Sucedió en Manhattan. Un grupo de voluntarios provida se acercaron a
la sede de la Planned Parenthood en Manhattan. Un imponente edificio de
ladrillos. Al llegar allí el Padre Fidelis sacó con cuidado un libro de
oraciones, un crucifijo, agua bendita y una estola confesional de sus
bolsillos. Poniéndose la estola, comenzó las oraciones del exorcismo.
Muchos curiosos, incluso trabajadores de Planned Parenthood lo
miraban con recelo, pero se mantuvieron a distancia. Caminó alrededor
del edificio varias veces, rociando agua bendita mientras rezaba para
que el enemigo huyera.
Según explican los organizadores de este acto: El enemigo no es el
abortista, el trabajador de Planned Parenthood o los políticos
pro-aborto. Es el diablo que oprime la verdad en sus corazones y hace
que confundan el error con lo correcto.
Aquí os dejamos las insólitas imágenes de lo ocurrido:
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