1.-No te lamentes de las oportunidades perdidas. Mientras lo haces, quizás esté pasando el último tren por delante de tu casa, tal vez está amaneciendo de nuevo, acaso alguien esté llamando a tu puerta.
2.-No sigas castigándote por
los errores cometidos. Es como repetir siempre la misma asignatura. De este modo, nunca
aprenderás la lección del amor que Dios te regala cada día, ni el arte de conjugar la
vida. El pasado pasó. ¡Desahoga en Él tus afanes!
3.-Vive agradecidamente el
presente: es tu tiempo y tu tarea. De lo contrario, tu futuro puede convertirse en una
vana ficción.
4.-En la adversidad y en la
debilidad haz también memoria: reaviva energías que ya usaste, despierta recursos qué
conoces, desempolva entusiasmos que ya gozaste. Saborearás de nuevo la vida.
5.-No uses de tu pasado como
pretexto compensatorio, como arma arrojadiza contra alguien, como acumulador de
resentimientos: terminará por ser más fuerte que tú.
6.-La nostalgia es actitud de
necios. Lo mejor, lo más interesante, lo nuevo (incluso cuando la soledad parece cegarte)
es tu presente: acógelo, sácale partida.
7.-Si ya no tienes objetivos,
ilusiones y esperanza aterrizarás forzosa y peligrosamente en el pasado. Deja, por tanto,
que por algún resquicio de tu alma o de tus ventanas, entre un poco de aire que mantenga
vivo el rescoldo.
8.-Mira siempre agradecido a
tu pasado. No te faltan motivos para ello. Descubrirás que, a pesar de todo, ha valido la
pena haber sido escogido desde la eternidad de Dios para la aventura maravillosa de la
vida.
9.-Vive cada día como una
nueva oportunidad. En el pórtico de la Vida que te ha sido prometida, ya puedes decir
(con modestia, claro): Confieso que he vivido.
10.-"Haz memoria de
Jesucristo, resucitado de entre los muertos". La fe de los cristianos tiene su origen
en la historia de Aquél que "pasó entre nosotros haciendo el bien. Pero no pasó.
Sigue vivo. Ser y hacer memoria de Él es apuntarse a la mejor conjugación: He vivido,
vivo y... viviré.
*** RECUERDA la frase de San
Agustín: "Dios no manda
cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y
pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas."
http://webcatolicodejavier.org/recordar.html
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