Papás, no lo olviden: lo que siembre hoy lo cosecharán mañana...
Dejen que Cristo siembre con ustedes. Él no sólo acompaña la cosecha
sino que se quiere convertir en semilla. Qué diferente es la vida de los
hombres con fe de los que no la tienen. Me refiero a esa fe auténtica y
radical que lleva a vivir realmente lo que se cree. Vale la pena el
esfuerzo, la dedicación, la constancia.
Yo mismo fui educado
por un hombre de fe... No soy el mejor ejemplo, desde luego, pero sin
esa educación hoy quizá estaría en otro lugar y quizá no haciendo las
mejores cosas. Jorge Enrique Mújica, LC
No hay comentarios.:
Publicar un comentario