Este 9 de diciembre la Iglesia celebra la fiesta de San Juan Diego
Cuauhtlatoatzin –“el águila que habla”–, el indio vidente de la Virgen
de Guadalupe, pero no todos conocen la importancia de la canonización
del primer santo indígena de América Latina.
San Juan Pablo II canonizó a Juan Diego el 31 de julio de 2002, en la
Basílica de Guadalupe de Ciudad de México, y destacó en esa ocasión que
“Juan Diego, al acoger el mensaje cristiano sin renunciar a su identidad
indígena, descubrió la profunda verdad de la nueva humanidad, en la que
todos están llamados a ser hijos de Dios en Cristo”.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Eduardo Chávez, uno de los mayores
expertos en la aparición de la Virgen de Guadalupe y postulador de la
causa de canonización de San Juan Diego, destacó que con este acto quedó
confirmado “el milagro guadalupano en su gran extensión y
trascendencia. Es un hecho histórico que trasciende tiempo y espacio”.
El sacerdote mexicano, también director del Instituto Superior de
Estudios Guadalupanos, destacó que si bien en México desde el siglo XVI
era asumida como un hecho la santidad de Juan Diego, porque “fue el
intercesor de la Virgen y era su mensajero”, el proceso de canonización
“ayudó muchísimo para encontrar, cotejar y ver la convergencia de tantas
fuentes y documentos históricos”.
“Algunos ya se conocían, otros fueron encontrados”, señaló
El P. Chávez recordó que en la primera parte de la causa de canonización
“se tiene que analizar la fama de santidad inmemorial, cosa que Juan
Diego tenía y obviamente se observa en estos documentos donde se le
llama ‘varón santo’, ‘varón santísimo’, donde se le ha dibujado con aureola en el siglo XVI”.
En la segunda parte del proceso, señaló, se requiere “comprobar un milagro”.
Este milagro, dijo, fue el de “un joven que quiso suicidarse, y saltó
desde una altura de 10 metros, rompiendo su cabeza en el suelo”.
“En cuatro días, sanó perfectamente este joven, porque la mamá le pidió a Juan Diego”, señaló.
Finalmente, dijo, el Papa “determina canonizarlo, después de toda esta
investigación y análisis, y de toda la parte teológica, vida y virtudes
de Juan Diego, y la comprobación de un milagro”.
Para el P. Chávez, es aquí donde está lo más importante de la
canonización, pues cuando el Santo Padre “canoniza a alguien, en este
caso a Juan Diego, ahí va implícito el dogma de la infalibilidad del Papa”.
Con la canonización “el Papa nos dice al mundo entero que esta persona
está en el cielo, que es puente de unidad entre Dios y los seres
humanos, es intercesor. Y es modelo de santidad”.
El vidente de Guadalupe “representa a cada uno de nosotros” y con su
canonización “se confirma que el encuentro de Dios a través de la Virgen
de Guadalupe ante el indio Juan Diego (...) es totalmente cierto”,
afirmó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario