están muy libres de mundo y carne. Por eso en las vidas de los santos hallamos normalmente directas agresiones diabólicas. Esto se supo ya desde antiguo; lo vemos, por ejemplo, en la Vida de San Antonio: los demonios «cuando ven que los cristianos, y especialmente los monjes, se esfuerzan y progresan, en seguida los atacan y tientan, poniéndoles obstáculos en el camino; y esos obstáculos son los malos pensamientos (logismoi)» (MG 26,876-877).
San Juan de la Cruz da la causa: «Conociendo el demonio esta prosperidad del alma -él, por su gran malicia, envidia todo el bien que en ella ve-, en este tiempo usa de toda su habilidad y ejercita todas sus artes para poder turbar en el alma siquiera una mínima parte de este bien; porque más aprecia él impedir a esta alma un quilate de esta su riqueza que hacer caer a otras muchas en muchos y graves pecados, porque las otras tienen poco o nada que perder, y ésta mucho» (Cántico 16,2).
Santa Teresa confesaba: «Son tantas las veces que estos malditos me atormentan y tan poco el miedo que les tengo, al ver que no se pueden menear si el Señor no les da licencia, que me cansaría si las dijese» (Vida 31,9). Por otra parte, en estas almas tan unidas a Dios, «no puede entrar el demonio ni hacer ningún daño» (5 Morada 5,1). Por eso muchos santos mueren en paz, sin perturbaciones del Diablo (Fundaciones 16,5). Lo mismo atestigua San Juan de la Cruz: la purificación espiritual adelantada «ahuyenta al demonio, que tiene poder en el alma por el asimiento [de ella] a las cosas corporales y temporales» (1 Subida 2,2). «Al alma que está unida con Dios, el demonio la teme como al mismo Dios» (Dichos125). En ella «el demonio está ya vencido y apartado muy lejos» (Cántico 40, 1).
Se da, pues, la paradoja de que el Demonio ataca sobre todo a los santos, a los que teme mucho, y en quienes nada puede. Cuando al Santo Cura de Ars le preguntaban si temía al Demonio, que durante tantos años le había asediado terriblemente, contestaba: «¡Oh no! Ya somos casi camaradas» (R. Fourrey, Le Curé d’ Ars authentique, París, Fayard 1964, 204).
El Demonio tienta a lo que parece bueno. «Entre las muchas astucias que el demonio usa para engañar a los espirituales -dice San Juan de la Cruz-, la más ordinaria es engañarlos bajo especie de bien, y no bajo especie de mal; porque sabe que el mal conocido apenas lo tomarán» (Cautelas 10). «Por lo cual, el alma buena siempre en lo bueno se ha de recelar más, porque lo malo ello trae consigo el testimonio de sí» (3 Subida 37,1). A Santa Teresa, por ejemplo, el Demonio le tentaba piadosamente a que dejase tanta oración «por humildad» (Vida 8,5).A la persona especialmente llamada por Dios a una vida retirada y contemplativa, el Demonio le tentará llamándola a una vida excelente, pero más exterior, por ejemplo, al servicio de los pobres. Y si el Señor destina a alguien a escribir libros espirituales, el Diablo le impulsará, con apremios difícilmente resistibles, a que se dedique a la predicación y a la atención espiritual de muchas personas, y a que de hecho deje de escribir. A estas personas el Padre de la Mentira no les tienta con algo malo, pues sabe que se lo rechazarán, sino que procura desviarles del plan exacto de Dios sobre ellas con algo bueno, es decir, con algo que, siendo realmente bueno -el servicio de los pobres, la predicación, la dirección espiritual-, no permitirá, sin embargo, la perfecta santificación de la persona y su plena colaboración con la obra de la Redención.
Obsesión y posesiónLas tentaciones del Diablo revisten a veces caracteres especiales que conviene conocer, siquiera sea a grandes rasgos.
En la obsesión 
El Demonio actúa sobre el hombre desde fuera -aquí la palabra obsesión tiene el sentido latino deasedio, no el vulgar de idea fija-. La obsesión diabólica esinterna cuando afecta a las potencias espirituales, sobre todo a las inferiores: violentas inclinaciones malas, repugnancias insuperables, impresiones pasionales muy fuertes, angustias, etc.; todo lo cual, por supuesto, se distingue difícilmente de las tentaciones ordinarias, como no sea por su violencia y duración. La obsesión externaafecta a cualquiera de los sentidos externos, induciendo impresiones, a veces sumamente engañosas, en vista, oído, olfato, gusto, tacto. Aunque más espectacular, ésta no tiene tanta peligrosidad como la obsesión interna. Las obsesiones diabólicas, sobre todo las internas, pueden hacer mucho daño a los cristianos carnales; por eso Dios no suele permitir que quienes todavía lo son se vean atacados por ellas.
En la posesión el Demonio entra en la víctima y la mueve despóticamente desde dentro. 
Pero adviértase que aunque el Diablo haya invadido el cuerpo de un hombre, y obre en él como en propiedad suya, no puede influir en la persona como principio intrínseco de sus acciones y movimientos, sino por un dominio extrínseco y violento, que es ajeno a la sustancia del acto. La posesión diabólica afecta al cuerpo, pero el alma no es invadida, conserva la libertad y, si se mantiene unida a Dios, puede estar en gracia durante la misma posesión.
Sobre las posesiones diabólicas (Mc 5,2-9), Juan Pablo II dice: «No resulta siempre fácil discernir lo que hay de preternatural en estos casos, ni la Iglesia condesciende o secunda fácilmente la tendencia a atribuir muchos hechos e intervenciones directas al demonio; pero en línea de principio no se puede negar que, en su afán de dañar y conducir al mal, Satanás puede llegar a esta extrema manifestación de su superioridad» (13-VIII-1986).
Espiritualidad de la lucha contra el Demonio
El Demonio es peor enemigo que mundo y carne.
Esto es algo que el cristiano debe saber. «Sus tentaciones y astucias -dice San Juan de la Cruz- son más fuertes y duras de vencer y más dificultosas de entender que las del mundo y carne, y también se fortalecen [sus hostilidades] con estos otros dos enemigos, mundo y carne, para hacer al alma fuerte guerra» (Cántico 3,9).
Un tratado de espiritualidad que, al describir la vida cristiana y su combate, ignore la lucha contra el Demonio, difícilmente puede considerarse un tratado de espiritualidad católica, pues se aleja excesivamente de la Biblia y de la tradición. Por lo demás, sería como un manual militar de guerra que omitiera hablar -o sólamente lo hiciera en una nota a pie de página- de la aviación enemiga, que es sin duda hoy el arma más peligrosa de una guerra.
La armadura de Dios es necesaria para vencer al Enemigo.
En el cristianismo actual muchos ignoran u olvidan que la vida cristiana personal y comunitaria implica una fuerte lucha contra el Diablo y sus ángeles malos. A esto «hoy se le presta poca atención -observa Pablo VI-. Se teme volver a caer en viejas teorías maniqueas o en terribles divagaciones fantásticas y supersticiosas. Hoy prefieren algunos mostrarse valientes y libres de prejuicios, y tomar actitudes positivas» (15-XI-1972). Pero la decisión de eliminar ideológicamente un enemigo que sigue siendo obstinadamente real sólo consigue hacerlo más peligroso. Quienes así proceden olvidan que, como decía León Bloy, «el mal de este mundo es de origen angélico, y no puede expresarse en lengua humana» (La sangre del pobre, Madrid, ZYX 1967,87). Por esa vía se trivializa el mal del hombre y del mundo, y se trivializan los medios para vencerlos.
Es necesaria la armadura de Dios que describe San Pablo: «Confortáos en el Señor y en la fuerza de su poder; vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis resistir ante las asechanzas del diablo» (Ef 6,10-18)...
La espada de la Palabra y la perseverancia en la oración: son las mismas armas con las que Cristo venció al Demonio en el desierto. La Palabra divina es como espada que corta sin vacilaciones los nudos de los lazos engañosos del Maligno. «Orad para que no cedáis en la tentación» (Lc 22,40). Ciertos especie de demonios «no puede ser expulsada por ningún medio si no es por la oración» (Mc 9,29).
La coraza de la justicia: venciendo el pecado se vence al Demonio. 
«No pequéis, no deis entrada al diablo» (Ef 4,26-27). «Sometéos a Dios y resistid al diablo, y huirá de vosotros» (Sant 4,7). «¿Qué defensa, qué remedio oponer a la acción del demonio? -se preguntaba Pablo VI-. Podemos decir: Todo lo que nos defiende del pecado nos defiende por ello mismo del enemigo invisible» (15-XI-1972).
El escudo de la fe: 
Dejando a un lado visiones y locuciones, aprendiendo a caminar en pura fe, pues el Demonio no tiene por dónde asir al cristiano si éste sabe vivir en «desnudez espiritual y pobreza de espíritu y vacío en fe» (2 Subida 24,9).
La fidelidad a la doctrina y disciplina de la Iglesia es necesaria para librarse del Demonio. 
Decía Santa Teresa: «Tengo por muy cierto que el demonio no engañará -no lo permitirá Dios- al alma que de ninguna cosa se fía de sí y está fortalecida en la fe»; a esta alma «como tiene ya hecho asiento fuerte en estas verdades, no la moverían cuantas revelaciones pueda imaginar -aunque viese abiertos los cielos- un punto de lo que tiene la Iglesia» (Vida 25,12). El que da crédito a «quien enseña cosas diferentes y no se atiene a las palabras saludables, las de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad» (1 Tim 6,3), no sólo cae en el error -lo cual es grave-, sino que cae bajo el influjo del padre de la mentira -lo cual es más grave aún-.
Los sacramentales de la Iglesia, la cruz, el agua bendita, son ayudas preciosas. 
Como un niño que corre a refugiarse en su madre, así el cristiano asediado por el Diablo tiende, bajo la acción del Espíritu Santo, a buscar el auxilio de la Madre Iglesia. Y los sacramentales son auxilios «de carácter espiritual obtenidos por la intercesión de la Iglesia» (SC 60). Santa Teresa conoció bien la fuerza del agua bendita ante los demonios: «No hay cosa con que huyan más para no volver; de la cruz también huyen, mas vuelven. Debe ser grande la virtud del agua bendita; para mí es particular y muy conocida consolación que siente mi alma cuando la tomo». Y añade algo muy de ella: «Considero yo qué gran cosa es todo lo que está ordenado por la Iglesia» (Vida 31,4; +31,1-11).
No debemos temer al Demonio
Pues el Señor nos mandó: «No se turbe vuestro corazón ni tengáis miedo» (Jn 14,27). Cristo venció al Demonio y lo sujetó. Ahora es como una fiera encadenada, que no puede dañar al cristiano si éste no se le entrega. El poder tentador de los demonios está completamente sujeto a la providencia del Señor, que los emplea para nuestro bien como castigos medicinales (1 Cor 5,5; 1 Tim 1,20) o como pruebas purificadoras (2 Cor 12,7-10).
Los cristianos somos en Cristo reyes, y participamos del Señorío de Jesucristo sobre toda criatura, también sobre los demonios. En este sentido escribía Santa Teresa: «Si este Señor es poderoso, como veo que lo es y sé que lo es y que son sus esclavos los demonios -y de esto no hay que dudar, pues es de fe-, siendo yo sierva de este Señor y Rey ¿qué mal me pueden ellos hacer a mí?, ¿por qué no he de tener yo fortaleza para combatir contra todo el infierno? Tomaba una cruz en la mano y parecía darme Dios ánimo, que yo me veía otra en un breve tiempo, que no temiera meterme con ellos a brazos, que me parecía que con aquella cruz fácilmente los venciera a todos. Y así dije: «Venid ahora todos, que siendo sierva del Señor quiero yo ver qué me podéis hacer»». Y en esta actitud desafiante, concluye: «No hay duda de que me parecía que me tenían miedo, porque yo quedé sosegada y tan sin temor de todos ellos que se me quitaron todos los miedos que solía tener hasta hoy; porque, aunque algunas veces les veía, no les he tenido más casi miedo, antes me parecía que ellos me lo tenían a mí. Me quedó un señorío contra ellos, bien dado por el Señor de todos, que no se me da más de ellos que de moscas. Me parecen tan cobardes que, en viendo que los tienen en poco, no les queda fuerza» (Vida 25,20-21).
Señales del Demonio
«¿Existen señales, y cuáles, de la presencia de la acción diabólica? -se pregunta Pablo VI-.
 Podremos suponer su acción siniestra allí donde la negación de Dios se hace radical, sutil y absurda...
 donde la mentira se afirma, hipócrita y poderosa, contra la verdad evidente...
 donde el amor es eliminado por un egoísmo frío y cruel...
 donde el nombre de Cristo es impugnado con odio consciente y rebelde (1 Cor 16,22; 12,3)... 
donde el espíritu del Evangelio es mistificado y desmentido...
 donde se afirma la desesperación como última palabra» (15-XI-1972)...
Si esto es así, es indudable que nuestro tiempo se dan claramente las señales de la acción del Diablo. 
Estas señales también en otras épocas se han dado, pero no quizá como en el presente. 
Los últimos Papas, al menos, no han dudado en atribuir el «lado oscuro» de nuestro siglo al influjo diabólico.
«Ya habita en este mundo el «hijo de la perdición» de quien habla el Apóstol (2 Tes 2,3)» (San Pío X, enc. Supremi apostolatus cathedra: AAS 36, 1903,131-132). «Por primera vez en la historia, asistimos a una lucha fríamente calculadora y arteramente preparada por el hombre «contra todo lo que es divino» (2 Tes 2,4)» (Pío XI, enc. Divini Redemptoris 19-III-1937, 22). «Este espíritu del mal pretende separar al hombre de Cristo, el verdadero, el único Salvador, para arrojarlo a la corriente del ateísmo y del materialismo» (Pío XII, Nous vous adressons 3-VI-1950). «Se diría que, a través de alguna grieta, ha entrado el humo de Satanás en el Templo de Dios... ¿Cómo ha ocurrido todo esto? Ha habido un poder, un poder perverso: el demonio» (Pablo VI 29-VI-1972)
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Oraciones de Protección

 
Escudo de san Patricio, Oración a san Miguel Arcángel, Alma de Cristo, Oraciones varias de Protección, Sellamiento con la Sangre de Cristo, Oración de la Sangre de Cristo, Protección y cierre de mente

 

ESCUDO DE SAN PATRICIO (oración exorcista)

Me envuelvo hoy día y ato a mí una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión en la unidad de Creador del Universo.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del Cristo con su Bautismo, la fuerza de su crucifixión y entierro, la fuerza de su resurrección y ascensión, la fuerza de su regreso para el Juicio de Eternidad.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del amor de los querubines, la obediencia de los ángeles, el servicio de los arcángeles, la esperanza de la resurrección para el premio, las oraciones de los patriarcas, las profecías de los profetas, las predicaciones de los apóstoles, la fe de los mártires, la inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras de los confesores.
Me envuelvo hoy día y ato a mí el poder del Cielo, la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo, la rapidez del viento, la profundidad del mar, la firmeza de la tierra, la solidez de la roca.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza de DIOS para orientarme, el poder de DIOS para sostenerme, la sabiduría de DIOS para guiarme, el ojo de DIOS para prevenirme, el oído de DIOS para escucharme, la palabra de DIOS para apoyarme, la mano de DIOS para defenderme, el camino de DIOS para recibir mis pasos, el escudo de DIOS para protegerme, los ejércitos de DIOS para darme seguridad, contra las trampas de los demonios, contra las tentaciones de los vicios, contra las inclinaciones de la naturaleza
contra todos aquellos que desean el mal de lejos y de cerca, estando yo solo o en la multitud.
Convoco hoy día a todas esas fuerzas poderosas, que están entre mi y esos males, contra las encantaciones de los falsos profetas, contra las leyes negras del paganismo,
contra las leyes falsas de los herejes, contra la astucia de la idolatría, contra los conjuros de brujas, brujos y magos, contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre.
Invoco a Cristo que me proteja hoy día del veneno, el incendio, el ahogo, las heridas, para que pueda alcanzar yo abundancia de premio.
Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mi, Cristo en mi, Cristo bajo mi, Cristo sobre mi, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo alrededor de mi. Cristo en la anchura, Cristo en la longitud, Cristo en la altura, Cristo en la profundidad de mi corazón. Cristo en el corazón y la mente de todos los hombres que piensan en mi, Cristo en la boca de todos los que hablan de mí, Cristo en todo ojo que me ve, Cristo en todo oído que me escucha.
Me envuelvo hoy día en una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la unidad del Creador del Universo.
Del Señor es la salvación, del Señor es la salvación, De Cristo es la salvación.
Tu salvación Señor esté siempre con nosotros.
Amén

 

ORACION A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios, te pedimos suplicantes. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el Divino Poder a satanás y a todos los espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas.
Amén.

 

ALMA DE CRISTO

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
Oh buen Jesús, óyeme
y dentro de tus llagas escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo, defiéndeme;
en la hora de la muerta, llévame
y mándame a ir a Ti,
para que con tus santos te alabe
por los siglos de los siglos.
Amén

 

ORACIÓN DE PROTECCION I

Yo (di tu nombre completo) con la Sangre preciosa de Jesús, protejo y sello todo mi ser, interior y exteriormente, deposito en el Corazón Inmaculado de la Virgen María, todo mi haber y poseer; para que ni en el presente, ni en ningún momento futuro, lleguen a ellos daños por venganzas de lo oculto.
En el nombre de Jesús, queda prohibida toda acción e interacción, toda comunicación e intercomunicación espiritual. Invoco la presencia de los ángeles, arcángeles (Miguel, Gabriel y Rafael), principados, virtudes, potestades, dominaciones, querubines, serafines y tronos de dios; para que sean ellos quienes lleven a cabo esta batalla contra el mal.
Pido la ayuda de la comunión de los santos.
Amén, amén, amén.

 

ORACION DE PROTECCIÓN II

Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, por los tres dulces nombres líbranos Señor, de todo mal. (3)
Santísima Trinidad bendita, Dios soberano y eterno,
Líbranos de las prisiones y las penas del infierno,
La cruz y los tres clavos y él Señor que murió en ella,
Hablan y respondan por mí.
Amansa los corazones que vengan sobre de mí,
Yo sin Dios, no quiero nada, yo con Dios lo que se viviere,
Vengase por delante, vengase quien se viniere, por los tres dulces nombre de Jesús, Maria y José.

SELLAMIENTO CON LA SANGRE DE CRISTO

Padre celestial, en unión con el espíritu santo pido que el poder de la sangre preciosa de Jesús me cubra, selle, guarde, proteja, sane, libere, guarde, y me de vida en abundancia en todo mi ser, en mi familia, mi historia, mis bienes, las personas que dispones a mi lado, tu voluntad sobre mi vida, mi trabajo, mi estudio y mi vida social, los lugares en que vivo y visto y la creación entera.
Tu sangre preciosa me libre de las tentaciones y de todo mal.
Ahora y en la hora de mi muerte. Amen

ORACIÓN DE LA SANGRE DE CRISTO

Señor Jesús, en tu nombre y con el Poder de tu Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno, y en el mundo en el cual nos movemos hoy.
Con el Poder de la Sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno.
Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan
(nombrar a cada una de ellas), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que Él generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes,  pisos y el aire que respiramos, y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar a cada una de ellas).
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.
Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra Patria a fin de que Tu Paz y Tu Corazón al fin reinen en ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida, ya que gracias a Ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo.

 

PROTECCIÓN, CIERRE DE MENTE

Por el poder de nuestro Señor Jesucristo,+ por el poder de su preciosísima sangre,+ por el poder del nombre de Jesús,+ cierro mí mente,+ mí alma,+ mí espíritu +y mí entorno,+ mí pasado,+ mí presente+ y mí futuro+, lo que soy+ y seré+ y tendré+, todos los seres de la creación+ a mí familiares+ más cercanos.+
Lo alto, lo bajo, lo ancho y lo angosto, el norte, el sur, oriente, el occidente, todos los seres y animales y elementos de la creación.
Por el poder de la Santísima Trinidad rompo, desato, exorcizo y quebranto todo ataque del enemigo y aura corruptora que quieran tener ventaja sobre mí, me cubro con la sangre, llagas, sagrado corazón de nuestro amado Jesucristo.
Ato mí mente y cierro con toda mí fuerza, mí interior, que solo esta abierta para el amor de Dios, expulso y pongo en fuga, toda perturbación mental, manifestación satánica, brujería, infestación y vejación.
Mando y ordeno por la fuerza del Padre y  del Hijo y del Espíritu Santo a todos los espíritus burlones y demoníacos que busquen atormentarme, envíalos Señor Jesucristo a tres mil millas a la redonda, para que ninguna perturbación este presente en mí ser; Ordeno por el nacimiento humilde en el pesebre de nuestro Dios Jesucristo, por su vida, predicación, pasión, martirio, muerte y resurrección triunfante, que salga de inmediato de este sitio todo espíritu maligno y plagiario. Por la intercesión de la más que bendita y Santa siempre virgen Maria y del poder y el fuego del Espíritu santo dador de vida y de purificación.
Invoco la protección de los Santos del paraíso, entre mí y el enemigo, la serpiente antigua. Me refugio e invoco la Santa presencia de Miguel Arcángel príncipe de los ejércitos celestiales, de Rafael Arcángel, alto comandante de las hueste celestiales, de Gabriel Arcángel el mensajero preferido de Dios y dador de buenas noticias, de Uriel Arcángel, sabio entre los Ángeles y el Ángel del Señor mensajero de la paz, nuestro Ángel custodio protector de nuestra alma y cuerpo, para que por permiso de Dios protejan nuestra vida de todo mal y peligro, daño procedente del maligno, librándonos de peligros y catástrofes.
Me uno con la creación del universo y con el amor divino de Dios, soy el amor de Dios y estoy en los brazos del padre celestial y ningún mal llegara a mí o mí casa, ni a mí familia, nunca tocaran mis posesiones materiales e espirituales.
El poder, el éxito y la prosperidad esta en mí camino y abro mis brazos y extiendo mis manos con fe, para recibir los manjares y bendiciones del reino de los cielos.
Los Ángeles de Dios van delante de mí y de mis pies, para que no tropiecen, por la promesa de nuestro salvador Jesucristo que venció a la muerte en la cruz.
Me protejo, me cierro y me lleno del poder supremo de Dios y del universo, siendo una criatura nueva y renovada por la sangre del cordero, la sangre de Cristo, fuente de vida, corre por mí interior como ríos de agua viva, fuerte y poderosa, indómita, por el poder trasmitido por Dios a sus hijos amados; Deshago, desligo, ahuyento todos mal y espíritu de miseria, pobreza, tristeza y amargura, se libera mí corazón de toda atadura que tenga, de odios, rencores, resentimientos y sufrimientos. Los rallos divinos de Dios, invaden mí interior llenándome de paz y seguridad.
Dios creador de todo el universo, Dios poseedor y creador de la vida, Dios quebrantador de la muerte y del infierno, me entrego a ti en este momento, en cuerpo alma espíritu y mente, renuncio y rechazo a Satanás y todos sus poderes y dominios, pues e sido adquirido por la sangre de cristo y tus promesas son eternas.
Saldré adelante de los sufrimientos y las adversidades, pues tú eres un Dios poderoso que das a tus hijos lo mejor y en abundancia. Que derramas tú amor por la humanidad, tú generosidad no tiene limite y por eso en este momento te alabo y te glorifico y te doy gracias de todo corazón ¡mil veces gracias!, ¡mil veces glorias!, aunque sea pecador tú has tenido misericordia de tu siervo N.N, librándome de todo mal y peligro y fortaleciéndome, llenándome de tú amor, poder, prosperidad y mucha abundancia.
Amen.

Oraciones contra el mal

 
Oración contra todo mal, Oración contra el ocultismo, Rompiendo ataduras impías del alma, Soltándonos de hechicería, brujería y poderes relacionados, Oraciones contra el maleficio (del ritual griego), Oración exorcista de San Benito.

ORACIÓN CONTRA TODO MAL

Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso, descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mi todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica y la obsesión diabólica; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intermedio de la virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por san Miguel arcángel, por san Gabriel, por san Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.

 

ORACIÓN CONTRA EL OCULTISMO

 “Yo confieso el pecado por involucrarme en ocultismo. Confieso haber buscado en Satanás la ayude que solo puede venir de Dios. Renuncio a toda actividad ocultista; renuncio a Satanás y sus obras. Me suelto de él y recupero el terreno que le entregué. Escojo la bendición y no la maldición. Escojo la vida y no la muerte.”

 

ROMPIENDO ATADURAS IMPÍAS DEL ALMA

“En el nombre del Señor Jesucristo, ahora renuncio, rompo y me suelto de todo dominio y atadura demoníaco ejercida a través de mi madre, mi padre, mis abuelos y de todo ser humano, vivo o muerto, que me ha dominado y controlado de cualquier manera. Te agradezco Señor por liberarme.”

 

SOLTÁNDONOS DE HECHICERÍA, BRUJERÍA Y PODERES RELACIONADOS

“En el Nombre de Jesucristo ahora reprendo, rompo y me suelto así como suelto a mi familia, de toda maldición maligna que fue impuesta a través de personas, cultos o fuente ocultista. Yo ordeno a cualquier poder demoníaco que me deje en el nombre del Jesucristo. Yo soy la cabeza y no la cola. Yo estoy encima y no debajo.”

 

ORACIONES CONTRA EL MALEFICIO (DEL RITUAL GRIEGO)

Kyrie eleison.
Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos, omnipotente y todopoderoso, tú que lo has hecho todo y que lo transformas todo con tu sola voluntad;
tú que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno siete veces más ardiente y que protegiste y salvaste a tus tres santos jóvenes;
tú que eres doctor y médico de nuestras almas;
tú que eres la salvación de aquellos que se dirigen a ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y pon en fuga toda potencia diabólica, toda presencia y maquinación satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo… haz que, en cambio, de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza, éxito y caridad;
tú, Señor, que amas a los hombres, extiende tus manos poderosas y tus brazos altísimos y potentes y ven a socorrer y visita esta imagen tuya, mandando sobre ella el ángel de la paz, fuerte y protector del alma y el cuerpo, que mantendrá alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería de personas corruptoras y envidiosas;
de modo que debajo de ti tu suplicante protegido te cante con gratitud: “el Señor es mi salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre.”
“No tendré temor del mal porque tú estás conmigo, tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz, padre de los siglos futuros”.
Sí Señor Dios nuestro, ten compasión de tu imagen y salva a tu siervo… de todo daño o amenaza procedente de maleficio, y protégelo poniéndolo por encima de todo mal;
por la intercesión de la más que bendita, gloriosa Señora, la madre de Dios y siempre Virgen María, de los resplandecientes arcángeles y de todos sus santos. ¡Amén!

 

ORACION EXORCISTA DE SAN BENITO

La Santa Cruz sea mi Luz
no sea el demonio mi guía
retírate satanás
no me aconsejes cosas vanas
son malas las cosas que brindas
bebe tú ese veneno. 




Bendición de Agua, Aceite y Sal para Liberación y Exorcismo

 

BENDICIÓN DEL AGUA

Te exorcizo, agua, en nombre de Dios Padre, en nombre de Jesucristo su Hijo nuestro Señor, y con el poder del Espíritu Santo, para que seas agua exorcizada y ahuyentes todo poder del enemigo.
Oh Dios, atiende nuestra oración e infunde la fuerza de tu bendición a esta agua para que, al ser derramada en las casas y en cualquier otro lugar, éstos queden libres de toda influencia del mal y del maligno; y se aleje de estos lugares cualquier influencia maligna de maleficios, maldición, atadura, espiritismo…, de modo que los que vivan en este lugar o vengan aquí, por la aspersión de esta agua, queden libres de cualquier enfermedad o poder del enemigo infernal y sean defendidos por el poder de Jesucristo. Amén.

BENDICIÓN DE LA SAL

Te exorcizo sal por el Dios vivo, por el Dios verdadero y por el Dios santo, para que te conviertas en sal exorcizada para salud de los fieles tanto en el cuerpo como en el alma y para que, en los lugares donde sea puesta esta sal bendita, se aleje todo poder del enemigo y todo espíritu maligno.
Oh Señor, imploramos tu misericordia para que te dignes bendecir y santificar esta sal a fin de que se convierta en sal exorcizada para bien del cuerpo y del alma de los creyentes que la consuman; y para que todo aquello que sea tocado por ella carezca de todo poder e influencia del maligno. Amén.
(Se puede echar la sal al agua bendita tres veces, a manera de cruz, diciendo: Que esta mezcla de sal y agua se realice en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén).

BENDICIÓN DEL ACEITE

Te exorcizo, aceite, por Dios Padre que hizo todo lo que existe. Que se aleje de este aceite toda fuerza del maligno y toda acción diabólica a fin de que todos los que lo tomen puedan recuperar la salud del cuerpo y del alma, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Oh Dios, dígnate bendecir y santificar este aceite con el cual mandaste ungir a los enfermos, a fin de que una vez obtenida la salud, te den las gracias. Y te pedimos que cuantos usen este aceite, que hemos bendecido en tu Nombre, queden libres de toda enfermedad o de cualquier maleficio o influencia del maligno. Te lo pedimos Padre en el Nombre de Jesús, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Rosario de la Resurrección


El Rosario de la Resurrección es del
 P. Gustavo E. Jamut, OMV.
En el misterio de su cruz y de su resurrección, Cristo ha destruido la muerte y el pecado, ha abolido la distancia infinita que existía entre cada hombre y la vida nueva en él.
“Yo soy la resurrección y la vida proclama; quien cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mi no morirá jamás” Juan Pablo II.

RENOVANDO LA CONFIANZA EN LA DIVINA MISERICORDIA
Señor Jesús, vengo a tu presencia, reconociendo que no siempre he valorado el don de la vidaTu me has regalado el existir para que con tu gracia, fuese creciendo en vida plena, vida abundante.
Sin embargo reconozco que muchas veces he dado lugar en mi mente a pensamientos que han ido en contra de la vida sobreabundante que tu quieres proveerme:
Perdóname por los pensamientos equivocados, por los pensamientos negativos y pesimistas, por los pensamientos de juicio y condenación en contra de mis hermanos que niegan la misericordia, perdóname por aceptar los pensamientos que me han llevado al terreno de los vicios capitales.
Perdóname, pues la aceptación de estos pensamientos me han llevado a tener sentimientos negativos, perdiendo así la paz y la alegría que viene de tu amor; hablando y actuando de manera equivocada.
Hoy renuevo mi confianza en tu. Divina Misericordia y en tu perdón, pidiéndote también la gracia que a través de los misterios de la resurrección me concedas la vida nueva y abundante que quieres para mí y para las personas por quienes quiero interceder.
Así sea!!!

RESPONSORIO PENITENCIAL
A cada oración respondemos: – Señor ten piedad.
Por no valorar conscientemente la vida que me das:
Señor ten piedad.
Por no valorar la vida de quienes están junto a mí:
Señor ten piedad.
Por no valorar la vida de los menos favorecidos a los ojos del mundo:
Señor ten piedad.
Por no valorar y defender la vida desde el vientre materno con mayor intensidad:
Señor ten piedad.
Por no valorar la vida de los ancianos y los enfermos:
Señor ten piedad.
Por las veces que no he cuidado y fortalecido la vida espiritual:
Señor ten piedad.
Por no valorar y descuidar mi vida emocional:
Señor ten piedad.
Por no alimentar el crecimiento de la vida intelectual:
Señor ten piedad.
Por haber puesto en peligro en algunos momentos mi vida física o la de otras personas:
Señor ten piedad.
Señor Jesús, aumenta en nosotros el deseo de tener vida plena, vida abundante, a fin de que podamos ayudar a otros a amar la vida y a defenderla. Amén.
1º MISTERIO
Jesús resucitado se presenta a su Madre, la Virgen Santísima
“Jesús ha venido para dar la respuesta definiti¬va al deseo de vida y de infinito que el Padre celeste, creándonos, ha inscrito en nuestro ser” JUAN PABLO II
Petición:
En este misterio pedimos a la Virgen Santísima la gracia de la fidelidad, a fin de que, en los momentos oscuros de nuestra vida, tengamos la confianza firme en que Jesús está vivo y en que él se nos mostrará resucitado en el momento oportuno.
Nos dice San Juan Pablo II:
1. Después de que Jesús es colocado en el sepulcro, María “es la única que mantiene viva la llama de la fe, preparándose para acoger el anuncio gozoso y sorprendente de la resurrección” (Catequesis, del 3-IV-96).. La espera que vive la Madre del Señor el Sábado santo constituye uno de los momentos más altos de su fe: en la oscuridad que envuelve el universo, ella confía plenamente en el Dios de la vida y, recordando las palabras de su Hijo, espera la realización plena de las promesas divinas
2. “¿Cómo podría la Virgen, presente en la primera comunidad de los discípulos (d. Hch 1,14), haber sido excluida del número de los que se encontraron con su divino Hijo resucitado de entre los muertos? Es legítimo y veraz pensar que Jesús resucitado se apareció a su madre en primer lugar. La ausencia de María del grupo de las mujeres que al alba se dirigieron al sepulcro (d. Mc 16,1; Mt 28,1), ¿no podría constituir un indicio del hecho de que ella ya se había encontrado con Jesús? Esta deducción quedaría confirmada también por el dato de que las primeras testigos de la resurrección, por voluntad de Jesús, fueron las mujeres, las cuales permanecieron fieles al pie de la cruz y, por tanto, más firmes en la fe”.
3. El carácter único y especial de la presencia de la Virgen en el Calvario y su perfecta unión con su Hijo en el sufrimiento de la cruz, parecen postular su participación particularísima en el misterio de la resurrección. Un autor del siglo V, sostiene que Cristo se manifestó en el esplendor de la vida resucitada ante todo a su madre. En efecto, ella, que en la Anunciación fue el camino de su ingreso en el mundo, estaba llamada a difundir la maravillosa noticia de la resurrección, para anunciar su gloriosa venida. Así inundada por la gloria del Resucitado, ella anticipa el “resplandor” de la Iglesia.
Contemplación y reflexión:
1. Contempla a María en oración. Ella está postrada en una casita que posiblemente le han prestado, en las afueras de Jerusalén, entregando a Dios todo lo que hay en su corazón. Cuántos recuerdos afloran a su mente, cuantos sentimientos dormidos despiertan en su corazón: la promesa del Arcángel Gabriel; la efusión del Espíritu Santo, por la cual Dios se encarnó en su vientre; el nacimiento en Belén; la huida a Egipto; el Niño Jesús creciendo; sus primeros pasos; las primeras palabras; las risas y el asombro junto a José ante cada nuevo gesto de Jesús…
En todos esos recuerdos hay dolor, pero también hay agradecimiento por todo lo vivido y, sobre todo, hay esperanza. Pues tiene la certeza de que su Hijo está por resucitar.
2. Han transcurrido tres días desde la Pasión y muerte de su Hijo en la cruz. El sufrimiento ha desgarrado su corazón. Ella sabe por fe que su Hijo ha de resucitar, pero eso no la exime de experimentar el dolor mas profundo, por lo que han hecho a su amado Hijo. En medio de la dispersión de los apóstoles, ella se mantiene fiel, esperando el regreso de Jesús. En medio de la oscuridad que experimentan los discípulos, ella es la luz que anuncia la espera de la resurrección.
3. Puedes imaginar cómo, de pronto, se abre la puerta de la casa, y con los primeros rayos del sol de la mañana entra Jesús con su cuerpo glorificado.
¿Cómo habrá sido ese encuentro entre la Madre y el Hijo? ¿Cómo habrá sido la mirada entre María y Jesús? Puedes pedirle al Espíritu Santo que te conceda la gracia de sentir internamente el amor de ese encuentro.
Jesús ayuda su Madre a ponerse de pie y la abraza estrechándola junto a su pecho. Del Divino Corazón surgen rayos de luz que colman el Corazón de María de una nueva Efusión del Espíritu Santo.
Pídele a María la gracia de participar, aunque sea en parte, de la resurrección en gozo que su corazón, traspasado por el dolor, experimentó en ese momento.
4. Cuando Jesús Resucitado, se presentó a María, seguramente el alma de la Virgen volvió a entonar un cántico de gozo y alabanza, como muchos años antes había alabado a Dios al visitar a su pariente Isabel.
En ese entonces no fueron necesarias muchas explicaciones. El Espíritu Santo estaba haciendo su trabajo y dando a comprender sin palabras como el misterio de la vida se abría camino.
Tampoco ahora son necesarias las palabras. En el abrazo en el que se funden Madre e Hijo, el Espíritu se vuelca nuevamente en el alma de la Virgen y ella experimenta lo que en fe ya sabia: que Dios Padre siempre cumple sus promesas.
Sumérgete tú también en ese abrazo y deja. que el amor de Jesús resucitado y de María, restaure tu corazón.
Siente como esos rayos de luz, que surgen del Corazón abierto, pero glorificado de Nuestro Salvador, penetran en tu corazón y restaura las grietas por las cuales antes perdías la vitalidad y la alegría.
Pídele a Jesús que con su amor restaure tu identidad y fortalezca tu decisión de seguirlo y de serle fiel, de ahora en adelante, en todos los momentos de la vida.
Padre Nuestro..
10 Ave Marías…
Gloria

Oración:
“Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz: «que ilumina a todo hombre que viene a este mundo». El es el camino, la, verdad y la vida. Como tú, Madre, queremos llenamos de tu Hijo para tener vida plena y abundante y siempre decir con profunda fe: «Señor mío y Dios mío”.
“Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas, las almas y socorre especialmente a las mas necesitadas de tu Misericordia”, “Por el poder de tu Resurrección, libérame y sáname, Señor”
2° MISTERIO
Jesús resucitado se aparece a María Magdalena junto al sepulcro
Jesús ha salido al encuentro de los hombres, ha curado a enfermos y a los que sufren, ha liberado a endemoniados y resucitado a muertos. Se ha entregado a sí mismo en la cruz y ha resucitado, manifestándose de esta forma como el Señor de la vida: autor y fuente de la vida inmortal.
San JUAN PABLO II
Petición:
En este misterio entregamos a la Virgen Santísima y a Dios Nuestro Señor, todas las pérdidas que hemos experimentado él lo largo de los años, a fin de que seamos liberados de. la amargura que nos produce el recuerdo angustiante de las pérdidas no sanadas.
Nos dice el Cantar de los Cantares:
En mi lecho, durante la noche, busqué al amado de mi alma. ¡Lo busqué y no lo encontré! Me levantaré y recorreré la ciudad; por las calles y las plazas, buscaré al amado de mi alma. ¡Lo busqué y no lo encontré! Me encontraron los centinelas que hacen la ronda por la ciudad: “¿Han visto al amado de mi alma?”. Apenas los había pasado, encontré al amado de mi alma. Lo agarré, y no lo soltaré
Nos dice Juan Pablo II:
Jesucristo se aparece en primer lugar a las mujeres, sus fieles seguidoras, y no a los discípulos, y ni siquiera a los mismos Apóstoles, a pesar de que los había elegido como portadores de su evangelio al mundo. Es a las mujeres a quienes por pri¬mera vez confía el misterio de su resurrección, ha¬ciéndolas las primeras testigos de esta verdad. Quizá quiera premiar su delicadeza, su sensibili¬dad a su mensaje, su fortaleza, que las había im¬pulsado hasta el Calvario. Quizá quiere manifes¬tar un delicado rasgo de su humanidad, que consiste en la amabilidad y en la gentileza con que se acerca y beneficia a las personas que menos cuentan en el gran mundo de su tiempo.
Contemplación y reflexión:
1. Contempla a María Magdalena sentada sobre la roca exterior del sepulcro, mirando el interior vacío, la cabeza apoyada sobre la dura piedra, cansada de tanto dolor, de tanta pérdida, de tanta incomprensión.
Mientras está allí quebrantada, porque se han llevado el cuerpo de su Señor, va rememorando cómo el encuentro con Jesús cambió su vida.
Ella no conocía el verdadero amor, hasta que Dios, con su delicadeza y respeto, sanó su identidad de mujer y le devolvió la dignidad perdida por el pecado.
Él le enseñó que era posible volver a empezar, y en la mirada pura y dignificadora de Jesús comenzó a verse a sí misma de un modo nuevo, diferente.
2. Cuando Jesús Resucitado se presenta a María Magdalena junto al sepulcro, ella al principio no lo reconoce. Las lágrimas cubren sus ojos y le im¬piden reconocer vivo al que aun llora por muerto.
Lo mismo te puede suceder a ti, si dejas que las lágrimas nublen tu horizonte.
Puedes perder de vista el nuevo amanecer que Dios prepara para tu vida.
Es que el momento más oscuro de la noche es antes de que el sol aparezca. Sólo la esperanza confiada nos permite seguir aguardando la llega¬da de la luz que nos trae el nuevo día.
3. María Magdalena no reconoce a Jesús, aun te¬niéndolo a su lado. Las lágrimas nublan sus ojos y el dolor su entendimiento. Esto también puede sucedemos a nosotros cuando atamos nuestros corazones a las amarguras del pasado. Entonces quedamos inmersos en cierta ceguera, pues el pensar continuamente en todo lo perdido en el pasado no nos deja abrirnos a todo lo que Dios quiere darnos en el presente y en el futuro.
Sin embargo, Jesús es el Amor, y el amor acude a sus citas. Y él no se retrasa. Por eso el Señor, en las noches más oscuras de tu vida, te pide que sigas apostando a confiar en él, en el amor que él te tiene, en el amor que. no defrauda.
4. Jesús la llama por su nombre: “María”. Y al igual que se abrieron los ojos de san Pablo, después de la ceguera, se abren los ojos de María Magdalena, quien sintiendo resucitar su corazón, grita de alegría: “Rabboni” (maestro), postrándose a sus pies.
También a ti en este día, se te acerca el Señor Resucitado y te llama por tu nombre (Siente en tu interior, con los oídos del amor, la voz de Jesús. pronunciado tu nombre…)
Muchos pueden pronunciar tu nombre, pero sólo Dios, por medio de su Espíritu Santo, puede hacerlo de tal forma que haga vibrar tu corazón.
Póstrate espiritualmente ante él, entrégale el dolor por las pérdidas del pasado y del presente; y pídele en cambio que te ayude a abrir el corazón, a fin de que puedas ver en Jesús Resucitado, al Maestro de vida que te guía hacia el clarear de un nuevo día.
Padre Nuestro…
10 Ave Marías
Gloria

Oración:
Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz “que ilumina a todo hombre que viene a este mundo”, El es el camino, la verdad y la vida. Como tú, Madre, queremos llenamos de tu Hijo para tener vida plena y abundante y decir siempre con profunda fe: “Señor mío y Dios mío”.
Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas. de tu misericordia.
Por el poder de tu resurrección libérame y sáname, Señor.
3° MISTERIO
Jesús resucitado se aparece a Tomás y a los demás discípulos que a causa del miedo están encerrados en el cenáculo
¿Quién, sino Aquel que, siendo el autor de la vida, puede saciar el deseo que él mismo ha puesto dentro de su corazón? Él se acerca a cada uno para proponerle el anuncio de una esperanza que no engaña; él, que es al mismo tiempo el camino y la vida: el camino para entrar en la vida  JUAN PABLO II
Petición
Padre Amado, en este misterio te entregamos las puertas de nuestro corazón que aun se hayan cerradas al efecto benéfico de tu gracia.
Te pedimos que tu amor entre en nosotros y nos inunde, junto a la presencia de Jesús resucitado y al poder del Santo Espíritu; a fin de que seamos liberados de esas áreas de incredulidad, que al igual que al apóstol Tomas, no nos dejan creer plenamente en que Jesús está vivo.
Nos dice Juan Pablo II:
1. Jesús se presenta a los discípulos con su cuerpo transformado, hecho espiritual y partícipe de la gloria del alma: pero sin ninguna característica triunfalista. Jesús se manifiesta con una gran sencillez. Habla de amigo a amigo, con los que se encuentra en las circunstancias ordinarias de la vida terrena.
2. Jesús Resucitado no ha querido enfrentarse a sus adversarios, asumiendo la actitud de vencedor, ni se ha preocupado por mostrarles su ‘superioridad’, y todavía menos ha querido fulminarlos. Ni siquiera consta que se haya presentado a alguno de ellos. Todo lo que nos dice el Evangelio nos lle¬va a excluir que se haya aparecido, por ejemplo, a Pilato, que lo había entregado a los sumos sacerdotes para que fuese crucificado, o a Caifás, que se había rasgado las vestiduras por la afirmación de su divinidad…
3. A los privilegiados de sus apariciones, Jesús se deja conocer en su identidad física: aquel rostro, aquellas manos, aquellos rasgos que conocían muy bien, aquel costado que habían traspasado; aquella voz que habían escuchado tantas veces.
Contemplación y reflexión:
1. Contempla el interior del Cenáculo y los discípulos alterados por la noticia de que hallaron el sepulcro vacío. Es que en ese momento, vacíos también estaban sus corazones: vacíos de fe, de esperanza y de alegría.
Las puertas y las ventanas cerradas hacen que el lugar esté oscuro o iluminado tenuemente de manera artificial; y que el aire se haya vuelto pesado y rancio por las lámparas de aceite, pero sobre todo por el vacío y a la vez, la pesadez que sienten los discípulos. En un ambiente así se hace hasta difícil respirar.
Cuando Jesús Resucitado se presenta debe invocar sobre ellos una nueva efusión de su Espíritu de paz, diciéndoles: “La paz esté con ustedes”.
Este es el Shalom que tiene como objetivo no solo saludados, sino también exorcizar el miedo y la turbación que experimentan, pues piensan que están viendo un fantasma.
Pídele al Señor que sople sobre ti en este momento y siente en tu alma como te saluda con el Shalom, de modo que su paz arroje fuera de tu mente y de tu alma lo que no te deja tener la vida plena, lo que te impide dejar vivir a Jesús resucitado en tu corazón.
2. Cuando Jesús Resucitado se presentó a sus discípulos estando el Cenáculo cerrado, tuvo que, convencerlos de que era él y no un fantasma.
Cuánta paciencia, dulzura y comprensión en las palabras y en los gestos de Jesús. Si hasta imagino que se habrá divertido un poco con la expresión de sorpresa de sus “valientes” amigos.
Por eso les dice: ” ¿ Por qué se turban, y por qué se suscitan dudas en sus corazones? Miren mis manos y mis pies; soy yo mismo. Tóquenme y vean que un espíritu no tiene carne y huesos como ven que yo tengo”. Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies
Además de eso, fue necesario que Jesús les pidiese algo de comer y que, delante de ellos, tomara y comiera el pez asado que le ofrecieron para que así se convencieran de que no era un fantasma ni un espíritu.
Pero aun así ellos no acababan de convencerse. Quizás tenían temor de dar lugar a la alegría y luego quedar defraudados. Se preguntarían si no sería un sueño colectivo.
Posiblemente les parecería que era demasiado bueno para ser verdad. Es que así como habían cerrado totalmente el cenáculo, también habían decidido inconscientemente cerrar sus corazones y su mente a la esperanza y a la alegría.
Pídele a Jesús resucitado que te ayude a confiar en que él está vivo y que, por lo tanto, tiene el poder de dar vida a esas áreas de tu corazón que están enfermas, agonizantes o muertas.
Entrégale la alegría y el entusiasmo perdido para que él los resucite y abre tu mente a lo que te quiera señalar.
3. Seguramente el Cenáculo tenía un aspecto antes de la aparición de Jesús Resucitado y otro aspecto tuvo después de su llegada.
Antes que él se presentara resucitado se sentía como una casa vacía y ruinosa. Las paredes y hasta los muebles estaban impregnados de la desesperanza y de la carencia de vida interior de los discípulos. Pero cuando Jesús se aparece resucitado todo se ilumina y se transforma.
Quizás en algunos momentos de tu vida, también has sentido tu corazón como una casa vacía o como un cenáculo ruinoso; quizás las heridas te han llenado de miedo y te han llevado a cerrar las puertas de tu alma a la fe, a la esperanza y al amor; y, por lo tanto, a la misma felicidad.
O quizás han sido los pecados, la culpabilidad, el sentimiento de infidelidad a Dios y a las metas de la vida, lo que te ha inundado de pesadez y rutina, haciendo que tu alma se sienta oscurecida por la falta de entusiasmo y de gozo.
Pero no importa cuantas puertas hayas cerrado, Jesús, que se ha comprometido contigo por el amor que te tiene, entra igual y te bendice a ti y a tu familia, diciendo como dijo a los discípulos: “paz a ustedes”.
Con su presencia y con su palabra se abren las ventanas de tu alma para que en ella entre el aire nuevo y puro del Espíritu Santo.
4. Contempla a Jesús que te invita a acercarte a él, como lo hizo con el apóstol Tomás; mira como él extiende sus manos en las que puedes ver la marca de los clavos y como te invita a sumergir tu dedo índice en la llaga gloriosa de su mano.
Es el dedo que quizás has utilizado para acusar, señalar y condenar a algún hermano, como también lo hicieron con Jesús. Por eso es desde allí que debe entrar la sanación a tu alma.
Luego, como Tomás, pones toda tu mano en la llaga del corazón abierto de Jesús, e inundado del amor divino; caes postrado en su presencia, exclamando conmovido: “Señor mío y Dios mío”.
Más fuerte que los pecados, más fuerte que la infidelidad, más fuerte que la incredulidad misma es el amor que lleva al arrepentimiento y mueve a la conversión.
Esto es tan cierto que entre los apóstoles solo uno llegó a tocar el corazón de Jesús y es Tomás, convertido de su incredulidad.
También tú, si has vivido lejos de Dios, sin sentirte parte de su pueblo, de su Iglesia; pero has tomado la decisión de comenzar de nuevo o de cambiar el rumbo, puedes hoy tocar el corazón del Maestro. Anímate, pues él ya está tocando con su gracia tu corazón.
Padre Nuestro…
10 Ave María
Gloria

Oración:
Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz “!Que ilumina a todo hombre que viene a este mundo”, El es el camino, la verdad y la vida. Como tú, Madre, queremos llenarnos de tu Hijo para tener vida plena y abundante y decir siempre con profunda fe: “Señor mío y Dios mío”,
“Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia”. .
Por el poder de tu resurrección libérame y sáname, Señor.
4° MISTERIO
Jesús resucitado se aparece a los discípulos de Emaús
Nosotros solos no sabemos realizar aquello para lo que hemos sido creados. En nosotros hay una-promesa, pero nos descubrimos impotentes para realizarla Sin embargo el Hijo de Dios, que vino entre los hombres, dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” JUAN PABLO II
Petición:
Te pedimos, Señor, la gracia de comprender y experimentar que no caminamos solos en el camino de la vida, sino que tú caminas junto a nosotros. Ayúdanos a confiar en tus promesas de bendición, habla a nuestros corazones y abre nuestros ojos y nuestro entendimiento para descubrir tu presencia en nosotros y en quienes has puesto a nuestro lado.
Nos dice Juan Pablo II:
1. Hay una dificultad inicial en reconocer a Cristo por parte de aquellos a los que él sale al encuentro, como se puede apreciar en el caso de la Magdalena y de los discípulos de Emaús… Pero Jesús los lleva gradualmente al reconocimiento y a la fe. Signo de la. pedagogía paciente de Cristo al revelarse al hombre, al atraerlo, al convertirlo, al llevarlo al conocimiento de las riquezas de su corazón y a la salvación….
2. Cuando, los discípulos de Emaús, se dan cuenta, con la ayuda de Jesús, de que no se trata de otro, sino de él mismo transformado, aparece repentinamente en ellos una nueva capacidad de descubrimiento, de inteligencia, de caridad y de fe.
Es como un despertar de fe: “¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?”
3. Es como si a los discípulos de Emaús una luz absolutamente nueva iluminara en sus ojos incluso el acontecimiento de la cruz; y da el verdadero y pleno sentido del misterio del dolor y de la muerte, que se concluye en la gloria de la nueva vida. Este será uno de los elementos principales del mensaje de salvación que los Apóstoles han llevado desde el principio al pueblo hebreo y, poco a poco, a todas las gentes.
Contemplación y reflexión:
1. Contempla en tu interior a estos dos hombres que, desanimados y tristes, caminan desde Jerusalén hacia Emaús.
Contémplalos como los habrá contemplado el mismo Jesús. Escucha su conversación desesperanzada y sus discusiones, como las habrá escuchado Nuestro Señor, y acércate a ellos como el Maestro se acercó. Quizás ellos te reflejen algún aspecto de tu vida o de lo que estás viviendo.
Él se acerca cada día para ayudarte a caminar cuando estás cansado; él se acerca como caminante silencioso para corregir la dirección de tus pasos, cuando estás caminando de manera equivocada; él se acerca cada vez que lo llamas por su nombre.
Dile ahora: “Jesús amado, divino caminante de Emaús, acércate a mí, habla a mi corazón y enséñame tus caminos”.
2. Cuando Jesús se acercó a los dos discípulos que caminaban abatidos y tristes hacia Emaús, les preguntó, aun sabiéndolo, de qué hablaban a lo largo del camino.
También hoy te pregunta a ti: ¿De qué hablas y cómo hablas cada día, en el camino de la vida?”
Cuando ellos expresan por medio de sus palabras su pesimismo y descreimiento, él, con dulzura, los corrige y les dice:
“¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas!
¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?”.
Y comenzando por Moisés y continuando con todos los Profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él.
También hoy, hay católicos que viven tristes y se la pasan discutiendo entre ellos, como si Jesús no hubiera. resucitado.
Es necesario leer las Sagradas Escrituras, abriendo la mente y el corazón para poder escuchar a Dios, quien en más de dos mil años no ha cesado de hablar para decimos que es necesario aprender a vivir.
3. Contempla también como, al llegar a la casa donde se iban a alojar, Jesús hizo ademán de seguir de largo. Pero los dos discípulos le dijeron: “Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya termina”. Entonces, Jesús resucitado entró para quedarse con ellos.
También tú en este día y cada día, invita a Jesús a entrar a tu casa y a tu vida. No lo dejes seguir de largo. Insístele a tiempo y a destiempo a fin, de que entre a tu vida y cambie todo aquello que necesita ser cambiado y de lo que aún no te has dado cuenta.
4. Contempla a Jesús que se sienta a la mesa con los discípulos. Lo mismo puedes hacer tú en la celebración de cada misa. “Cuando se sentaron a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, y lo partió, y se los dio. Entonces se les abrieron los ojos, y lo reconocieron; pero él se desapareció de la vista de ellos. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos explicaba las Escrituras?”‘.
En cada celebración eucarística, al partir el Pan vivo, pon espiritualmente en el altar aquellas áreas de ceguera que aún tienes, para entregarlas a Dios, a fin de que se abran tus ojos y tu mente y, de ese modo, lo puedas reconocer en la fracción del pan.
Nos dice también el relato evangélico que:
“Los discípulos, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: ‘¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón. Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo lo habían conocido en la fracción del pan”.
Al alimentarte con fe de Jesús Eucaristía desaparece el cansancio y recuperas las fuerzas, para que así como los discípulos dejaron el merecido descanso para regresar a Jerusalén y dar testimonio de lo que habían visto y oído, también tu puedas recuperar las fuerzas y proclamar a todos que Jesús está vivo.
Después de cada comunión también tú pide la fortaleza, sabiduría y elocuencia para testimoniar en tu familia, en tu trabajo, en tu barrio y en todos los ámbitos de la sociedad, que Jesús está vivo y que por Él vale la pena vivir y morir. Amén.
Padre Nuestro…
10 Ave María
Gloria

Oración:
Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz “Que ilumina a todo hombre que viene a este mundo”. Él es el camino, la verdad y la vida. Como tú, Madre, queremos llenamos de tu Hijo para tener vida plena y abundante y siempre decir con profunda fe: “Señor mío y Dios mío”
Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Por el poder de tu resurrección libérame y sáname, Señor.
5° MISTERIO
Jesús resucitado se aparece a algunos discípulos junto al mar de Galilea
Según una sugestiva expresión de san Agustín, Cristo “ha querido crear un lugar donde cada hombre pueda encontrar la vida verdadera”. Este “lugar” es su Cuerpo y su Espíritu, en el que toda la realidad humana, redimida y perdonada, se renueva y diviniza.
Petición:
Te pedimos, Señor, que cuando sintamos tu ausencia, sepamos confiar en que, aunque nuestros ojos no te vean y en nuestro corazón parezca que solo habitan el silencio y la aridez, tú estás presente. Que tengamos la paciencia y el amor para esperar nuevamente la pesca milagrosa y para reconocerte como Juan en la orilla de nuestras vidas a fin, de exclamar con gozo: “Es el Señor”.
Nos Dice Juan Pablo II:
1. Es interesante analizar el proceso psicológico que los diversos encuentros con Jesús resucitado dejan entrever: los discípulos experimentan una cierta dificultad en reconocer no sólo la verdad de la resurrección, sino también la identidad de Aquél que está ante ellos, y aparece como él mismo pero al mismo tiempo como otro: un Cristo, transformado.
2. No es nada fácil para ellos hacer la inmediata identificación. Intuyen, sí, que es Jesús, pero al mismo tiempo sienten que él ya no se encuentra en la condición anterior, y ante él están llenos de reverencia y temor.
3. En la aparición en el mar de Tiberíades, seguida de la pesca milagrosa, que simboliza y anuncia la fructuosidad de la misión, es evidente que Jesús quiere orientar sus espíritus hacia la obra que les espera. Lo confirma la definitiva asignación de la misión particular a Pedro: “ ¿Me amas?… Tú sabes que te quiero- Apacienta mis corderos… Apacienta mis ovejas”
Contemplación y Reflexión:
1. Contempla a los discípulos que están pescando sobre la barca, la cual se mueve suavemente por el arrullo de las olas. Aun no ha amanecido y en el frío de la madrugada se respira la perplejidad pues Jesús Resucitado ya no pasa tanto tiempo con ellos. Al menos en la forma visible en que antes lo percibían.
¡Cuantas veces comenzamos a valorar los momentos en que tuvimos fervor espiritual, recién cuando nos toca atravesar etapas de aridez y sequedad!.
Imagina que tu también estas en la barca con los apóstoles. No se habla mucho; hay poco que decir. Sabemos que quien ahora tiene que hablar es Jesús. El lo hará en el momento en que crea que es mejor hacerlo. Mientras tanto esperamos y confiamos.
2. Al que creían muerto está vivo. Que alegría… pero también cuantas preguntas se elevan ahora desde sus corazones a sus mentes:
¿ Qué querrá Jesús que hagamos ahora?, se preguntan algunos de los discípulos; ¿me habrá perdonado por haberlo negado?, se pregunta Pedro, y así en sus corazones hay mas preguntas que respuestas… En sus corazones experimentan ahora mas incertidumbres que certezas.
Quizás así es mejor… cuando quisieron construir sobre “la certeza” de creerse hombres importantes y poderosos todo se desmoronó, cuando hicieron el bien para buscar el reconocimiento y el respeto de la gente, perdieron todo lo que creían tener.
Hay que comenzar de nuevo les dice el Espíritu al corazón, lo están intuyendo fuertemente. Pero ¿Cómo?… Quisieran tener todo bajo control y ahora van comprendiendo que el único al que pueden entregar el control de todas las áreas de sus vidas es a Jesús.
Quizás también nosotros, en algún momento de la vida pusimos el corazón en certezas que después con los años demostraron que no eran tan firmes…
Quizás también nosotros en algún momento construimos una espiritualidad a nuestra medida o parecer, pues no habíamos aprendido a escuchar en nuestro interior al Espíritu de Dios…
Quizás también nosotros construimos sobre arena algunas etapas de nuestra vida, en lugar de construir sobre la Roca. Pero ahora es diferente, estamos aprendiendo, lentamente, pero aprendemos… Ansiamos la venida del Maestro y que nos confirme en el llamado a seguirle y a trabajar en la construcción de su Reino a su manera y no a la nuestra.
3. Allí estamos meciéndonos en la barca junto a los discípulos, enfrascados en tantos pensamientos, cuando con los primeros rayos de un sol primaveral se ve en la orilla la silueta de un hombre.
Él eleva su voz y nos pregunta si tenemos algo que comer. El corazón de Juan intuye quién es él que pide de comer… y también tu corazón intuye ahora que Jesús ha llegado a la orilla del lago de tu vida, o bien siempre ha estado allí, pero ahora se ha hecho visible y comienzas a percibirlo de un modo nuevo.
El que te pide de comer en realidad es quien quiere darte de comer. No solo a través del trabajo que te provee el alimento que llega a tu mesa cada día, sino también él quiere alimentarte con su Cuerpo y con su Sangre.
A la pregunta: “tienen algo de comer”. Alguno le responde con un seco no, producto de la natural frustración. A lo que sigue una orden de Jesús: .”Echen las redes a la derecha de la barca y encontrarán”. Ellos obedecieron, y al momento se llenó de tal manera que se hacia casi (solo casi) imposible arrastrarla.
4. Juan siente que se confirman sus sospechas y expresa con gozo y admiración: “¡Es el Señor!”.
¡Vé también tú con Pedro, que se arroja de la barca para no perder tiempo en llegar al encuen¬tro de Jesús!
Mira al llegar a la orilla los detalles que surgen del amor de Jesús: el fuego preparado, para disipar el frío, varios peces en las brazas y pan, para disipar el hambre.
Él no solo quiere disipar el frío y el hambre de tu cuerpo a través de bendiciones de trabajo, prosperidad y abundancia, sino que quiere también calmar el frío y el hambre de vida y de felicidad que hay en tu corazón.
Él te invita a quedarte a su lado… Tú solo con él… descansando a su lado… mirándolo a los ojos… reclinando tu cabeza en su hombro y contándole todo aquello que te quita calidad de vida, lo que te roba la paz.
Descansa en él el tiempo que sea necesario y deja mientras tanto que con su amor y su delicadeza ponga en ti la vida nueva que quiere darte… que él libere tu corazón del frío del desamor y sacie tu alma del hambre de felicidad…
Él te llama por tu nombre; y te pregunta, como lo hizo con Pedro: ¿(coloque su nombre) … Me amas? ¿Qué le respondes?. Que no sea una respuesta mecánica y obligada. deja que surja de los espacios mas profundos de tu interioridad… Siente como él te llama por tu nombre varias veces y cada vez te pregunta lo mismo: ¿me amas?… Es que Dios está sediento de tu corazón…
Entonces el te confía una misión: “Apacienta a mis ovejas”
Si, también a ti te pide que apacientes sus ovejas… no mires a lo lejos. Las ovejas que te confía están cerca de ti: son tus hijos, tus padres, tu cónyuge, tus hermanos, tus vecinos, tus compañeros de trabajo… de estudio… de comunidad,
Apacentar quiere decir: cuidar, proteger, ayudar, tenerles paciencia, dedicarles tiempo, esfuerzo, acompañar, instruir, guiar…
Deja que Jesús te muestre los rostros de quienes te envía a apacentar y siente que en esa tarea no estarás solo. El te promete: “Yo estaré contigo todos los días de tu vida”
Padre Nuestro…
10 Ave María
Gloria

Oración:
Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz que ilumina a todo hombre
Oh Jesús. mío, perdona nuestros pecados, Libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente. a las más necesitadas de tu misericordia
Por el poder de tu resurrección libérame y sáname, Señor
ORACIONES FINALES
1) Regina Coeli
V. -Alégrate, Reina del Cielo; aleluya
R. -Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya
V. -Ha resucitado, según predijo; aleluya
R. -Ruega por nosotros a Dios; aleluya
V. -Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya
R. -Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.
Oración:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor.
R. -Amén
2) Letanías a Jesús
A cada letanía respondemos’ “Ten misericordia de nosotros”
-Jesús, Resucitado,
-Jesús, amable,
-Jesús, admirable,
-Jesús, Dios fuerte,
-Jesús, mensajero del pIan Divino
-Jesús, todopoderoso,
-Jesús, pacientísimo,
-Jesús, obedientísimo,
-Jesús, manso y humilde de corazón
-Jesús, amante de la castidad
-Jesús, amador nuestro,
-Jesús, Dios de paz,
-Jesús, autor de la vida
-Jesús, modelo de virtudes
-Jesús, celoso de la salvación de las almas,
-Jesús, nuestro Dios,
-Jesús, nuestro refugio,
-Jesús, padre de los pobres
-Jesús, tesoro de los fieles,
-Jesús, pastor bueno,
-Jesús, verdadera luz,
-Jesús, sabiduría eterna,
-Jesús, bondad infinita.
-Jesús, camino y vida nuestra,
-Jesús, alegría de los ángeles
-Jesús, rey de los patriarcas,
-Jesús, maestro de los apóstoles,
-Jesús, doctor de los evangelistas,
-Jesús, fortaleza de los mártires,
-Jesús, luz de los confesores,
-Jesús, pureza de las vírgenes,
-Jesús, corona de todos los santos
-De todo mal, Líbranos Señor
-De todo pecado,
-De tu ira,
-De las asechanzas del demonio,
-Del espíritu impuro,
-De la muerte eterna,
-Del menosprecio de tus inspiraciones,
-Por el misterio de tu santa encarnación,
-Por tu natividad,
-Por tu infancia,
-Por tu divinísima vida,
-Por tus trabajos,
-Por tu agonía y Pasión,
-Por tu cruz y desamparo,
-Por tus sufrimientos,
-Por tu muerte y sepultura,
-Por tu resurrección,
-Por tu ascensión,
-Por tu institución de la santísima eucaristía,
-Por tus gozos,
-Por tu gloria .
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos, Jesús.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos Jesús.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros Jesús.
-Jesús, óyenos.
-Jesús, escúchanos
(Se repite)
Oración:
Te pedimos Señor, que quienes veneremos el Santísimo Nombre de Jesús disfrutemos en esta vida de la dulzura de su gracia y de su gozo eterno en el Cielo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



Coronilla por las Almas del Purgatorio

 
La oración por las Benditas almas del Purgatorio es el más maravilloso acto de amor que un alma puede dar. Orar por ellas es una demostración de fe en el Reino prometido por Jesús, es una prueba de amor por aquellos que más lo necesitan ya que nada pueden hacer por cuenta propia para acortar sus penas, y es un gesto de unión en la Comunión de los santos, de la iglesia peregrina en la tierra, con la iglesia purgante que está camino a la Iglesia Glorificada, la de los santos que están en el Cielo…

Les presentamos esta coronilla a las Almas del Purgatorio, breve y simple de rezar, para que nos unamos cada día al pedido que Jesús le hizo a tres almas santas: a Santa Gertrudis la Grande, a Santa Faustina Kowalska y a Sor Maria Consolata Betrone. A estas tres esposas Jesús les pidió especial devoción por las almas purgantes, les mostró los sufrimientos de las almas en el lugar de la purificación, les enseñó el misterio del purgatorio, y también les entregó oraciones para realizar por las almas.
Conjugando las revelaciones que Jesús hizo a estas tres almas es que surge esta Coronilla:
Se reza con las cuentas de un Rosario tradicional.
Introducción
Oh Sangre y Agua, que brotaron del Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, en Ustedes confío. (Se repite tres veces)
Padrenuestro, Avemaría y Credo ….
Jaculatoria, se reza antes de iniciar las cuentas pequeñas
Padre Eterno, te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, en unión con las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por las Benditas Almas del Purgatorio, y por los pecados y pecadores del mundo entero.
En cada una de las diez cuentas de cada decena se reza
Jesús, María os amo, salvad las almas.
Entre las decenas se reza la Jaculatoria.
Al final del Rosario, se reza en las tres últimas cuentas antes de la Cruz:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

 CORONILLA MEDITADA A LA VIRGEN MARÍA

Primer misterio:
Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre, en la noche de vuestra dolorosa Pasión y cruel agonía en el huerto de las Olivos.
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

Segundo misterio:
Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre con el tormento de los crueles azotes que sufristeis amarrado a una columna.
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos.

Tercer misterio:
Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió Vuestro amantísimo Corazón y el de vuestra Purísima Madre con la cruel coronación de espinas, burlas y escarnios.
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

Cuarto misterio:
Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre en el encuentro de la calle de la Amargura caminando con pesada cruz de nuestros pecados.
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

Quinto misterio:
Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre en las tres horas de mortal agonía y afrentosa muerte en la Cruz.
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión de la Santísima Virgen, saludándola diez veces con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
Se concluye esta coronilla rezando el Credo y la Salve.


Oraciones por las Almas del Purgatorio

 
Son varias oraciones y otros tipos de rezo para pedir misericordia para las las Almas del Purgatorio y para pedir su liberación.

 ORACIÓN POR LAS ALMAS EN PARTICULAR DEL PURGATORIO (I)

¡Oh Jesús! Tú sufriste y moriste para que toda la humanidad fuera salvada y llevada a la felicidad eterna. Escucha nuestras Súplicas para que tengas mayor piedad de las almas de: (después de cada una decimos: ¡ Jesús, ten piedad! )
Mis queridos padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos … ¡Jesús ten piedad!
Mis hermanos, hermanas, y demás parientes cercanos
Mis padrinos de bautismo y confirmación
Mis benefactores temporales y espirituales
Mis amigos y vecinos
Todos los que por el amor me llevan a rezar
Aquellos que sufrieron perjuicios o daño por mí
Aquellos que son amados especialmente por ti
Aquellos que están cerca de la liberación
Aquellos que más desean estar junto a Ti
Aquellos que soportan los mayores sufrimientos
Aquellos que son menos recordados
Aquellos que están lejos de la liberación
Aquellos que más lo merecen por sus servicios a la Iglesia
Los ricos, que ahora son los más indigentes
Los poderosos que ahora no tienen poder
Aquellos ciegos espiritualmente que ahora ven su insensatez
Los frívolos que dedicaron el tiempo a frivolidades
Los del Purgatorio que no buscaron los tesoros del cielo
Los tibios que dedicaron poco tiempo a la oración
Los indolentes, que se negaron a realizar buenas obras
Aquellos de poca fe, que rechazaron recibir con frecuencia los sacramentos
Los habituales pecadores, que debieron su salvación a un milagro de gracia
Los padres que no cumplieron con el cuidado de sus hijos
Los superiores que no se ocuparon de la salvación de los que tenían a cargo
Aquellos que lucharon por riquezas y placeres mundanos
Los mundanos que no utilizaron sus riquezas y talentos al servicio de Dios
Aquellos que fueron testigos de la muerte de otros pero no pensaron en la propia
Aquellos que no se aseguraron la vida eterna
Aquellos que tienen una sentencia severa por las grandes responsabilidades encomendadas a ellos
Los Papas, reyes y gobernantes
Los obispos y sus consejeros
Mis maestros y asesores espirituales
Los sacerdotes y religiosos de la Iglesia Católica
Los defensores de la Santa Fe Católica
Aquellos que murieron en el campo de batalla
Aquellos que lucharon por su país
Aquellos que fueron sepultados en el mar
Aquellos que murieron de apoplejía e infartos
Aquellos que sufrieron y murieron de cáncer o SIDA
Aquellos que murieron inesperadamente en accidentes
Aquellos que murieron sin cumplir con los últimos ritos de la Iglesia
Aquellos que morirán dentro de las próximas 24 horas
Mi propia pobre alma cuando deba presentarme ante el trono de Tu Juicio
Concédeles el descanso eterno y permite que la luz perpetua los ilumine por siempre junto a tus Santos, porque Tú eres misericordioso.
Oremos : que la oración de tu pueblo suplicante, te rogamos, oh Señor, beneficie a las almas de tus siervos que partieron. Que Tú las liberes de todos sus pecados así como también las hagas participar de tu redención. Amén.


ORACIONES POR ALMAS EN PARTICULAR (II)

¡Oh Dios! Nuestro Creador y redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe, especialmente ……… , participen de su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
V/ Concédeles, Señor el descanso eterno.
R/ Y brille para ellos la luz que no tiene fin.
V/ Descansen en paz.
R/ Amén.
María, Madre de Dios y Madre de Misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han muerto en el regazo del Señor. Amén.
Dios Todopoderoso y Eterno, en tu bondad paternal, ten piedad del alma de tu servidor ………… Límpialo al que llamaste de este mundo de toda culpa, llévalo al Reino de la Luz y Paz y a la comunión de tus Santos, y entrégales su porción de gozo eterno en tu Reino. Rezamos por medio de Jesús, Nuestro Señor. Amén.
¡Dios, Tú, Creador y salvador de todos los fieles, perdona los pecados de todas las almas de tus servidores! Permíteles recibir el perdón por intermedio de nuestra oración piadosa, por lo que siempre anhelaron. Amén


ORACIÓN POR LAS ALMAS MÁS ABANDONADAS

¡Jesús, por el amor de la agonía que Tú soportaste durante el temor a la muerte
en el Huerto de Getsemaní, en la flagelación y coronación, en el camino al Monte Calvario, en tu crucifixión y en tu muerte, ten piedad de las Almas del Purgatorio y especialmente de aquellas que están totalmente olvidadas! ¡Líbralas de sus amargos dolores, llévalas a Ti y envuélvelas con tus brazos en el cielo!
Padrenuestro. Avemaría
Señor, concédeles el descanso eterno y brille para ellas la luz que no tiene fin


ORACIÓN DE SIETE PETICIONES POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO

1. ¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó sobre el huerto de Getsemaní, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que están más abandonadas! Condúcelas a tu gloria para que te alaben y glorifiquen en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…….

2. ¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó durante la despiadada flagelación, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que están más cerca de gozar la eternidad. Déjalas que comiencen ahora a alabarte y glorificarte en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…….

3. ¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó durante la dolorosa coronación de espinas, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que más necesitan tu intersección! No permitas que esperen más para que te puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…….

4. ¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó en las calles de Jerusalén cuando llevaba la cruz sobre su bendita espalda, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que ante tus ojos posee los mayores méritos para que, desde lo alto del trono glorioso que las espera, te puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…….

5.¡Señor, Dios Todopoderoso, por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo muy amado, Jesucristo, que Él mismo en la noche anterior a su muerte ofreció a sus amados apóstoles como alimento y bebida, dejando de este modo una ofrenda continua y alimento que da vida para los fieles de toda la Iglesia, te suplico que liberes a todas las almas del Purgatorio, en especial a la que honró mas este secreto de su infinito amor, para que pueda con tu Hijo muy amado y El Espíritu Santo, por medio de sus santos Sacramentos, alabarte y glorificarte en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…….

6.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó de sus manos y sus pies cuando estaba en la cruz, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas por las que más debo rezar. No permitas que permanezcan allí por más tiempo por mi culpa, para que te puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…….

7. ¡Señor, Dios Todopoderoso, por la Sangre y Agua preciosísimas que manaron del costado de tu Hijo muy amado ante los ojos de su bienaventurada Madre y por su gran angustia, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a la que más honró íntimamente a la santa Madre del Cielo! Permítele pronto entrar en tu gloria para que te pueda glorificar y alabar con María en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…….


ORACIÓN QUE LIBERARÁ A MUCHAS ALMAS DEL PURGATORIO

Padre Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de tu Divino Hijo, Jesús, junto con las misas celebradas hoy en el mundo, por las Almas del Purgatorio, por los pecadores del mundo entero, por los pecadores de la Iglesia universal, aquellos en mi casa y dentro de mi propia familia.

ORACIÓN DE SANTA MATILDE POR LA LIBERACIÓN DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO

(Utilizando la meditación del Padrenuestro.)
Padrenuestro que estas en el cielo. Te ruego humildemente, eterno, benigno, misericordioso Padre, que perdones a las pobres almas que tu mismo has acogido como criaturas tuyas, a pesar de que ellas no te han amado sino te han rechazado, y no te han rendido el honor que te es debido. En expiación y penitencia te ofrezco en sacrificio todo el amor y la bondad de tu amadísimo hijo y señor nuestro Jesucristo.
Santificado sea tu nombre. Te ruego humildemente, eterno, benigno, misericordioso Padre, que perdones a las pobres almas que no han glorificado tu santo nombre y que con frecuencia lo han pronunciado indignamente y con ligereza. En expiación y penitencia te ofrezco en sacrificio todas las enseñanzas con las cuales tu amadísimo hijo y señor nuestro Jesucristo ha glorificado en la Tierra tu santo nombre.
Venga a nosotros tu reino. Te ruego humildemente, eterno, benigno, misericordioso Padre, que perdones a las pobres almas que no han anhelado con amor ardiente y con inmenso deseo tu santo reino. Por esos muchos pecados, te ofrezco en sacrificio el poderoso deseo de tu amadísimo hijo y señor nuestro Jesucristo, con el cual Él desea que todos sean acogidos en tu santo reino.
Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Te ruego humildemente, eterno, benigno, misericordioso Padre, que perdones a las pobres almas que no se han sometido del modo más devoto a tu santa voluntad, sino que muchas veces han actuado según su propio querer, sustrayéndose así a la observancia de la misma. En expiación y penitencia, te ofrezco al Corazón divino de tu amadísimo hijo y Señor Nuestro Jesucristo y su gran sumisión.
Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Te ruego humildemente eterno, benigno y misericordioso Padre, que perdones a las pobres almas su pesada abundancia de culpas, porque no han amado a sus enemigos y no han querido perdonar. En expiación y penitencia por estos numerosos pecados, te ofrezco en sacrificio las Santas Palabras de tu amadísimo hijo y Señor Nuestro Jesucristo, con las cuales dijo desde la cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.”
No nos dejes caer en la tentación. Te ruego humildemente eterno, benigno y misericordioso Padre, que perdones a las pobres almas que no han opuesto resistencia alguna en las grandes tentaciones, cediendo a las seducciones del Maligno y que por lo tanto se han precipitado en la ruina. En expiación y penitencia, te ofrezco la amorosa y obediente sumisión y todo el amargo sufrimiento y la muerte de tu amadísimo hijo y Señor Nuestro Jesucristo.
Líbranos de todo mal. Te ruego humildemente eterno benigno y misericordioso Padre, que perdones a las pobres almas y las lleves junto a tu amadísimo hijo y Señor Nuestro Jesucristo al reino de la gloria, donde Tú vives por siempre. Amén.

ORACIÓN DE SACRIFICIO POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO

¡Dios Todopoderoso y Eterno! Porque es tu voluntad que recemos por las Almas del Purgatorio, yo te ofrezco, por medio de las manos sin manchas de María, todas las Santas Misas que se celebran hoy, por tu gran honor y por la redención de las Almas del Purgatorio. Con humildad te suplico que borres sus culpas por los méritos demasiado valiosos de tu Hijo muy Amado y ten piedad de ellas. Para la restitución de la alabanza, el amor, el honor, las gracias, y los méritos que estas almas dejaron de mostrar y tomar, yo te ofrezco toda alabanza, amor, honor, gracias y sufrimientos de tu Hijo por los que te honró aquí en el mundo.
En reparación de todos los abandonos y descuidos cometidos por estas almas, te ofrezco el fervor lleno de alabanza con el cual tu Hijo realizó todas sus obras aquí en la tierra, y que ahora son renovadas y entregadas a Ti en todas las Santas Misas.
En reparación de todos los errores y de todo lo que se dejó sin hacer por estas almas, te ofrezco todas las virtudes que practicó tu Hijo y que aún practica y completa en todas las Santas Misas.
Por la limpieza de todas las manchas de pecado que estas almas aún poseen, te ofrezco la preciosísima Sangre que tu Hijo derramó aquí en la tierra y que continúa ofreciéndose en todas las Santas Misas.
Como liberación de todos los castigos y tormentos que soportan estas almas, te ofrezco la dolorosa pasión y muerte de tu Hijo muy amado que Él ahora renueva y continúa renovando en todas las Santas Misas.
Para rescatarlas del calabozo ardiente, te ofrezco los méritos infinitos que tu Hijo se ganó en la tierra y que continúa ejercitando y ofreciendo en todas las Santas Misas.
Finalmente, para hacer lo suficiente para cumplir con tu estricta justicia, te ofrezco todas las virtudes y méritos de la vida, sufrimiento y muerte de tu Hijo muy amado, su Santísima Madre, todos los Santos y elegidos que juntos sufrieron más que las adoradas Almas del Purgatorio dejadas de lado. Amén


LETANÍA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO

¡Señor, ten piedad de los difuntos!
¡Cristo, ten piedad de ellos!
¡Señor, ten piedad de ellos!
¡Cristo, por tu gracia escúchanos!
¡Cristo, piadosamente óyenos!
¡Dios Padre Celestial, ten piedad de ellos!
¡Dios Hijo Salvador del Mundo, ten piedad de ellos!
¡Dios Espíritu Santo, ten piedad de ellos!
¡Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de ellos!
Santa María … ruega por ellos.
Santa Madre de Dios… ruega por ellos
Santa Virgen de la Vírgenes
Madre de Misericordia
Puerta del Cielo
Consoladora de los afligidos
Todos los Santos Ángeles y Arcángeles… rogad por ellos.
San Miguel … ruega por ellos
Todos los Santos Patriarcas y Profetas … rogad por ellos.
San Juan Bautista… ruega por ellos.
San José
Todos los Santos Apóstoles y Evangelistas … rogad por ellos
Todos los Santos discípulos del Señor
Todos los Santos niños inocentes
Todos los Santos Mártires
Todos los santos obispos y fieles
Todos los Santos Maestros de la Iglesia
Todos los santos sacerdotes y diáconos
Todos los santos monjes y ermitaños
Todas las santas viudas y vírgenes
Todos los Santos de Dios
Ten piedad de ellos … líbralos, ¡oh Señor!
Ten piedad de ellos
De todo dolor
De toda tu ira
Del rigor de tu Justicia
Del peso persistente de su conciencia
De su tristeza más profunda
Del duro cautiverio
Del fuego desgarrador
Del ansia dolorosa
De todos los castigos
Por Tu maravillosa encarnación
Por Tu santo nacimiento
Por Tu santo nombre
Por Tu Bautismo y Tu ayuno
Por Tu humildad
Por Tu total obediencia
Por Tu pobreza
Por Tu paciencia y ternura
Por Tu amor infinito
Por Tu amargo sufrimiento
Por Tu sudor sangriento de temor
Por Tu cautiverio
Por Tu dolorosa flagelación
Por Tu vergonzosa coronación
Por las burlas que sufriste
Por Tu juicio injusto
Por Tu dura carga de la cruz
Por Tu dolorosa crucifixión
Por Tu agonizante abandono
Por Tu santa muerte sacrificada
Por Tus cinco santas llagas
Por Tu corazón traspasado
Por Tu gloriosa resurrección
Por Tu maravillosa ascensión
Por la venida del Espíritu Santo
Por los méritos de la intercesión de tu Santa Madre
Por los méritos de la intercesión de todos tus santos
Nosotros, pecadores del Purgatorio, Te imploramos… escúchanos, ¡oh Señor!
Que Tú protejas las almas que sufren en el Purgatorio … escúchanos, ¡oh Señor!
Que Tú las salves de sus dolores y agonía
Que Tú compartas con ellas todas las buenas obras de la cristiandad
Que Tú siempre escuches todas nuestras oraciones por ellas
Que Tú, por medio del Arcángel San Miguel y los Santos Ángeles las lleves a la Luz Eterna
Que Tú las deslumbres pronto al ver ellas tu rostro
Que Tú concedas a nuestros padres, hermanos, amigos y benefactores difuntos la Luz Eterna
Que Tú liberes a aquellas almas con las cuales compartimos su castigo por otro lado
Que Tú tengas piedad especial de todas las almas que ya no tienen en la tierra quienes piensen en ellas
Que Tú concedas a todas las almas de los cristianos difuntos la Paz Eterna
Que Tú derrames amor misericordioso, por medio de las almas del Purgatorio, a las almas de todos los cristianos vivientes … Escúchanos, ¡oh Señor!
Hijo de Dios, Rey de la felicidad eterna … Escúchanos, ¡oh Señor!
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo … Protégenos, ¡oh Señor!
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo … Escúchanos, ¡oh Señor!
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo………. Ten piedad de nosotros, ¡oh señor!

Oración:
Oh Dios, Señor de la vida y de la muerte, muéstrales tu infinita Misericordia a aquellos servidores que creyeron y pusieron tus esperanzas en Ti.
Concédeles todo indulto de sus culpas y castigos; y por otro lado libra sus almas de los sufrimientos.
Por esto rezamos, por medio de la intercesión de la Santísima Virgen María y por medio de Cristo, Nuestro Señor. Amén.


UN LLAMADO DE AYUDA A LOS ÁNGELES PARA QUE AYUDEN A LAS ALMAS DEL PURGATORIO

Jesús, Señor Nuestro, Tú pasaste la noche anterior a tu pasión en el Huerto de los Olivos, en Getsemaní. Haz conocido todos los pecados del mundo, una carga que te aplastó e hizo sudar sangre. Los apóstoles se quedaron dormidos y no tuvieron fuerzas para velar contigo durante las horas más duras. Solamente tu Padre Celestial se conmovió y te envió un ángel para consolarte y darte fuerzas durante tu angustia de muerte.
Señor, mira a nuestros hermanos y hermanas en el Purgatorio. Ellos sufren más de lo que pueden sufrir un humano en la tierra y Tú deseas que seamos compasivos con su angustia y sufrimiento. Tú nos das la oportunidad de hacer algo por ellos, de vigilar con ellos, de rezar por ellos, de ofrecer algo en su nombre; pero principalmente, les podemos ofrecer la Santa Misa. Si, también podemos enviar a nuestro Ángel Custodio para que éste, con el poder de tu Sangre, los consuele y fortalezca. ¡Cuán misericordioso fue Dios en el Huerto de los Olivos! De la misma manera Él desea que nosotros también seamos misericordiosos con la Iglesia que sufre en el Purgatorio.
Jesús, recuerda tu soledad en el Huerto de los Olivos. Recuerda cuán bien te hizo cuando el Ángel de tu Padre Celestial te fortaleció y te contuvo. Enséñanos a ser tan misericordiosos y amorosos como tu Padre, y llena a las Almas del Purgatorio del mismo consuelo que Tú recibiste en el Huerto de los Olivos.
María, Reina de los Ángeles, ten piedad de tus hijos que sufren en el Purgatorio. Envía a Tus Ángeles para que los ayuden.
Arcángel San Miguel, Arcángel San Gabriel, Arcángel San Rafael, los nueve coros de los Santos Ángeles, los Serafines y Querubines, los Tronos y las Dominaciones, los Príncipes y los Poderes, los Arcángeles y Ángeles, les pedimos, en nombre de Dios y en el nombre de su Reina, la Preciosísima Virgen María, que vayan rápido y ayuden a nuestros hermanos y hermanas en el Purgatorio. Ellos sufren mucha angustia, ellos tienen sed de Dios Eterno más que un siervo tiene sed del agua de una vertiente. Denles fuerzas y guíenlos hacia el camino del Padre celestial. Amén.


ORACIÓN DE LAS 3 AVEMARÍAS EN HONOR A LA LLAMA DE AMOR DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Rezad 3 Avemarías y agregad la siguiente petición:
“Inundad a toda la humanidad con los efectos de la Gracia de tu Llama de Amor, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. “
(Esta oración libra un alma del Purgatorio y en noviembre basta un Avemaría, rezada en recuerdo a la Llama de Amor, para que libere a 10 almas.)


ANTIGUA ORACIÓN RUSA MUY HERMOSA

Como el árbol pierde sus hojas, así nuestra vida se dirige a su fin cada año.
La fiesta de la juventud se vuelve vacía. La luz de las alegrías se apaga.
La edad solitaria se acerca. Los amigos mueren. Los parientes parten.
¿Dónde están los afortunados y felices?
En silencio están las tumbas, pero las almas están en Tus manos.
Uno siente las miradas amorosas que provienen del otro mundo.
Señor, sol brillante, reconforta e ilumina los hogares de los difuntos.
Señor, que los tiempos amargos de separación desaparezcan.
Concédenos un reencuentro feliz en el cielo.
¡Señor, ayúdanos a todos a ser uno contigo!
Señor, concédeles a aquellos que se han ido a dormir la limpieza del niño y el gozo de la juventud.
¡Y que su vida eterna sea una fiesta pascual!. Amén.


ORACIÓN POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO, DE ARNOLD GUILLET

Alabadísima Trinidad Santa, Dios Todopoderoso y Eterno, una vez Tú permitiste que el Santo Cura de Ars viera la belleza de un alma humana. Fue una explosión de belleza y luz que excedió toda capacidad humana de comprensión, y Juan María Vianney hubiera muerto en el lugar si Tú no lo hubieras mantenido vivo.
¿Cómo es posible que el alma humana sea tan hermosa? Simplemente porque cada alma es un pensamiento tuyo, un reflejo de tu belleza; y porque Tú la creaste a tu imagen y semejanza, ninguna es igual a la otra, cada una posee características y méritos inconfundibles.
¡Que rápido pierde su inocencia una persona debilitada por el pecado original, cómo se deja arrastrar entre lo bueno y lo malo, entre Dios y el demonio, y con cuanta frecuencia termina en contradicción y enredos y gran culpa! Pero a pesar de ello, Tú, una y otra vez nos estrechas tu mano de perdón luego de la caída, para que podamos levantarnos nuevamente y experimentar tu perdón. Y por otro lado, aún así, luego de que nos perdonas, no estamos libres del óxido del pecado y del pago por toda nuestra culpa. De acuerdo a las palabras de Pablo, somos purificados “como si fuera mediante fuego”, y de acuerdo a las palabras de Tú Hijo no hay retorno desde el lugar de expiación hasta que “sea pagado el último centavo”. Las almas del Purgatorio conocen tu perfección eterna, saben que Tú aborreces el pecado, saben que Tú vives en la luz inaccesible y ningún alma se atrevería, aunque pudiera, a pararse frente a Ti cuando aún tuviera la más pequeña mancha de pecado. El ansia por Ti las quema como el fuego y ellas mismas se queman para purificarse en el fuego de tu amor, de la misma forma que el hierro se purifica en el fuego.
Padre de los Cielos, tu Hijo Jesús nos permitió que te llamáramos Abba, querido Padre, Tú amas a tus hijos y enviaste a tu Hijo aquí para que Él nos salvara. Padre, ten piedad de las Almas del Purgatorio. Por ellas te ofrecemos la preciosísima sangre de tu Hijo, Jesús, por medio del Corazón doloroso e inmaculado de María. Te rogamos por los méritos de tu Hijo, que acortes el tiempo de la expiación de las Almas del Purgatorio; que seques sus lágrimas, como está escrito en las Sagradas Escrituras, que las aprietes contra tu corazón y las tengas para siempre en tu regazo.
Jesús, Hijo del Padre, Tú te hiciste hombre por medio de la Santísima Virgen María, Tú te convertiste en nuestro hermano y fuiste allí para prepararnos un lugar en el Cielo. Ten piedad de las Almas del Purgatorio, Lávalas con tu sangre, borra sus faltas por medio de tus méritos y reconoce sus nombres ante tu Padre, en la presencia de todos los Ángeles y Santos del Cielo.
Espíritu Santo, Tú que procedes del Padre y del Hijo, Tú eres la tercera persona de la Divinidad. El Padre nos creó, el Hijo nos liberó y Tú, Espíritu Santo, nos hiciste santos. Por esta razón, el Purgatorio fue más que nada tu obra, tu Espíritu ardiente de amor Divino. Tú los liberas porque los amas. Tú los liberas porque Tú deseas hacerlos hermosos, de la misma forma que Dios los concibió. Espíritu Santo, por el honor de la voluntad de Dios, haz de ellos “una nueva creación” (Gal 6, 15), acelera la obra de tu santificación y terminación. Por cada alma que pueda ingresar en la dicha del cielo, en el brillo de la inocencia encontrada, se regocijan los Ángeles y los Santos.
Santísima Trinidad, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, nosotros luchamos por la Iglesia en la Tierra. Te rogamos por el sufrimiento de la Iglesia en el Purgatorio, por nuestros hermanos y hermanas que se encuentran en el lugar de expiación. Escucha nuestras oraciones y deja que puedan intervenir por nosotros contigo. Amén.


ORACIÓN A SAN NICOLÁS DE TOLENTINO

¡Oh glorioso Taumaturgo y Protector de las almas del purgatorio, San Nicolás de Tolentino! Con todo el afecto de mi alma te ruego que interpongas tu poderosa intercesión en favor de esas almas benditas, consiguiendo de la divina clemencia la condonación de todos sus delitos y sus penas, para que saliendo de aquella tenebrosa cárcel de dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión beatífica de Dios. Y a mi, tu devoto siervo, alcánzame, ¡oh gran santo!, la más viva compasión y la más ardiente caridad hacia aquellas almas queridas. Amén

ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO

Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisisteis nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándoos a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Librad, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como habéis padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llevadlas a descansar a vuestra santísima Gloria, y salvadnos, por los méritos de vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevasteis al buen ladrón, que fue crucificado con Vos, que vivís y reináis con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

NO LLORES SI ME AMAS

No llores si me amas. ¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!
¡Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos!
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizonte, los campos y los nuevos senderos que atravieso…
¡Si por un instante pudieran contemplar, como yo, la belleza, ante la cual
las bellezas palidecen! . ¿Me has amado en el país de las sombras y no te resignas a verme en el de las inmutables realidades?
Créeme, cuando la muerte venga a romper las ligaduras como ha roto las que a mi me encadenaban, cuando llegue el día que Dios a fijado y conoce, y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía, ese día volverás a verme, sentirás que te sigo amando, que te amé, encontrarás mi corazón con todas sus ternuras purificadas.
¡Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, feliz!
Ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo, que te llevaré de la mano por senderos nuevos de luz … y de vida … Enjuga tu llanto, no llores si me amas.
San Agustín


ORACIÓN POR LA MAÑANA

Señor y Dios mío, en quien creo, en quien espero y a quien adoro y amo con todo mi corazón, te doy gracias por haberme creado, redimido, hecho cristiano y por haberme conservado en esta noche.
Te ofrezco todos mis pensamientos, palabras, obras y trabajos de este día, a mayor honra y gloria tuya en penitencia por mis pecados y en sufragio de las Almas del Purgatorio.
Dame, Señor, tu gracia, para que pueda servirte fielmente en este día y me vea siempre libre de todo pecado y de todo mal. Amén.


ORACIÓN FINAL DE TODOS LOS DÍAS

Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz que no tiene fin.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye mi oración.
R. Y llegue a Ti mi clamor.
Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y brille para ellos la luz que no tiene fin.
V. Descansen en paz.
R. Amén 

Oración por las Almas del Purgatorio dictada por N.S.Jesucristo



En 1943 Jesucristo se apareció a la Vidente María Valtorta y le dio este mensaje revelador sobre el tema del Juicio y el Purgatorio.
Dice Jesucristo: “Quiero explicarte qué es y en qué consiste el Purgatorio. Y te lo voy a explicar de forma que ha de chocar a tantos que se creen depositarios del conocimiento del más allá y no lo son…
“Las almas inmersas en aquellas llamas no sufren sino por el Amor. No desmerecedoras de poseer la Luz, más tampoco dignas aún de entrar inmediatamente en el Reino de la Luz, (mueren en estado de gracia pero no han purificado totalmente su alma, pues no han pagado las penas que se acumulan en virtud de los pecados cometidos en la tierra) al presentarse ante Dios, son revestidas por dicha Luz. En una breve y anticipada bienaventuranza que les certifica su salvación, les hace ver lo que será su eternidad y lo que hicieron a su alma privándola de años o de siglos de feliz posesión de Dios.
“¿Qué es lo que quiere el Dios Uno y Trino para las almas creadas por Él? El Bien. El que quiere el Bien para una criatura, ¿qué sentimientos abriga hacia ella? Sentimientos de Amor. ¿Cuáles son los mandamientos primero y segundo, los dos más importantes, aquellos de los que yo dije no haber otros más grandes y estar en ellos la llave para franquear la vida eterna? Es el mandamiento del Amor: Amar a Dios con todas tus fuerzas y al prójimo como a ti mismo.
“¿Qué os dije infinidad de veces por mi boca, por boca de los profetas y de los santos? Que la Caridad es la más grande de las absoluciones. Que la Caridad cancela las culpas y las debilidades del hombre, ya que quien Ama vive en Dios y, al vivir en Dios, peca poco y si peca, al punto se arrepiente y para el que se arrepiente se haya presto el perdón del Altísimo.
“¿En qué faltaron las almas? En el Amor, de haber amado mucho, hubieran cometido pocos pecados y estos leves, debidos a vuestra debilidad e imperfección.
“Por eso, Amando en la tierra es como trabajáis para el cielo. Amando en el Purgatorio es como conquistáis el cielo que en la vida no supisteis merecer. Y Amando en el paraíso es como gozáis del cielo.
“Este es el tormento: el alma recuerda la visión de Dios habida en el Juicio Particular. Si lleva consigo aquel recuerdo es porque, aún cuando no sea más que el haber entrevisto a Dios, representa un gozo que supera toda otra cosa creada y el alma se deshace en deseos de volver a gozar de aquella dicha. Aquel recuerdo de Dios y aquella Luz que le penetró al comparecer ante Él, hacen efectivamente que el alma “vea” en su exacta dimensión las faltas cometidas contra su bien, y este “ver”, junto con el pensamiento de que con aquellas faltas se privó voluntariamente para años o para siglos de la posesión del cielo y de la unión con Dios, constituye su pena purgativa.”
“El Amor y la convicción de haber ofendido al Amor es el tormento de los purgantes”.
(Dictado el 17 de octubre de 1943)
ORACION POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO DICTADA POR JESÚS
Escrito del 24 de octubre de 1944.
…escribo todo lo que Jesús dicta:

“Llega el mes dedicado a los difuntos. Ruega así por ellos:

¡Oh Jesús!, que con tu gloriosa Resurrección nos has mostrado cómo serán eternamente los ‘hijos de Dios’, concede la santa resurrección a nuestros seres queridos, fallecidos en tu Gracia, y a nosotros, en nuestra hora. Por el sacrificio de tu Sangre, por las lágrimas de María, por los méritos de todos los Santos, abre tu Reino a sus espíritus.

¡Oh Madre!, cuya aflicción finalizó con la alborada pascual ante el Resucitado y cuya espera de reunirte con tu Hijo cesó en el gozo de tu gloriosa Asunción, consuela nuestro dolor librando de las penas a quienes amamos hasta más allá de la muerte, y ruega por nosotros que esperamos la hora de volver a encontrar el abrazo de quienes perdimos.
Mártires y Santos que estáis jubilosos en el Cielo, dirigid una mirada suplicante a Dios, y una fraterna a los difuntos que expían, para rogar al Eterno por ellos y para decirles a ellos: ‘He aquí que la paz se abre para vosotros’.

Amados, tan queridos, no perdidos sino separados, que vuestras oraciones sean para nosotros el beso que añoramos, y cuando por nuestros sufragios estaréis libres en el beato Paraíso con los Santos, protegednos amándonos en la Perfección, unidos a nosotros por la invisible, activa, amorosa Comunión de los Santos, anticipo de la perfecta reunión de los ‘benditos’ que nos concederá, además de gozarnos con la visión de Dios, el encontraros como os tuvimos, pero sublimados por la gloria del Cielo”.

Maria Valtorta fue una mística italiana del siglo XX, que por gracia de Dios pudo ver, sentir y relatarnos, la vida de Jesús en la Palestina de dos mil años atrás. Con aprobación eclesiástica otorgada por Monseñor Roman Danylak, estos escritos nos transportan instante a instante a Jerusalén, al Templo, al Palacio de Pilatos, al monte Gólgota, a la Tumba nueva abierta en el huerto donde depositaron el Cuerpo de nuestro Jesús.

Coronilla de los Cien Réquiems por los Difuntos


Ana María Taigi era devotísima de las almas del Purgatorio.
En su piedad le gustaba sufragar por las almas santas con el rezo de cien réquiems y testimoniaba haber obtenido de Dios muchos favores celestiales en diversas circunstancias y en penurias graves, espirituales y temporales.
Modo de practicar esta piadosa devoción:
Para hacer este ejercicio, cada uno puede servirse de un rosario común de cinco decenas, recorriéndolo dos veces para formar las diez decenas, o sea la centena de Réquiem.

 
En el nombre de Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén
 
UNO
Te ofrezco, mi adorado Jesús, en ayuda de las almas del Purgatorio, los méritos de tus padecimientos y dolores sufridos por nuestra redención. Y comienzo contemplando la sangre que transudó de tu cuerpo por la tristeza y la angustia que te asaltó en Getsemaní.

Concédeles, Señor, el descanso eterno y brille para ellas la luz perpetua. (10 veces)
Almas santas, almas del Purgatorio, oren a Dios por mí y yo pediré al Padre que les dé la gloria del Paraíso.

 
DOS
Te ofrezco, mi adorable Jesús, por las almas del Purgatorio, la inmensa aflicción que te oprimió el corazón al ver que Judas, discípulo tuyo, por Ti amado y favorecido, se hizo perseguidor, y con un beso sacrílego te traicionó para entregarte en manos de crueles enemigos. Concédeles, Señor, el descanso eterno …
Almas santas, almas del Purgatorio, Oren a Dios …

 
TRES
Te ofrezco, mi adorado Jesús, por las almas del Purgatorio, la admirable paciencia con la que soportaste tantos ultrajes de esa vil soldadesca que te condujo de Anás a Caifás, de Pilato a Herodes, el cual para mayor desprecio, te impuso la vestidura de los locos, entre las burlas y los agravios del pueblo, y te envió al gobernador romano. Concédeles, Señor, el descanso eterno …
Almas santas, almas del Purgatorio, Oren a Dios …

 
CUATRO
Te ofrezco, mi adorable Jesús, por las almas del Purgatorio, la amargura que te turbó tu espíritu cuando por los judíos fuiste pospuesto por Barrabás, sedicioso y homicida. Luego atado a la columna, tú, el inocente y el justo, fuiste golpeado con innumerables azotes, sin piedad alguna. Concédeles, Señor, el descanso eterno …
Almas santas, almas del Purgatorio, Oren a Dios ..
.

 
CINCO
Te ofrezco, mi adorado Jesús, por las almas del Purgatorio, la humillación que toleraste, cuando, para tratarte como falso rey, pusieron sobre tus hombros un manto de púrpura, te dieron por cetro una caña, y ciñeron tu cabeza con la corona de espinas, y así Pilato te presentó al pueblo diciendo: “¡He aquí al Hombre!” Concédeles, Señor, el descanso eterno …
Almas santas, almas del Purgatorio, Oren a Dios .
..

 
SEIS
Te ofrezco, mi adorable Jesús, por las almas del Purgatorio, la piadosa compasión y el dolor profundo que sentiste cuando, con tanta violencia, fuiste separado de tu amadísima madre, que había venido a encontrarte y abrazarte. Concédeles, Señor, el descanso eterno …
Almas santas, almas del Purgatorio, Oren a Dios …

 
SIETE
Te ofrezco, adorado Jesús mío, por las almas del Purgatorio, los inauditos tormentos padecidos cuando, extendido sobre la cruz tu ensangrentado cuerpo, fuiste horriblemente traspasado por clavos en las manos y en los pies, y elevado en el ignominioso patíbulo. Concédeles, Señor, el descanso eterno …
Almas santas, almas del Purgatorio, Oren a Dios …

 
OCHO
Te ofrezco, mi adorado Jesús, por las almas del Purgatorio, la ardiente sed que padeciste en este tiempo de Calvario, sed de agua, pero también de almas que calmen tan cruel agonía y por la cual recibes tan solo vinagre e ingratitudes. Concédeles, Señor, el descanso eterno …
Almas santas, almas del Purgatorio, Oren a Dios …

 
NUEVE
Te ofrezco, mi adorado Jesús, por las almas del Purgatorio, las angustias y las penas que durante tres horas continuas soportaste suspendido de la cruz, y las contracciones que sufriste en todos tus miembros, acrecentadas por la presencia de tu dolorida madre, testigo de semejante desgarradora agonía. Concédeles, Señor, el descanso eterno …
Almas santas, almas del Purgatorio, Oren a Dios …


DIEZ
Te ofrezco, mi adorado Jesús, por las almas del Purgatorio, la desolación que oprimió a la Virgen Santísima asistiendo a tu muerte, y el pesar de su tierno corazón, acogiéndote exánime entre sus brazos cuando fuiste bajado de la cruz. Concédeles, Señor, el descanso eterno …
Almas santas, almas del Purgatorio, Oren a Dios …


 


ORACIÓN DE LA CENTENA DE RÉQUIEM

(Similar a la anterior con otras oraciones)
Se empieza rezando un Padrenuestro y después una decena de Réquiem en esta forma: Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellas la luz que no tiene fin.
En cada cuenta grande se dirá la jaculatoria y ofrenda siguientes:
Jaculatoria: Almas santas, almas del Purgatorio, oren a Dios por nosotros, que nosotros pediremos al Padre que les dé la gloria del Paraíso.

Ofrenda:
Padre eterno, te ofrecemos la sangre, pasión y muerte de Jesucristo, los dolores de la Santísima Virgen y los de San José, por la remisión de nuestros pecados, la libertad de las almas del Purgatorio y la conversión de los pecadores.

En seguida se rezan la segunda y demás decenas de Réquiem sobre las cuentas pequeñas, repitiendo la jaculatoria y la ofrenda sobre cada cuenta grande.
Acabadas las diez decenas, o sea la centena de Réquiem, se rezará la siguiente oración:

De profundis Salmo CXXIX de David

Desde el profundo abismo de mis penas
a Ti clamo, Señor, de noche y día;
oye, mi Dios, los incesantes ruegos
de un corazón contrito que se humilla.
Estén gratos y atentos tus oídos
a mi voz lamentable y dolorida:
a Ti mis ayes y gemidos lleguen
pues a escucharlos tu piedad se inclina.
¿Si siempre airado tus divinos ojos
sobre las culpas de los hombres fijas,
quién estará confiado en tu presencia,
confundiéndonos sólo ante tu vista?
Más la eterna palabra de tu seno
que aplaque espero tus terribles iras;
porque son inefables tus promesas
y con tus gracias pecador invitas.
Así aunque mi alma acongojada gime
contemplando el rigor de tu justicia,
por tu palabra la indulgencia espera,
de que la hacen culpas tan indigna.
¡Oh pueblo electo! De mañana y noche,
en todos tus peligros y fatigas,
acógete al Señor con la confianza
que en su ley soberana nos intima.
Porque es inagotable su clemencia;
se muestra con los flacos compasiva;
de todas sus miserias los redime,
y siempre que le claman los auxilia.
Este Dios abrevie el tiempo
en que logre Israel su eterna dicha
cuando de tus pecados la liberte,
que con tanto rigor la tiranizan.

Encomendémonos ahora a las almas del Purgatorio y digamos:
¡Almas benditas! nosotros hemos rogado por ustedes que son tan amadas de Dios y están seguras de no poderlo más perder: rueguen por nosotros miserables que estamos en peligro de condenarnos para siempre.
¡Dulce Jesús, dales descanso eterno a las benditas almas del Purgatorio!