jueves, 8 de diciembre de 2011

El Milagro Guadalupano -El lado cientifico-



Mas allá del fenómeno religioso de la Aparición a Juan Diego, hay una serie de descubrimientos en la tela de la tilma, en que esta grabada la imagen de la Virgen María, que no tienen explicación científica cuando han pasado mas de 475 años, y que refuerzan la sobrenaturalidad del suceso.
La imagen está grabada sobre un tejido de ayate hecho con fibra de maguey sin preparar. Es un tejido burdo. Incluso se ve a trasluz el movimiento de un brazo, como a través del enrejado de una celosía. Es transparente a pesar de lo grueso que es el hilo…
…CONTIENE VIDEOS…
Sus dimensiones son 104 x 170 centímetros, y está formada por dos partes unidas en el medio por una burda costura vertical, efectuada con un hilo de maguey.
LA CONSERVACION DEL AYATE
Lo primero que llama la atención de los expertos en textiles es que una tela de ayate se descompone por putrefacción en veinte años o menos. Sin embargo el ayate de la imagen ha resistido mas de 475 años en perfecto estado de conservación. En el siglo XVIII se hizo una réplica lo más parecida al original y se pudo comprobar que el poncho confeccionado con las mismas fibras de maguey se hizo polvo en sólo 15 años. La conservación de casi 500 años de la tilma original es un verdadero fenómeno inexplicable.
La imagen de la Virgen de Guadalupe estuvo 120 años expuesta a las inclemencias del ambiente, sin protección alguna contra el polvo, la humedad, el calor, el humo de las velas y el continuo roce de miles y miles de objetos que fueron tocados a la venerada imagen, además del constante contacto de manos y besos de innumerables peregrinos. Todo esto sin que se haya deshilachado ni desteñido su bella policromía.
NO TIENE PRESERVANTES NI PREPARADO
Se podría pensar que la tela ha resistido tanto porque la habrían encolado y preparado de manera especial como a otras pinturas famosas, para que tuviera gran resistencia. Pero el Señor Callaghan, del instituto espacial NASA de Estados Unidos, la ha estudiado con aparatos de rayos infrarrojos y ha descubierto que la tela no tiene ningún engomado ni preservativos, y que no se puede explicar cómo esa imagen ha resistido cuatro siglos en un lienzo tan ordinario.
TIENE LA TEMPERATURA DEL CUERPO HUMANO
La tilma de Juan Diego está colocada sobre una placa metálica, cuya temperatura oscila alrededor de los quince grados centígrados, mientras que la tilma se mantiene constantemente a treinta y seis grados y medio, que es la temperatura de un cuerpo humano sano.
NO LE AFECTA EL ACIDO NÍTRICO
En 1791, tuvo lugar un accidente que evidenció otras sorpresas. Algunos trabajadores encargados de limpiar el marco de oro en el que en 1777 había sido encerrada la tilma, tenían que usar una solución acuosa de ácido nítrico al 50%. Pero mientras llevaban a cabo el trabajo, sin darse cuenta dejaron caer el líquido sobre la tela. Según las leyes químicas, aquel líquido habría provocado un daño irreparable.
El ácido nítrico, en contacto con las proteínas presentes en los tejidos de origen animal o vegetal, les da un característico color amarillo y disgrega la celulosa. Pero en aquel caso no sucedió nada de esto. El líquido caído en la tilma se evaporó, dejando una débil mancha que con el tiempo desapareció totalmente.
LA TELA REPELE EL POLVO
En aquella ocasión se observó otra sorprendente característica: en la tilma no había ni rastro de polvo ni de insectos vivos o muertos. El cuadro de la Virgen repelía el polvo y los insectos. Este curiosísimo e inexplicable fenómeno, se ha constatado todas las veces que se han hecho investigaciones en este sentido.
NO SE CONOCE EL ORIGEN DE LOS COLORANTES
Pero los resultados más desconcertantes llegaron no hace mucho tiempo. En 1936 el profesor Richard Kuhn, director de la sección de química del Kaiser Wilhelm Institut de Heidelberg, que dos años más tarde, en 1938, obtuvo el premio Nobel de Química, tuvo la posibilidad de examinar dos hilos, uno rojo y uno amarillo provenientes de fragmentos de la tilma de Juan Diego. El resultado de los análisis, llevados a cabo con las técnicas más sofisticadas disponibles en aquel momento, demostraron que en las fibras no había restos de colorantes, ni vegetales, ni animales ni minerales.
A lo largo de los siglos, se hicieron añadidos pictóricos alrededor de la imagen primitiva de la Virgen. Estos añadidos se agrietaron y perdieron color, mientras que la imagen ha quedado siempre intacta, con los colores vivos que parecen frescos.
NO LE AFECTÓ UNA BOMBA PUESTA PARA DESTRUIRLA
Entre los prodigios de la Virgen de Guadalupe llama la atención el ocurrido el 14 de noviembre de 1921, a las 10:30 de la mañana, cuando Luciano Pérez Carpio subió «devoto» al altar y colocó a los pies de la Virgen de Guadalupe un enorme ramo de flores en el que escondida llevaba una poderosa bomba.
Los efectos de la explosión fueron aparatosos: destruyó las gradas de mármol del altar que sostenía la imagen, hizo volar por los aires los pesados candelabros, retorció un gran crucifijo de metal que todavía se exhibe en ese estado, convirtió en polvo jarrones, floreros y vidrios de casas cercanas a la basílica, y el cristal de un cuadro de San Juan colgado detrás de la Virgen de Guadalupe. Prodigiosamente la imagen de la Virgen de Guadalupe no recibió ni un rasguño. Más aún, quedó intacto el cristal que la protegía. Y entonces no había cristales antibala.
IMAGEN SIN ESBOZO PREVIO NI RASTROS DE PINCEL
Con rayos infrarrojos se ha descubierto que la imagen no tiene esbozos previos -como se ve en los cuadros de Rubens y Tiziano-, sino que fue plasmada directamente, tal cual se la ve, sin tanteos ni rectificaciones. Tampoco había rastros de pincel.
En 1751 se llevaron a cabo investigaciones por parte de siete pintores famosos, a la cabeza de los cuales estaba Miguel Cabrera, y también constataron que el cuadro no había sido pintado por una mano humana. Los colores estaban como ‘incorporados’ a la trama de la tela. No hay rastros de pinceladas.
LA PINTURA ESTA SUSPENDIDA EN EL AIRE
El 7 de mayo de 1979 los científicos Jody Brand Smith, profesor de estética y de filosofía en el Pensacola College, y Phillip Serna Callahan, biofísico de la Universidad de Florida y especialista en pintura y miembros de la NASA, analizan la tilma sin encontrar pintura en el original de la imagen. Prueban que no es fotografía pues no ha se ha impresionado al tejido. Al acercarse a ver la tela a menos de 10 centímetros, no se ve nada más que las fibras del manto, los colores ya no son visibles, desaparecen. Es imprescindible alejarse para ver la imagen de María.
Los científicos de la NASA descubren también que al pasar un rayo láser por la tela, colocándola de costado, el mismo pasa sin tocar la pintura, ni la tela. De este modo comprueban que la pintura está suspendida en el aire, por tres décimas de milímetros, o sea que la misma no está pegada en el manto, sino tan solo suspendida en el aire.
¡Suspendida en el aire, sobre la tela de fibra de maguey, pero sin tocarla!
LA TECNICA DE PINTURA NO ES REPLICABLE
Los pintores quisieron hacer algunas copias de la imagen y durante el trabajo se dieron cuenta de que era prácticamente imposible reproducir fielmente la expresión y los rasgos de aquella figura porque eran fruto de una técnica maravillosa e inexplicable, que aprovechaba perfectamente los graves defectos de la trama de la áspera tela.
Constataron, por ejemplo que, en la boca, la imperfección del tejido seguía de forma asombrosa el labio superior, obteniendo una profundidad y una expresividad maravillosas.
EL VIENTRE DE MARIA LATE CON VIDA ADENTRO
También un ginecólogo, al colocar el estetoscopio debajo de la cinta de armiño donde se ve que la Virgen se encuentra encinta, se da cuenta que siente ruidos de latidos rítmicos. Los cuenta y se lleva la sorpresa de que son de 115 a 120 pulsos en un minuto, que vienen a ser los latidos del corazón del Niño Jesús, y corresponden en dicha cantidad a los de un niño real.
LAS ESTRELLAS DEL MANTO REPRODUCEN EL CIELO DE 1531
En el manto de la Virgen de Guadalupe se encuentra representado con mucha fidelidad, el cielo del solsticio de invierno de 1531 que tuvo lugar a las 10:40 del martes 12 de diciembre, hora de la ciudad de México. Están representadas todas las constelaciones, que se extienden en el cielo visible a la hora de la salida del sol, y en el momento en que Juan Diego enseña su tilma (capa azteca) al obispo Zumárraga.
En la parte derecha del manto se encuentran las principales constelaciones del cielo del Norte. En el lado izquierdo las del Sur, visibles en la madrugada del invierno desde el Tepeyac. El Este se ubica arriba y el Oeste en la porción inferior.
Puede comprobarse que las constelaciones cuyo nombre es de animal malo (Escorpio, Draco, Ofiuco, Lobo, Osa, Toro…) son las que se dibujan sobre su manto, como para indicar que su manto nos protege de los animales malos. Ya lo había hecho notar la Virgen en la aparición de Extremadura.
A partir de la posición de las constelaciones que se proyectan en el manto, se puede deducir la posición de otras constelaciones que no son visibles en la imagen, porque su proyección cae fuera de esa prenda.
Por esta vía se comprueba que hay tres constelaciones cuya posición tiene un significado de interés a pesar de que su posición está fuera de la proyección del firmamento sobre el manto.
La primera, sobre la frente de la cabeza de la Virgen es la constelación Corona Borealis completando lo que aparentemente falta en su imagen a la descripción apocalíptica: corona de doce estrellas.
La segunda sobre las manos orantes de la Virgen corresponde a la posición de la constelación Virgo, como un refrendo adicional al dogma de su virginidad.
Por último en su vientre se sitúa la constelación Leo, cuya forma semeja la de un feto en el interior de la madre, remachando que la Virgen está encinta y que en su seno lleva al León de Judá.
LAS PUPILAS REGISTRARON LA MOSTRACIÓN DE LA TILMA
El fenómeno más sorprendente, el que ha despertado la curiosidad científica moderna sobre esta imagen, se refiere a los descubrimientos hechos en las pupilas de la Virgen.
En 1929, el fotógrafo Alfonso Marcué, estudiando algunos negativos de la imagen, observó que en el ojo derecho de la Virgen había una figura humana. El descubrimiento fue una sorpresa. Otros fotógrafos intentaron aclarar el hecho. En 1951, Carlos Salinas, fotógrafo oficial de la Basílica de Guadalupe, afirmó que había constatado que una figura humana se veía también en el ojo izquierdo.
En el año 1956 el oftalmólogo Dr. Torruela Bueno descubre que al acercarse al ojo para realizarle un fondo de ojo, la pupila se cierra y al apartar la luz se dilata nuevamente, como si fuera el ojo humano de una persona viva.
En julio de 1956 el Dr. Lavoignet después de 8 meses de trabajos, descubre el fenómeno óptico de la “triple imagen de Purkinge-Samson”, que es el fenómeno óptico que hace que en el ojo humano se formen las tres refracciones del objeto visto, característico de todo ojo humano normal vivo, y afirma que las imágenes resultantes se ubican exactamente donde deberían estar según el citado efecto, y también que la distorsión de las imágenes concuerda perfectamente con la curvatura de la córnea.
En febrero de 1979 el Dr. José Aste Tönsmann culminó con dos años de trabajo intensivo y descubrió lo que hasta ahora ha sido uno de los fenómenos inexplicables más grandes de todos los tiempos. Por computadora el Dr. Aste agranda la imagen de la pupila del ojo derecho e izquierdo en forma digitalizada, y descubre trece personas que están siendo observadas por los ojos de la Imagen de la Virgen de Guadalupe.
Pero allí no termina la sorpresa, ya que al agrandar la pupila del Obispo Juan de Zumarraga otras mil veces más, o sea 1 milímetro de la imagen se agranda primero 2500 veces y luego la pupila del obispo 1000 veces más y allí aparece nuevamente la imagen del indio Juan Diego mostrando la Tilma con la Imagen de la Virgen de Guadalupe, retratada en los ojos del obispo.
Dos veces se retrata la imagen: una vez en los ojos de María, y luego en los ojos del obispo retratados en los ojos de María. O sea que esta imagen se observa en el tamaño de un cuarto de micrón, que es la 1/4 parte de un millonésimo de milímetro.
¡Esto hizo que el Doctor Aste Tonsmann no durmiera por varios días maravillado de algo tan increíble!. No es para menos, los milagros deben maravillarnos. En caso contrario, ¿qué sentido tiene que Dios los realice?
Si bien sus dimensiones son microscópicas, el iris y las pupilas de los ojos de la imagen tienen impresa al menos la imagen sumamente detallada de trece personajes. Las mismas personas están presentes tanto en el ojo izquierdo como en el derecho, con diferentes proporciones, al igual que sucede en los ojos de un ser humano que refleja los objetos que tiene en frente.
Se puede individualizar a un indio sentado, que mira hacia lo alto mientras parece tener entre sus manos un instrumento musical indígena; el perfil de un hombre anciano, con la barba blanca y la cabeza con calvicie avanzada, como el retrato del obispo Juan de Zumárraga realizado por Miguel Cabrera para representar el milagro; un hombre más joven, con toda probabilidad el intérprete Juan González; un indio de rasgos marcados, con barba y bigote y un gorro típicamente indígena, que abre su propio manto ante el obispo: ¡sin dudas se trata de Juan Diego!; una mujer de rostro oscuro, una sierva negra que estaba al servicio del obispo; un hombre de rasgos españoles que mira pensativo acariciándose la barba con la mano.
En el centro de las pupilas, además, a escala mucho más reducida se puede ver otra «escena», totalmente independiente de la primera. Se trata de una familia indígena compuesta por una mujer, un hombre, y algunos niños. En el ojo derecho, aparecen otras personas de pie detrás de la mujer.

martes, 6 de diciembre de 2011

Mi mision en este mundo... ser misericordioso.

OBSERVA LA IMAGEN, SIENTE LO QUE PASA EN EL INTERIOR DE LOS 2 PERSONAJES... SIENTE LO QUE PASA EN EL CORAZON DEL QUE SE QUITA LOS ZAPATOS PARA OFRECERLOS A QUIEN NO TIENE NADA...SIENTE EL CORAZON DEL QUE DA , SIN ESPERAR NADA A CAMBIO, AUN A COSTA DE QUEMARSE LOS PIES  CON EL CALOR DE LA ARENA... QUE PASA EN ESE CORAZON QUE DÁ?...COMO SE SIENTE...?
SIENTE EN ESE CORAZÓN QUE RECIBE ESE INESPERADO REGALO... EL PODER TENER ZAPATOS,  PARA CALZAR DESPUÉS DE MUCHO TIEMPO SIN SABER QUE ES TRAER ZAPATOS, SIENTE LA MISERIA DEL POBRE DEL QUE CARECE DE TODO  HASTA DE LO MAS BÁSICO... EN ESTA ALEGORÍA SE CENTRA EL AMOR DEL PADRE .. ASÍ ES EL... EL PADRE QUE DA TODO POR EL HIJO QUE REGRESA A LA CASA PATERNA,  DESPUÉS DE GASTARSE TODA LA FORTUNA  EN JUERGAS... SE QUITA LO MAS VALIOSO  Y LO OFRECE A SU HIJO...EL AMOR DEL PADRE ES, INCONDICIONAL.

...PORQUE TUVE HAMBRE Y  ME DISTE DE COMER...
...PORQUE TUVE SED Y ME DISTE DE BEBER.
...ESTUVE DESNUDO Y ME VESTISTE.
...ERA FORASTERO Y ME DISTE HOSPEDAJE.
...ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE.
...PORQUE ESTUVE PRESO Y FUISTE A VERME. 
  (Mt 25, 35-36)




NAVIDAD UNA BUENA EPOCA PARA PONER EN PRACTICA LA MISERICORDIA...

QUE ES LA MISERICORDIA?

"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". (Mt 5,7)

Jesús nos enseña qué es la misericordia, cuando nos fijamos en su actitud frente al dolor o la necesidad. Jesús vino a salvar lo que estaba perdido, a cargar con nuestras miserias para aliviarnos de ellas, a compadecerse de los que sufren y de los necesitados. No pasa de largo, se da cuenta enseguida del dolor, de detiene y salva. Cada página del Evangelio es una muestra de su misericordia con todos. Busca en el Evangelio: Lc 15, 11,32; Lc 10, 30-37; Mt 18, 23-35; Mt 18, 12-14; y verás que Jesús hace de la misma misericordia uno de los temas principales de su predicación.

El campo de la misericordia es tan grande como la miseria humana que se trata de remediar; pues eso es la misericordia: "compasión de la miseria ajena, que nos mueve a remediarla, si es posible" (San Agustín). En el orden físico, intelectual y moral, el hombre puede estar lleno de calamidades y miserias. Por eso las obras de misericordia son innumerables -tantas como necesidades del hombre-, aunque tradicionalmente, a modo de ejemplo, se han señalado catorce, en las que esta virtud se manifiesta de manera concreta. Nuestra actitud compasiva y misericordiosa ha de ser en primer lugar con los que habitualmente tratamos, con quienes Dios ha puesto a nuestro lado y con aquellos que están más necesitados.

La misericordia nos llevará a preocuparnos de la salud, del descanso, del alimento de quienes Dios nos encomienda. Por ejemplo, los enfermos merecen una atención especial: compañía, interés verdadero por su curación, facilitarles el que ofrezcan a Dios su enfermedad…, así se hacen obras de misericordia materiales, al procurarles lo necesario para aliviar su enfermedad físicamente y espirituales, al prestarles atención, paciencia y solicitud a sus necesidades psicológicas.

La escritura está llena de citas que nos invitan a la misericordia: Lc 6,36; Ef 4,32; Tob 4,8; Dt 15,11; Prov 24,11; Eclo 29,27; Zac 7,9; Mt 18,33; Is 58,10; Mt 10,42; Sal 40,2; Prov 11,17; Prov 21,3; etc… .

Palabras de los padres de la Iglesia    
"Por misericordia se entiende aquí no sólo la que se practica a través de las limosnas, sino la que produce el pecado del hermano, ayudando así unos a otros a llevar la carga" (San Jerónimo)

"Es la tristeza del mal ajeno, pero en cuanto se estima como propio" (Santo Tomás)

"Misericordioso es el que considera la desgracia de otro como propia, y se duele del mal de otro como si fuera suyo" (San Remigio)

"La misericordia no se queda en una escueta actitud de compasión, la misericordia se identifica con la superabundancia de la caridad que, al mismo tiempo, trae consigo la superabundancia de la justicia. Misericordia significa mantener el corazón en carne viva, humana y divinamente transido por un amor recio, sacrificado, generoso". (J. Escrivá de Balanguer

"Quien practique la misericordia -dice el apóstol- que lo haga con alegría: esta prontitud y diligencia duplicarán el premio de tu dádiva. Pues lo que se ofrece de mala gana y por fuerza no resulta en modo alguno agradable ni hermoso" (San Gregorio Nacianceno). 

"La justicia y la misericordia están tan unidas que la una sostiene a la otra. La justicia sin misericordia es crueldad; y la misericordia sin justicia es ruina, destrucción" (Santo Tomás

"Las obras de misericordia son la prueba de la verdadera santidad" (Santo Tomás

"La caridad no se practica solo con el dinero. Podéis visitar a un enfermo, hacerle un rato de compañía, prestarle algún servicio, arreglarle la cama, prepararle los remedios, consolarle en sus penas, leerle algún libro piadoso" (Santo Cura de Ars

"No hay mejor misericordia que otorgar el perdón a quien nos ha ofendido" (Santo Tomás)

 "Las obras de misericordia son variadísimas, y así todos los cristianos que lo son de verdad, tanto si son ricos como si son pobres, tienen ocasión de practicarlas en la medida de sus posibilidades; y aunque no todos pueden ser iguales en la cantidad de lo que dan, todos pueden serlo en su buena disposición" (San León Magno

"La misericordia es el lustre del alma, la enriquece y la hace aparecer buena y hermosa. El que piensa compadecerse de la miseria del otro, empieza a abandonar el pecado" (San Agustín) 

"La misericordia es lo propio de Dios, y en ella se manifiesta de forma máxima su omnipotencia" (Santo Tomás) .

lunes, 5 de diciembre de 2011

DOLOR DE PIEDRA... PERDON DE CRISTAL.


MONUMENTO AL NIÑO NO NACIDO EN ESLOVAQUIA.
Debo confesar que esta imagen me ha impresionado realmente. Vemos, a la izquierda, una mujer de rodillas y llorando; la cabeza inclinada hacia adelante: la sostiene sus manos. Refleja un dolor profundo, muy hondo. Es una escultura de piedra. Delante observamos la figura de un niño -podría ser niña- elaborada en cambio en vidrio, en una especie de cristal transparente. Este niño está de pie, como alzándose del suelo y con su mano izquierda tocando delicadamente la cabeza de la mujer de piedra. 


Difícil poder expresar mejor el profundo arrepentimiento de una madre que ha abortado. Lo ha logrado Martin Hudáčeka, un joven escultor de Banska Bystrica (Eslovaquia). La idea surgió de un grupo de mujeres jóvenes, convencidas del valor de la vida y de las funestas consecuencias que todo aborto conlleva en el cuerpo y en el espíritu de la infeliz madre. 


El monumento al “Niño no nacido” fue inaugurado el 28 de octubre 2011 por el Ministro de Salud de Eslovaquia MD. Ivan Uhliarik. Por si sirve el dato, Eslovaquia es uno de los países que al salir del comunismo ha visto reducirse su número de abortos: de 58.000 en 1988 a 19.000 en 2006. Hay que decir que también ha descendido el número de nacimientos anuales: de 83.000 a 53.000 en estos mismos años. Su legislación permite el aborto prácticamente libre hasta las 12 semanas, y es permitido a jóvenes de 16 y 17 años con permiso de sus padres. Afortunadamente el país de mayoría católica (un 70% de sus 5,4 millones de habitantes), cuenta con muchos servicios sanitarios que pertenecen a la Iglesia y en donde la mayoría de los ginecólogos se niegan a cometer abortos.


El artista ha logrado plasmar un maravilloso equilibrio entre dolor y amor; entre la agonía de la madre y el consuelo del niño; entre el arrepentimiento de ella y el perdón de él. La imagen deja en el corazón una profunda ternura hacia la madre y su hijo. Pero ¿por qué el autor quiso emplear el vidrio en el caso del niño? Tal vez para evocar el alma pura y transparente del niño no nacido que parece decirle: «Mamá, no llores más. Mírame, aquí estoy. Desde el cielo podré amarte y hacer por ti todo lo que no pude en la tierra».


Esta obra de arte transmite un mensaje claro: El abominable pecado del aborto además de matar a una criatura inocente, hiere en lo más hondo de su ser y de su dignidad a la mujer. Si el hombre –como nos recordaba tantas veces el beato Juan Pablo II- sólo se realiza en la donación de sí mismo, añadimos que en la mujer este amor es ante todo materno. Su vocación a la maternidad, tanto física como espiritual, forma parte de ella misma.


Un último detalle. Cuando mostré la foto de esta imagen a una mujer y le pedí sus observaciones, al final, para sorpresa mía, me formuló este interrogante: «¿Y dónde está el padre?»


P. José María Moriano, LC

SANTOS POR LAS CALLES DE NUEVA YORK



EL OBISPO DE LA TELEVISIÓN

+FULTON SHEEN, MÁS CERCANO A LOS ALTARES

Con la discusión en Roma, por parte de los teólogos consultores de la vaticana Congregación de los Santos, de las virtudes heroicas de Fulton Sheen, el popular obispo de la radio y la televisión que infundió consuelo y esperanza a los americanos en los años duros de la depresión económica y posteriormente durante la II Guerra Mundial, se acerca un paso más a los altares. Y es que detrás de aquella figura mediática había un sacerdote y obispo que amó profundamente a Jesucristo.


El más joven de cuatro hermanos, Fulton Sheen nació en El Paso, Illinois (Estados Unidos), diócesis de Peoria, el 8 de mayo de 1895. Hijo de Newton y su esposa Delia, de ascendencia irlandesa, en el momento de nacer su madre lo consagró a la Virgen María, consagración que posteriormente él repitió en el día de su Primera Comunión. En 1900 sus padres se mudaron a una granja a las afueras de Peoria, el centro de la diócesis, para que sus hijos pudieran asistir a una escuela católica, que en la ciudad abundaban pero en las zonas rurales no.

En 1917, después de terminar la escuela secundaria, entró en el seminario de St. Paul, Minnesota, donde estudiaban seminaristas de varias diócesis. Ya entonces y más todavía hoy en la actualidad, los seminaristas estadounidenses cursan estudios eclesiásticos en centros de estudios superiores que a veces están fuera de la propia diócesis, por no haber normalmente infraestructuras en cada para su formación en cada una de ellas. Vuelto a su diócesis, fue ordenado sacerdote en la catedral de Peoria, 20 de septiembre de 1919, a la edad de 24 años. En esta ocasión se hizo a sí mismo una promesa, que según los que le conocieron de cerca llevó a cabo a lo largo de su vida, la de permanecer en adoración ante el Santísimo Sacramento durante al menos una hora al día.
Después de su ordenación continuó sus estudios en la Universidad Católica de Washington inicialmente por dos años. Pero el joven sacerdote quería profundizar en la filosofía de Santo Tomás de Aquino, la filosofía perenne, para así refutar, a la luz de la razón y la fe, los graves errores de la filosofía moderna, por lo que pidió a su obispo continuar estudios en algún centro en Europa. El obispo lo envió a estudiar en la Universidad de Lovaina, en Bélgica, donde Don Fulton se distinguió por su vida sacerdotal ejemplar, por su inteligencia brillante y por un cierto encanto personal que lo hacían simpático a los que le conocían. En Lovaina obtendría años después el doctorado en filosofía, pero antes estudió en la Sorbona de París y con los Dominicos en el Angelicum de Roma, donde obtuvo su doctorado en teología.


En 1923 regresó a la Universidad de Lovaina, donde obtuvo, como primer estadounidense, el Premio Cardenal Mercier de filosofía, además de graduarse con honores. Aunque le ofrecieron ser profesor de filosofía en Oxford, pues era conocido ya que había vivido también un año en Inglaterra, su obispo no le dio permiso. Vuelto a los Estados Unidos, fue nombrado coadjutor en una parroquia en las afueras de Peoria. Aquella Cuaresma, el dirigió las predicaciones: la primera noche, hubo algunos oyentes, pero a medida que pasaban los días, la iglesia se fue llenando cada vez más para escuchar al joven predicador, que tenía indudables dotes de palabra. Poco a poco fue tomando fama de gran predicador en toda la diócesis.

Tres años más tarde comenzó su servicio como profesor de teología, filosofía y religión en la Universidad Católica en Washington DC, donde permaneció allí hasta 1950. En el mismo año empezó a colaborar con programa de radio de la zona de Nueva York, lo que representó un punto de inflexión en su apostolado. En 1930 empezó a dirigir un programa para tratar que se emitía en todo el país, La Hora Católica, que continuó durante 22 años reuniendo a millones de oyentes. Dicho programa se convirtió en un auténtico apostolado para él: Pronto se encontró inundado con miles de cartas, que llegarían a ser unas 8500 por semana: las personas le abrían el alma en busca de Dios, le pedían oraciones, le preguntaban duda. Este apostolado de Fulton Sheen provocó un gran número de conversiones a la fe y la Iglesia Católica en los EE.UU. en esos años.

Eran años muy duros para los americanos, que conocieron la pobreza que hasta entonces no habian experiemtado, años en los que el catolicismo experimentó un gran crecimiento en aquel país, se crearon nuevas diócesis y parroquias, y esto por muchos motivos, entre los que destaca en primer lugar la inmigración de europeos y latinos, y en ese ambiente puso también su granito de arena Fulton Sheen con sus programas de radio. Contribuyó a evangelizar con su palabra clara y sencilla, explicando la doctrina de la Iglesia y aplicàndola a la vida cotidiana. Incluso el Papa Pío XI en 1935 y oyó hablar de su apostolado, para expresar su gratitud, le nombró prelado doméstico con el título de monseñor. En 1950, con el inicio de la emisión de programas por televisión, fue llamado por la cadena NBC para tener un programa en la pequeña pantalla. Cada semana, era seguido por unos 30 millones de personas, atraídos por su lenguaje claro, comprensible para todos, muy serio pero a veces bromista, siempre agradable, incluso al hablar de los temas más serios de la vida.

Nombrado en 1950 Director de la oficina de Propaganda Fide para los Estados Unidos, cargo que ocupó hasta 1966, empezó una larga serie de viajes a Asia, África y Oceanía para interesarse por la evangelización de los pueblos. Sus colaboradores de aquellos años lo recuerdan como un sacerdote muy humano, muy alegre y a la vez muy lleno de DioaYa era un eclesiástico muy conocido en la Iglesia norteamericana y Pío XII decidió nombrarlo obispo auxiliar del Cardenal Spellman, de Nueva York. Fue consagrado el 11 de junio de 1951, en la Iglesia romana de los Santos Juan y Pablo por el Cardenal Piazza.

Alternaba las tres ocupaciones, la de la oficina para la Propagación de la Fe, el ministerio episcopal en Nueva York y sus programas televisivos, manteniendo en medio de toda esta actividad una profunda vida interior, como han atestiguado en su proceso de Canonización los que trabajaban con él. Su programa de televisión, Life is worth living, se hacía cada vez más popular, llegando Mons. Sheen a ganar el premio Emmy en 1952 como una personalidad de la televisión del año, desbancando a otras grandes figuras de la época como Frank Sinatra o Mirton Berle, el cual afirmó bromeando que si alguien le tenía que quitar la audiencia, prefería que fuese Aquel sobre el que hablaba el obispo Sheen. La serie duró hasta 1957.

El 22 de octubre de 1966, después de haber participado en años anteriores en todas las sesiones del Concilio Vaticano II, y quizás por sus desavenencias con el el Cardenal Spellman con el cual chocó acerca de la administración de los fondos de Propaganda Fide, Fulton Sheen fue nombrado obispo de la Diócesis de Rochester, en el estado de Nueva York, donde pasó los años del postconcilio y tuvo que a hacer frente a los problemas que éste trajo, sobre todo por cuanto se refiere a secularización de sacerdote, enfriamiento de la vida religiosa, descenso dramático de vocaciones consagradas, etc. Eran también los años de la revolución sexual, de la contestación de muchos al magisterio del Papa que había publicado la Humanae Vitae, y todo ello no facilité el ministerio episcopal de Mons. Sheen, que puso especial empeño en mantenerse siempre en la ortodoxia católica.

Otro motivo de sufrimiento para el obispo de Rochester fue el intentar luchar contra la mentalidad racista de su tiempo, que en las ciudades estaba ya bastante superada, pero que en el ámbito rural como era el de Rochester, todavía estaba lejos de superarse. El predicar y defender la igualdad de todos los hijos de Dios y su decidida atención a los más pobres de aquella sociedad le hicieron chocar con la aristocracia local, que no le ahorraron críticas a este santo obispo. Así que, tres años después de haber sido nombrado, renunció por razones de edad, y el Papa Pablo VI le concedió el título de arzobispo titular de Newport (Gales).

Convertido por tanto en obispo emérito en 1969, contando ya con 75 años, continuó dando conferencias y escribiendo artículos y libros, de los cuales hay más de sesenta, entre ellos su famosa “Vida de Cristo”, conocida en el mundo entero. Incluso las pláticas de su programa de televisión están reunidas en volúmenes, e incluso sus videos se pueden ver hoy en día en YouTube y otros portales de internet. Sólo Dios sabe cuántas personas se han convertido con las publicaciones de Fulton Sheen. En la documentación recogida para su proceso de Canonización se ofrecen muchos ejemplos de católicos alejados que volvieron a la Iglesia y de muchos otros que no eran católicos y se convirtieron gracias a las palabras de este obispo mediático.

El 20 de septiembre de 1979, el Obispo Sheen celebró una Misa solemne con ocasión del 60 aniversario de su sacerdocio y en la homilía dijo conmovido: “No es que no ame la vida, pero ahora ya quiero ir a ver al Señor. He pasado muchas horas delante de él en el SS. Sacramento, he hablado con él en oración y he hablado de Él a quien ha querido escucharme. Ahora quiero verle cara a cara“.

Su deseo se iba a hacer pronto realidad, pero todavía tenía que vivir uno de los momentos más significativos de su vida, cuando, unas semanas más tarde, el 3 de octubre de 1979, Juan Pablo II lo abrazó en la catedral de San Patricio en su primera visita apostólica a los Estados Unidos. Al anciano prelado lo habían colocado en segunda fila y el Papa, al no verlo en primera fila, fue a buscarle y cuando lo encontró se fundió con él en un fuerte abrazo, que fue saludado con un fuerte aplauso de la gente. En aquella ocasión Juan Pablo II le dijo que había hablado y escrito muy bien sobre Jesús y que era un hijo fiel de la Iglesia. Dos meses después, su deseo de que Dios se cumplió: 9 de diciembre de 1979, dejó este mundo en la capilla privada de su residencia en Nueva York, cuando parece que se dirigía allí para orar. Al día siguiente la quinta avenida se llenó de gente, católicos y no católicos, que hacía cola para honrar su féretro en la catedral de San Patricio y dar un último adiós a este popular obispo. No faltaron entre ellos los representantes de la alta sociedad neoyorkina, famosos de la televisión y la radio, y mucha, mucha gente sencilla.


FIESTA DE LA INMACULADA CONCEPCION


"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." (Bula Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX )
La Concepción: 
Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica  procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.
Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción.

La Encíclica "Fulgens corona", publicada por el Papa Pío XII en 1953 para conmemorar el centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, argumenta así: «Si en un momento determinado la Santísima Virgen María hubiera quedado privada de la gracia divina, por haber sido contaminada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya -al menos durante ese periodo de tiempo, por más breve que fuera- la enemistad eterna de la que se habla desde la tradición primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta servidumbre»


Fundamento Bíblico
La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica. 
El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor.  Junto a El se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.
En Lucas 1:28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.». Las palabras en español "Llena de gracia" no hace justicia al texto griego original que es "kecharitomene" y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no "prueba" la Inmaculada Concepción de María ciertamente lo sugiere.
El Apocalipsis
Narra sobre la «mujer vestida de sol» (Ap 12,1).  Ella representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la Santísima Virgen, en virtud de una gracia singular. Ella es toda esplendor porque no hay en ella mancha alguna de pecado. Lleva el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo.

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En el siglo IX se introdujo en Occidente la fiesta de la Concepción de María, primero en Nápoles y luego en Inglaterra.

Hacia el año 1128, un monje de Canterbury llamado Eadmero escribe el primer tratado sobre la Inmaculada Concepción donde rechaza la objeción de San Agustín contra el privilegio de la Inmaculada Concepción, fundada en la doctrina de la transmisión del pecado original en la generación humana.
La castaña, escribe Eadmero, «es concebida, alimentada y formada bajo las espinas, pero que a pesar de eso queda al resguardo de sus pinchazos». Incluso bajo las espinas de una generación que de por sí debería transmitir el pecado original, María permaneció libre de toda mancha, por voluntad explícita de Dios que «lo pudo, evidentemente, y lo quiso. Así pues, si lo quiso, lo hizo».

Los grandes teólogos del siglo XIII presentaban las mismas dificultades de San Agustín: la redención obrada por Cristo no sería universal si la condición de pecado no fuese común a todos los seres humanos. Si María no hubiera contraído la culpa original, no hubiera podido ser rescatada. En efecto, la redención consiste en librar a quien se encuentra en estado de pecado.
El franciscano Juan Duns Escoto, al principio del siglo XIV, inspirado en algunos teólogos del siglo XII y por el mismo San Francisco (siglo XIII, devoto de la Inmaculada), brindó la clave para superar las objeciones contra la doctrina de la Inmaculada Concepción de María. El sostuvo que Cristo, el mediador perfecto, realizó precisamente en María el acto de mediación más excelso: Cristo la redimió preservándola del pecado original. Se trata una redención aún más admirable: No por liberación del pecado, sino por preservación del pecado. 

Escoto 
preparó el camino para la definición dogmática. Dicen que su inspiración le vino al pasar por frente de una estatua de la Virgen y decirle: "Dignare me laudare te: Virgo Sacrata"  (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti).

1. ¿A Dios le convenía que su Madre naciera sin mancha del pecado original? - Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él.

2. ¿Dios podía hacer que su Madre naciera sin mancha de pecado original? -
Sí, Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada.

3. ¿Lo que a Dios le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace? Todos respondieron: Lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.


Entonces Scotto exclamó: Luego
1. Para Dios era mejor que su Madre fuera Inmaculada: o sea sin mancha del pecado original.
2. Dios podía hacer que su Madre naciera Inmaculada: sin mancha
3. Por lo tanto: Dios hizo que María naciera sin mancha del pecado original. Porque Dios cuando sabe que algo es mejor hacerlo, lo hace.
Méritos: María es libre de pecado por los méritos de Cristo Salvador. Es por El que ella es preservada del pecado. Ella, por ser una de nuestra raza humana, aunque no tenía pecado, necesitaba salvación, que solo viene de Cristo. Pero Ella singularmente recibe por adelantado los méritos salvíficos de Cristo. La causa de este don: El poder y omnipotencia de Dios.
Razón: La maternidad divina. Dios quiso prepararse un lugar puro donde su hijo se encarnara.
Frutos:1-María fue inmune de los movimientos de la concupiscencia. Concupiscencia: los deseos irregulares del apetito sensitivo que se dirigen al mal.
2-María estuvo inmune de todo pecado personal durante el tiempo de su vida. Esta es la grandeza de María, que siendo libre, nunca ofendió a Dios, nunca optó por nada que la manchara o que le hiciera perder la gracia que había recibido. 
El dogma de la Inmaculada Concepción de María no ofusca, sino que más bien pone mejor de relieve los efectos de la gracia redentora de Cristo en la naturaleza humana. Todas las virtudes y las gracias de María Santísima las recibe de Su Hijo. La Madre de Cristo debía ser perfectamente santa desde su concepción. Ella desde el principio recibió la gracia y la fuerza para evitar el influjo del pecado y responder con todo su ser a la voluntad de Dios. A María, primera redimida por Cristo, que tuvo el privilegio de no quedar sometida ni siquiera por un instante al poder del mal y del pecado, miran los cristianos como al modelo perfecto y a la imagen de la santidad que están llamados a alcanzar, con la ayuda de la gracia del Señor, en su vida.
En torno a las ideas de Escoto se suscitó una gran controversia. Después de que el Papa Sixto IV aprobara, en 1477, la misa de la Concepción, esa doctrina fue cada vez más aceptada en las escuelas teológicas.EPapa Sixto IV, en 1483, casi 4 siglos antes del dogma, había extendido la fiesta de la Concepción Inmaculada de María a toda la Iglesia de Occidente.