PORTICO AL CIELO

viernes, 6 de septiembre de 2019

Reparar el corazon


No siempre encontramos personas que están dispuestas a permanecer cerca del dolor.

Un gesto genuino de amor es estar al lado del que padece o sufre alguna dolencia, ya sea física, psíquica o espiritual...

Nos hemos acostumbrado a esperar de los demás conforme a lo que damos o hacemos por ellos. Si damos amor, tiempo, atención o cariño queremos recibir lo mismo, pero cuando alguien no puede hacerlo, nos cuesta estar a su lado.

 Nos resulta difícil permanecer a lado de las personas que no pueden ofrecernos algo. Nuestras relaciones personales se han convertido en verdaderos intercambios afectivos, nos cubrimos las soledades y las necesidades de afectos. 

¿Somos capaces de estar cerca del que no tiene nada que ofrecernos?

 ¿Sostenemos solamente los vínculos que tienen algún rédito personal? 

¿Qué tipo de amor ofrecemos a los demás? 


P. Javier Rojas, SJ

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