Francisco de Asís, frente al amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, se exige una respuesta radical: el amor, la adoración, la alabanza universal y entera a Dios; la conversión; la vida sacramental; el amor al prójimo; la reglade oro de Mt 7,12,aplicada al poder juzgar a otros; el valor salvador de la limosna; la minoridad y misericordia del que ejerce la autoridad; la simplicidad, la humildad y pureza; el servicio. La respuesta que así se logre introducirá en la vida de la Trinidad y terminara en alabanza a la bondad de Dios. Hermanos no empobrezcamos la espiritualidad del Pobrecillo de Asís. Fr. Jesus Villagomez OFM |
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