Ofrecer el sacrificio por el
descanso de los difuntos (...) es una costumbre observada en
el mundo entero. Por eso creemos que se trata de una costumbre
enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la
Iglesia católica la observa en todas partes; y si ella
no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles difuntos,
no haría limosnas por sus almas, ni ofrecería por
ellas el sacrificio a Dios.
San Isidoro
de Sevilla
Sobre los oficios
eclesiásticos, 1
Debemos ayudar a los que se
hallan en el purgatorio. Demasiado insensible seria quien no
auxiliara a un ser querido encarcelado en la tierra; mas insensible
es el que no auxilia a un amigo que esta en el purgatorio, pues
no hay comparación entre las penas de este mundo y las
de allí.
Santo Tomás
Sobre el Credo,
5, 1. c., p. 73
Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos (...) es una costumbre observada en el mundo entero. Por eso creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia católica la observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles difuntos, no haría limosnas por sus almas, ni ofrecería por ellas el sacrificio a Dios.
San Isidoro
de Sevilla
Debemos ayudar a los que se
hallan en el purgatorio. Demasiado insensible seria quien no
auxiliara a un ser querido encarcelado en la tierra; mas insensible
es el que no auxilia a un amigo que esta en el purgatorio, pues
no hay comparación entre las penas de este mundo y las
de allí.Sobre los oficios eclesiásticos, 1
Santo Tomás
Sobre el Credo, 5, 1. c., p. 73 |
ORACIÓN
A SAN NICOLÁS DE TOLENTINO
¡Oh glorioso Taumaturgo
y Protector de las almas del purgatorio, San Nicolás de
Tolentino! Con todo el afecto de mi alma te ruego que interpongas
tu poderosa intercesión en favor de esas almas benditas,
consiguiendo de la divina clemencia la condonación de
todos sus delitos y sus penas, para que saliendo de aquella tenebrosa
cárcel de dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión
beatífica de Dios. Y a mi, tu devoto siervo, alcánzame,
¡oh gran santo!, la más viva compasión y
la más ardiente caridad hacia aquellas almas queridas.
Amén
__________
ORACIÓN
DE SAN AGUSTÍN
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Dulcísimo Jesús
mío, que para redimir al mundo quisisteis nacer, ser circuncidado,
desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas,
atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero;
presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes;
escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de
oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado
con la caña, cubierto el rostro con una púrpura
por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado
en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándoos
a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Librad,
Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como
habéis padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio
de las penas en que están; llevadlas a descansar a vuestra
santísima Gloria, y salvadnos, por los méritos
de vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte de cruz,
de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en
la posesión de aquel Reino, adonde llevasteis al buen
ladrón, que fue crucificado con Vos, que vivís
y reináis con el Padre y el Espíritu Santo por
los siglos de los siglos. Amén.
__________
ORACIÓN
PARA LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Dios omnipotente, Padre de
bondad y de misericordia, apiadaos de las benditas almas del
Purgatorio y ayudad a mis queridos padres y antepasados.
A cada invocación se
contesta:
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a mis hermanos y parientes.
Jesús mío, misericordia!
Ayudad a todos mis bienhechores espirituales y temporales.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que han sido mis amigos y súbditos.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a cuantos debo amor y oración.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a cuantos he perjudicado y dañado.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que han faltado contra mí.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a aquellos a quienes profesáis predilección.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que están más próximos a la
unión con Vos.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que os desean más ardientemente.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que sufren más.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que están más lejos de su liberación.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que menos auxilio reciben.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que más méritos tienen por la Iglesia.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que fueron ricos aquí, y allí son
los más pobres.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los poderosos, que ahora son como viles siervos.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los ciegos que ahora reconocen su ceguera.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los vanidosos que malgastaron su tiempo.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los pobres que no buscaron las riquezas divinas.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los tibios que muy poca oración han hecho.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los reincidentes que sólo por un milagro de la
gracia se han salvado.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los padres que no vigilaron bien a sus hijos.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los superiores poco atentos a la salvación de
sus súbditos.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon
del dinero y del placer.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus
riquezas o talentos para el cielo.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose
de su propia muerte.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que no dispusieron a tiempo de su casa, estando
completamente desprevenidos para el viaje más importante.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los que juzgaréis tanto más severamente,
cuánto más les fue confiado.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los pontífices, reyes y príncipes.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los obispos y sus consejeros. Ayudad a mis maestros
y pastores de almas.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los finados sacerdotes de esta diócesis.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia católica.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los defensores de la santa fe.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los caídos en los campos de batalla.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los sepultados en los mares.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los muertos repentinamente.
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a los fallecidos sin recibir los santos sacramentos.
¡Jesús mío, misericordia!
V. Dadles, Señor, a todas las
almas el descanso eterno.
¡Jesús mío, misericordia!
R. Y haced lucir sobre ellas vuestra eterna
luz.
V. Que en paz descansen.
R. Amén.
https://www.devocionario.com/varias/almas_1.html
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