jueves, 9 de septiembre de 2010

Ls 20 divinas promesas a santa Brigida de Suecia

Las 20 Divinas Promesas
Viacrucis compuesto de 15 oraciones que Nuestro Señor Jesucristo le dicto a Santa Brígida de Suecia.
 
Las 20 Divinas Promesas
Las 20 Divinas Promesas

En 1862 el Papa Pío IX bendijo las revelaciones de Jesús a Santa Brígida de Suecia, y al año siguiente el Gran Congreso de Malines las recomendó.

Estas meditaciones de origen divino, fueron fuente de piadosas prácticas espirituales de muchas generaciones de católicos que quisieron seguir las huellas de nuestro Salvador, y así, retratarlo en sus almas.

En la Basílica de San Pablo Extramuros en Roma todavía se puede contemplar, en la capilla del Santísimo Sacramento, el Crucifijo Milagroso ante el cual estuvo arrodillada Santa Brígida cuando recibió estas 15 Oraciones de Nuestro Señor. Allí hay una inscripción conmemorando este evento, en latín: “Pendentis. Pendente Dei verba a accepit aure accipit et verbum corde Brigitta Deum. Anno Jubilei MCCCL”

Por mucho tiempo, Santa Brígida había deseado saber cuántos fueron los latigazos que había recibido Nuestro Señor en Su Pasión. Cierto día se le apareció Jesucristo, diciéndole: “Recibí en Mi Cuerpo cinco mil, cuatrocientos ochenta latigazos; son 5.480 azotes. Si queréis honrarlos en verdad, con alguna veneración, decid 15 veces el Padre Nuestro; también 15 veces el Ave María, con las siguientes oraciones, durante un año completo. Al terminar el año, habréis venerado cada una de Mis Llagas”. (Nuestro Señor mismo le dictó las oraciones a la santa.)

Santa Brígida y su marido vivieron en el convento de Alvastra a mediados del siglo XIV. Se ha dicho que Brígida se inspiró en las reglas de los monjes cistercienses para formular las de su propia orden. 


LAS 20 DIVINAS PROMESAS

Jesucristo prometió a Santa Brígida los siguientes maravillosos privilegios, con la condición de que ella fuera fiel a la diaria recitación del Santo Oficio. Y se garantizan también a todo aquél que diga las oraciones devotamente cada día por el espacio de un año. 

He aquí las promesas:

1. Cualquiera que recite estas oraciones, obtendrá el grado máximo de perfección.

2. Quince días antes de su muerte, tendrá un conocimiento perfecto de todos sus pecados y una contrición profunda de ellos.

3. Quince días antes de su muerte, le daré mi precioso cuerpo a fin de que escape el hambre eterna; le daré a beber mi preciosa sangre para que no permanezca sediento eternamente.

4. Libraré del purgatorio a 15 almas de su familia.

5. Quince almas de su familia serán confirmadas y preservadas en gracia.

6. Quince pecadores de su familia se convertirán.

7. Haz de saber que cualquiera que haya vivido en estado de pecado mortal por 30 años; pero recita o tiene la intención de recitar estas oraciones devotamente, Yo, el señor, le perdonaré todos sus pecados.
8. Si ha vivido haciendo su propia voluntad durante toda su vida y está para morir al día siguiente, prolongaré su existencia.
9. Obtendrá todo lo que pida a Dios y a la Santísima Virgen.
10. En cualquier parte donde se estén diciendo las oraciones, o donde se digan, Dios estará presenté por su gracia.
11. Todo aquél que enseñe estas oraciones a los demás, ganará incalculables méritos y su gloria será mayor en el cielo.
12. Por cada vez que se recite estas oraciones, se ganarán 100 días de indulgencia.
13. Su alma será liberada de la muerte eterna.
14. Gozará de la promesa de que será contado entre los bienaventurados de cielo.
15. Lo defenderé contra las tentaciones del mal.
16. Preservaré y guardaré sus cinco sentidos.
17. Lo preservaré de una muerte repentina.
18. Yo colocaré mi cruz victoriosa ante él para que venza a los enemigos de su alma.
19. Antes de su muerte vendré con mi amada Madre.
20. Recibiré muy complacido su alma y lo conduciré a los gozos eternos. Y habiéndolo llevado allí, le daré a beber de la fuente de mi divinidad.

ACTOS Y ORACIONES BÁSICAS

Esta devoción se hará diariamente por espacio de un año. Cada día debe iniciarse de la siguiente manera:

1. Persignarse

2. Realizar la oración al Espíritu Santo

3. Rezar un Padre Nuestro y un Ave María

4. Realizar la oración de unión con Jesucristo cada día

5. Concluir con el Gloria.

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