sábado, 31 de agosto de 2013

¿Qué pasaría si pudiéramos ver en los corazones de otros?


Este video originalmente ha sido creado por Everyone Matters y gracias a nuestro gran equipo de traductores podemos presentárselos hoy con subtítulos en español. La idea central es la de mostrar cómo la vida de cada ser humano es un mundo inmenso por descubrir y que sólo será posible en la medida en que sepamos acercarnos con una mirada profunda, que sepa ver más allá de apariencias. Es llamativo que se nos presente a través de lo que se vive en un centro hospitalario, un lugar en donde el dolor y sufrimiento físico es evidente y claro. Sin embargo, menos aparentes, pero no por eso menos importantes, son muchas las experiencias a nivel emocional e incluso espiritual de cada uno de los que allí se encuentran.
Elementos apostólicos
Quiero mencionar un par de puntos, que me parece importante reflexionar a partir de este video.
1. Es natural que ante el dolor y el sufrimiento de una persona la reacción de quienes lo rodean sea la de la compasión y la preocupación, especialmente quienes son más cercanos. Pero a veces esta “compasión” es meramente un sentimiento y una sensación que se queda únicamente en eso (por eso la pongo entre comillas). La verdadera compasión se expresa en la acción, en un compromiso y una cierta responsabilidad ante el dolor y el sufrimiento ajeno. Quizá no seamos los encargados de solucionar los problemas o aliviar todo el dolor, pero si puede estar en nuestras manos, acompañar, ser fuente de consuelo y proporcionar un sentido a estos padecimientos. Me parece a mí, como médico, una clara responsabilidad ante la persona que sufre enfermedad. Pues muchas veces nuestra acción se reduce a curar y tratar de solucionar los problemas físicos, pero se pierde de vista todo lo que puede hacerse por quien tenemos al frente, un ser humano que no solo es una enfermedad por tratar, sino una persona que sufre en todas sus dimensiones y requiere un cuidado integral.
El beato Juan Pablo II hablando sobre la acción solidaria dice: “no es un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien comúnes decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos”.
2. No se puede comprender la realidad más profunda de las demás personas si no se tiene reverencia. Esta actitud y virtud es una manera de aproximarse haciendo un esfuerzo por ir al fondo, a lo esencial, superando las apariencias. Siendo detallista con toda la persona. Entrar en el interior requiere un mayor compromiso, un esfuerzo por salir de nosotros mismos, por vencer y superar tendencias a preocuparnos más por lo que nos sucede a nosotros. Quizá esta reverencia es algo que se dificulta en los tiempos actuales, y ciertamente son varios los factores, entre ellos la rutina; es decir la costumbre de no preguntarse por lo esencial, la costumbre de no asumir la responsabilidad de comprometerse ante el otro, además de tendencias a lo más fácil y a lo que requiere menos exigencia.
Dinámica
Te propongo un par de dinámicas que te pueden ayudar a profundizar en lo que nos enseña el video de hoy:
1. Lee este texto con atención. Lo puedes hacer en compañía de tus amigos y después conversarlo:
 “El hombre reverente… no llena el mundo con su yo, sino que otorga a los seres el espacio que necesitan para manifestarse. Entiende la dignidad y nobleza que entraña el ser como tal… Frente al ser  permanece en silencio, para concederle la oportunidad de que esta le hable… por tanto la reverencia capacita la mirada del espíritu para observar la naturaleza más profunda de cada ser y permitirle que se muestre en su esencia… así la reverencia es el presupuesto indispensable de todo conocimiento profundo… El hombre irreverente… nada sospecha acerca del hálito y la profundidad del mundo, de las misteriosas simas y la plenitud inconmensurable de aquellos valores que se expresan en cada rayo de sol o en cada planta, que se revelan en la risa inocente de un niño como en las repentinas lágrimas de un pecador. Para su mirada impertinente y estúpida, el mundo es chato, de una sola dimensión, superficial y mudo(Dietrich von Hildebrandt)
2. Piensa en una persona que se encuentre en una situación similar a las que muestra el video (un enfermo, una persona con algún problema, alguien muy pobre). ¿Cómo crees que puedes ayudarle? Haz el ejercicio de acercarte, preguntarle acerca de lo que piensa, siente y espera…Te sorprenderás con lo que vas a encontrar.
LINK: http://catholic-link.com/2013/07/20/que-pasaria-si-pudieramos-ver-en-los-corazones-de-otros/#sthash.kn0QBC9B.dpuf

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