martes, 30 de agosto de 2011

Nuestra epoca sufre de una ausencia de Dios... Benedicto XVI


Castel Gandolfo (Martes, 30-08-2011)  Al término del tradicional seminario del Papa con sus ex-alumnos, el "Ratzinger Schülerkreis", al inicio de la misa de la mañana del domingo pasado en el centro Mariopoli, en Castel Gandolfo, Benedicto XVI pidió a Dios que renueve "el agua viva" de la fe de los hombres, principalmente de los jóvenes. Este año el tradicional encuentro, iniciado por el profesor Joseph Ratzinger, fue dedicado al tema de la nueva evangelización.

El Papa pidió oraciones para que "la sed de grandeza [del hombre] no se ahogue y sean sofocada en lo efímero"

En este tiempo de la ausencia de Dios - dijo el Papa -, cuando la tierra de las almas está árida y seca y las personas todavía no saben de dónde brota el agua viva, pidamos al Señor que se muestre. Queremos rezar a fin de que aquellos que buscan en otros lugares el agua viva, Dios muestre que Él es el agua viva y a fin de que no permita que la vida de los hombres y su sed de grandeza se ahoguen y sean sofocadas en lo efímero". El Santo Padre pensó principalmente en los jóvenes para que "la sed de Él se torne viva en ellos y que los mismos reconozcan dónde se encuentra la respuesta".
Como en los años pasados, en la misa de conclusión de los trabajos del "Schülerkreis", la homilía fue hecha por el ex-alumno de Joseph Ratzinger, hoy arzobispo de Viena y cardenal, Christoph Schönborn. Él resaltó que "el seguimiento divino, el ir atrás de Jesús comporta una total renuncia de sí, para poder entrar en la óptica de Dios". Y "solamente no conformándonos a este mundo podremos encontrar y reconocer la voluntad de Dios para nuestra vida." Estas - concluyó - "son las premisas para una auténtica amistad con Dios", el "punto de llegada" de nuestro ser convertidos al Señor.
Hoy el mundo necesita de dos aspectos: del anuncio y de la comunidad, resaltó a Gaudium Press el cardenal Schönborn. "Jesús nos dio el mandamiento de anunciar el Evangelio. Esto -dijo el arzobispo de Viena- vale para todos los tiempos, pero en nuestro tiempo, muchos cristianos de tradición dejaron la fe porque no es transmitida, entonces se debe anunciar de nuevo. Pero no se puede anunciarlo como era tal vez posible antes, cuando todo el pueblo era cristiano por lo menos exteriormente. Hoy existe necesidad principalmente de un encuentro personal con Jesús, como dice siempre el Papa, de hacer conocer a Jesús, hacer conocer a aquel Amigo que nos busca y nos espera. Solamente a través de aquel encuentro personal se puede encontrar la fe. Después está la necesidad de la comunidad, porque no se puede ser solamente cristiano. Son estas dos cosas, el anuncio y comunidad, hay también muchas otras cosas, se podría decir que escuchamos el discurso en estos días, principalmente ayer con el Santo Padre que tuvo mucho tiempo para reflexionar sobre este tema".
La discusión ocurrió en dos grupos separados, uno de ellos el llamado viejo "Schülerkreis", formado por ex-alumnos de Joseph Ratzinger; y el otro el nuevo "Schülerkreis", formado por la nueva generación de estudiosos del pensamiento del actual Pontífice; cerca de 40 personas. El día más importante fue el sábado, 27 de agosto, cuando la discusión sucedió con la presencia del Papa Ratzinger que "dirigió" dos sesiones, una en la mañana y otra en la tarde. De nuevo, como observaron sus alumnos y la profesora Gerl-Falkovitz, "se despertó el profesor" en el Pontífice. Los temas presentados fueron: el de la profesora Gerl-Falkovitz "Hablar en Atenas de Jerusalén. Palabras de Dios en un mundo que resiste" y el de Otto Neubauer, "Una evangelización siempre nueva - donde la pobreza se torna un puente en dirección a los hombres".
Durante la discusión del sábado, los ex-alumnos de Ratzinger se sorprendieron con una observación del Pontífice sobre la reciente Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, que según él "fue una verdadera inyección de renovada esperanza" y que también demostró a los jóvenes participantes que son "una minoría respecto al universo joven -dijo el Cardenal Schönborn en el 'Osservatore Romano'- inmerso hoy en un clima relativista y poco inclinado a la dimensión espiritual. El aspecto positivo es que ellos sin embargo han demostrado la voluntad tenaz de testimoniar la propia fe en este ambiente, entre sus compañeros". La "generación de Juan Pablo II y de Benedicto XVI" sea la nueva etapa del camino de la Iglesia. Esto fue lo que se destacó durante nuestros trabajos: el cuánto ellos se sitúan sin duda al lado del Papa".


Gaudium Press

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