lunes, 4 de junio de 2012

El don de la contemplacion




La Iglesia celebra, fiesta de la Santísima Trinidad, el Día de la Vida Consagrada Contemplativa, conocido como Jornada ‘Pro Orantibus’, que pretende destacar la «importancia» de los religiosos consagrados especialmente a la oración. Mons. Jimenez Zamora, obispo de Santander y presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, recuerda en una carta pastoral que las comunidades contemplativas contribuyen, con «una misteriosa fecundidad apostólica», al crecimiento del Pueblo de Dios


El lema de la jornada este año es ‘Contempladlo y quedaréis radiantes’, tomado del Salmo 34. Además, en esta ocasión, la jornada, se celebra “a la luz de la nueva evangelización” a la que ha invitado el Papa Benedicto XVI.

Mons. Vicente Jiménez Zamora: «Los contemplativos evangelizan con lo que son, más que con lo que hacen» 

El obispo de Santander y presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, Mons. Vicente Jiménez Zamora, ha subrayado que los contemplativos evangelizan “con lo que “son”, más que con lo que “hacen”. Ha señalado que con su “propia vocación y consagración son ya instrumento de evangelización”.
Monseñor Jiménez Zamora ha recordado en una Carta Pastoral que la solemnidad de la Santísima Trinidad es un día para “valorar y agradecer” la vida de los monjes y monjas que “se consagran enteramente a Dios” por la oración, el trabajo, la penitencia y el silencio. Aunque ha resaltado que toda la Iglesia “debe orar al Señor”, ha asegurado que la de los miembros de las comunidades contemplativas es una vocación “especial y necesaria”.
Esta es la segunda ocasión en que Mons. Jiménez Zamora reflexiona como presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, cargo para el que fue elegido el 1 de marzo del pasado año en el transcurso de una asamblea Plenaria de la  Conferencia Episcopal Española.
Destaca en su escrito pastoral que las comunidades contemplativas ofrecen al resto de la comunidad eclesial “un singular testimonio del amor de la Iglesia por su Señor” y contribuyen, con “una misteriosa fecundidad apostólica”, al crecimiento del Pueblo de Dios.
En el escenario de la nueva Evangelización, el obispo de Santander destaca que los monjes y las monjas muestran a los demás con su vida y testimonio “la belleza de la misma contemplación”. “Las personas contemplativas nos ayudan a experimentar el misterio insondable de Dios, que es amor”, ha añadido.

En Santander, España

En la Diócesis de Santander existen once monasterios contemplativos de clausura, que aglutinan a 120 miembros, y que este domingo celebran su Día, coincidente con la Solemnidad de la Santísima Trinidad.
Por su parte el delegado episcopal de la Vida contemplativa en la Diócesis de Santander, Miguel Ángel García Luis, explicó que el objetivo de la Jornada ‘Pro Orantibus’ es el de “invitar a los fieles a orar” por estos religiosos y religiosas, como “expresión de reconocimiento, estima y gratitud” hacia ellos.
Ha destacado que las comunidades contemplativas, representan “un rico patrimonio espiritual de la Iglesia evidenciado en los monasterios” que, a su juicio, prestan un “importante servicio espiritual” para aquellas personas que acuden también a sus hospederías, necesitadas de “soledad, paz y contacto con Dios”.
Según los datos aportados por la Diócesis santanderina, existen en ella once comunidades contemplativas de clausura papal que suman unos 120 miembros. De estas comunidades, todas menos una son femeninas, con lo que 100 de sus 120 miembros contemplativos de la Diócesis, son monjas, más del 83%.
El único monasterio masculino es el de los cistercienses de Cóbreles, fundado en 1908, cuyos miembros siguen la regla de San Benito. Estas once comunidades hacen presente en la Diócesis un total de seis carismas contemplativos. En esta relación de presencia monacal, habría que añadir a los miembros de los Carmelitas Descalzos del monasterio de El Desierto de Hoz de Anero, ya que la vida de su comunidad está muy orientada a la contemplación y a la oración en ambiente de recogimiento.
En cuenta a las comunidades femeninas, las Carmelitas Descalzas, fundadas por Santa Teresa de Jesús en 1562, están presentes en Maliaño, Ruiloba y en Sierrapando. Las Cistercienses, fundadas en 1098 por San Roberto de Molesmes, se hallan en Liérganes (Los Prados), mientras que las Clarisas (1212- S. Francisco y Sta. Clara de Asís) se encuentran en Escalante, Santillana del Mar y Villaverde de Pontones. Destaca por su antigüedad el de Escalante (“La Virgen de la Cama”) fundado en el año 1.618.
Asimismo, en la Diócesis están presentes desde 1988 las Mercedarias contemplativas, en concreto en el convento de Santa María de la Merced, radicado en Noja. Esta orden fue fundada por San Pedro Nolasco en 1.265. En el ámbito de Santander se hallan desde 1895 las Salesas en el barrio Rucandial (San Román de la Llanilla), orden que fue fundada en 1610 por San Francisco de Sales y Santa Juana Francisca Fremiot de Chantal.
En Cantabria también están presentes dos comunidades contemplativas de Trinitarias, fundadas en el año 1.198 por San Juan de Mata y San Félix de Valois, con monasterios en Laredo y Suesa desde el siglo XIX.

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