Vida, Dignidad y Fé...

Dr. Oscar J. Martínez González

… Yo creo que la gente que tiene fe independientemente a veces de la religión podríamos hablar de varias religiones cree en un más allá, cree en una persona todopoderoso que es el Creador y si tiene uno esa visión sobrenatural de donde se originó la vida y a donde vamos a dar al final, finalmente tiene una reflexión de valor importante sobre la vida, aunque créame que la vida no es el valor que está más arriba, la vida se puede dar, yo puedo ofrecer mi vida por los demás, yo puedo ofrecer mi vida por mis creencias y la bioética no está en contra de eso. Un policía que arriesga su vida por atender y cuidar a la sociedad no está haciendo algo malo, al contrario es algo heroico que va a ser reconocido, entonces la vida es un valor importante pero no es el valor último, el primero vamos a decir, el primero de la lista, el primero de la lista es la dignidad, entonces una persona que tiene fe, que tiene creencias, que piensa en un más allá, que sabe y valora la vida sobrenatural y que entiende que hay un Creador automáticamente se da cuenta que como creaturas que somos descendientes o que fuimos creados por ese Creador pues no nos dimos la vida y entonces no tendríamos la libertad para quitárnosla. 

Entonces en la bioética que si nació relacionada con la Iglesia Católica pero que después se llevó a por un camino al protestantismo, es una disciplina que a través de la razón, a través de la filosofía, nos da los argumentos que podríamos también encontrar en la teología. En la teología vamos a encontrar las razones por las cuales la vida vale la pena y tenemos que respetarla y en la filosofía, podríamos irnos hasta Platón, podríamos irnos hasta Aristóteles, Tomas de Aquino, etc., a través de la razón encontramos esta misma dignidad…”

Sin embargo el hombre ha tenido muchas épocas en su vida, momentos oscuros y momentos brillantes pero la modernidad, que provoco un cambio en su pensamiento hace más de 50 años, en muchas sociedades lo ha alejado del sentimiento fiel y lo ha metido en un mundo práctico en donde la vida, para muchos tiene una trascendencia más individual, hedonista y egocéntrica, siguiendo modelos que lo alejan de los valores, como la llegada de los métodos de anticoncepción, el desenfreno sexual y la permisibilidad de las leyes que despenalizan el aborto y la eutanasia, así como el surgimiento de la voluntad anticipada que en muchos países, lo ha hecho olvidarse del alto valor de la vida y de la persona humana…
                    
“… Aquí se unieron varias cosas, allá en los 40s-50s, primero se unieron los avances de la ciencia y la técnica, conocimiento de los anticonceptivos hormonales, un método, entre comillas sencillo, por el cual una mujer al estar tomando sus píldoras, -ahora se puede inyectar-, puede de esa manera detener su fertilidad, al mismo tiempo se una toda una ideología demográfica que empezó con Maltus, más que Maltus, los seguidores de él que decían que si crecía más la población mundial no abrían suficientes alimentos para darles de comer a la gente en el mundo… Todas estas ideología, más las ideologías contrarias a la religión católica se dieron en esas mismas fechas, el mundo cambio drásticamente en los 50s y en los 60s en todos los aspectos, se vinieron todas la revolución de la sexualidad, todos los temas estudiantiles. Entonces como que hubo una explosión, podemos decir, de muchos temas al mismo tiempo y ahí podemos hablar de la Encíclica Humanie Vite de Pablo VI que se publico en el 68, estamos hablando ya un poco después de todo esto que he mencionado y pues entran todas las ideologías a coordinar las actividades de la ONU, las actividades del Banco Mundial, las actividades de las organizaciones que generan los tratados internacionales para los países y los países empiezan a firmar unos documentos donde se prometen a bajar las tasas de natalidad, hacerle caso a estas predicciones maltusianas que decían que si el ser humano si seguía al nivel en que estaba, pues no iba a haber lugar en la tierra para poderlo mantener ni darle de comer ¿ y eso a donde nos ha llevado?, pues a estas implosiones demográficas a estos suicidios demográficos donde ya la tasa de natalidad es tan baja que no se va a reponer… 

Entonces todo esto ha ido en detrimento de la población humana en el mundo y ahora muchos países están lamentando estas decisiones que siempre tienen su efecto a largo plazo, no es mañana cuando vamos a notar los problemas es el paso del tiempo. 

Debo decir que en muchos países, especialmente europeos, hay muy pocos jóvenes que tienen que mantener a las personas de la tercera edad y eso desde el punto de vista económico es una crisis, es una catástrofe que lo hemos visto con todos estos bonos para las personas de la tercera edad, todas las búsquedas para tener una economía para las jubilaciones, la gran mayoría de los países están tendiendo una gran problemática porque no hay quien soporte todo ese tipo de gastos que se tengan que hacer cuando hay demasiadas personas de la tercera edad y no hay nuevos jóvenes que estén produciendo lo necesario para poderlos mantener…”




Dr. Oscar J. Martínez González