En la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, el cardenal Sarah
ha advertido que convertir el sacramento de la confesión en un mero
encuentro personal entre el sacerdote y el que se confiesa es
incorrecto. Y ha asegurado que cuando se respetan los elementos
de la confesión, la gente ve que este sacramento es real y que los
devuelve a la amistad con Dios.
«Debemos ser padres que aman, pero no demasiado llenos de sentimentalismo», ha indicado el Prefecto para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El purpurdo ha explicado que la ley de gradualidad a la que se
refería San Juan Pablo II significa que los sacerdotes necesitan
encontrarse con los fieles en su realidad particular en el
confesionario. «El confesionario no debe ser una cámara de tortura, pero tampoco un laboratorio para la experimentación doctrinal. Debemos evitar dar indicaciones contrarias a la doctrina», ha exhortado el cardenal.
El cardenal ha mencionado un caso típico con el que a veces se
encuentran los sacerdotes: el penitente que acude al confesor y dice: «Le pregunté a tres confesores y me dijeron tres cosas diferentes. Ahora le estoy preguntando a usted». Y ha advertido a los Misioneros de la Misericordia: «Las almas no necesitan ser engañadas, sino guiadas».
Igualmente, ha indicado que los confesores deben estar completamente formados en el dogma y la enseñanza moral de la Iglesia. «Esta es una necesidad si queremos guiar a las personas. Nos necesitan».
Y ha añadido que es necesario que los sacerdotes tengan al menos un
conocimiento profundo del Catecismo de la Iglesia Católica.
El cardenal ha instado a los sacerdotes a mantener una verdadera actitud de escucha en el confesionario. Nunca dar la imagen de estar aburridos o interrumpir porque hayan escuchado lo mismo incontables veces. Para el penitente, ha dicho, confesar sus pecados es siempre nuevo y supone algo interiormente dramático.
El purpurado ha pedido a los sacerdotes que apaguen su móvil (celular) antes de entrar en el confesionario. «¡Hemos
sabido de la existencia de mensajes de texto de los sacerdotes en las
redes sociales durante la confesión! Creo que esto es un ateísmo
práctico. No hay un pecador más grande en tal situación que el sacerdote».
Por último, el cardenal ha dicho a los sacerdotes que «cuando las personas se confiesan y nos escuchan, están escuchando a Cristo. Debemos preguntarnos si esto es cierto: ¿el consejo que doy es el que Cristo daría? ¿O es un consejo que sigue las enseñanzas de un espíritu diferente al del Evangelio, un espíritu mundano?».
No hay comentarios.:
Publicar un comentario