Son importantes las
llamadas «antífonas de la 0», que se rezan en las vísperas desde el 17 hasta el 23 de
diciembre. Son un eco de las profecías de Isaías. Algunas están contenidas en el himno
«Cielos, lloved vuestra justicia». Pueden ser un texto muy apto para la oración
profunda.
17 Diciembre:
Oh Sabiduría, que
brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo
todo con firmeza y suavidad, ¡ven y muéstranos el camino de la salvación!
18 Diciembre:
Oh Adonai, Pastor
de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le
diste tu ley, ¡ven a librarnos con el poder de tu brazo!
19 Diciembre:
Oh Renuevo del
tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes
enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ¡ven a librarnos, no tardes más!
20 Diciembre:
Oh Llave de David y
Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir,
¡ven y libra los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte!
21 Diciembre:
Oh Sol que naces de
lo alto, Resplandor de la Luz Eterna, Sol de justicia, ¡ven ahora a iluminar a los que
viven en tinieblas y en sombra de muerte!
22 Diciembre:
Oh Rey de las
naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos
uno solo, ¡ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra!
23 Diciembre:
Oh Emmanuel, Rey y
Legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ¡ven a
salvarnos, Señor Dios nuestro!
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