Desde el 24 de junio de 2017, la diócesis de Birmingham en Estados Unidos,
cuenta con dos nuevos sacerdotes, uno de ellos, Brad Jantz,
exprotestante, capitán de la Fuerza Aérea e ingeniero espacial.
La celebración fue presidida por el Obispo de la Diócesis, Mons. Robert
Joseph Baker, en la Catedral de San Pablo en Birmingham, Alabama.
Jantz se crío como cristiano en la Convención Bautista del Sur (protestante), en el condado rural de Shelby, en Alabama.
“No tengo nada malo que decir acerca de ser bautista, tengo una buena y
sólida educación moral, un conocimiento de las Escrituras y un tremendo
amor por Jesucristo. Estos son todos los regalos que obtuve”, afirmó
Jantz.
Según señala el portal Alabama Media Group,
el interés de Jantz por el servicio militar surgió cuando su madre le
mostró un álbum de recuerdos de su abuelo materno, quien sirvió en el
ejército durante la Segunda Guerra Mundial y participó en el aterrizaje
de Normandía.
“Me inspiré por eso. Sentí que debía devolver algo al país que me ha
dado tanto”, recordó Jantz, quien se graduó en 2005 la Academia de la
Fuerza Aérea donde llegó al rango de capitán.
Pero ese no era el único interés del joven y en 2001 se graduó del
programa de matemáticas y ciencias en la Escuela de Alabama de Bellas
Artes (ASFA).
Jantz se especializó en ingeniería aeroespacial y mientras sacaba
adelante un programa de prueba en satélites en Albuquerque, comenzó a
reevaluar sus creencias.
En un momento de su vida, uno de sus amigos, que era católico, murió a
causa de una insuficiencia cardíaca. Jantz ayudó sin éxito a hacer la
reanimación cardio-pulmonar.
En el velorio, Jantz participó del rezo del Rosario, un momento que recuerda con mucha emoción.
“El Rosario se convirtió en una piedra de toque para mi vida de oración”, dijo Jantz quien después de esa experiencia comenzó a rezar más “preguntando al Señor ¿A dónde quieres que vaya?’”.
“Comencé a experimentar, de repente, este llamado a investigar el
sacerdocio. En la oración tuve esta poderosa experiencia de que Dios me
llamaba a ser sacerdote”, recordó.
Es así como en 2009 se unió a la Iglesia Católica en Nuevo México, se
confirmó en 2010, se puso en contacto con la Diócesis de Birmingham, y
comenzó seminario en agosto de 2011.
“Durante mi tiempo en la Fuerza Aérea conocí a muchos maravillosos
católicos que unieron la fe y el intelecto. Leí la historia de la
Iglesia y descubrí que la comunión era la manera en que los cristianos
históricamente experimentaron a Cristo”, dijo Jantz.
“Me sentía atraído por la historia de la Iglesia, por la integración de
lo espiritual y lo intelectual, por la espiritualidad, el Rosario, la
Eucaristía”, agregó.
En septiembre de 2015, mientras estaba en un retiro en Italia al sureste
de Roma, Jantz sufrió una caída que pudo haberlo matado.
“Fue en un sendero que estaba un poco traicionero. Di un paso en falso
sobre una roca que me tiró de un acantilado”, relató Jantz, quien sufrió
una caída de 20 a 30 pies donde se fracturó los dos talones.
Después de horas de búsqueda, Jantz fue hallado y posteriormente
trasladado en avión de regreso a Alabama para someterse a una cirugía en
el Hospital UAB Highlands.
“Estuve incapacitado durante tres meses”, recordó Jantz, “Dios ha sido
bueno en todo. He completado una carrera de 5 kilómetros hace unos
meses. Todavía estoy trabajando con un fisioterapeuta. Creo que estoy
mejorando”.
Con un pasado militar y experiencias inusuales de vida como caerse de un
acantilado y sobrevivir, Jantz está listo para servir a la Iglesia.
“Es una buena experiencia relacionarse con la gente en muchos aspectos
de la vida. Cuando uno está asignado a una unidad en el ejército, no
puede escoger a la gente, pero tiene que completar una misión juntos”,
dijo Jantz.
En el caso de la Iglesia, el sacerdote y los fieles están asignados para
compartir una misión, afirmó Jantz, “estamos aquí para predicar el
Evangelio a todos”.
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