San Valentin arriesgaba su vida para casar cristianamente y a escondidas, a todas las parejas enamoradas y luego les regalaba flores |
San Valentín fue un sacerdote de la Iglesia Católica
que arriesgaba su vida para casar cristianamente y en la
clandestinidad, a todas las parejas durante el tiempo de persecución, y
luego les regalaba flores. Fue arrestado y enviado por el emperador al
prefecto de Roma, quien al ver que todas sus promesas para hacerlo
renunciar a su fe eran ineficaces mandó a que lo golpearan con mazas y
después lo decapitara. San Valentín es patrono de los matrimonios y de
los enamorados
Fiesta: 14 de febrero
Martirologio Romano: En Roma, en la vía Flaminia, cerca del puente Milvio, san Valentín, mártir en Roma a finales del siglo III
Biografía de San Valentín
El emperador Claudio II, llevado de su ira contra los cristianos,
dictó una orden mediante la cual todos tenían que adorar a las 12
divinidades del Imperio. Quien no lo hiciera, sufriría el martirio.
Tan bruto era este mal emperador que llegó hasta prohibir lo más natural que existe en el mundo: el amor entre los humanos: ¡El Matrimonio!
No quería bodas sino soldados para defender los espacios amplios de su
imperio. Nada de casados. Quería solteros y sólo solteros.
Ante estas circunstancias inhumanas, San Valentín,
Sacerdote y Obispo de Interamma, no tuvo miedo en confesarse creyente, y
viendo tal necesidad de bendecir las santas uniones en el nombre del
Señor, se entregó por entero a las parejas.
San Valentín y el matrimonio
San Valentín visitaba a las parejas de enamorados en secreto para casarlos lejos de la mirada de los crueles súbditos del emperador.
El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al
emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se ha popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados)
La voz de San Valentín corría como el viento por las
orillas del Tibet y de las colinas romas. Los jóvenes, valientes y
decididos a formar una familia, acudían a él para recibir el sacramento.
San Valentín les hablaba a las parejas, les escribía cartas de amor y con su simpatía y su bella juventud, se traía de calle a todos los enamorados.
Claudio II y su policía vigilaban sus andanzas. Y, enterados de que
era creyente en Cristo, le mandó llamar para que adorase a los dioses
falsos romanos. Al negarse, le envió al martirio lento: paliza, pedradas
y decapitación.
Los milagros de San Valentín
Mientras San Valentín estuvo en la cárcel esperando
su muerte, un carcelero llamado Asterio, se dio cuenta de sus buenas
cualidades. Le presentó a su hija Julia, que era ciega de nacimiento. San Valentín
le enseñó las primeras letras, los rudimentos del saber y, por
supuesto, le habló de Dios. Le dijo a la niña que orase a Dios para que
le diese la vista.
En un momento determinado, le cogió la mano a Valentín y le dijo: ¡Yo
creo, yo creo! La luz de la prisión le entró por sus inocentes y
maravillosos ojos. El, viéndola feliz, le dijo que mantuviera su fe por
encima de todo.
El Carcelero Asterio y su esposa, conmovidos, se arrojaron a los pies del Santo, pidiéndole el Bautismo, que recibieron, juntamente con todos los suyos, después de instruidos en la fe católica.
El emperador se admiró del prodigio realizado por San Valentín
y de la conversión obrada en la familia de Asterio; y aunque deseara
salvar de la muerte al presbítero romano, tuvo miedo de aparecer, ante
el pueblo, sospechoso de cristianismo.
Y San Valentín, después de ser encarcelado, cargado
de cadenas, y apaleado con varas nudosas hasta quebrarle todos los
huesos, se unió íntima y definitivamente con Cristo, a través de la
tortura de su degollación.
El amor de este santo sacerdote por Jesucristo y por defender el
Sacramento del Matrimonio nos inspira a elevar el amor humano a las
alturas del amor divino para el cual fuimos creados.
Los cristianos debemos aprovechar esta fiesta para recuperar el sentido cristiano del amor y del matrimonio.
¡Feliz día de San Valentín!
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