viernes, 8 de noviembre de 2013

Papás, no lo olviden: lo que siembre hoy lo cosecharán mañana...


Dejen que Cristo siembre con ustedes. Él no sólo acompaña la cosecha sino que se quiere convertir en semilla. Qué diferente es la vida de los hombres con fe de los que no la tienen. Me refiero a esa fe auténtica y radical que lleva a vivir realmente lo que se cree. Vale la pena el esfuerzo, la dedicación, la constancia.

Yo mismo fui educado por un hombre de fe... No soy el mejor ejemplo, desde luego, pero sin esa educación hoy quizá estaría en otro lugar y quizá no haciendo las mejores cosas.

Jorge Enrique Mújica, LC

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