PORTICO AL CIELO

lunes, 3 de noviembre de 2014

Rezar es como respirar, SS el Papa Francisco.




El cristiano inhala la oración y exhala la misión, afirmó el Papa Francisco durante el encuentro con la Fraternidad Católica de las Comunidades y Asociaciones Carismáticas de Alianza en el Aula Pablo VI, al explicar la importancia del rezo en la vida del católico, pues gracias a este recibe “el aire fresco del Espíritu”.
“La respiración tiene dos fases: inhalar, o sea meter el aire dentro y exhalar, esto es, dejarlo salir. La vida espiritual se alimenta, se nutre con la oración, y se manifiesta en la misión: inhalación, la oración, y exhalación. Cuando respiramos, en la oración, recibimos el aire fresco del Espíritu y al exhalarlo proclamamos a Jesucristo suscitado por el mismo Espíritu. Nadie puede vivir sin respirar”.
“Lo mismo sucede con el cristiano: sin alabanza y sin la misión no vive como un cristiano. Y con la alabanza, la adoración... Se habla poco de adorar. ¿Qué hacemos al rezar? Pedimos cosas a Dios, damos gracias... Pero la adoración, adorar a Dios... Esto forma parte de la respiración: la alabanza y la adoración” afirmó.
En su discurso, el Santo Padre insistió en su llamado a los fieles a adorar a Dios al momento de rezar, pues “la alabanza es la inspiración que nos da la vida, porque es la intimidad con Dios que cada día crece con la alabanza”.
En ese sentido, recordó que fue la Renovación Carismática quien recordó a la Iglesia la necesidad y la importancia de la oración en la alabanza, con la cual se reconoce “la soberanía de Dios sobre nosotros y sobre toda la creación expresado en la danza, la música y el canto”.
“La oración de alabanza nos hace fecundos. Sara se puso a bailar cuando supo que era fecunda ¡a los noventa años! La fecundidad alaba al Señor... Y junto con la oración de alabanza, la de intercesión que hoy es un grito al Padre por nuestros hermanos cristianos perseguidos y asesinados, y por la paz en nuestro mundo, trastornado''.
En su discurso, Francisco también lanzó nuevamente un llamado a la unidad de los cristianos, la cual “es obra del Espíritu Santo.
“No teman la diversidad'', añadió el Papa al explicar que “la unidad no es uniformidad, no es hacer todo juntos obligatoriamente... ni tampoco perder la identidad. Unidad en la diversidad es precisamente lo contrario; es reconocer y aceptar con alegría los diferentes dones que el Espíritu Santo da a cada uno y ponerlos al servicio de todos en la Iglesia”.
“Es saber escuchar, aceptar las diferencias, tener la libertad de pensar de forma diversa y manifestarlo. Con todo el respeto por el otro, que es mi hermano. ¡No tengan miedo de las diferencias!”, exhortó.
Asimismo, el Santo Padre se refirió al folleto en el que figuran los nombres de las comunidades de la Fraternidad con la frase: ''Compartir con todos en la Iglesia el Bautismo en el Espíritu Santo''.
El Papa recalcó que la Iglesia y todos los cristianos necesitan abrir su corazón a la acción santificadora del Espíritu que se revela en Cristo y nos lleva al encuentro personal con él. ''¿Vivís esta experiencia? -preguntó- ¡Compártanla! Y para compartirla hay que vivirla y ser testigos de ella'', afirmó.

ACI/EWTN Noticias

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