Los
franciscanos están en Tierra Santa desde hace 800 años. Y no sólo cuidan
de los lugares por los que pasaron Jesús y los apóstoles. También de
sus habitantes, ya sean cristianos o no cristianos.
Por eso,
Ibrahim Alsabagh, el párroco de Aleppo, no abandonó la ciudad durante
los cuatro años de guerra y asedio. Y, ahora está ayudando a
reconstruirla. No se trata sólo de recuperar un lugar destruido al 70%,
sin agua ni electricidad. El desafío es mucho mayor.
P. IBRAHIM ALSABAGH
Párroco de Alepo “Mirando a nuestro alrededor comprendimos que reconstruir el país no significa sólo reconstruir una casa o dar un empleo. Hay que emprender una reconstrucción más profunda de la persona humana, que, con su dignidad herida, vive en condiciones realmente inhumanas”.
Párroco de Alepo “Mirando a nuestro alrededor comprendimos que reconstruir el país no significa sólo reconstruir una casa o dar un empleo. Hay que emprender una reconstrucción más profunda de la persona humana, que, con su dignidad herida, vive en condiciones realmente inhumanas”.
El padre
Ibrahim ha puesto por escrito su experiencia y ha viajado a Roma para
entregar al Papa Francisco el libro en el que la cuenta: un canto a la
esperanza que se titula “Viene il Mattino”, “Viene la mañana”.
P. IBRAHIM ALSABAGH
Párroco de Alepo “En medio del caos, la Iglesia de allí se ocupa de la vida de todas las personas. No puede dormirse en los laureles o ponerse a llorar por lo que está pasando. Su responsabilidad, que es ayudar, aumenta especialmente en medio del caos”.
Párroco de Alepo “En medio del caos, la Iglesia de allí se ocupa de la vida de todas las personas. No puede dormirse en los laureles o ponerse a llorar por lo que está pasando. Su responsabilidad, que es ayudar, aumenta especialmente en medio del caos”.
A pesar
de que sólo ve destrucción a su alrededor, no pierde la esperanza porque
también ve buenos resultados. Ya han reconstruido 1.200 casas, y han
financiado 400 micro-proyectos, de los que han salido adelante el 96%. Y
a quienes le preguntan cómo les pueden ayudar, responde que de dos
modos:
P. IBRAHIM ALSABAGH
Párroco de Alepo “Lo primero, rezar. Tenemos mucha fe en el valor de la oración y en su poder”.
“Y además de la oración, cualquier ayuda es buena. Que cada uno siga lo que le inspire su corazón. Seguro que el Espíritu Santo inspira a favor de los más desfavorecidos”.
Párroco de Alepo “Lo primero, rezar. Tenemos mucha fe en el valor de la oración y en su poder”.
“Y además de la oración, cualquier ayuda es buena. Que cada uno siga lo que le inspire su corazón. Seguro que el Espíritu Santo inspira a favor de los más desfavorecidos”.
Este
franciscano sirio, párroco de Alepo no esconde su preocupación. Dice que
el problema en Siria va más allá de sus fronteras, y que si no se
resuelve este conflicto, podría provocar un momento muy oscuro para la
humanidad.
Es lo mismo que recuerda el Papa, que no esconde su miedo a una nueva guerra mundial.
https://www.romereports.com/2018/06/05/parroco-de-alepo-en-siria-materialmente-devastada-ayudamos-a-la-reconstruccion-de-su-humanidad/
https://www.romereports.com/2018/06/05/parroco-de-alepo-en-siria-materialmente-devastada-ayudamos-a-la-reconstruccion-de-su-humanidad/
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