PORTICO AL CIELO

jueves, 5 de abril de 2012

Un Viacrucis Actual...MUY ACTUAL.

¿Se imaginan cómo serían las estaciones del VIACRUCIS actualizadas al inicio del tercer milenio? En el Santuario de Jasna Góra de Czestochowa, en Polonia,  se pueden admirar 18 cuadros del pintor polaco Jerzy Duda Gracz. Muestran las 15 estaciones tradicionales del VIACRUCIS y 3 más. Este es el fruto que el pintor ofrece a la Virgen de Jasna Góra, Madre de la Iglesia y Reina de Polonia, en agradecimiento por recobrar la salud y sobre todo como ofrenda a Jesucristo por ese encuentro de salvación. Sus cuadros nos pueden ayudar en nuestro encuentro personal con Jesucristo y a meditar el via crucis.
UN VIACRUCIS PARA MEDITARLO EN SERIO..MUY ENSERIO.
***(Gracias al web católico de Javier por compartir este Víacrucis)


I ESTACIÓN
 Cristo es condenado a muerte

Vemos a Cristo de pie y atado ante Pilato, pero sin que aparezca Pilato, ya que el pintor no le incluyó en el cuadro. El motivo es que el juicio a Jesucristo se repite permanentemente, pero quienes le condenan en la actualidad son otros. Vemos a un juez ciego y la palangana para lavarse las manos de la sangre del cordero. Los micrófonos representan a los medios de comunicación, muchos de los cuales se dedican a difundir mentiras sobre la figura de Cristo y la religión, tratando de ridiculizar a Cristo y a los cristianos en programas basura. Muchos políticos también juzgan y desprestigian la religión católica, vertiendo mentiras sistemáticamente para engañar al pueblo y a la justicia. Son ellos los que se quieren convertir en dioses y dictar leyes sobre lo que es, a su juicio, bueno y malo. Promueven leyes abortistas para "dar más derechos" a la mujer, cuando en realidad lo que quieren es quitarse de encima a los niños no nacidos, por creer ellos que son un estorbo. También pretenden implantar leyes como la eutanasia para hacer desaparecer a los ancianos, seres que a su juicio son inútiles y sólo generan gastos. Su objetivo es hacer desaparecer a Dios tanto de la esfera pública como de la privada, en todos los ámbitos, escudándose en una mayor libertad. En definitiva, Cristo es condenado a muerte de múltiples maneras.

II ESTACIÓN
 Cristo carga con la cruz
Todo un Dios hecho hombre, Cristo, carga con su cruz y se dirige al Gólgota para ser crucificado para salvarnos de nuestros pecados. Con esta expresión máxima de amor y humildad, Cristo se convierte en la esperanza de todos los enfermos de cuerpo y de alma, representados en el cuadro con sus muletas. ¿Ofrecemos a Dios nuestro dolor y sufrimiento como enfermos? ¿Aprovechamos las cruces que el Señor nos envía para ofrecerlas por nuestros hermanos? ¿En quién tenemos puestas nuestras esperanzas?


III ESTACIÓN 
Cristo cae por primera vez bajo el peso de la cruz

Los obispos representados en el cuadro muestran caras de desánimo y sorpresa, porque ven la supuesta debilidad de quien todo lo puede, cayendo a tierra por el enorme peso de la cruz. Se preguntan por qué no se levanta y se libra de esa humillación. Se preguntan por qué no se revela contra la maldad de este mundo y acaba con los hombres malos. Sin embargo, Cristo ama a todos los hombres, sean como sean, y les da la oportunidad de cambiar. Quiere que todos se salven y gocen con él de la vida eterna. Por el amor que nos tiene, sufre por nuestros pecados. ¿Vamos a seguir defraudándole y haciéndole sufrir por nuestros pecados?


IV ESTACIÓN 
Cristo se encuentra con su Madre
El pintor nos muestra a Cristo encontrándose con su Madre, representada en un cuadro de la Virgen de Jasna Góra (la Virgen de Czestochowa). Vemos también cuadros de otras Vírgenes de santuarios marianos de múltiples países del mundo, dándonos a entender que allá donde esté la Virgen María, en cualquiera de sus advocaciones, nos espera para conducir a todos sus hijos por el camino de la salvación hacia Cristo. Vemos a una madre joven con su bebé y otras jóvenes que algún día serán madres, así como a unas madres apenadas que han perdido a sus hijos y que están rezando delante de las cruces donde están enterrados. Estas madres han experimentado en su propia carne lo que Simeón le profetizó a María: "una espada de dolor atravesará tu alma" y son las que mejor comprenden el inmenso dolor experimentado por la Virgen María al ver a su Hijo humillado, camino del Calvario. La maternidad participa de esta forma del Misterio Divino.



V ESTACIÓN 
El Cireneo ayuda a Cristo a llevar la cruz

La persona que ayuda a Cristo a llevar la Cruz es el propio Jerzy Duda Gracz, autorretratado. De esta forma señala la misercordia de Dios hacia su persona: "Él me sacó de mi vida sensual, de mi liviandad, de mis errores. En la enfermedad, Dios me mostró el camino del bien y la verdad. He visto que la fuente de la felicidad está en el amor y en la ayuda a los otros".
El pintor, a través de sus originales estaciones del via crucis, que decoran la Capilla de la Virgen Negra de Jasna Gora en el Santuario de Czestochowa, nos ayuda a todos nosotros a reflexionar. De esta forma ayuda también a Cristo y nos invita a que seamos nosotros quienes también ayudemos a cargar con la Cruz. ¿Vamos también nosotros a ayudar a Cristo?


VI ESTACIÓN 
Verónica limpia el rostro de Cristo

La Madre Teresa de Calcuta es la Verónica de nuestros días. Y otras religiosas que pasan su vida al lado del enfermo también. Es todo aquel que dedica su vida ayudando al otro, como las enfermeras representadas en el cuadro, como cualquiera de nosotros que comparte un plato de comida con el necesitado. Vemos el rostro de Cristo en las sábanas tendidas del fondo, dándonos a entender que Cristo nos acompaña en el sufrimiento, en nuestras enfermedades, en nuestras angustias, haciéndolas más llevaderas. 


VII ESTACIÓN 
Cristo cae a tierra por segunda vez

El cuadro representa el Domingo de Ramos. Vemos a multitud de personas que "miran hacia otro lado", es decir, están inmersos en la preparación de las fiestas de Pascua, en las tradiciones, costumbres, pensando en qué van a hacer durante los días libres. Todo esto centra nuestra atención y olvidamos temporalmente la cruz de Cristo, como si ya estuviera muerto y enterrado. Sólo pensamos en nosotros mismos y en nuestras cosas. Cristo continua en soledad su camino. Vemos en el cuadro que sólo el perrito, criatura dotada de gran sensibilidad gracias a Dios Padre, reconoce a Jesús vivo, se solidariza con él y le tiende su pata.


VIII ESTACIÓN 
Cristo consuela a unas mujeres

Vemos en el cuadro a un grupo de personas que buscan consuelo y que nos representan a todos: Una madre ocupada y preocupada por el futuro de sus hijos, una religiosa en su monasterio, la propia esposa del pintor, niños y mayores, etc. La prostituta que aparece en el suelo no es consolada por nadie, ya que sólo es tratada como un objeto. Sólo Jesús puede consolarla, pues experimenta el desprecio humano y va a ser crucificado. En definitiva, seamos como seamos, todos necesitamos ser consolados, ser comprendidos y ser amados. Al fondo, vemos unos confesonarios con una luz verde que nos indica que Dios nos espera del mismo modo que el padre del hijo pródigo.



IX ESTACIÓN 
Cristo cae a tierra por tercera vez

Cristo parece que está agonizando y al borde del último suspiro. ¿Qué cosas le causan, en nuestros días, tanto sufrimiento? El sufrimiento de los niños inocentes; los innumerables abortos provocados; los niños obligados a ir a la guerra, la denigrante prostitución infantil; los chicos atormentados y masacrados en los hornos crematorios de Auschwitz; los niños desnudos de cariño, no deseados, maltratados... los de la calle, sin hogar; los que viven sin amor en hogares destrozados. ¿Cuántos son? Este es el sufrimiento que derriba a Cristo al suelo hasta agonizar. ¡Qué sufrimiento tan terrible le causa nuestra actitud despiadada!



X ESTACIÓN
 Cristo es despojado de sus vestiduras 

En el centro, en primer plano, vemos a Cristo desnudo. La escena del fondo representa el día de Corpus Christi. Esta fiesta se prepara con mucha dedicación, limpiando y adornando las calles y los balcones por donde va a pasar el Santísimo. Se preparan los ramos de flores, se estrenan vestidos, se introducen los pétalos de rosa en cestas para posteriormente lanzarlos al paso del Santísimo, quien debe de encontrar todo bien adornado y preparado para que nos dé su bendición. 

Nos olvidamos de que Cristo está despojado de todo y que nos acompaña en nuestro caminar todos los días, no sólo el día de Corpus Christi.


XI ESTACIÓN 
Cristo es clavado en la cruz

Vemos a Cristo tumbándose sobre su propia Cruz, mirándonos fijamente, dándonos a entender que, sin que nadie le obligue, quiere morir libremente para cargar con nuestros pecados y hacernos felices a todos nosotros para siempre. 

En segundo plano vemos a los polacos que fueron perseguidos, asesinados, torturados o martirizados a lo largo del siglo XX. El pintor les homenajea a través de varios símbolos del viacrucis que sufrió Polonia. El vagón simboliza a todas las víctimas que fueron martirizadas en los campos de concentración durante la segunda guerra mundial. El automóvil nos recuerda el martirio del Padre Popieluszko. Vemos a San Maximiliano Kolbe, en la parte izquierda, vestido de presidiario, que ofreció su vida a cambio de la de un prisionero en el campo de concentración de Auschwitz. En la parte derecha, vemos al Cardenal Primado de Polonia Stefan Wyszynski, encarcelado durante tres años por las autoridades comunistas de Polonia.

A través del sufrimiento y la muerte de estos justos, junto a Cristo, se salva a la humanidad. Si ofrecemos nuestros sufrimientos y adversidades diarias a Jesús, en unión con lo que Él sufrió, también nosotros estaremos ayudando al mundo.


XII ESTACIÓN
 Cristo muere en la cruz

A los pies de Cristo crucificado se encontraba su Madre, la Virgen María, así como Juan, su amado discípulo. En el cuadro vemos el icono de la Virgen Negra de Czestochowa, del Santuario de Jasna Gora. Vemos también a su discípulo amado, Juan Pablo II. Otros Santos polacos acompañan a Jesús en la Cruz. Entre ellos destacan San Estanislao de Kostka, San Maximiliano Kolbe, Santa Faustina Kowalska, San Casimiro (Rey de Polonia), Santa Eduvigis, San Andrés Bobola, San Alberto Chmielowski , San Honorato, etc. El fondo del cuadro está repleto de cruces, que simbolizan las cruces del pueblo de Dios, es decir, las nuestras. Cristo sabe el tamaño de nuestras cruces y nos acompaña a cada uno de nosotros


XIII ESTACIÓN 
El cuerpo de Cristo en brazos de su Madre

El icono de la Virgen Negra de Czestochowa, del Santuario de Jasna Gora, abraza a su hijo Jesús, que ya está muerto. La Virgen nos mira frontalmente, diciéndonos... "¡Mirad lo que habéis hecho con Él". La bandera polaca cuelga de la Cruz. "¡Mirad lo que han hecho con este pueblo polaco sus enemigos!"

Tanto a la izquierda como a la derecha podemos distinguir varios héroes nacionales, que sacrificaron sus vidas para que el pueblo fuera libre e independiente. Hicieron por su nación lo que Jesucristo por el pueblo de Dios. Cristo quiere que todos nos salvemos y que los países estén todos unidos bajo el signo salvífico y universal de la Cruz.



XIV ESTACIÓN 
Cristo es depositado en el sepulcro

En el cuadro, Cristo es sepultado en el campo de concentración de Auschwitz. La pila de cruces que vemos representan a los cientos de miles de personas martirizadas y asesinadas durante la II guerra mundial. Vemos también un conjunto de libros que empiezan a tapar parcialmente el cuerpo de Cristo. El pintor representa de esta forma las ideologías que destruyen a la humanidad: el comunismo, el nazismo, el imperialismo, y muchos otros más que atentan contra la dignidad humana. Todos los que se esmeran en intentar hacer desaparecer a Dios de la faz de la Tierra, están destruyendo a la propia humanidad. Pero no lo lograrán, pues Dios es invencible.


XV La resurrección de Cristo

«¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado» (Lc 24,5-6).

Aparecen cientos de personas en el cuadro, pero únicamente el rostro de Cristo es el que se ve con claridad. Él es quien nos guía. Por medio de su victoria sobre la muerte, nos abre las puertas de la vida. Nosotros, como pueblo de Dios, le pedimos que podamos resucitar un día a la vida eterna en su glorioso reino.


XVI Tomás
"Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: «¡La paz esté con vocotros!».(Jn 20,19)

Luego dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe». (Jn 20,27)

Muchas personas sólo creen en lo que se puede tocar, en lo que está científicamente probado. Algunas de ellas, cuando se ven afectadas de graves enfermedades, desgracias o muertes repentinas de personas cercanas, se acuerdan de Jesús, le piden ayuda y creen en él. La torre de Babel representada en el cuadro simboliza la mezcla de mentalidades de las personas: los que creen en Jesús sin verle, los que no creen en nada, los que niegan la existencia de Dios, los que tienen otras creencias, los que creen "a su manera", los que tergiversan la historia sagrada, etc. Sólo al final de los tiempos, cuando esta Torre de Babel de las mentalidades se desplome, creeremos en Jesús sin necesidad de introducir nuestro dedo en Su costado. ¿Por qué no creer en Jesús antes de que sea demasiado tarde?



XVII Galilea

Vemos a Jesús con un pan en su mano derecha, dando instrucciones a Pedro. Ese pan es el "Pan de Vida" con el que ha de alimentarse la humanidad. Cristo ha dado indicaciones a Pedro, a sus Apóstoles y a todos los sucesores de Pedro durante más de 2000 años y les ha confiado el rumbo de la Iglesia. Al fondo vemos a miles de sacerdotes, quienes tienen la misión de alimentarnos con el Pan de Vida. 

"Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él." (Jn 6,53-56)


XVIII La ascensión de Cristo

Cristo finaliza su estancia en la tierra ascendiendo al Cielo. Todo un Dios se hizo hombre para salvarnos de nuestros pecados a través de una muerte horrorosa. Resucitó de entre los muertos y ahora se eleva hacia el Cielo, para guiarnos a la Casa del Padre. En la parte inferior derecha, vemos el Santuario de Jasna Gora de Czestochowa, que permanece en la Tierra para servir de puerta de embarque hacia el Cielo para el pueblo. 

"Y mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo."(Lc 24, 51)





..::SOBRE EL PINTOR::..
El pintor Jerzy Duda Gracz nació en Czestochowa (Polonia) en 1941. Desde su niñez creció bajo la influencia del Santuario y al amparo de Nuestra Señora de Claro Monte (Jasna Góra) de Czestochowa.

Con su sensibilidad artística observaba a los peregrinos que llegaban de los cuatro puntos cardinales y seguía los rezos y celebraciones participando en las tradiciones nacionales y regionales...
Pero en su alma joven sentía el desgarro de la propia vida por las adversidades en los niveles personal, familiar y social. Se preguntaba continuamente por la incidencia de Jesús en la historia de la humanidad y en los acontecimientos sociopolíticos... Vivía inquieto y lleno de confusiones en un mundo cargado de contrastes: desavenencias, revoluciones, deportaciones, masacres por un lado, y la resistencia y la no violencia o el perdón a los enemigos, por otro. En esta búsqueda de sentido no ve, en su primera etapa, la respuesta pero se interroga y ora, desde la incomprensión y la controversia, para encontrar la luz que dé respuesta a sus interrogantes existenciales.

Llegó a ser profesor de Arte en la Universidad. Perteneciendo a la corriente surrealista, elabora cuadros y enseña a sus alumnos lo que aprendiera en la Escuela de Bellas Artes y lo que sabe por experiencia vital. La temática de sus cuadros y exposiciones están en consonancia con estas tres realidades: Patria, Hombre y Naturaleza. Pinta el mundo que ve y según su temperamento y experiencia: cada personaje, cada objeto... simboliza algo importante. Pinta con mucho afecto tanto lo que representa la virtud como el vicio, lo armónico como lo extravagante.

A los 58 años de edad cae gravemente enfermo del corazón. Estuvo entre la vida y la muerte. En este "camino" de lucha por subsistir encontró a Jesús, como el Salvador de cada persona, de la historia humana y de los pueblos. Era la respuesta a sus inquietantes cuestiones existenciales. Este Jesús había estado presente, aunque imperceptible, a lo largo de toda su vida.
Tras este encuentro vital se decidió Él mismo a mostrar la buena nueva del Evangelio a través del Via Crucis o Camino de la Cruz de Jesucristo. Para ello alquiló una casa, y en soledad, en los años 2000-01, realizó la obra que veneramos en la primera planta de la capilla de Nuestra Señora de Jasna Góra en Czestochowa. Consta la obra de 18 cuadros. Además de las catorce estaciones tradicionales pintó la Resurrección, Tomás, Aparición en Galilea y la Ascensión. Este es el fruto que ofrece a la Virgen de Jasna Góra, Madre de la Iglesia y Reina de Polonia en agradecimiento por recobrar la salud y sobre todo como ofrenda al Señor Jesús por ese encuentro de salvación. Es su granito de arena ofrecido para la Nueva Evangelización de los Pueblos, actividad tantas veces mencionada por el Papa Juan Pablo II.
Duda Gracz murió el 5 de noviembre de 2004. Pero él sigue animando nuestra marcha hacia la Jerusalén Celeste. Al lado de Cristo, su Cirineo, (autorretratado en la V estación) nos muestra en este viacrucis en el que que Cristo va en primera fila y el pueblo le sigue detrás. Cristo camina a nuestro lado. Los cuadros del "Gólgota" de Duda Gracz nos pueden ayudar en nuestro encuentro personal con Jesús. Puede descubrirnos la realidad profunda de la vida: la ofrenda de Jesús, la ofrenda del pueblo, nuestra aportación personal...
Javier López
Web Católico de Javier
http://webcatolicodejavier.org







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