LAS 10 VIRTUDES QUE DEBEMOS REFORZAR EN ESTA CUARESMA. |
1.- AUTOCONTROL
La virtud de auto-control, tal como se practica por medio del ayuno y la templanza en la comida y la bebida, es de suma importancia para la iglesia oriental.
Según el Hermano Damasceno, la pasión que esta virtud tiene por objeto destruir es la gula, que es considerada una de las tres pasiones principales, ya que fue el acto de comer del fruto prohibido por el cual Adán y Eva transgredieron el mandamiento divino :
“Adán fue privado de los placeres del Paraíso por la amargura de la fruta, su gula le hizo rechazar el mandamiento del Señor.
Fue condenado a trabajar la tierra de
la que él mismo se había formado, con el sudor de su frente, tuvo que
ganarse el pan para comer.
Por lo tanto, vamos a aprender a
controlarnos, de manera que no tengamos que llorar ante las puertas del
Paraíso, permitiendo esforzarnos por entrar en él”.
A través del ayuno y la abstinencia, nos abstenemos de cosas buenas, para que con mayor facilidad nos preocupemos por cosas mejores.En la tradición monástica bizantina, la abstinencia de carne es un recordatorio de la condición bendita de Adán y Eva antes de la Caída, cuando ellos caminaban con Dios, y vivían una vida angelical de contemplación y de gracia.Y, sin embargo, no es simplemente suficiente ayunar o abstenerse.
.La clave para el éxito en el logro del autocontrol, ya que los Padres nos advierten, que debe ser practicado de manera concertada con las demás virtudes.
Porque como Crisóstomo enseña, incluso los demonios ayunan, siendo de naturaleza incorpórea; mientras que la oración – así como todas las demás virtudes de una vida vivida en comunión con Dios -, es obviamente descuidado por ellos.2.- DESEO DE SANTIDAD
Se trata de un celo por Dios, un anhelo por Él, y una confiada esperanza y el anhelo de las bendiciones del mundo por venir.
El vicio que esta virtud tiene por objeto destruir es el de la falta de castidad, al dirigir el intelecto lejos de las cosas pasajeras de este mundo, y de las promesas de la vida futura de felicidad:
“¡Oh, amado Paraíso, belleza de la
primavera y divina morada creada, alegría y placer sin fin, gloria de
todos los justos, encanto de los profetas, y morada de los santos.
Por ‘tu ausencia, implora al Creador del universo abrir las puertas que se han cerrado por culpa mía; déjame participar del árbol de la vida, y compartir la alegría que una vez encontré en ti“.