domingo, 22 de diciembre de 2013

Comenzar y celebrar la Navidad

Reconozco que tener niños pequeños ayuda mucho a vivir el Adviento y la Navidad. A pesar de que la ciudad lleva decorada casi un mes, de la presión consumista, de que suenan los villancicos a todas horas,los niños «saben» que todavía no es Navidad.
Hoy es cuarto domingo de Adviento: ya casi. En mi hogar también decoramos el Árbol de Navidad hace unos días, y al Belén sólo le falta el Niño en la cuna (simple costumbre familiar). Desde hace un par de años «oficializamos» que ya son adornos de Navidad con la bendición del Árbol y del Belén. Por si les sirve transcribo los ritos pare el Árbol de Navidad (nn 1272-1274) y para el Belén (nn 1243-1252) según el Bendicional español (ed. 1986), que no suele ser muy accesible en las casas. La madre, el padre, el cabeza de familia tiene la gracia de estado para hacerlo.

Bendición del Árbol de Navidad

La costumbre de colocar en los hogares cristianos un árbol adornado, durante las fiestas de Navidad, es recomendable, ya que este árbol puede recordar a los fieles que Cristo, nacido por nosotros en Belén, es el verdadero Árbol de la Vida, árbol del que fue separado el hombre a causa del pecado de Adán.
Conviene, pues, invitar a los fieles a que vean en este árbol, lleno de luz, a Cristo, luz del mundo, que con su nacimiento nos conduce a Dios que habita en una luz inaccesible.
La bendición de este árbol la hará, ordinariamente, el padre o la madre al iniciarse las fiestas de Navidad y en ella conviene que participen todos los miembros de la familia.

Rito de la bendición

El padre o la madre, al comenzar la celebración, dice:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Todos responden:
Que hizo el cielo y la tierra.
Uno de los presentes, o el que dirige, lee un breve texto de la sagrada Escritura, por ejemplo:
Is 60, 13: Vendrá a ti, Jerusalén, el orgullo del Líbano, con el ciprés y el abeto y el pino, para adornar el lugar de mi santuario y ennoblecer mi estado.
Luego el ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos juntas, dice la oración de bendición:
Oremos.
Bendito seas, Señor y Padre nuestro,
que nos concedes recordar con fe
en estos días de Navidad
los misterios del nacimiento de Jesucristo.
Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol
y lo hemos embellecido con
vivir también a la luz
de los ejemplos de la vida santa de tu Hijo
y ser enriquecidos con las virtudes
que resplandecen en su santa infancia.
Gloria a él por los siglos de los siglos.
. Amén.


Bendición del Belén Navideño

Es laudable la costumbre de instalar en las casas y en las iglesias un «belén» o «nacimiento», que recuerda y ayuda a vivir el misterio de la Navidad.
Para dar más sentido religioso o para significar su inauguración puede hacerse un rito de bendición, que signifique el comienzo de las solemnes fiestas navideñas. Este rito es introductorio de los misterios que se celebran en la Liturgia.
Si se trata de un «belén» colocado en la iglesia, la bendición puede hacerse antes o después de alguna de las celebraciones con que comienzan las fiestas de Navidad (al final de las vísperas o al final de la misa de la noche). También puede hacerse la bendición como una celebración independiente en la tarde del 24 de diciembre.
Bendición del Beleén familiar

RITOS INICIALES

Reunida la familia, el padre o la madre de la misma dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Todos se santiguan y responden:
Amén.
El que dirige la celebración puede decir:
Alabemos y demos gracias al Señor,
que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo.
Todos responden:
Bendito seas por siempre, Señor.
Luego el que dirige la celebración dispone a los presentes para la bendición, con estas palabras u otras semejantes:
Durante estos días contemplaremos asiduamente en nuestro
hogar este pesebre y meditaremos el gran amor del Hijo
de Dios, que ha querido habitar con nosotros. Pidamos, pues,
a Dios que el pesebre colocado en nuestro hogar avive en nosotros
la fe cristiana y nos ayude a celebrar más intensamente
estas fiestas de Navidad.
Uno de los miembros de la familia lee un texto de la sagrada Escritura.
Lc 2, 4-7a: María dio a luz a su hijo primogénito
Escuchad ahora, hermanos, las palabras del santo Evangelio según san Lucas.
En aquellos días, José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de-Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
Palabra del Señor.
Después de la lectura, según las circunstancias, puede cantarse un canto adecuado.

PRECES

Sigue la plegaria común:
En este momento en que nos hemos reunido toda la familia para iniciar las fiestas de Navidad, dirijamos nuestra oración a Cristo, Hijo de Dios vivo, que quiso ser también hijo de una familia humana; digámosle:Por tu nacimiento, Señor, protege a esta familia.
Oh Cristo, por el misterio de tu sumisión a María y a José enséñanos el respeto y la obediencia a quienes dirigen esta familia.
Tú que amaste y fuiste amado por tus padres, afianza a nuestra familia en el amor y la concordia.
Tú que estuviste siempre atento a las cosas de tu Padre, haz que en nuestra familia Dios sea honorificado.
Tú que has dado parte de tu gloria a María y a José, admite a nuestros familiares, que otros años celebraban las fiestas de Navidad con nosotros, en tu familia eterna.

ORACIÓN DE BENDICIÓN

Luego el ministro, con las manos juntas, dice:
Señor Dios, Padre nuestro, que tanto amaste al mundo que nos entregaste a tu Hijo único nacido de María la Virgen, dígnate bendecir + este nacimiento y a la comunidad cristiana que está aquí presente para que las imágenes de este Belén ayuden a profundizar en la fe a los adultos y a los niños.
Te lo pedimos por Jesús, tu Hijo amado, que vive y reina por los siglos de los siglos.
. Amén.
O bien:
Oh Dios, Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo
que nos has entregado a tu único Hijo Jesús,
nacido de la Virgen María,
para salvarnos y llevarnos de nuevo a ti,
te pedimos que con tu bendición 
estas imágenes del nacimiento
nos ayuden a celebrar la Navidad con alegría
y a ver a Cristo presente
en todos los que necesitan nuestro amor.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús,
tu Hijo amado,
que vive y reina por los siglas de los siglos.
. Amén.

CONCLUSIÓN DEL RITO

El que dirige la celebración concluye el rito, santiguándose y diciendo:
Cristo, el Señor,
que se ha aparecido en la tierra
y ha querido convivir con los hombres
nos bendiga y nos guarde en su amor.
Todos responden.
Amén.

http://infocatolica.com/blog/delapsis.php/1312220609-comienza-la-navidad-bendicion 

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