domingo, 12 de febrero de 2017

¿Sabias que todos somos hermanos?

Si entendieramos esto tendriamos menos conflictos, te invito a observar este estudio y comprendamos lo que al final del video te enseña...

Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=tyaEQEmt5ls recuperado 12 Febrero de 2017

Siempre poner un rosario debajo de la almohada.

Guarda un Rosario, aunque sea de los pequeños, debajo de la almohada.
Desde que tomé esa costumbre, se me solucionan los problemas más fácilmente, y es un buen método para los que tienen insomnio, verán que amanecen con el rosario en las manos y han tenido un buen descanso!
Las acciones con sentido cobran más fuerza cuando se sabe su origen.


Una hermosa historia así se realizo el rezo del santo Rosario....

¿A que tu tampoco conocías la historia del rosario?

Yo siempre me preguntaba: 
¿A quién se le habrá ocurrido repetir las Aves Marías tantas veces? ¿Que sentido tiene?, etc.

Ahora se comprende y cada vez que lo recen, cada Ave María es una preciosa rosa para la Virgen. Estoy seguro de que todos conocemos esta bella oración que es el Santo Rosario.

Una historia cuenta que un Hermano Lego (que no era sacerdote) de la Orden de los Dominicos, no sabía leer ni escribir, por lo que no podía leer los Salmos, como era la costumbre en los conventos de la época. Entonces, cuando terminaba sus labores por la noche (él era el portero, el barrendero, el hortelano, etc.) se iba a la capilla del convento y se hincaba frente a la imagen de la Virgen María , y recitaba 150 avemarías (el número de los salmos), luego se retiraba a su celda a dormir. Por la mañana, de madrugada, se levantaba antes que todos sus hermanos y se dirigía a la capilla para repetir su costumbre de saludar a la Virgen.

El Hermano Superior notaba que todos los días, cuando él llegaba a la capilla para celebrar las oraciones de la mañana con todos los monjes, había un exquisito olor a rosas recién cortadas y le dio curiosidad, por lo que preguntó a todos quién se encargaba de adornar el altar de la Virgen tan bellamente, a lo que la respuesta fue que ninguno lo hacía, y los rosales del jardín no se notaban faltos de sus flores.

El Hermano Lego enfermó de gravedad; los demás monjes notaron que el altar de la Virgen no tenía las rosas acostumbradas, y dedujeron que era el quien ponía las rosas. ¿Pero cómo? Nadie le había visto jamás salir del convento, ni tampoco sabían que comprara las bellas rosas. Una mañana les extrañó que el se había levantado, pero no lo hallaban por ninguna parte. Al fin, se reunieron en la capilla, y cada monje que entraba se asombraba, pues el hermano Lego estaba arrodillado frente a la imagen de la Virgen, recitando extasiado sus avemarías, y a cada una que dirigía a la Señora, una rosa aparecía en los floreros. Así al terminar sus 150 saludos, cayó muerto a los pies de la Virgen.

Con el correr de los años, Santo Domingo de Guzmán, (se dice que por revelación de la Santísima. Virgen ) dividió las 150 avemarías en tres grupos de 50, y los asoció a la meditación de la Biblia: Los Misterios Gozosos, los Misterios Dolorosos y los Misterios Gloriosos, a los cuales el Santo Papa Juan Pablo II le añadió los Misterios Luminosos.

CARGUEN SU ROSARIO TODOS LOS DÍAS 
Cuando portas tu Rosario, es un dolor de cabeza para el enemigo
Cuando usas tu Rosario, Satanás colapsa
Cuando él te ve rezando el Rosario, se desvanece.
Vamos a Rezar el Rosario cada vez, de manera de mantenerlo desvanecido.

Quizá cuando trates de re-enviar este mensaje, algo va a intentar desanimarte, pero aun así  reenvialo, comprueba luego cómo trabaja el Espíritu Santo, también de esta manera, colaboras para acelerar el triunfo de la Virgen María
Enlace:http://todomujer3.blogspot.mx/2014/11/porque-debo-clocar-el-rosario-bajo-la.html recuperado 12 Febrero de 2017. 

Dar siempre lo mejor de nosotros.


Orar con el corazón.

Nos podríamos preguntar si hay algún método que nos ayuda a rezar con María y como María. La verdad un método quizás no exista pero sí se puede decir que la presencia de María en nuestra vida de oración es decisiva como la fue en el milagro de Caná o como fue su estar silencioso y orante al pie de la Cruz de su Hijo.


María conservaba todo en su corazón

Hay un pasaje del Evangelio que nos señala que Ella sabía conservar en su corazón las palabras de Jesús, para “rumiarlas” después en su propia oración. El pasaje en cuestión es cuando, después de haber perdido al Niño Jesús en el templo, sus padres o encuentran y a la pregunta del porqué ha hecho esto, Jesús les da una respuesta que en aquel momento no comprendieron sus padres: “¿Por qué os inquietabais? ¿No sabíais que yo debía ocuparme de las cosas de mi Padre?(Lc 2, 51). María y José habían ido al templo cuando Jesús tenía 12 años, edad a la que normalmente comenzaba el joven a estar sujeto a la observancia de la Ley. Por ello mismo debería conocerla bien. Ello explica la conversación de Jesús con los doctores de la Ley. Lo que no entiende su madre en ese momento no es tanto el hecho de que Jesús ha mostrado un gran celo por conocer y profundizar la Ley, sino el hecho de que ha permitido de algún modo la zozobra de sus padres. María reacciona aquí como cualquiera madre buena: “¿Por qué has hecho esto con nosotros?”. ¿No es ésta muchas veces también nuestra pregunta al Señor cuando en la vida nos suceden cosas que no entendemos y que sin embargo el Señor permite en nuestra vida de modo misterioso para nosotros? ¿No le decimos también nosotros a Él: por qué has permitido esto? O incluso más fuerte todavía, como lo expresa el mismo Evangelio de San Lucas: “¿Por qué has hecho esto con nosotros?” (Lc 2, 50).

La angustia materna

La respuesta de Jesús no la entiende María en ese momento. Sí, sabía que su Hijo tenía que dar prioridad a lo que se refería al Padre. Ella había comprendido, aunque en el clarooscuro de la fe, la misión redentora de su Hijo, pero ¿por qué ha permitido esa angustia mortal? Fueron tres días “de muerte” para María, de verdadero tormento. Primero por haber perdido a Jesús, pero también porque ellos se reprochaban que de algún modo había sido culpa suya el haberlo perdido; se acusaban seguramente de falta de responsabilidad en la gestión de su responsabilidad paterna y materna. Pero seguramente lo que más ardería en el corazón de María era su dolor de haber perdido a su hijo, temer que quizás ya no lo volvería a ver. Su corazón en este tiempo vivía una verdadera zozobra interior, angustia materna. El verbo griego significa una gran angustia, un intenso dolor, parecido al producido por el fuego. Así estaba el alma de María ante estos acontecimientos donde Ella se veía privada del mayor gran don que poseía, su hijo.
María, al no comprender la respuesta de su hijo, que pareciera indiferente al agudo dolor a que ha sido sometido su corazón por tres días, lo que Ella hace es “conservar” sus palabras en su corazón; llevarlas dentro de Ella, tratar de penetrar su sentido profundo. Sí, Jesús, debe ocuparse de las cosas del Padre o, como traducen algunas versiones, Él debe estar en la casa del Padre. María conserva esta respuesta en su corazón. No la deja escapar. La retiene, la medita, la rumia, le da vueltas.

Así es la oración

Así es un poco la oración: conservar, meditar, rumiar la palabra del Señor. Sea la palabra revelada en la Sagrada Escritura, sea la palabra interior del Espíritu, sean los hechos hirientes de la vida que dejan punzones de dolor en nuestro corazón angustiado. La oración es no dejar que la palabra sembrada por Dios en el corazón se escape por la superficialidad o la inconsistencia interior, hacer que esa palabra penetre, dé fruto como el grano de trigo que muere en la tierra para revivir al exterior. Oremos así, con María y como María: conservemos en nuestro corazón las palabras de su Hijo, llevémoslas con nosotros, hagámoslas vida de nuestra vida, tratando de comprender en ellas el plano superior del Padre para cada uno de nosotros.

Enlace:https://la-oracion.com/orar-con-el-corazon/ recuperado 12 de Febrero de 2017 

Orar en medio de la tempestad.


El temor es una de las situaciones emotivas que todo ser humano enfrenta durante su vida, más tarde o más temprano. El temor puede convertirse en pánico, el temor de alta intensidad que paraliza la persona o la lleva hacia una huida irracional de la situación en que se encuentra.

Pánico en medio de la tempestad

Los momentos de pánico pueden ser pocos o pueden por el contrario manifestarse con frecuencia en la vida de los hombres. Hay situaciones humanas donde predominan los vientos fuertes y las mareas y las tempestades se alzan impetuosas sobre la barca de nuestra vida. En el Evangelio encontramos algunos episodios en donde los discípulos de Jesús son presa del pánico en medio a la tempestad. San Mateo nos narra una tempestad que de modo imprevisto se alzó en medio del lago de Galilea, normalmente tranquilo. “De pronto se levantó en el mar una tempestad” (Mt 8, 24). También en la vida humana se levantan tempestades sin previo aviso. Nadie las espera, pero aparecen como resultado de varias causas que se entrecruzan por permisión divina. Cuando todo parece sereno, se levanta una tempestad, un problema, una dificultad, una situación que nos hace perder el equilibrio. “La barca quedaba tapada por las olas” (Mt 8, 24). Y esas olas no dejan ver el horizonte, llenan el corazón de aprensión, no se ven con facilidad las soluciones, la mente se oscurece, la lógica que había funcionado bien hasta entonces, deja de ser luz en la conciencia. Y todo aparece como un caminar en medio de un túnel negro sin salida.
Lo peor de todo no es tanto que aparezcan estos signos negativos que no sabemos dominar; lo peor es que puede ocurrir que Jesús no se halle en el corazón, no se le encuentre, aparezca lejano, duerma cuando más falta nos hacía: “Él estaba dormido” (ibid.). Entonces Jesús parece insensible a nuestra necesidad; parece que no le importamos: él duerme mientras nosotros sentimos que estamos a punto de perecer.

Sálvanos, Señor, que perecemos

Nuestra oración en estas circunstancias puede que no sea muy diferente de la de los discípulos que acompañaban a Jesús en la barca: “¡Sálvanos, Señor, que perecemos!” (Mt 8, 25). Esta oración sencilla y dramática podrá ser la nuestra en las ocasiones en las que también nosotros nos vemos abandonados por las fuerzas contrarias a Dios, cuando las pasiones se levantan como olas que amenazan con hundir la barca. Y esa ausencia de Dios puede asumir proporciones desgarradoras para el alma, como fue la experiencia de la Madre Teresa de Calcuta en su noche oscura: “Padre, le decía a su director espiritual, quiero contarle cuánto deseo –cuánto mi alma desea a Dios– lo desea solamente a Él y lo doloroso que es estar sin Él”. Madre Teresa por un período largo de su vida se sintió sin Dios, como abandonada y desolada. ¿Cómo fue su oración en estos momentos? Seguramente también que en ella su oración habrá asumido tonos llenos de dramatismo como la oración de los discípulos, pero también es probable que esta prueba de la fe haya llenado su alma de fortaleza y haya dado a su vida esa luminosidad que se desprendía en su rostro.

La oración es posible, aún en medio de las dificultades

Es posible orar en medio de las tempestades de la vida. Es posible perseverar en la oración aunque el miedo invada nuestro espíritu y lo llene de angustia. Es posible vivir con la convicción de que Dios no nos deja aunque en apariencia parezca como dormido.
En el contacto con el mar comprendemos mejor la majestuosidad de la creación divina y cómo somos pequeños en medio de las aguas. Allí también, en medio de las tempestades que puedan surgir mientras navegamos en el mar de la vida, podremos comprender cómo, aunque Jesús duerma en apariencia, Él nunca nos abandona y ante la oración que nace del corazón en medio de la dificultad para pedirle ayuda, también podemos oír su voz que manda con autoridad calmarse a los vientos y sobrevenir una gran bonanza.
“¡Hombres de poca fe!”, dirá Jesús a sus discípulos, nerviosos y asustados en medio de la tempestad. Entonces el Señor nos invita a creer más y con mayor profundidad. Toda prueba permitida por Dios es una ocasión para que nuestra oración crezca en una fe más intensa, más luminosa, más confiada, más concreta.
Enlace:https://la-oracion.com/orar-en-medio-de-la-tempestad/ recuperado 12 Febrero 2017 

¿Sabes que estan haciendo tus hijos?... ¡ALERTA!


 David Arias era satanista, miró fijamente un Crucifijo y se convirtió: revela los secretos de la secta y los sacrificios humanos.
* “El Señor está conmigo, con Él no tengo nada que temer… Los padres tienen que ser conscientes de lo que están haciendo sus hijos.  Los adolescentes están buscando algo y están abiertos a la experimentación. Era fácil atraerlos y luego engancharles al sexo o a las drogas… El Maligno quiere sacrificios humanos, y los abortos son sacrificios”

 
20 de diciembre de 2016.- (Javier Lozano / Religión en Libertad / Camino CatólicoCada vez más jóvenes caen en las redes de las sectas satánicas. Estos grupos saben que los adolescentes están siempre en búsqueda y abiertos a experimentar y dejarse llevar por otros. El que hace esta reflexión, el mexicano-estadounidense David Arias, sabe muy bien de lo que habla pues durante años estuvo inmerso en esta vida que mezclaba el culto a Satanás con técnicas criminales.
David Arias ha pasado de ser un destructor de la Iglesia Católica a ser uno de los principales líderes católicos del sur de California realizando una labor de evangelización enorme en las diócesis de San Bernardino y en la Archidiócesis de Los Ángeles. Lo hace junto a su mujer María, con la que tiene tres hijos, a través del apostolado Profetas de Esperanza en el que forma a líderes en defensa de la fe católica. Pero el proceso de cambio de la oscuridad a la luz fue duro y radical.
Todo comenzó con la mala influencia de sus compañeros de colegio
Arias llegó a Estados Unidos cuando tenía 16 años y se instaló junto a su familia en la región de San Fernando, en el valle de Los Ángeles. Una vez en el colegio, algunos de los compañeros que conoció le introdujeron en la Ouija para así comunicarse con los espíritus. De hecho, esta práctica está muy extendida entre los adolescentes. Para él al principio no era más que un juego al igual que el ir de noche a los cementerios. Pero pronto la cosa se fue poniendo más seria.
De ahí pasó ser invitado a reuniones “subterráneas” en las que abundaba la promiscuidad sexual y el abuso de drogas y alcohol hasta que por fin pasó a formar parte de la “iglesia de Satanás”.
En una entrevista con la publicación católica Our Sunday Visitor, David Arias definía a un satanista como alguien que “rechaza, odia y maldice a Dios”. Explicaba que el grupo satánico al que él pertenecía estaba compuesto por unos 80 miembros en el que había ‘sacerdotes’ satánicos y una vez al mes se reunían para hacer “misas negras”.
Realizaban sacrificios humanos

Este hombre, que ahora supera los 40 años pero que entonces era un adolescente, afirmaba que su grupo satánico mantuvo un perfil muy bajo sin llamar la atención puesto que estaban involucrados en una amplia gama de actividad criminales que iban desde el consumo de drogas hasta la violación e incluso asesinatos.
Él mismo revela los tres niveles que había en el grupo satánico al que pertenecía:
-Primero: los principiantes se limitaban a observar los distintos rituales satánicos.
-Segundo: los miembros más experimentados participaban en sacrificios de animales como ratas o gatos, cuyos rituales incluían el beber su sangre y proferir maldiciones sobre personas.
-Tercero: los líderes del grupo realizaban sacrificios humanos. Las personas asesinadas podían ser adolescentes “descontroladas” o los bebés de las mujeres del grupo que habían quedado embarazadas.
En su relato sobre el funcionamiento de estos grupos satánicos, David Arias añadía que en el suyo había personas de todas las edades, él fue de los más jóvenes en ser captado, y de todas las razas. Muchos de ellos vestían al estilo conocido como “gótico”, completamente de negro y con los labios pintados de ese mismo color. Sin embargo, otros miembros vestían normal y trabajaban como médicos, abogados o ingenieros.
Los adolescentes, objetivos de las sectas
Dada las actividades ilegales que realizaban, todos los miembros habían sido advertidos de que cualquiera que revelara lo que allí ocurría sería asesinado.
Mientras tanto, el proceso de captación de nuevos miembros, que a su vez podían ser víctimas para el sacrificio, era constante. Y aquí las chicas jóvenes eran un objetivo prioritario porque podrían ser embarazadas para sacrificar a sus bebés en los rituales. “Los adolescentes están buscando algo y están abiertos a la experimentación. Era fácil atraerlos y luego engancharles al sexo o a las drogas”, contaba David.
La mirada a Cristo crucificado que le sacó de la oscuridad
Este mexicano afincado en EEUU estuvo en este grupo durante más de cuatro años hasta que de repente algo empezó a cambiar en él. Había sido educado en una familia católica pero no había ni rastro de su fe. Sin embargo,“se sentía vacío” en su interior con la vida que llevaba y ese sentimiento crecía día a día.
Un día caminaba sin rumbo con ese “vacío interior” cuando se topó con una iglesia católica y decidió entrar en ella. Se quedó fijamente mirando a Cristo crucificado y lanzó un desafío a Dios: “¿me puedes ofrecer algo mejor que Satanás?”.
De satanista a celoso evangelizador
Desde ese mismo instante su vida empezó a cambiar y vio el sinsentido de la vida que llevaba por lo que decidió abandonar esta secta aunque esto era algo muy peligroso porque incluso podrían matarle. Pero este valor que le infundió la imagen de la Cruz le llevó a dar el paso y lo primero que hizo fue abandonar el Valle de San Fernando, en el que vivía su familia, y se trasladó a San Bernardino, lejos de los miembros del grupo satánico.
Allí comenzó una nueva vida. Empezó a asistir a la Iglesia y a utilizar los Sacramentos, conoció  a una chica y se casó. Ahora tiene tres hijos. Y ahora todo el tiempo libre que tiene lo dedica a la evangelización y advirtiendo sobre el ocultismo y el satanismo.
¡Alerta, padres!
“Los padres tienen que ser conscientes de lo que están haciendo sus hijos. Hoy en día, los niños tienen fácil acceso a muchas cosas que son perjudiciales”, indica Arias durante la entrevista.
Sobre la influencia demoníaca en la sociedad actual, este exsatanista lo tiene claro: “el Maligno quiere sacrificios humanos, y los abortos son sacrificios” y recuerda que uno de los miembros de la secta era un médico abortista.
Además, David Arias aconseja como luchar contra Satanás y para ello ofrece su experiencia propia: ir regularmente a misa y recibir la comunión pues incluso los satanistas reconocen que ahí está el Cuerpo de Cristo y por ello intentan robar las Sagradas Formas.
 También habla de la importancia de la confesión frecuente y del rezo del Rosario: “cuando alguien reza el Rosario, el Mal se asusta”.
Y mientras tanto vive sin miedo ante las posibles represalias de los satanistas con los que convivió: “El Señor está conmigo, con Él no tengo nada que temer”. 
 Enlace:http://caminocatolico.org/home/testimonios/20658-david-arias-era-satanista-miro-fijamente-un-crucifijo-y-se-convirtio-revela-los-secretos-de-la-secta-y-los-sacrificios-humanos  recuperado 12 Febrero de 2017
 

Un testimonio de Vida...

Daniel Talavante convertido por Cristo de la atracción homosexual, de la magia, la adivinación y el ocultismo

“Tomo la decisión de que tengo que volver a mi vida, que no sirve de nada escapar del sufrimiento, que hay que afrontarlo. (…) Me voy a confesar con un sacerdote, confieso todo lo de la sexualidad, todos los pecados que yo había cometido. El sacerdote me absuelve y yo salgo de esa confesión como si saliera volando, parece que voy levitando. Como si fuera un hombre nuevo, con la decisión de irme a casa”


 
Daniel Talavante es un joven español de treinta y tres años. Aunque nació en una familia de tradición católica en la que fue bautizado e hizo la Primera Comunión, realmente nunca vivió en un ambiente cristiano, ni recibió formación cristiana, no escuchó hablar de Dios en su hogar o entre sus amigos.
Su infancia quedó marcada por la traumática separación de sus padres y el rompimiento de la familia. Su hermano pequeño, de solo un año, quedó en Madrid, bajo la custodia de su madre. Él, que tenía tres años, marchó a Guadalajara con su padre y sus abuelos paternos.|
La urbanización donde se encontraba el chalet en el que vivían estaba comenzando a construirse y, de momento, era el único chalet. No había vecinos, no había amigos. El colegio estaba a veinte minutos de coche. Imposible quedar con nadie, ni siquiera para hacer un trabajo juntos. Su padre no pasaba mucho tiempo en casa. Siempre estaba fuera. La soledad le llevó a inventar su propia realidad, llena de amigos imaginarios. Daniel se preguntaba por qué no había nacido en una familia normal, con unos padres unidos, como veía en sus amigos del colegio: “Aquella época la recuerdo siempre llorando”.
Las consecuencias de toda esta situación de sufrimiento, empezaron a notarse muy pronto. Daniel se dio cuenta que empezaba a mirar a los chicos de una forma distinta de los demás. De momento es solo una atracción, que no estallará hasta años más tarde. Paralelamente, Daniel se introduce en el mundo de la magia, de la adivinación y de lo oculto, en parte animado por el ambiente familiar. Cuenta su testimonio de conversión en dos programas de “Cambio de Agujas” de H.M. televisión, que se visualizan y escuchan unidos en el video que publicamos.


Enlace.https://gloria.tv/video/JYxGdo12BNgp1iZimN2nTFMgL recuperado 12 de Febrero 2017

¿TÚ A QUIEN ALIMENTAS...?


Somos bendecidos e inmensamente ricos.


TODA MI VIDA DESEE UN PAR DE ZAPATOS , ENTONCES VI A uNA PERSONA QUE NO TENIA PIES, ENTONCES ME DI CUENTA QUE SOY INMENSAMENTE RICO AL PODER CAMINAR.

DE TODO CORAZON...

SABE QUE NO ES CASUALIDAD QUE ESTES LEYENDO ESTE MENSAJE, UNA FUERZA MARAVILLOSA, LA FUERZA DEL AMOR DE CREACION Y UN MEJOR MUNDO DIA A DIA, TE MOTIVO A LEER ESTE MENSAJE , TE ENVIO QUERIDO HERMAN@ UN DESEO Y ANHELO DE PAZ , AMOR , PROSPERIDAD, SALUD , BIENESTAR Y ESTABILIDAD EMOCIONAL A TI Y LOS TUYOS, COMPARTE ESTE MISMO ABRAZO  CON QUIENES TENGAS INTERACCION... PAZ Y BIEN