Una
curiosidad. Desde que llegué a México (y puede que se dé en otros
países latinos) me he acostumbrado a escuchar -y a veces a decir- la
expresión "vamos a echarle ganas"; "le voy a echar muchas ganas", etc.
Al margen del dato cultural, creo que en la vida no es suficiente ni
correcto solo "echarle ganas", porque de ganas no se vive, de ganas no
se llega y de ganas no se persevera. Tiene un límite, y cuando llega ese límite nos cansamos, nos aburrimos y muchas veces nos desesperamos o dejamos de confiar.
Por eso, me permito proponer otra expresión. En vez de "echarle ganas",
a partir de ahora ECHÉMOSLE AMOR. Con amor se recargan las pilas, con
amor se camina mejor, con amor se hace la vida más humana y más
agradable.
Ponle AMOR y verás la diferencia. No vale la pena
caminar por este mundo con ganas, porque duramos poco. Te animo a que
cuando estés tentado a decir o responder a alguien "voy a echarle ganas"
o expresiones similares, di VOY A ECHARLE AMOR, ECHÉMOSLE AMOR. Notarás
la diferencia. Es el cambio de quien tiene más que ganas por la vida,
sino AMOR que dar y AMOR que experimentar para vivir mejor.
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