HOY NUESTRA SANTA MADRE IGLESIA ESTA DE FIESTA, CUMPLE 1982 AÑOS DE EXISTENCIA,
EL ESPÍRITU SANTO NUESTRO GRAN IMPULSOR Y FORTIFICADOR NOS CONFIRMA CON SU VENIDA SOBRE NOSOTROS ESTE GRAN DON, NUESTRA AMADA IGLESIA ( UNA, SANTA CATOLICA Y APOSTÓLICA ) PARA TODOS NOSOTROS A TI ... A TI... A TI.. Y POR SUPUESTO TAMBIÉN A TI QUERIDO VISITANTE, LECTOR Y HERMANO EN LA FÉ DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, FELICIDADES... QUE CUMPLAS MUCHÍSIMOS MILENIOS MAS MI AMADA SANTA MADRE IGLESIA CATÓLICA FELICIDADES...
Pentecostés, cumpleaños de la Iglesia católica
P. Neguib Kalil Eslaquit |
Los apóstoles, en torno a María, cumpliendo lo ordenado por Jesús antes de subir al cielo, que se quedaran en Jerusalén aguardando la promesa que les había dado, al llegar el día cincuenta después de la Pascua “estaban todos reunidos con un mismo objetivo. De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de viento, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; se llenaron todos de Espíritu Santo y se pusieron a hablar en diversas lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse” (cf. Hechos 2, 1-4).
En ese momento nació la Iglesia, fundada por nuestro Señor Jesucristo: Una, Santa, Católica y Apostólica.
Allí estaba el apóstol Pedro, a quien Jesús le había concedido ser su Vicario, el apacentar las ovejas del rebaño y confirmar en la fe a sus hermanos. Allí, junto a la Virgen y los demás apóstoles, recordando cuando Jesús le expresó: “Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos” (cf. Mateo, 16, 18-19).
Y en línea ininterrumpida, después de San Pedro, el primer Vicario de Cristo, continuaron San Lino, San Cleto, San Clemente, San Alejandro, hasta llegar en las últimas décadas al beato Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, el siervo de Dios Juan Pablo II y nuestro Romano Pontífice, Benedicto XVI, felizmente reinando. Todos han sabido mantenerla incólume en la verdad del Evangelio, sin distorsiones, en medio de las debilidades humanas y de las asechanzas del demonio, pero con la certeza de que se cumplen las palabras del Señor: “Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (cf. Mateo, 28, 20).
En Pentecostés se cumplen las cinco promesas que Jesús hace a sus discípulos sobre el Espíritu Santo, cuando se despedía de ellos en la última cena. El Espíritu Santo nos defiende de las fuerzas del mal que intentan seducirnos o afligirnos; nos enseña y recuerda las palabras de Jesús; da testimonio a favor de Jesús y nos hace también testigos del Resucitado; señala dónde se encuentra el pecado del mundo y nos conduce a la Verdad Plena.
Pentecostés es la respuesta de Dios frente al grave problema humano, planteado en el relato de la torre de Babel en el libro del Génesis: los planes de los hombres comienzan bien y terminan mal por las divisiones generadas a causa del orgullo y la codicia. Cuando no se vive al Espíritu Santo, no hay amor ni solidaridad. Sin Espíritu Santo, los polos de nuestra existencia serán el egoísmo y el desprecio al hermano.
Así como en Babel se confundieron las lenguas de los pueblos y se truncó el intento de alcanzar a Dios mediante una construcción colosal, sin contar con Él, en Pentecostés la multitud de lenguas y la incomprensión humana vuelven a encontrar un camino para el diálogo y la unidad, porque se cuenta con Dios. La solución la otorga el Señor enviando al Espíritu Santo.
Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre, don, en tus dones espléndido.
Pentecostés es fiesta, comunidad y compromiso cristiano.
P.Neguib Kalil Eslaquit
Sacerdote eudista
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