PORTICO AL CIELO
- Página Principal
- ORACIONES DE EXORCISMO, LIBERACION Y PROTECCION CONTRA EL DEMONIO
- ORACIONES BASICAS
- JUEGOS Y DINAMICAS
- ORACIONES DE San FRANCISCO DE ASíS.
- JUAN PABLO II
- QUE ES JUFRA?
- SAN FRANCISCO DE ASIS -VIDA-
- PSICOLOGIA
- Sn FRANCISCO DE ASIS -CRONOLOGIA-
- EL PODER DEL SANTO ROSARIO
- VIDA DE SAN ANTONIO DE PADUA
- MEDITACION = ENCUENTRO CON DIOS
- DECENARIO AL DIOS DESCONOCIDO- EL ESPIRITU SANTO-
- COMO REZAR EL SANTO ROSARIO
- ¿QUE ES LA ACEDIA?
- Mensajes Existenciales... sabiduría para tu vida diaria
- Léeme o Laméntalo, información y recomendaciones sobre las Almas del Purgatorio
- ..::ROSARIO DE LIBERACION, P. Moises Larraga::..
martes, 26 de diciembre de 2017
10 Frases que harán que tu vida cambie.
Estas 10 frases ecuménicas daran un giro importante a tu vida positivamente.
Realiza cada una de tus acciones como si fuera la última de tu vida“- Marco Aurelio
“Desecha la idea de convertirte en alguien, pues ya eres una obra de arte. No puedes ser mejorado”- Osho
“La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa“- Albert Einstein
“Cuando una puerta se cierra, otra se abre; pero solemos enfocarnos demasiado en aquella que se cerró que no nos damos cuenta de las que se abrieron para nosotros”- Alexander Graham Bell
“Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír“- Desconocido
“Un mal día para tu ego es un gran día para tu alma” Anónimo
“Una vida aprovechada cometiendo errores no es sólo más honorable, sino que incluso más útil que vivirla haciendo nada“- George Bernard Shaw
“La vida no es un problema que tiene que ser resuelto, sino una realidad que debe ser experimentada”- Soren Kierkegaard
“Trata de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de tu vida todo de una sola vez“- Adolfo Roberto Arman
“La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes“- John Lennon
domingo, 24 de diciembre de 2017
El nacimiento Navideño, Roma 2017
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – El Nacimiento de la Plaza San Pedro no está recibiendo críticas favorables: el telón de fondo no se ve como un establo y los personajes que representan a gente necesitada – hambrientos, desnudos, muertos, encarcelados – no evocan exactamente una noche silenciosa cuando todo era acogedor, tranquilo y luminoso.
El padre franciscano John Puodziunas dijo que no le gustó al principio.
Además de María y José – el Niño Jesús aparecerá solo en Navidad – la escena incluye figuras de personas que ilustran la necesidad permanente de las obras de misericordia corporales, que incluyen alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos, enterrar a los muertos, cuidar a los enfermos y visitar a los prisioneros.
Mientras el padre Puodziunas, un fraile de Filadelfia que actualmente es el Ecónomo general de la Orden de los Hermanos Menores, estaba en la Plaza de San Pedro, dijo que se dio cuenta de que “esto realmente representa bien lo que yo creo que es el mensaje del Nacimiento, porque te cuestiona: ¿Dónde estoy hoy? ¿Dónde está el mundo hoy? ¿Y dónde está la Iglesia hoy?
La exhibición del Vaticano, dijo, “actualiza la escena de la realidad de nuestro mundo actual a través del Nacimiento para recordarnos que este es un Dios que continúa viniendo en nuestro mundo. No solamente es algo que sucedió hace 2000 años”.
Según la leyenda, Francisco de Asís, el fundador de la Orden del padre Puodziunas, fue quien inventó los nacimientos en 1223, portando paja, un buey y un burro a la ladera de una colina en donde estaba a punto de celebrarse la misa de Navidad.
El padre Puodziunas admitió que pudieron haber existido representaciones de la Navidad antes de que san Francisco lo representara en Greccio, Italia, pero el franciscano está seguro de que los frailes fueron los responsables de difundirla la tradición y de haberla llevado a los hogares.
Y dijo: “¿Por qué san Francisco representó el Pesebre en una montaña? Porque la gente no estaba en condiciones de recibir niños en sus vidas”. Entonces como hoy, los obstáculos pueden ser “los muchos compromisos, o la ira, o la guerra, o el pasado, o las preocupaciones”.
Al llevar el Pesebre a los habitantes de Greccio, san Francisco esperaba que pudieran experimentar nuevamente la fuerza y el estupor de Dios que asume la carne humana, convirtiéndose en uno de ellos y ofreciendo su vida por ellos.
“La idea del Nacimiento en su conjunto habla de tantos sentimientos y emociones que todos tenemos”, dijo el padre Puodziunas. “El niño, el pesebre, los animales, la noche, el campo, el desierto”: todos ellos comunican sentimientos que perduran en el tiempo y pueden recrearse en cualquier lugar.
San Francisco, dijo, mantuvo fija su atención en “el nacimiento y en la cruz. La madera del pesebre se convierte en la madera de la cruz. Este Cristo que entra en un mundo desordenado, ya sea en el tiempo de Cristo, como en el tiempo de san Francisco o nuestro propio tiempo – es el mismo Cristo que nos lleva a la cruz y es la fuente de nuestra salvación”.
https://ofm.org/es/blog/mundo-cansado-se-regocija-los-nacimientos-traen-alegria-los-corazones-endurecidos/
San Francisco de Asís y el primer “nacimiento” o “pesebre” de Navidad
En algunos países les llaman Belén o Pesebres. El primer nacimiento
se creo en Italia. Fue Francisco de Asís, el iniciador de los
nacimientos entre 1200 y 1226. Se cuenta que mientras recorría la
pequeña población de Rieti en 1223, la Navidad lo sorprendió en la
ermita de Greccio y fue allí donde todo comenzó.
Tuvo
la inspiración de reproducir en vivo el nacimiento de Jesús. También se
cree que el primer nacimiento con figures se construyo en Nápoles y que
estuvo echo de figures de barro.
La tradición de los Belenes
se difundió rápidamente por toda Italia y luego al mundo entero y hoy
por hoy figura en las tradiciones navideñas de cientos de países
alrededor del mundo.
Francisco de Asís en Greccio
Greccio
es una pequeña población de 1.500 habitantes, situada entre Roma y
Asís, a 15 quilómetros de Rieti, en la pendiente del Monte Lacerone y a
705 metros de altitud. El santuario se encuentra a poco más de dos
quilómetros, encima de una escarpada roca y rodeado de bosques de
encinas. Desde la explanada se contempla el castillo de Greccio y una
hermosa vista del valle de Rieti.
A San
Francisco este lugar le gustaba porque le parecía “rico en su pobreza”, y
el territorio porque decía que no había visto ningún otro con tantas
conversiones como este. Muchos de sus habitantes, empezando por Juan
Velita, señor de Greccio, profesaron la Regla de la Tercera Orden y
llevaban una vida de penitencia en sus propias casas. Cada día, a una
determinada hora, los frailes entonaban las alabanzas del Señor y la
gente del castillo, grandes y pequeños, salían de sus casas y
respondían: “Alabado sea el Señor”. Esto les valió verse libres por un
tiempo del pedrisco y de los lobos, mas luego de algunos años, empezaron
a enorgullecerse y a odiarse entre ellos, como predijo San Francisco,
lo que trajo como consecuencia que el castillo fuese pasto de las
llamas, por obra de la soldadesca de Federico II, en 1242.
El primer “Nacimiento” viviente
Todo
se celebró como estaba previsto: la noche de Navidad, la gente del
castillo se dirigió al lugar donde vivían los frailes, con cantando y
con antorchas y en medio del bosque. En una gruta prepararon un altar
sobre un pesebre, junto al cual habían colocado una mula y un buey.
Aquella noche, como escribió Tomás de Celano, se rindió honor a la
sencillez, se exaltó la pobreza, se alabó la humildad y Greccio se
convirtió en una nueva Belén. Para una celebración tan original
Francisco había obtenido el permiso del papa Honorio III. La homilía
corrió a su cargo, pues era diácono, y mientras hablaba del niño de
Belén, se relamía los labios y su voz era como el balido de una oveja.
Un hombre allí presente vió en visión a un niño que dormía recostado en
el pesebre, y Francisco lo despertaba del sueño. La gente volvió
contenta a sus casas, llevándose como recuerdo la paja, que luego se
demostró una buena medicina para curar a los animales.
San
Francisco permaneció en Greccio hasta pasada la Pascua de 1224. De aquí
se encaminó a Perusa, para echar en cara a sus habitantes el mal que
estaban haciendo a sus vecinos y anunciarles las consecuencias que ello
traería consigo.
El santuario de Greccio hoy
Hoy
el santuario de Greccio ha crecido mucho: a la antigua iglesia y
convento del siglo XIII se han añadido otras construcciones y una
iglesia más espaciosa, pero el lugar conserva todo su encanto. La gruta,
transformada en capilla el mismo año de la canonización del Santo, se
conserva casi intacta, con la roca que sirvió de altar y de pesebre (ver
foto arriba). Sobre la pared frontal hay restos de algunos frescos de
la escuela de Giotto, de los siglos XIII-XIV.
En el conventito
primitivo todo nos habla de la sencillez y pobreza de los primeros
tiempos. El dormitorio mide apenas 7 metros de longitud por 1,40 – 2,00
metros de anchura. Al fondo hay una minúscula celdilla excava en la
roca, donde se dice que dormía San Francisco. Aquí tuvo lugar, por
tanto, el episodio de la almohada de plumas, regalo de Juan Velita, que
no dejaba dormir al Santo.
En el piso superior hay
otro dormitorio, de la segunda mitad del siglo XIII, todo de madera, con
celdas a ambos lados. A continuación hay un coro del siglo XVII que
conduce a la primera iglesia dedicada a San Francisco después de su
canonización en 1228, como dice Tomás de Celano: “ahora aquel lugar ha
sido consagrado al Señor, se ha construido encima un altar en honor de
San Francisco y se le ha dedicado una iglesia” (1Cel. 87). En una
capilla lateral, más moderna, se conserva un retrato del siglo XIV,
copia de otro más antiguo, que representa a San Francisco con los
estigmas y con un pañuelo en actitud de limpiarse los ojos, afectados
por una grave infección que prácticamente lo dejó ciego al final de su
vida.
En la explanada de delante del santuario está la nueva
iglesia, del 1959, con algunas vidrieras modernas y varias
representaciones del Nacimiento de Cristo. En los alrededores está la
celda donde se retiraba San Francisco.
“Si yo
hablara con el emperador, le suplicaría que, por amor de Dios y en
atención a mis ruegos, firmara un decreto ordenando che ningún hombre
capture a las hermanas alondras ni les haga daño alguno; que todas las
autoridades de las ciudades y los señores de los castillos y en las
villas obligaran a que, en la Navidad del Señor de cada año, los hombres
echen trigo y otras semillas por los caminos fuera de las ciudades y
castillos, para que, en día de tanta solemnidad, todas las aves y,
particular- mente las hermanas alondras, tengan qué comer; que, por
respeto al Hijo de Dios, a quien tal noche la dichosa Virgen María su
Madre lo reclinó en un pesebre entre el asno y el buey, estén obligados
todos a dar esa noche a nuestros hermanos bueyes y asnos abundante
pienso; y, por último, que en este día de Navidad, todos los pobres sean
saciados por los ricos” (San Francisco, Leyenda de Perusa, 14).
El primer nacimiento
En
aquella ocasión, quiso celebrar el acontecimiento y hacer algo especial
que ayudase a la gente a recordar al Cristo Niño y su nacimiento en
Belén.
Una de las tradiciones más arraigadas es la
puesta del nacimiento del Niño Jesús cerca o bajo el árbol de Navidad.
Pero ¿sabes de dónde proviene esta tradición? ¿Quién la inició? Nos
cuenta Tomás de Celano que San Francisco de Asís pasó la Navidad de 1223
en Greccio, una pequeña población de 1,500 habitantes, situada entre
Roma y Asís, a 15 kilómetros de Rieti, en la pendiente del Monte
Lacerone y a 705 metros de altitud. En la actualidad, un santuario
dedicado al santo se encuentra a poco más de dos kilómetros, encima de
una escarpada roca y rodeado de bosques de encinas. Desde la explanada
se contempla el castillo de Greccio y una hermosa vista del valle de
Rieti. A San Francisco le gustaba este lugar porque, según cuenta su
biógrafo Tomás de Celano, le parecía “rico en su pobreza”, y porque
decía que no había visto ningún otro con tantas conversiones como éste.
Muchos de sus habitantes, empezando por Juan Vellita, señor de Greccio,
profesaron la Regla de la Tercera Orden, hoy Orden Franciscana Seglar, y
llevaban una vida de penitencia en sus propias casas. Cada día, a una
determinada hora, los frailes entonaban las alabanzas del Señor y la
gente del castillo, grandes y pequeños, salían de sus casas y
respondían: “Alabado sea el Señor”. Según Celano, esto les valió verse
libres por un tiempo de tormentas y de lobos, pero después de algunos
años empezaron a enorgullecerse y a odiarse entre ellos, como predijo
San Francisco, lo que trajo como consecuencia que el castillo fuese
arrasado por las huestes de Federico II, en 1242.
En
su biografía del santo, Celano asegura que la Encarnación era
un componente clave en la espiritualidad de Francisco y quiso, en
aquella ocasión, celebrar el acontecimiento y hacer algo especial que
ayudase a la gente a recordar al Cristo Niño y su nacimiento en Belén.
Celano nos dice que, inspirado por el Evangelio según San Lucas (2,
1-7), unos quince días antes de la Navidad mandó llamar a Juan de
Vellita y le dijo: “si quieres que celebremos en Greccio esta fiesta del
Señor, date prisa y prepara prontamente lo que te voy a indicar. Deseo
celebrar la memoria del Niño que nació en Belén y contemplar de alguna
manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue
reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y
el asno”. Todo se celebró como estaba previsto: la noche de Navidad, la
gente del castillo se dirigió al lugar donde vivían los frailes,
cantando y con antorchas cruzando alegremente el bosque. En una gruta
prepararon un altar sobre un pesebre, junto al cual habían colocado una
mula y un buey. Aquella noche, como escribió Tomás de Celano, se rindió
honor a la sencillez, se exaltó la pobreza, se alabó la humildad y
Greccio se convirtió en una nueva Belén. Para una celebración tan
original Francisco había obtenido el permiso del Papa Honorio III. La
homilíacorrió a su cargo, pues era diácono, y mientras hablaba del niño
de Belén, se relamía los labios y su voz era como el balido de una
oveja. La gente volvió contenta a sus casas, llevándose como recuerdo la
paja, que luego demostró ser una buena medicina para curar a los
animales.
La idea de reproducir el nacimiento se
popularizó rápidamente en todo el mundo cristiano, y de los seres
vivos,se pasó a la utilización de figuras. En nuestro país la tradición
se introdujo con los primeros misioneros franciscanos que llegaron a
América y que trajeron la idea de su fundador. Asimismo, la tradición
señala que el primer nacimiento se construyó en Nápoles a fines del
siglo XV y fue fabricado con figuras de barro. Generalmente el
nacimiento se monta antes de Navidad, el 8 de Diciembre, día de la
Inmaculada Concepción, y se conserva armado hasta el 2 de febrero, fecha
de la presentación de Jesús en el templo.
Que esta
Navidad Cristo haya hacido en nuestros corazones y, como San Francisco
de Asís, le demos un lugar preponderante en nuestras vidas para
proclamar con fervor: ¡Oh alto y glorioso Dios! Ilumina las tinieblas de
mi corazón. Dame la recta esperanza y caridad perfecta; sentido y
conocimiento, Señor, para que siga tu santo y veraz mandamiento.
Que el
Señor nos bendiga y nos guarde.
(Por: Antonio Lara Barragán Gómez OFS,Escuela de Ingeniería Industrial,Universidad Panamericana, Campus Guadalajara, alara@up.edu.mx)
Juan Manuel Cotelo un mensaje para Navidad
Durante el mes del Sagrado Corazón de Jesús, el popular productor y director de cine Juan Manuel Cotelo (La última cima, Tierra de María) dictó una muy interesante y amena conferencia sobre la audacia y la confianza en Dios... cuando se trata de hablar de Él. Un mensaje de una gran actualidad en esta Navidad... escuchemos con los ojos del alma y los oídos del espíritu.
Abecedario para la Navidad.
Agradecer a Dios el habernos regalado las personas con las que convivimos.
Buscar el bien común por encima de los intereses personales.
Corregir con esmero a aquel que se equivoca.
Dar lo mejor de uno mismo, poniéndose siempre al servicio de los otros.
Estimar a los otros sabiendo reconocer sus capacidades.
Facilitar las cosas dando soluciones y no creando más problemas.
Ganar la confianza de los otros compartiendo con ellos sus preocupaciones.
Heredar la capacidad de aquellos que saben ser sinceros con valentía y respeto.
Interceder por los otros a Dios, antes de hablarle de nuestras cosas.
Juzgar a los otros por lo que son, no por lo que tienen ni por lo que aparentan.
Limitar las ansias personales frente a las necesidades del grupo.
LLenarse con lo mejor que uno encuentra en el camino de la vida.
Mediar entre los compañeros que no se entienden.
Necesitar de los otros sin ningún prejuicio.
Olvidar el miedo al qué dirán dependiendo de la opinión de los demás.
Preocuparse por los más débiles o más necesitados.
Querer siempre el bien de las personas.
Respetar las opiniones de los demás, los derechos de las personas y de los animales.
Salir al encuentro del otro, no esperando que él dé el primer paso.
Tolerar los defectos y límites propios y ajenos con sentido del humor.
Unirnos todos para vivir en paz y armonía.
Valorarse con realismo sin creerse superior a los demás.
X es una incógnita que invita a la búsqueda constante de la verdad con mayúscula.
Yuxtaponer ilusiones y esperanzas, trabajos y esfuerzos por crear fraternidad.
Zambullirse sin miedo en el nuevo día que Dios regala cada mañana.
Definición de Navidad.
Navidad es un término de origen latino que significa nacimiento, y da nombre a la fiesta
que se realiza con motivo de la llegada de Jesucristo a nuestro mundo.
El término también se utiliza para hacer referencia al día en que se
celebra: el 25 de diciembre (para las iglesias católicas, anglicanas, ortodoxa rumana y algunas protestantes) o el 7 de enero (para las iglesias ortodoxas que no adoptaron el calendario gregoriano).
Aunque la tradición indica que el nacimiento de Cristo se produjo un 25 de diciembre en Belén, los historiadores creen que la verdadera natividad de Jesús tuvo lugar entre abril y mayo.
Esta teoría se basa en cuestiones geográficas imposibles de negar: por ejemplo, se sabe que en el hemisferio norte el mes de diciembre coincide con el invierno, lo cual pone en duda que los pastores hayan estado al aire libre, que el cielo de esa noche haya sido estrellado, todos elementos de los hechos narrados en los textos bíblicos.
De todas formas, la Iglesia Católica tomó la decisión de mantener la fecha convencional de la navidad. Se cree que sus razones fueron que coincidiera con los ritos paganos por el solsticio. De hecho, existían importantes festejos que se realizaban el 25 de diciembre aún antes del nacimiento de Cristo: el Cápac Raymi de los Incas, el Natalis Solis Invicti de los romanos y otros.
Para el cristianismo, el festejo de la navidad implica varias tradiciones. Suele realizarse un banquete que comienza en la cena del 24 de diciembre y se extiende hasta después de la medianoche (es decir, hasta el día del nacimiento), se arman belenes o pesebres (maquetas de Belén que representan la natividad), se cantan villancicos y se adorna un árbol.
La navidad ha trascendido los límites de la religión y tiene como símbolo a Papá Noel (también conocido como San Nicolás y Santa Claus), un personaje inspirado en un obispo griego, que se encarga de llevar regalos a los niños de todo el mundo a las 0 horas del 25 de diciembre.
Los tintes negativos de la navidad
Como se menciona anteriormente, la celebración de la navidad ya no está necesariamente ligada a la tradición cristiana, ni a una creencia religiosa. Casi por el contrario, los festejos más pomposos son llevados a cabo por ateos, o bien por gente que no practica la religión de manera ortodoxa, y se centran en la comida y los regalos, en lo sofisticado y llamativo del árbol y en lo numeroso de las reuniones familiares.
Una familia tipo de clase media, generalmente compuesta por un padre y
una madre que trabajan un mínimo de cuarenta horas semanales cada uno, y
dos hijos, suele gastar lo equivalente a un sueldo mínimo entre las
decoraciones, la cena de Noche Buena y los regalos. Esta supuesta necesidad, que convierte la navidad en una fecha materialista, acarrea un malestar en los días previos y un obligado ajuste de presupuesto en los siguientes.
La crisis ha ciertamente repercutido en esta costumbre; pero no para entrar en razones y optar por disfrutar de esta fecha icónica de una forma más espontánea, sino para recortar los gastos de manera que no sea necesario prescindir de ningún elemento del festejo.
Resulta curioso que una celebración que comenzó como una tradición religiosa, de alguna manera indispensable para quienes adoptan el cristianismo, preocupe más a los no creyentes y los someta a una serie de obligaciones cuidadosamente diseñadas y estructuradas de forma rígida e inamovible. Independientemente de las creencias místicas, es innegable que en torno a la navidad gira una interesante combinación de actitudes y sentimientos, tales como la entrega, la culpa y el sufrimiento.
https://definicion.de/navidad/
Esta teoría se basa en cuestiones geográficas imposibles de negar: por ejemplo, se sabe que en el hemisferio norte el mes de diciembre coincide con el invierno, lo cual pone en duda que los pastores hayan estado al aire libre, que el cielo de esa noche haya sido estrellado, todos elementos de los hechos narrados en los textos bíblicos.
De todas formas, la Iglesia Católica tomó la decisión de mantener la fecha convencional de la navidad. Se cree que sus razones fueron que coincidiera con los ritos paganos por el solsticio. De hecho, existían importantes festejos que se realizaban el 25 de diciembre aún antes del nacimiento de Cristo: el Cápac Raymi de los Incas, el Natalis Solis Invicti de los romanos y otros.
Para el cristianismo, el festejo de la navidad implica varias tradiciones. Suele realizarse un banquete que comienza en la cena del 24 de diciembre y se extiende hasta después de la medianoche (es decir, hasta el día del nacimiento), se arman belenes o pesebres (maquetas de Belén que representan la natividad), se cantan villancicos y se adorna un árbol.
La navidad ha trascendido los límites de la religión y tiene como símbolo a Papá Noel (también conocido como San Nicolás y Santa Claus), un personaje inspirado en un obispo griego, que se encarga de llevar regalos a los niños de todo el mundo a las 0 horas del 25 de diciembre.
Los tintes negativos de la navidad
Como se menciona anteriormente, la celebración de la navidad ya no está necesariamente ligada a la tradición cristiana, ni a una creencia religiosa. Casi por el contrario, los festejos más pomposos son llevados a cabo por ateos, o bien por gente que no practica la religión de manera ortodoxa, y se centran en la comida y los regalos, en lo sofisticado y llamativo del árbol y en lo numeroso de las reuniones familiares.
La crisis ha ciertamente repercutido en esta costumbre; pero no para entrar en razones y optar por disfrutar de esta fecha icónica de una forma más espontánea, sino para recortar los gastos de manera que no sea necesario prescindir de ningún elemento del festejo.
Resulta curioso que una celebración que comenzó como una tradición religiosa, de alguna manera indispensable para quienes adoptan el cristianismo, preocupe más a los no creyentes y los someta a una serie de obligaciones cuidadosamente diseñadas y estructuradas de forma rígida e inamovible. Independientemente de las creencias místicas, es innegable que en torno a la navidad gira una interesante combinación de actitudes y sentimientos, tales como la entrega, la culpa y el sufrimiento.
https://definicion.de/navidad/
Para entender porque Jesús se hizo Hombre, como nosotr@s
Érase una vez un hombre que no creía en Dios. No tenía reparos en decir lo que pensaba de la religión y de las festividades religiosas, como la Navidad.
Su mujer, en cambio, era creyente y criaba a sus hijos en la fe en Dios y en Jesucristo, a pesar de los comentarios desdeñosos de su marido.
Una Nochebuena en que estaba nevando, la esposa se disponía a llevar a los hijos al oficio navideño de la parroquia de la localidad agrícola donde vivían. Le pidió al marido que los acompañara, pero él se negó.
-¡Qué tonterías! -arguyó-. ¿Por qué Dios se iba a rebajar a descender a la Tierra adoptando la forma de hombre? ¡Qué ridiculez!
Los niños y la esposa se marcharon y él se quedó en casa.
Un rato después, los vientos empezaron a soplar con mayor intensidad y se desató una ventisca. Observando por la ventana, todo lo que aquel hombre veía era una cegadora tormenta de nieve. Y decidió relajarse sentado ante la chimenea.
Al cabo de un rato, oyó un gran golpe; algo había golpeado la ventana. Luego, oyó un segundo golpe fuerte. Miró hacia afuera, pero no logró ver a más de unos pocos metros de distancia. Cuando empezó a amainar la nevada, se aventuró a salir para averiguar qué había golpeado la ventana. En un campo cercano descubrió una bandada de gansos salvajes. Por lo visto iban camino al sur para pasar allí el invierno, y se vieron sorprendidos por la tormenta de nieve y no pudieron seguir. Perdidos, terminaron en aquella finca sin alimento ni abrigo. Daban aletazos y volaban bajo en círculos por el campo, cegados por la borrasca, sin seguir un rumbo fijo. El agricultor dedujo que un par de aquellas aves habían chocado con su ventana.
Sintió lástima de los gansos y quiso ayudarlos.
-Sería ideal que se quedaran en el granero -pensó-. Ahí estarán al abrigo y a salvo durante la noche mientras pasa la tormenta.
Dirigiéndose al establo, abrió las puertas de par en par. Luego, observó y aguardó, con la esperanza de que las aves advirtieran que estaba abierto y entraran. Los gansos, no obstante, se limitaron a revolotear dando vueltas. No parecía que se hubieran dado cuenta siquiera de la existencia del granero y de lo que podría significar en sus circunstancias. El hombre intentó llamar la atención de las aves, pero solo consiguió asustarlas y que se alejaran más.
Entró a la casa y salió con algo de pan. Lo fue partiendo en pedazos y dejando un rastro hasta el establo. Sin embargo, los gansos no entendieron.
El hombre empezó a sentir frustración. Corrió tras ellos tratando de ahuyentarlos en dirección al granero. Lo único que consiguió fue asustarlos más y que se dispersaran en todas direcciones menos hacia el granero. Por mucho que lo intentara, no conseguía que entraran al granero, donde estarían abrigados y seguros.
-¿Por qué no me seguirán? -exclamó- ¿Es que no se dan cuenta de que ese es el único sitio donde podrán sobrevivir a la nevada?
Reflexionando por unos instantes, cayó en la cuenta de que las aves no seguirían a un ser humano.
-Si yo fuera uno de ellos, entonces sí que podría salvarlos -dijo pensando en voz alta.
Seguidamente, se le ocurrió una idea. Entró al establo, agarró un ganso doméstico de su propiedad y lo llevó en brazos, paseándolo entre sus congéneres salvajes. A continuación, lo soltó. Su ganso voló entre los demás y se fue directamente al interior del establo. Una por una, las otras aves lo siguieron hasta que todas estuvieron a salvo.
El campesino se quedó en silencio por un momento, mientras las palabras que había pronunciado hacía unos instantes aún le resonaban en la cabeza:
-Si yo fuera uno de ellos, ¡entonces sí que podría salvarlos!
Reflexionó luego en lo que le había dicho a su mujer aquel día:
-¿Por qué iba Dios a querer ser como nosotros? ¡Qué ridiculez!
De pronto, todo empezó a cobrar sentido. Entendió que eso era precisamente lo que había hecho Dios. Diríase que nosotros éramos como aquellos gansos: estábamos ciegos, perdidos y a punto de perecer. Dios hizo que Su Hijo se volviera como nosotros a fin de indicarnos el camino y, por consiguiente, salvarnos. El agricultor llegó a la conclusión de que ese había sido ni más ni menos el objeto de la Natividad.
Cuando amainaron los vientos y cesó la cegadora nevada, su alma quedó en quietud y meditó en tan maravillosa idea. De pronto comprendió el sentido de la Navidad y por qué había venido Cristo a la Tierra. Junto con aquella tormenta pasajera, se disiparon años de incredulidad. Hincándose de rodillas en la nieve, elevó su primera plegaria: "¡Gracias, Señor, por venir en forma humana a sacarme de la tormenta!"
Con este relato, les deseo con cariño una felicísima Navidad en la que el Niño Jesús les colme de bendiciones.
Javier López
Bendicion de la cena de Noche Buena.
Señor, en una noche como esta, hace ya tiempo, quisiste venir como un niño, con nombre y apellidos, en medio de los niños más pobres de la tierra. Cuando creciste, hablaste de cosas muy buenas, y dijiste que ya nadie es pobre, porque es hijo de Dios. Nosotros nos hemos reunido para cenar aquí hoy. Llevamos mezclada con nuestra alegría, los disgustos y las penas de todo el año.
Por ello queremos que bendigas nuestra mesa para que nos llenes de tu amor y de tu paz. Te pedimos hoy, que queremos que el mundo sea como una gran familia: sin guerras, sin miseria, sin drogas, sin hambre y con más justicia.
¡Jesús recién nacido!, que hoy en esta casa , acojamos tu palabra de perdón y de amor. Consérvanos unidos. Danos pan y trabajo durante todo el año. Danos fuerza y ternura para ser hombres de buena voluntad. Señor, sé bienvenido a esta casa, hoy y siempre. Amén
Una oración que también se puede rezar en Nochebuena es la siguiente:
Hoy, Nochebuena, tenemos, de manera especial y como centro de nuestra familia a Jesucristo, nuestro Señor".
Vamos a encender un cirio en medio de la mesa para que ese cirio nos haga pensar en Jesús y vamos a darle gracias a Dios por habernos enviado a su Hijo Jesucristo.
Gracias Padre, que nos amaste tanto que nos diste a tu Hijo.
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús por haberte hecho niño para salvarnos.
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios.
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que Dios nos ama y que nosotros debemos amar a los demás,
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que da más alegría el dar que el recibir,
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que lo que hacemos a los demás te lo hacemos a Ti.
Señor, te damos gracias.
Gracias María, por haber aceptado ser la Madre de Jesús.
María, te damos gracias.
Gracias San José, por cuidar de Jesús y María.
San José, te damos gracias.
Gracias Padre por esta Noche de Paz, Noche de Amor, que Tú nos has dado al darnos a tu Hijo, te pedimos que nos bendigas, que bendigas estos alimentos que dados por tu bondad vamos a tomar, y bendigas las manos que los prepararon.
Niño Dios, tú que llegaste al mundo para salvar, te pido años de paz.
Niño Dios, tú que naciste en un pesebre, te pido que no haya más miserias en el mundo.
Niño Dios, tú que naciste de una madre Virgen, te pido pureza en este mundo.
Niño Dios, tú que eres Salvador, sálvanos de los desastres que nos provoca la naturaleza.
Niño Dios, tú que nos diste la vida para vivirla, que la vivamos de acuerdo a tu gloriosa vida.
¡Amén!
Carta la niño Jesús
Querido Jesús:
Hace días que te
hemos escrito una carta, pero no nos atrevemos a echarla, lleva malas noticias. Y ya sabes
que según qué cosas se diga, cuesta mucho decirlas. Esperamos que nos entiendas, por eso
la ponemos en el correo.
Se acerca Navidad,
el día en que tú quieres volver a la tierra.
Hemos pensado que
no vale la pena que vuelvas. Las razones por las que nos parece inútil tu vuelta son
muchas:
En las fiestas de
Navidad todos los años pasa lo mismo: unos días de fiesta, mejores comidas, vestidos
elegantes, mucha bebida, regalos, noches sin dormir. . . Y llega el día siguiente de los
Reyes y todo y todos continuan como antes de las fiestas.
Vemos que son muchas las cosas que
van mal por aquí y no parece que se vayan a arreglar: gente sin trabajo o mal pagada,
gente que tienen casa y familia, pero viven como si no la tuviesen, matrimonios que viven
malamente, pueblos que no se ayudan. . . y en las ciudades: atentados, violaciones,
miseria, etc.. Y en muchas partes del mundo guerra y hambre.
Tu Navidad es un
comercio para alimentar a los que ya están hartos: para burlarnos del "Paz a los
hombres de buena voluntad...". Se hacen regalos a quienes ya tienen o a aquellos de
quien se espera algún favor. Los hermanos de lejos o que no son de los
"nuestros" no reciben ni una migaja de nuestras cosas, ¿Qué pueden pensar de
nuestra Navidad?.
¿Ves? No sirve
para nada que vuelvas. Son muy pocos los que te van a escuchar. No despiertes a los
pastores, no llames a los ángeles, no hagas caminar en vano a los Reyes. Quédate en el
cielo y lo pasarás mejor.
Perdona si nos
hemos pasado con nuestros consejos, pero son realistas. Interesan más el dinero, los
banquetes, los regalos, las armas que el "Niño del portal" y lo que nos puede
decir.
Queríamos acabar
diciéndote "adiós" que quiere decir que sigas con Dios. Acabamos diciéndote:
"Con-los-hombres", arregla esto como puedas porque sigues con los hombres.
Tuyos.Queridos amigos:
Unos jóvenes.
Respuesta de Jesús
Les agradezco
su carta. La he leído con mis papás José y María y la hemos comentado todos los del
cielo. No tengan miedo de explicarme sus cosas por muy negras que les parezcan. Me
interesan y les prometo que ninguna de sus cartas quedará sin respuesta. Me han
escrito: "No vale la pena que vuelvas porque mucha gente no hace caso de eso".
Aquí sí que se equivocan de medio a medio. Tengo que explicarles dos cosas: Una, cómo
estoy ya entre ustedes -y dentro de ustedes- y otra cómo casi todos los hombres me
buscan y me suelen encontrar. Cualquier día podemos hablar. De momento, comenzen a
pensarlo y sobre todo intenten experimentarlo.
Ahora, ya en
vísperas del 25 de Diciembre, quiero recordarles algunas maneras de celebrar la Navidad.
Cristianos como ustedes la celebran, la celebramos muy bien. Escuchen.
- Cada vez que pensen en los otros entienden la NAVIDAD
- Cada vez que rezan y ayudan a rezar descubren la NAVIDAD.
- Cada vez que admiran y quieren la belleza, la vida, la justicia, la bondad, quieren y admiran la NAVIDAD.
- Cada vez que te decides a perdonar, consolar. comprender, crear alegría. . ., anticipas la NAVIDAD.
- Cada vez que descubres tus miserias y las aceptas y cuentas contigo mismo y conmigo, deseas la NAVIDAD.- Cada vez que tú, novio, tratas a la novia que quieres; cada vez que tú, esposo, tratas a tu esposa como José trataba a María. Cada vez que tú, novia, tratas al novio que quieres; cada vez que tú, esposa, tratas a tu esposo como María trataba a José... disfrutan ya de la NAVIDAD.- Cada vez que los mayores ven a los pequeños como semejantes a mí, a Jesús; cada vez que los pequeños saben ver en los mayores a mi Padre, hacen venir la NAVIDAD.- Cada vez que te preparas o eres ya un buen profesional honrado y capaz, aseguras una vida de NAVIDAD.
- Cada vez que buscas a los pobres, a los que no tienen nombre, a los necesitados, celebras y haces celebrar la NAVIDAD.
No acabaría. Paro.
Son ustedes suficientemente listos y buenas personas para continuar la lista y encontrar la
manera de celebrar tu Navidad, mi Navidad, nuestra Navidad.
Recuerdos a los
padres, hermanos y amigos; a los abuelos y al más desgraciado del pueblo. Saludad de mi
parte a los que les cuesta saludar. Estoy con todos y con cada uno de ustedes.
Jesús de Nazareth.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)