domingo, 10 de abril de 2011

VIVE TU CUARESMA A PLENITUD

Joven Franciscano caminando el sendero.

La llegada de la Cuaresma es tiempo propicio para la reflexión. Momento en el que Dios nos brinda un nuevo comienzo. Es la oportunidad de renovar el amor que le profesamos a nuestro Creador. Disponiendo de nuestra parte para caminar fielmente, día a día, en su presencia.

¡Qué acto más heroico y extraordinario Dios nos ofrece! La enseñanza inigualable donde entrega a su único hijo para salvarnos. Pues, nuestro Padre hace nuevas todas las cosas y nunca se olvida de nosotros. Él conoce nuestras inquietudes, penas, problemas y desilusiones. A pesar de ellas tenemos que aferrarnos a caminar junto con él porque es precisamente en las tormentas y tribulaciones que se encuentra a nuestro lado. Dios es fiel y nunca lo abandona al que lo aclama. 

Amigo mío, en esta época tan especial, quiero que te des una nueva oportunidad. Déjate guiar por el espíritu y vive un reencuentro verdadero. Abre tu mente, tus sentidos, tu alma y tú corazón para que luego te deposites en sus manos. Él toca a la puerta de tú corazón y sólo espera que le permitas entrar. Busca en tu interior y llena ese vacío que sientes y que sólo Dios lo puede llenar. Aclámalo dentro de ti para que puedas liberar todo lo que te esclaviza, dejar todo el mal atrás y perdonar todo lo que te hace daño. Está en tus manos encontrar el camino auténtico, Dios quiere que lo sigas y no te alejes.

Vive este tiempo a plenitud, haciendo el bien a tu prójimo. Honrando siempre a tu padre, madre, hermanos, estudios, trabajo, proyectos especiales. Contempla lo bello que es la naturaleza y todo lo que te rodea. Cuenta tus bendiciones. Mantente en oración por todas las intenciones familiares, de salud y en especial por aquello que te aqueja. Ora por las personas que te hagan daño, ámalas aunque te cueste, deseando lo mejor para ellos. Deposítalo en las manos de Jesús y jamás profeses con tus actos y palabras las actitudes negativas que te pueden apartar del camino verdadero. 

Te invito a la reconciliación y al perdón. Hallarás el fruto de la conversión. El Señor con su infinita misericordia te sanará, será tu fuerza, la roca, tu refugio. Sólo Dios tu alma salvará y la vida eterna tendrás.

¡Créelo! Con tu fe moverás montañas y tu corazón será liberado, para que seas feliz conforme a lo que Dios quiere. Este tiempo de Cuaresma será el proceso de la construcción, el encuentro, la conversión y la sanación.  Nuestro Creador te ofrece caminar junto a su hijo todos los días de tu vida.  

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