jueves, 15 de marzo de 2018

La oracion, un anticipo del cielo


Esto no recuerda que en el libro Sed de Oración del P. Jacques-Philippe, nos da 7 argumentos por los que debemos orar, especialmente en Cuaresma.

1 – La oración coloca a Dios en el centro de nuestras vidas

Si no oramos, inevitablemente seremos egocéntricos.
Por el contrario, con la oración, tendremos la gracia de dar a Dios el lugar que le corresponde en nuestra vida: el centro.

2 – La oración nos enseña a amar libremente

Cuando experimentamos en la oración como dar a Dios nuestro tiempo sin esperar nada de él, comenzamos a desarrollar una actitud de amar libremente, que a su vez nos ayuda a amar a los demás.
La oración nos enseña a amar, ya que nos da el hábito de estar con Dios en un estado de atención amorosa.

3 – La oración es un anticipo del cielo

Si perseveramos en la oración se nos dará vislumbres de la paz y plenitud del paraíso.
El P. Philippe dice que mediante la oración aprendemos a hacer lo que nosotros fuimos creados.
Recuperamos el corazón y los ojos de un niño, al preguntarnos por la belleza más allá de toda belleza, y por el amor que supera todo amor.

4 – La oración nos da un conocimiento más profundo de Dios y de nosotros mismos

En la oración, vamos más allá de nuestras ideas de Dios, de las imágenes que tenemos de él y llegamos a una experiencia real de él.
La oración nos enseña que Dios nos ama a cada uno de forma única, y que tenemos la capacidad de amarlo de una manera que nadie más puede hacerlo.
Esto es un misterio que debe ser vivido en gratitud y humildad.

5 – La compasión por el prójimo nace de la oración

La oración genuina hace que nuestro amor a otros crezca.
Nos acerca a Dios, nos une a Él, y después comenzamos a compartir su infinito amor por sus criaturas.
La oración se agranda y se ablanda nuestro corazón.

6 – La oración es un camino hacia la libertad

El P. Philippe escribe que cuando oramos traemos nuestros deseos más profundos a Dios.
Encontrar la felicidad en la oración nos hará más libre en lo que se refiere a la ansiosa búsqueda de satisfacciones humanas, que es una tentación permanente.

7 – La oración unifica nuestras vidas

Con el tiempo, a medida que desarrollamos el hábito de llevar todo a Dios en la oración, nuestra vida encuentra un sentido de unidad.
Así como María guardó los acontecimientos de la vida de Jesús en su corazón, mantenemos los acontecimientos y las luchas de nuestras vidas en nuestra oración, donde Dios puede unificar nuestras emociones y pensamientos.

 P. Jacques-Philippe

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