La imagen que captó la fotógrafa israelí Gali Tibbon, no creyente, la dejó cautivada
“Como fotógrafa siempre me rondaba la pregunta: ¿se puede realmente fotografiar la fe?”, explica Gali. “Es una cuestión difícil de responder, y para mí ha sido un gran desafío, del cual he aprendido mucho. Creo que la fe es difícil de fotografiar, es una dimensión espiritual del ser humano y es muy difícil traducirla a otra dimensión más realista, a una única imagen fija. Pero si, por ejemplo, veo a un peregrino de rodillas al pie de la Vía Dolorosa, puedo apreciar la fe que le impulsa a hacerlo, y si soy capaz de captar la expresión de su rostro y el sentimiento de devoción que refleja, entonces sí estoy fotografiando la fe. Es algo muy abstracto y complejo de fotografiar, pero cuando lo consigues, sabes que lo tienes. Es un momento inenarrable, mágico”, relata. "Pero también hay ocasiones en las que espero durante horas, disparo, pienso que lo tengo y, cuando vuelvo a casa, me siento al ordenador y me doy cuenta de que la foto no expresa nada de lo que sentí…”, confiesa. “En muchas ceremonias religiosas, la atmósfera es una mezcla de sentimientos y sensaciones que experimentan nuestros sentidos: la luz, el humo del incienso, los cantos... Yo intento traducir todo eso a imágenes, capturar todo ese ambiente único. Y solo a veces, después de cientos de disparos con la cámara, lo consigo”, explica Tibbon.
Aunque no profesa ninguna religión, Gali se considera una persona espiritual: “Es cierto, me gusta pensar en mí misma como una persona espiritual, y aunque no soy religiosa, me maravilla trabajar sobre el tema de la fe”, asegura. “He estado en muchas ceremonias religiosas y rituales, ¡creo que incluso mucho más que los que se consideran religiosos! No es frecuente sentir la energía espiritual que nos rodea, pero cuando uno la percibe, te golpea en todos los sentidos. Es impresionante cuando cientos de personas recitan los mismos versos o dicen las mismas palabras de una manera rítmica, hasta que todos se convierten en una sola voz. Hay algo que sí que he descubierto: que la religión se puede encontrar en muchos lugares, pero la auténtica espiritualidad es mucho más difícil de descubrir”, sostiene.
“Todavía puedo sentir la devoción de esa joven”
Como buena fotógrafa, Gali considera que la luz es una herramienta esencial en la fotografía, pero en su caso no solo como elemento físico, sino simbólico: “No es sólo un rayo de luz física lo que fotografía la fe. La luz es la creación de todas las cosas. A menudo, los creyentes interpretan un rayo de luz como una señal de Dios. Que se haga la luz, dice el Génesis. En mi trabajo, luz y penumbra esculpen la foto, pero hay algo más”, asegura.
Por ejemplo, en la fotografía de la joven con el pañuelo rojo de la colección Ecos de los cristianos de Jerusalén, el rayo es el que ilumina a la joven, mientras que el resto de los fieles del templo quedan en penumbra. Cuando la hice, ella estaba llorando mientras rezaba, mirando al propio rayo de luz. Es una de mis fotografías favoritas, porque muestra muy bien lo que yo quería transmitir, que hay algo más allá de lo que ven los turistas que vienen a este lugar: el misticismo de los peregrinos. Aquel fue un momento muy especial, porque pude sentir la devoción de aquella mujer. Es más, todavía puedo sentirla cada vez que veo la fotografía…”
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=25695
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