domingo, 10 de abril de 2011

VIVE TU SEMANA SANTA EN EL TEMPLO.


1.- Domingo de Ramos


Curiosamente esta festividad comienza en la calle y se camina y avanza en comunidad hacia el Templo. Imitando el camino de Jesús hacia la ciudad de Jerusalén.
La procesión de este día es considerada la única que tiene su fundamento en los evangelios. Es la única que realiza Cristo
Este día es un resumen de nuestra vida. Alegría, palmas y vítores se entremezclan con dolores y sufrimientos.
Es en la calle, donde se proclama, el evangelio de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y en el templo, en la celebración de este día, se proclamará el evangelio.
Testimonio. El Domingo de Ramos es el día en que tendremos que meditar sobre las actitudes que tenemos ante Jesús.

2.- Jueves Santo

Es el día en que se celebra la Misa de la Cena del Señor. Diría yo que es el día de la “entrega”. En esta celebración se distinguen y celebran los siguientes aspectos:
- Institución de la Eucaristía y Sacerdocio. Jesús se queda entre nosotros en el pan y en el vino, pero no como símbolo sino de forma real. El Monumento, lugar donde se quedará Jesús en reserva, tiene en esta día una importancia sublime.
- Día del Amor fraterno: El servicio al prójimo. Con el lavatorio de los pies Jesús nos recuerda y nos exige a hacer lo que Él hizo. Nos invita a servir como premisa del cristiano. Palabras que resuenan en nuestras mentes y corazón son aquellas en las que Cristo nos dijo: El que quiera ser el primero que sea el servidor de los demás, el que se enaltece será humillado mientras que el que se humilla será enaltecido.
- Mandamiento Nuevo del Amor. “Les doy un mandato nuevo que se amén los unos a los otros como yo los he amado” “Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por los amigos” “Si amas a los que te aman qué mérito tienes, eso también lo hacen los gentiles. Yo te digo ama a tus enemigos”
¿Te parece poco esto para el testimonio en la calle? Hay veces que hablar estropea más que guardar silencio, y una de esas veces es querer explicar el mandato nuevo.Vivirlo es mas valioso que explicralo

3.- Viernes Santo

Se celebra en el Templo la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesús. 
La lectura de la Pasión de Cristo y la adoración de la cruz son el centro de esta celebración.
La cruz para nosotros es símbolo de vida y de victoria (es una contradicción). Pero la cruz salva. La cruz es locura de amor de Dios, es el libro del amor más grande.
Testimonio: La cruz nos recuerda que la pasión sigue, que Cristo sigue sufriendo en los que sufren, que Cristo sigue crucificado en los oprimidos y menospreciados y que Cristo continua su agonía en los enfermos.
Tendremos que descubrir a estos Cristos crucificados y pegarnos a su vida como María al pie de la cruz de Jesús.


4.- Sábado Santo

Este día tiene dos aspectos:
- Silencio ante la puerta del sepulcro.
- Vigilia Pascual. 
Hacemos referencia al segundo aspecto (Vigilia Pascual).
Se conmemora la Resurrección de Cristo, siendo el Cirio Pascual el símbolo de la victoria ante la muerte, de la vida ante el pecado.
Recordemos que el Cirio Pascual estará presente en todas las celebraciones del tiempo de Pascua, en los bautismos que se realicen en nuestra parroquia y en los entierros.
El gesto de encender unas velas del Cirio nos recuerda que Cristo luz del mundo nos envía a nosotros para que seamos en medio de nuestros ambientes luz para quienes nos rodean.
Salta a nuestra mente aquel pasaje del evangelio en el que se dice: “No se enciende una lámpara para meterla debajo de la mesa, sino que se pone en lo alto de la habitación para que alumbre a todos los de casa.
Por lo tanto nuestra actitud y testimonio será: “Ser otros cristos” Estar tan identificados con Cristo Resucitado que nuestra vida sea Cristo. (San Pablo decía: “Ya no soy yo es Cristo quien vive en mi”) Tendremos que pensar que quiere Dios de nosotros y cómo podemos plasmar el amor de Dios en la vida.


5.- Domingo de Resurrección

Celebramos: Jesús Resucitado sale al encuentro del ser humano en cada hombre, en cada acontecimiento, en la escucha de la Palabra y en la celebración de la Eucaristía.
Cristo se aparece a quienes tristes y sin ilusión vagan sin sentido por la vida. Encontrarse con Jesús, saberlo descubrir es la mayor “alegría”, aquella alegría que experimentaron Maria Magdalena, los apóstoles, las mujeres que fueron de madrugada a embalsamar el cuerpo del Maestro, discípulos, amigos y su Madre.
Testimonio: Ser portadores de Cristo vivo, acercar a Jesús a los hermanos es llevar la alegría. Los discípulos de Emaus serían nuestro mayor ejemplo a seguir. Ellos descubren a Cristo al partir el pan y vuelven a Jerusalén a contar a los discípulos que no tengan miedo, que Cristo está vivo.

EPÍLOGO
Termino con la lectura de la letra de la canción que lleva por título encuentro:
Encontrarme contigo Jesús de Nazaret es la dicha más grande de mi vida. Encontrarme contigo Jesús de Nazaret.
Bebiste de mi agua en tu sed y saciaste mi sed con agua viva, supiste que de noche te buscaba y saliste a mi encuentro con luz divina. Porque solo tu amor vale más que la vida.
Me fui tras de tus silbos por tu senda, me mostraste los pastos de vida eterna. Quemaste en tu hoguera mis vacíos y encendiste mi ser con llama viva. Porque solo tu amor vale más que la vida.
Tus ojos me miraron con ternura y al mirarte los míos, quedé cautivo. Sellaste amor eterno con tu fuego y en tu llama mi alma quedó prendida. Porque solo tu amor vale más que la vida.

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