viernes, 6 de noviembre de 2015

Ni fariseos ni mercaderes de una falsa misericordia.


Empecemos reconociendo una verdad que no admite discusión. Todos, sin excepción, somos pecadores. Unos más, otros menos, pero todos estamos lejos de cumplir a la perfección la voluntad del Señor en nuestras vidas. Una perfección a la que estamos llamados, a menos que creamos que Cristo se equivocó al decir: “Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48). Y como también enseña Santiago la paciencia producida por nuestra fe nos ha de llevar a ser ”perfectos e íntegros, sin ninguna deficiencia” (Stg 1,4).
La necesidad de reconocer nuestra condición de pecadores es absoluta. Jesucristo puso un ejemplo bien claro para que lo entendiéramos:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano.
El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Luc 18-10-14
No hay cosa más peligrosa para la salvación que considerarse en un grupo distinto del de los pecadores. Quien se cree ya lo suficientemente santo como para que Dios tenga que premiarle, sí o sí, con la salvación, está a las puertas del abismo de la condenación. Y si encima desprecia a los que, según su criterio, son pecadores sarnosos dignos de la aniquilación, es harto probable que haya cruzado ya esas puertas.
Dios no nos salva por nuestra justicia, sino por la suya operando en nosotros. Y esa justicia transforma el alma llenándola de algo que forma parte de la misma naturaleza divina: el amor, la caridad. Ya podemos cumplir todos los mandamientos, leyes, decretos, obras, etc, que sean propias de un cristiano, que como no tengamos caridad, nada somos:
Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, no sería más que un metal que resuena o un címbalo que aturde. Si tuviera el don de profecía y conociera todos los secretos y todo el saber; si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada. Si repartiera todos mis bienes entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría.
1ª Cor 13,1-3
No hay amor en quien señala con el dedo acusador a los otros pecadores mientras se justifica en base a su supuesta perfección.
Ahora bien, tampoco hay caridad alguna en quien viendo a sus hermanos postrados en tierra por el pecado, se dedica a darles palmaditas en la espalda y no les exhorta a buscar el arrepentimiento y la conversión. Así actúan los que yo llamaría mercaderes de una falsa misericordia. Venden un perdón falso, que ni requere arrepentimiento ni, por supuesto, propósito de enmienda. Y si dichos mercadres tienen responsabilidad pastoral, el daño que se causa es inmenso.
Esto vemos en la Escritura:
Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro lo convierte, sepa que quien convierte a un pecador de su extravío se salvará de la muerte y sepultará un sinfín de pecados.
Santiago 5,19-20
La misericordia que trae Jesús no deja al pecador esclavo de su pecado sino que lo libera. En la Iglesia, sin duda, caben todos los que necesitan y quieren sanación.Como buen hospital de campaña, los enfermos por las llagas del pecado son curados, los ciegos por las tinieblas del error reciben luz, los inválidos reciben el milagro necesario para levantarse y recorrer el camino de la Cruz. Y, finalmente, Dios reina en todos.
El fariseo cierra las puertas del hospital porque vive feliz creyéndose sano para así poder despreciar a los que están claramente enfermos.el mercarder de la falsa misericordia, que obtiene como pago el aplauso mundano, se pasa el día llamado a todo el mundo a entrar en el hospital, pero luego no da la medicina necesaria para curar a los enfermos. Es más, esos mercaderes a veces tienen la desvergüenza de acusar de fariseos a quienes, por pura gracia, quieren procurar esa medicina espiritual que salva las almas.
Unos y otros pisotean la Cruz de Cristo. Que Dios nos conceda librarnos de ellos. A ser posible, esto debemos pedir, a través de su conversión. Porque, no lo olvidemos,ninguno estamos libres de caer en ese pozo de miseria espiritual, sea en un extremo o el otro. 
Santidad, por gracia, o muerte.

Luis Fernando Pérez Bustamante

El Lobo de Gubio.


En el tiempo en que San Francisco moraba en la ciudad de Gubbio, apareció en la comarca un grandísimo lobo, terrible y feroz, que no sólo devoraba los animales, sino también a los hombres; hasta el punto de que tenía aterrorizados a todos los habitantes, porque muchas veces se acercaba a la ciudad. Todos iban armados cuando salían de la ciudad, como si fueran a la guerra... Así comienza el capítulo 21 de las Florecillas de San Francisco. 

Mucho se ha escrito sobre la historicidad de este episodio de la vida del Santo de Asís, pero sin duda estamos ante otra de las páginas más conocidas de su vida, llena de luz y de sugerencias para nosotros hoy, independientemente de los resultados de la aludida crítica histórica. En el fondo de este sugestivo relato está el problema de cómo enfrentarse al mal, cómo hacer realidad la profecía de Isaías:“Habitará el lobo junto al cordero”. Así, aunque muchas veces esta utopía no llegue a realizarse, este relato franciscano afianza la esperanza de que todo empeño por construir la paz, por llegar a la pacificación de los que se consideran enemigos, merece la pena

Francisco, en vez de armarse contra el enemigo –así hacían los habitantes de Gubbio-, conecta con sus entrañas, “siente compasión de la gente del pueblo”, y empuña su única arma: Cristo. Así puede dirigirse al lobo con verdad, dejando patente que está haciendo daño a hombres y animales y que eso le hace merecedor de la muerte. Francisco no enmascara la realidad, sino que la afronta con toda su crudeza, para poner de manifiesto que incluso las situaciones más conflictivas pueden hallar salida: el cambio de actitudes, la confianza en el cambio del otro, el perdón ofrecido y aceptado, y los gestos concretos para mostrar que el cambio es real. 

La violencia del lobo había generado la violencia defensiva de los habitantes de la ciudad. Es el eterno círculo vicioso del mal que genera más maldad. Francisco intuye el origen del mal, por eso puede colaborar para desenmascararlo. Francisco supera el miedo y se coloca cara a cara ante el enemigo común e irracional –el mal siempre lo es-; tras poner el nombre justo a las diversas actitudes de los que intervienen en el conflicto, busca un pacto posible, da los pasos necesarios, busca aquello que garantice su cumplimiento y lo actúa. 

Cuánta luz aporta esta florecilla para las relaciones sociales y las relaciones personales, incluso para las relaciones dentro de las mismas familias. Los conflictos son muchas veces inevitables. La experiencia de Francisco nos enseña que tienen salida, que se pueden superar, que incluso pueden servir para elevar el grado de una relación. Tras la superación del conflicto, puede nacer una nueva relación de profunda amistad. A esto apunta esta florecilla, a la necesidad de creer que los conflictos bien superados a la luz del evangelio generan relaciones más estrechas, hacen posible una verdadera paz nacida del perdón; creer en la posibilidad de que el otro puede cambiar y, en el fondo, ayudarme a cambiar también a mí.

Mi paz os dejo, mi paz os doy
(Juan 14, 27)

FRAY MIGUEL Y FRAY ZBIGNIEW OFM Conv. -MÁRTIRES DE CRISTO-

Fr. MIGUEL Y Fr. ZBIGNIEW OFM Conv.

El obispo emérito de Chimbote (Perú), Mons. Luis Bambarén, ha declarado: “El proceso de beatificación de nuestros misioneros franciscanos conventuales Michael Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, que entregaron sus vidas y derramaron su sangre en Pariacoto (Perú), ha culminado al quedar evidente que Sendero Luminoso los sacrificó por odio a la fé y no por motivos políticos o sociales”, anunció.

También ha recordado que a los sacerdotes asesinados, los terroristas los acusaron de:
1. Impedir que el mensaje de la “lucha armada” sea acogido por los jóvenes y el pueblo porque “la religión es el opio del pueblo”
2. Porque con Cáritas y las obras sociales levantan un muro que impiden que las masas avancen a la toma del poder porque “la religión es el opio del pueblo”.

“Desde el viernes santo en que el hijo de Dios entregó su vida por nosotros, miles y miles de cristianos han derramado su sangre por amor a Jesús y nos dejan su testimonio de fidelidad”, remarcó.

Los sacerdotes polacos Michael Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski fueron asesinados el 8 de agosto de 1991 por un comando de aniquilamiento del grupo guerrillero Sendero Luminoso. 
Pertenecían a la Orden de los Frailes Menores Conventuales y, trabajando como misioneros en la parroquia de Pariacoto (Perú), fueron secuestrados y fusilados por los terroristas.
Lugar del martirio de nuestros hermanos en Pariacoto (Perú)A vosotros, hermanos Miguel y  Zbigniew, que os habéis hecho semilla que cae en tierra andinas para morir con Cristo y así resucitar con Él, os pedimos que nos acompañéis con amor fraterno, para que aprendamos a entregar nuestra vida cada día por Cristo y por su Iglesia.

Link

Critica el Papa a sacerdotes que llevan “dobles vidas”


El Papa Francisco censuró a los obispos y sacerdotes que llevan “dobles vidas”, porque mientras predican el evangelio, dijo, en realidad viven “apegados al dinero” y disfrutando de la “comodidad del estatus”.
En una misa celebrada hoy en la capilla de la residencia vaticana de Santa Marta, Bergoglio destacó:
“En la Iglesia están éstos, que en vez de servir, de pensar en los demás, de poner las bases, se sirven de la Iglesia: los trepadores que están apegados al dinero. Y cuántos sacerdotes y obispos hemos visto que son así. Es triste decirlo ¿no?”.
Asimismo, criticó la “comodidad del estatus” de quien vive cómodamente pero sin honestidad, como los fariseos de los que hablaba Jesús.
El Papa pidió dejar estas “dobles vidas” y vivir “la radicalidad del evangelio”, servir sin detenerse y olvidarse de uno mismo.
Y puso como ejemplo a San Pablo, quien –apuntó– “nunca se detenía para conseguir un puesto ventajoso, una autoridad para ser servido”.
En el mismo sentido, Francisco hizo declaraciones al diario holandés “Straatnieuws”, donde criticó a quienes llevan “una vida de faraón”, al mismo tiempo que predican las enseñanzas de Cristo.
“La Iglesia debe hablar con la verdad y también con el testimonio, el testimonio de la pobreza. No es posible que un creyente hable de pobreza y de los sin techo y lleve una vida de faraón”, sostuvo.
No obstante, dijo que el Vaticano no puede deshacerse de su valioso patrimonio inmobiliario y artístico, porque este finalmente pertenece a la humanidad.
“Si mañana yo dijera que vamos a subastar ‘La Piedad’ de Miguel Ángel, no sería posible, porque no pertenece a la Iglesia. Está en una iglesia, pero pertenece a la humanidad, y eso vale para todos los tesoros de la Iglesia”, puntualizó al diario holandés.
Las declaraciones de Jorge Bergoglio se dan justo cuando están por salir en Italia dos libros que hablan sobre las riquezas de la curia romana y los turbios manejos de las finanzas eclesiásticas, basándose en documentos internos del propio Vaticano.

¿Que es una Secta?


El hombre ha buscado siempre a Dios y posee la necesidad de tener una experiencia religiosa. A medida que el mundo se seculariza, el hombre busca con más intensidad esa experiencia. Ya nos decía; Su Santidad, Juan Pablo II,"Mientras sigue avanzando la secularización de muchos aspectos de la vida, hay una nueva demanda de espiritualidad, como lo muestra la aparición de muchos movimientos religiosos y terapéuticos, que pretenden dar una respuesta a la crisis de valores de la sociedad occidental."
Juan Pablo II, Discurso al tercer grupo de los Obispos de Estados Unidos, 28 /5/1993

Tratar de definir lo que es una secta es muy complejo. La primera de las dificultades que se nos presenta es lograr un acuerdo acerca de la manera más adecuada para referirse a estos grupos, y el contenido que ha de darse al vocablo elegido.

Cada día es más frecuente encontrar personas que eluden emplear el término "secta", sobre todo por considerar que conlleva una carga despectiva que es preciso dejar de lado para un recto tratamiento del tema. Por esto, los nuevos términos tales como "nuevas religiones", "nuevos grupos religiosos", "cultos", "movimientos religiosos libres", etc...

Obviamente, es preciso evitar el tono despectivo que se le suele dar al asunto. Toda religiosidad merece respeto. Pero por otro lado, también es cierto que estos nuevos términos para referirse a las diferentes “religiosidades” no llegan a precisar el objeto al que nos estamos refiriendo. Cuando decimos "movimientos religiosos libres", siempre hay alguien que pregunta si queremos referirnos a las sectas.

La definición se complica por la gama tan diversa de grupos a los que suele aplicarse el término secta. Unos grupos son reducidos y cerrados, otros extremadamente grandes como los grupos que se suelen llamar genéricamente "Evangélicos". También hay diversidad en sus estructuras: algunas son de corte claramente piramidal, como los Testigos de Jehová; otras en cambio carecen de una estructura fácilmente identificable. Para complicar la situación, además hay grupos que tienen un propósito clara y definidamente religioso, como los Mormones; mientras que otros desarrollan "pantallas" que desdibujan su propósito religioso, tal es el caso de muchos grupos de yoga o de ayuda terapéutica; o desarrollan actividades aparentemente de corte puramente comercial, como la Cienciología; o son percibidos primariamente como grupos de choque político, como muchos grupos neo-nazis.

A pesar de la dificultad para encontrar una definición precisa, culturalmente todos coincidimos de modo intuitivo en lo que queremos expresar cuando hablamos de "sectas". Lo que se necesita es quitarle el sentido despectivo.

La palabra "Secta", usualmente, se dice que viene del latín "sequor" (marchar detrás, seguir a un maestro particular), como en "sector" (cortar, separar de un tronco principal), también se dice viene de "secare";sectar, cortar o de secedere; separarse. En cualquier de los casos está presente la idea de separación.

En Europa la palabra secta se ha concebido derivada principalmente de "sequi"; seguir. Se trata de seguir a un maestro, a un líder. De hecho en muchas sectas así sucede.

Por esto podemos concluir que nos referimos a un grupo o forma social que se separa de un grupo de origen preexistente, en seguimiento de un jefe carismático o de sus enseñanzas. Siguiendo la raíz del término podemos decir que aplica tanto a un grupo religioso como a un grupo político.
   Dándole el sentido correcto al término "secta" podemos designar muchos de los grupos de los que hablamos, sin que conlleve un tinte despectivo. Si nos remontamos al siglo I, vemos como los escritores romanos se referían a los cristianos como una secta judía: cristiano era aquel que se había separado del tronco histórico del judaísmo, adorando al Dios de Abraham, Isaac y Jacob según las enseñanzas de Jesucristo, Hijo Único de Dios. También se consideraban a los fariseos, los saduceos y los esenios como sectas.


Los Apóstoles utilizaban el término griego "háiresis" refiriéndose a las disidencias y grupos heréticos surgidos en la primitiva comunidad cristiana como consecuencia de doctrinas erróneas que se desarrollaban fuera de la comunidad eclesial. Este término se ha traducido casi siempre con la palabra “secta” .

En resumen, tomando el término “secta” como grupo que se margina de un contexto social en el que ya no se considera contenido doctrinal, social o efectivamente, y quitándole toda connotación despectiva, vemos que se puede aplicar a distintas profesiones religiosas u organizaciones sociales.

Las iglesias surgidas de la Reforma del siglo XVI (el luteranismo, el calvinismo y el anglicanismo entre otras), eran consideradas como sectas en un principio.

Las grandes religiones del extremo Oriente como el Budismo, se deben de considerar de manera especial, ya que al no poseer estructuras religiosas claramente definidas (lo que los cristianos solemos denominar "iglesia"), en estos casos, las diversas escuelas que siguen las enseñanzas de diferentes maestros, son las consideradas como “sectas". El significado de “secta” es diferente del que se tiene en una iglesia cristiana. Es decir, el Budismo en sí no es una secta, lo sería una escuela que nace de él y que se separa del tronco, siguiendo a un maestro en especial.

Por lo anterior, podemos afirmar que existen dos acepciones al término "secta":
1-En las religiones orientales - se aplica a las diferentes escuelas formadas alrededor de las enseñanzas de un maestro.
2-En Occidente - Grupo humano socialmente automarginado de su entorno social, religioso y/o cultural.

Algunas características de las sectas religiosas



Las sectas son grupos religiosos, generalmente pequeños, llenos de entusiasmo, integrados por hombres y mujeres, asociados voluntariamente, tras una conversión, que creen y detectan la verdad y la solución, excluyen radicalmente a los demás, y obedecen ciegamente a sus fundadores.

Son movimientos religiosos libres y voluntarios, con tendencia a la exclusividad, desarrollan fuertes vínculos comunitarios y carecen de un grupo de funcionarios altamente especializados. Además son grupos de " protesta " contra el orden social y las sociedades religiosas dominantes y responden a un perfil doctrinal dualista, apocalíptico y pre-milenarista y a una inspiración bíblica fundamentalista.

Últimamente vemos en muchos países un verdadero "supermercado" de religiones, en el que cada cual puede elegir los elementos necesarios para construirse una religión propia, a la medida y dejar a un lado conceptos como Verdad, Iglesia, Patria, Cultura y todo lo que pueda exigir esfuerzo, argumentando que en el fondo todas las religiones son iguales y que hay que atribuir sus divergencias a equívocos ya superados.

Todos los días nos enteramos de una nueva secta o movimiento "iluminado" y es conveniente para un católico saber distinguir entre lo que podemos llamar "iglesias históricas" y sectas.

Autonomía
La secta es un refugio donde se puede rechazar la sociedad, sus valores e instituciones. Todo es substituido por la propia comunidad. Aquí se conservan puros, perfectos, salvados.
Buscan su autonomía, pero no respetan la del otro. En esto está presente la inestabilidad, la incertidumbre, la soledad. Ellos creen poseer la verdad absoluta.

Salvacionismo
Sólo los miembros de la secta son "elegidos", aceptados por Dios. Y como estamos en los últimos tiempos hay que prepararse para la salvación. Pero la interpretación de la salvación suele ser limitada según las revelaciones de los fundadores.

Fraternidad y Culto Emocional
Se resaltan las vivencias personales y la experiencia religiosa, se trata de fomentar un clima de fraternidad entre los miembros. En el culto se favorece todo lo que llega al sentimiento como cantos apropiados y testimonios. Se crea una dependencia psicológica del líder y del grupo.
 Militarismo Voluntario
Para ser miembro de una secta es preciso una adhesión voluntaria y libre a sus valores y normas. La secta exige ser miembro "vivo", "militante", y "activo"; está constituida por miembros voluntarios, aunque en algunos casos, después de ciertas etapas tienen exigencias de permanencia para conservar sus "secretos".
Ellos se consideran "santos"; los demás son mundanos, pecadores. Han de estar dispuestos al sacrificio y a seguir fuertes normas éticas.

Exclusivismo
Para ellos no es importante la formación sino, el carisma, la vivencia, la entrega al ideal del grupo.
El carácter exclusivista del medio en que vive el individuo hace que abandone el estudio, amigos, incluso familia, dedicando todo su tiempo a la secta. No quieren contaminarse con el mundo al que califican lugar de tinieblas.

Temor y Moralismo
A menudo sucede que los hombres actúan por temor más que por amor. Está presente la amenaza de la condenación, de que el fin está próximo. Los métodos para inculcar temor aparecen con facilidad en los escritos y palabras de los fieles sectarios.

Autoritarismo y ObedienciaEl grupo secta debe funcionar perfectamente. Para ello, nada mejor que una autoridad que mande con decisión. Esta viene del maestro que ha tenido una "experiencia" peculiar o "revelación". Por lo mismo lo que viene del maestro o líder no se discute, sino que se acepta "obedeciendo ciegamente", aún si está de por medio la propia vida. Así hay una entrega total a la secta y el cerrarse y protegerse dentro de ella. Como recompensa consoladora el grupo sectario le hace creer al fiel que él es de los "dignos" de pertenecer a la secta, es elegido, es salvado.

Perfeccionamiento IndividualistaMás que ante las masas, las sectas se presentan ante el individuo prometiéndole la perfección. Ellos dicen ofrecerles una salvación inmediata y atrayente. Para ello rompen el contacto con el mundo, porque es perverso y está condenado.

Todo lo que proporciona placer es malo, hay que despreciarlo. Lo que importa es el futuro y una conducta incontaminada.
     

Acomodación Bíblica
Las sectas caen en una simplificación bíblica. Muchas de ellas le dan mucha importancia a la Biblia, que orientan y motivan a leerla, que es algo familiar para todos sus fieles. Pero el problema es que la enfrentan con una postura de secta, que la adaptan a sus planes, que la utilizan como una estrategia para atacar y confundir a las personas débiles o sin formación. Sus libros preferidos son Daniel y el Apocalipsis. Caen en un reduccionismo y subjetivismo. Además quitan, por no convenirles así, siete libros del Antiguo Testamento que son: Tobías, Judit, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico, y Baruc.

Aunque toman en cuenta la Biblia la separan de la Iglesia y la Tradición, olvidando que la Iglesia y la Biblia son inseparables

Tarea ProselitistaEsta es la única actividad que tienen muchas sectas, hacia el mundo y la sociedad. Para esta tarea proselitista usan la Biblia y publicaciones propias. Ejemplo de esto son los Mormones y Testigos de Jehová. La Biblia es una buena táctica para despertar la atención y animar a unirse al grupo. La usan como medio. Dicen enseñar a leer y a entender la Biblia, aunque a veces la falsifican.
Usan técnicas estudiadas de comunicación en las visitas a las casas, en las plazas, estadios, radio, televisión. Son especialistas en propaganda.
Tienen un estilo proselitista amable, receptivo alegre, son atentos con las necesidades, en los problemas y aparecen como serviciales y amistosos.
La idea más importante de la predicación es la conversión. Se pide un cambio de vida, la ruptura con el pasado marcado por el pecado, el mal, el vicio, el error.

  
Algunas Sectas No Son CristianasMuchas de las sectas se dicen cristianas sin embargo analizándolas concluimos que no lo son, ya que fallan en cuanto a uno, varios o todos los elementos de la fe básica cristiana.
En cuanto a Cristo existen sectas que defienden que Jesús es un maestro, un líder, un ser con poderes y conocimientos especiales. También hay sectas que dicen que Cristo es inferior al Dios eterno de la Biblia, que no existió como Dios desde toda la eternidad. Los Testigos de Jehová afirman que fue la primera criatura de Jehová.
  

¿Qué les falta a las sectas?
Tomando en cuenta únicamente la Biblia, lo que les falta a los seguidores de las sectas es:

Valor de los Sacramentos: aparte del Bautismo, interpretado a veces como simple señal de arrepentimiento, a todas las sectas les falta la Gracia de los Sacramentos, o tienen un sentido distinto del que encontramos en la Biblia.

El verdadero sentido de los sacramentos establecidos por Cristo, lo encontramos en:
- Confirmación: Hechos 8, 14-17
- Penitencia: San Juan 20.23
- Eucaristía: 1 Corintios 11,27
- Unción de los enfermos: Santiago 5,14
- Matrimonio: San Mateo 5,32;19,6.
- Orden Sacerdotal: San Lucas 22,20

Primacía de Pedro: la Iglesia Católica le atribuye a Pedro y a sus sucesores el primer lugar de honor y mando. Es decir, nuestro jefe es y será el Papa y los sacerdotes y obispos que estén unidos a él.

Tradición: la tradición de la Iglesia nos trasmitió la lista de los libros inspirados, entre los muchos que se escribieron al principio de la Iglesia. Aceptar solamente lo que se encuentra escrito textualmente en la Biblia es un error. También Dios nos habla a través de la tradición de los pueblos y es la Iglesia Católica la que interpreta esa tradición.

María, la Madre de Jesús: los hermanos separados, al rechazar el papel tan especial de María en la Historia de la Salvación, se oponen a la Biblia, que tanto aseguran apreciar. Los católicos amamos a María, con pleno fundamento bíblico. María es la más grande entre las creaturas, siendo la Madre de Jesús.

Culto a la verdad: la Iglesia católica es muy cuidadosa con todo lo relacionado a la Verdad. Los hermanos protestantes, en cambio, parece que lo aceptan con toda tranquilidad. Ejemplos: fin del mundo, atraen a los pobres con dinero, medicinas; se aprenden de memoria "partes" de la Biblia, dejando a un lado su verdadero significado, superficialidad de vida espiritual, etc.

Igualdad de razas: para la Iglesia Católica, todos los hombres son iguales. Con facilidad, los protestantes se han dejado llevar por el concepto equivocado de "superioridad de la raza blanca con relación a las demás razas". Esto sucede especialmente con sectas que nacieron en Estados Unidos y Sudáfrica.

Celibato: para los católicos, el celibato -no casarse para atender las cosas de Dios- se trata de un valor claramente presente en la Biblia. En la Iglesia Católica, este valor se ha vivido desde un principio. Esto no se da en la mayoría de las sectas, pues muchos de sus ministros o pastores están casados, no una ¡sino hasta varias veces!

Interpretación auténtica de la Biblia: no existe nada más falso que el principio protestante de la "libre interpretación de la Biblia". Este principio ha sido para el protestantismo la raíz de todos sus males, pues cada uno interpreta lo que quiere de la Biblia y sin ningún problema, funda su propia "iglesia". La Iglesia Católica, en cambio, siempre se ha mantenido unida gracias a que la interpretación de los textos sagrados es una.

¿Qué dice la Iglesia sobre la Biblia?

Jesús no escribió ningún libro. Si hubiera querido que la fe viniera por sólo por la lectura, nos hubiera dejado todo por escrito. Además, no hay que olvidar que en el principio del cristianismo el 80% de las personas no sabían leer, por tanto, no podía ser requisito para la salvación el leer. El mandato de Cristo fue predicar la Buena Nueva, no escribir.

Aunque toman muchas de las sectas toman en cuenta la Biblia, la separan de la Iglesia y la Tradición. Los primeros miembros de la Iglesia, quienes personalmente conocieron a los Apóstoles, (o sea los padres de la Iglesia) y fueron sus discípulos, enseñaron doctrinas definitivamente católicas.

El Espíritu Santo inspiró a Pablo y a los demás autores del Nuevo Testamento a escribir para el bien de la Iglesia. Así empezó el proceso de la formación del canon.
En este tiempo, había muchos escritos falsos como por ej. el Evangelio de Tomás (promovido por los gnósticos), el Evangelio de María Magdalena, cartas de San Pablo no escritas verdaderamente por él.

En el Concilio Romano, bajo la autoridad del Papa Dámaso (366-389 d.C.) aparece la primera lista de la Iglesia Universal. (Católica). Fueron los concilios de Laodicea (363 d.C.), Hipona (393 d.C.) y Cartago (397) los que determinaron los 27 libros que componen el Nuevo Testamento.

Así se desarrolló el conjunto de la Biblia, no fue un invento de algunos hombres, sino que requirió de muchos estudios de los hombres guiados por el Espíritu Santo.

Los que piensan que antes de Martín Lutero no existían traducciones de la Biblia están equivocados. Antes de que él tradujera la Biblia en alemán, la Iglesia tenía la Biblia en 26 diferentes lenguas europeas y en ruso.

Viendo el proceso del desarrollo del canon de la Biblia, se puede constatar que fue la Biblia la que salió de la Iglesia y no la Iglesia de la Biblia. Por eso, verdaderamente no hay separación entre Biblia y Tradición. La Biblia forma parte de la Tradición de la Iglesia Católica.

Además, no olvidemos lo que dice San Juan al final de su Evangelio: “Este es el discípulo que da testimonio de esto, que lo escribió, y sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús, que si se escribiesen una por una, creo que este mundo no podría contener los libros”. Jn 21, 24-25

Artículo adaptado de: Yocreo.com y Churchforum.org
 link



San Martín de Porres. ( 3 de Noviembre )

San Martín de Porres nació en Lima el año 1579. Era hijo de un hidalgo español, D. Juan de Porres, y de una muchacha mulata, Ana Velázquez. Martín fue bautizado en la iglesia de San Sebastián, en la misma pila bautismal en que siete años más tarde lo sería Santa Rosa de Lima.
Desde niño fue Martín muy generoso con los pobres, a los que daba parte del dinero cuando iba de compras. Su madre lo llevaba con frecuencia al templo. Su padre, gobernador de Panamá, le procuró una buena educación.
Martín aprendió el oficio de barbero, que incluía el de cirujano y la medicina general. Cumplía bien su oficio, sobre todo en favor de los pobres, y aprovechaba la ocasión para hablarles de Dios, y era tal su bondad que conmovía a todos. Por el día trabajaba. Por la noche se dedicaba a la oración.
A los quince años entró como terciario dominico en el convento del Rosario de Lima. Allí fue feliz, sirviendo con humildad y caridad a los de dentro y a los de fuera. Convirtió el convento en un hospital. Recogía enfermos y heridos por las calles, los cargaba sobre sus hombros y los acostaba en su propia cama. Los cuidaba y mimaba como una madre. Algunos religiosos protestaron, pues infringía la clausura y la paz. La caridad está por encima de la clausura, contestaba Martín. Sus rudimentarias medicinas, y más aún sus manos, obraban curaciones y milagros. Su caridad se extendía a los pobres animalitos que encontraba hambrientos y heridos.
Había muchos vagabundos por Lima. Buscó dinero y fundó el Asilo de Santa Cruz para niños y niñas. Allí les cuidaba y enseñaba una profesión.
Sus devociones preferidas eran: Cristo Crucificado, y en recuerdo de los sufrimientos de Cristo en la Cruz se daba tres disciplinas diarias. Jesús Sacramentado, y pasaba horas ante el Santísimo con frecuentes éxtasis. La Virgen María -sobre todo bajo la advocación del Rosario- con la que conversaba amorosamente. Y el ángel de la guarda, al que acudía con mucha frecuencia. Luchaba tenazmente contra el sueño en la oración.
Cuando la viruela empezó a causar estragos en Lima, la actividad y los cuidados de Martín se multiplicaron. A todas partes llevaba consuelo y remedio. Se cuenta que gozó del privilegio de la multiplicación (estar en varios lugares a la vez), pues le veían curando y consolando simultáneamente en varios sitios. Todos acudían a él. Todos le tenían por santo. Era el ángel de Lima.
Aquel esfuerzo sobrehumano llegó a debilitarle peligrosamente. Cayó enfermo. Él sabia que no saldría de aquella enfermedad. Sufrió entonces muchos ataques del demonio, pero sintió el consuelo y compañía de la Virgen.
Cuando vio que se acercaba el momento feliz de ir de gozar de Dios, pidió a los religiosos que le rodeaban que entonasen el Credo. Mientras lo cantaban, entregó su alma a Dios. Era el 3 de noviembre de 1639.
Su muerte causó profunda conmoción en la ciudad. Había sido el hermano y enfermero de todos, singularmente de los más pobres. Todos se disputaban por conseguir alguna reliquia. Toda la ciudad le dio el último adiós.
Su culto se ha extendido prodigiosamente. Gregorio XVI lo declaró Beato el 1837. Fue canonizado por Juan XXIII en 1962. Recordaba el Papa, en la homilía de la canonización, las devociones en que se había distinguido el nuevo Santo: su profunda humildad que le hacía considerar a todos superiores a él, su celo apostólico, y sus continuos desvelos por atender a enfermos y necesitados, lo que le valió, por parte de todo el pueblo, el hermoso apelativo de "Martín de la caridad".

.::: ORACIÓN Y NOVENA A SAN MARTÍN DE PORRES :::.
Señor Nuestro Jesucristo, que dijiste "pedid y recibiréis", humildemente te suplicamos que, por la intercesión de San Martín de Porres, escuches nuestros ruegos.
Renueva, te suplicamos, los milagros que por su intercesión durante su vida realizaste, y concédenos la gracia que te pedimos si es para bien de nuestra alma. 
Así sea.

ORACIÓN PARA PEDIR UN FAVOR 

En esta necesidad y pena que me agobia acudo a ti, mi protector San Martín de Porres.
Quiero sentir tu poderosa intercesión. Tú, que viviste sólo para Dios y para tus hermanos, que tan solícito fuiste en socorrer a los necesitados, escucha a quienes admiramos tus virtudes.
Confío en tu poderoso valimiento para que, intercediendo ante el Dios de bondad, me sean perdonados mis pecados y me vea libre de males y desgracias.
Alcánzame tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirva entregado a mis hermanos y a hacer el bien.
Padre celestial, por los méritos de tu fiel siervo San Martín, ayúdame en mis problemas y no permitas que quede confundida mi esperanza.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.



NOVENA

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Martín un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y sin mirar a su condición, sino a la fidelidad con que os servía, le engrandecisteis hasta glorificarle en vuestro Reino, entre los coros de los ángeles! Miradnos compasivo y hacednos sentir su intercesión poderosa.

Y tú, beatísimo Martín, que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú, que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados, atiende piadoso a los que, admirando tus virtudes y reconociendo tu poder, alabamos el Señor, que tanto te ensalzó. Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos con la eterna gloria. Amén.


Rezar a continuación la meditación y la oración del día que corresponda



DÍA PRIMERO


ORIENTACIÓN
Al instruirse el niño Martín en las primeras nociones propias de su edad, comenzaba también a conocer a Dios que ya desde entonces vino a ser la razón y divisa de su conducta. Púsose luego bajo la enseñanza de un maestro que era barbero-cirujano, que en aquel tiempo no sólo sabían el arte propio de la barbería, sino también el de curar las enfermedades más Corrientes... Preveía Martín el bien que podía prestar a sus prójimos, y así gustaba de tal oficio gozoso de poder ser un día útil a sus semejantes. Donde se ve, cómo la Divina Providencia iba orientando a su Siervo, preparándolo para los fines a que lo destinaba.


Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh feliz Martín, que, contento en tu condición de hijo de una esclava, te dejabas guiar por la mano de Dios ya en tu niñez; haz que nos resignemos en todo a los designios de la Providencia! A imitación tuya aceptamos gustosos la voluntad del Señor y sus designios sobre nosotros. Tú nos enseñas que si somos buenos con Él, Él será generoso con nosotros; he aquí que queremos servirle fielmente. Ayúdanos tú, Martín bondadoso, y ruega por nosotros a tu amado Jesús, Dios verdadero, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.



DÍA SEGUNDO



FE EN DIOS
Era tan firme la fe de fray Martín, que suspiraba pidiendo a Dios la gracia de morir por defenderla. Por su parte empleaba el tiempo que le quedaba libre, en enseñar la doctrina cristiana a los indios y negros en Lima; luego se iba a Limatambo, distante media legua de la ciudad, y a otras haciendas vecinas, donde enseñaba a los humildes trabajadores y esclavos, consolándolos en sus trabajos y enfermedades, e inspirándolos amor a la Cruz. Hubiera querido multiplicarse, para llevar a todas partes el conocimiento de Dios. El Señor le concedió la gracia especialísima, de actuar al parecer a la vez en dos lugares en cuya virtud, le vemos instruyendo y consolando a los sufridos negros en el Africa y otros lugares apartados.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh glorioso fray Martín, que desde tus primeros años aprendiste a andar por los caminos del Señor, firme siempre tu fe en Dios, celoso por su gloria y salvación de las almas; haz que vivamos esa misma fe, como hijos de Dios que somos! Ruega por nosotros, para que te imitemos en la fidelidad, y alcánzanos las gracias particulares que sabes necesitamos, ya que tanto puedes ante nuestro Rey Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.




DÍA TERCERO



MORTIFICACIÓN
Fray Martín, no obstante el conservarse en la gracia bautismal, se consideraba el peor de los nacidos, e indigno del hábito que llevaba; y a imitación de su Santo Patriarca, oraba casi toda la noche, disciplinándose hasta por tres veces de un modo cruel. No perdía ocasión de humillarse, gozando cuando se veía despreciado o insultado. Cuando le honraban personas distinguidas, corría a un lugar oculto, y se disciplinaba duramente; si no se le proporcionaba lugar a propósito, se abofeteaba diciendo:

-Pobre infeliz ¿cuando mereciste?.., No seas soberbio; bien conoces que eres un ruin, que naciste para esclavo de estos señores, y que sólo por amor a Dios pueden sufrirte tantos religiosos santos.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh Dios misericordioso, que nos diste al humilde fray Martín, como ejemplo de penitencia y mortificación; sednos propicio y olvidad nuestras infidelidades! Y tú, purísimo Martín, que no sólo sufrías resignado tus trabajos y enfermedades, sino que mortificabas duramente tu inocente cuerpo; alcánzanos del Señor el espíritu de penitencia, con el cual, al menos, suframos con alegría les mortificaciones de nuestros semejantes y nuestros propios males, para que, purificados de nuestros pecados, seamos aceptables a Dios y acreedoras a tu poderosa protección. Amén.




DÍA CUARTO



EL TAUMATURGO
Eran continuos los prodigios del bienaventurado Martín socorriendo necesitados y curando enfermos. Algunos eran remediados al invocarle estando ausente, y otros con sólo tocar su ropa. Entre éstos, sucedió que visitando a don Mateo Pastor, que le ayudaba en el socorro de los pobres, se hallaba su señora, doña Francisca Vélez, con un agudísimo dolor de costado sin conseguir aliviarse con ninguna medicina. Al llegar el Siervo de Dios, tomó el borde de su capa y lo acercó a la parte dolorida, sintiéndose enteramente sana. Atónita exclamó:

- ¡ Ah! Gran Siervo de Dios es fray Martín pues el solo contacto de su ropa me ha sanado.

Confundido fray Martín, le dijo:

-Dios sólo ha hecho esto, señora. Dé las gracias a Dios, pues yo soy un miserable y el mayor pecador del mundo, Dios sea bendito, que toma tan vil instrumento para consolarla a usted, y para que no pierda su valor el hábito de mi padre Santo Domingo, aunque lo lleve tan gran pecador como yo.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh glorioso San Martín; bendecimos al Señor por el gran poder que se dignó otorgarte concediéndote dominio sobre la vida y la muerte! Animados por la generosidad con que derramas los dones de Dios, recurrimos a Ti con la mayor confianza. Pide para nosotros más fe, más amor a Dios y les gracias que necesitamos. ¡Todo lo esperamos de tu intercesión! y por los méritos de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.




DÍA QUINTO



PADRE DE LOS POBRES
Por la prontitud con que socorría fray Martín a los necesitados, le llamaban Padre de los Pobres. En multitud de casos acudió milagrosamente al que le llamaba, enfermo o necesitado. Entre otros, una pobre a la que él solía socorrer, se vio necesitada, con urgencia, de cierta cantidad. No pudiendo ir a encontrarse con el Siervo de Dios, clamó en estos términos, repetidas veces.
-Hermano fray Martín, tu socorro me falta, y no puedo participarte la gran aflicción en que me hallo.

Al cabo de una hora se presenta el caritativo bienhechor, precisamente con la cantidad que ella necesitaba, diciéndole que no se afligiese pues Dios conocía las necesidades de los pobres y sabía remediarlas.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

Glorioso San Martín, siempre compasivo, padre de los pobres y necesitados; míranos con piedad y ruega siempre por nosotros, que te invocamos con fe absoluta en tu bondad y en tu poder. No nos olvides ante este Dios, a quien siempre serviste y adoraste. Padre, Hijo y Espíritu Santo, a quien nosotros también queremos servir y adorar ahora y por toda la Eternidad. Amén.




DÍA SEXTO

AMOR DE DIOS
Todo cuanto fray Martín hacía en sus prácticas y obligaciones y en relación con sus semejantes, era efecto de su amor a Dios. Cuando oraba, pues, se hallaba como en su centro: con frecuencia perdía el uso de los sentidos, quedando largo rato en éxtasis. Muchos testigos dieron testimonio, de haberle visto repetidas veces elevado algunas varas sobre el suelo, en su celda, en la Iglesia, y en la sala capitular conversando con la imagen de Cristo Crucificado. Si a esto añadimos la sublimidad del momento en que recibía a Jesús Sacramentado en que se sentía como en una gloria anticipada, conversando íntimamente con su Dios, no nos extrañará el que, aceptando Dios tan grande amor, hiciera tan poderoso a su fiel y amante Siervo.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.


Oración final

¡Oh Dios mío, que tan generoso sois con quien os ama con sinceridad de corazón; os amarnos, pero deseamos amaros más y más! Haced que por intercesión de San Martín, aumente nuestro amor a Vos. Y tú, Martín benditísimo, ruega por nosotros, alcánzanos el amor puro de Dios, que nos hará dulce el vivir según su ley. Consíguenos también las demás gracias que sabes necesitamos y esperáramos por tu intercesión poderosa y los méritos de Nuestro Señor. Amén.


  


DÍA SÉPTIMO



AL CIELO
Reveló Dios al bienaventurado Martín el día y hora de su muerte mostrándose él, desde entonces, más jovial y contento.

Cayó enfermo, y ya no pensó más que en su Dios, sobre todo después de recibir el Santo Viático, sin engreírle las visitas que llegaban a su penitente lecho de tablas. Autoridades, prelados, dignidades eclesiásticas y hasta el mismo Virrey Don Luis Fernández de Bobadilla, iban a dar sus últimos encargos para el Cielo a aquel humildísimo siervo fiel, que con frecuencia estaba en éxtasis, arrobado en el amor de Dios, a quien siempre había servido.

Se cantó el credo y al decir aquellas palabras "se encarnó por el Espíritu Santo de la Virgen María y se hizo hombre", acercó al pecho el Crucifijo que tenía en sus manos, y cerró suavemente los ojos. Todos lloraban.. El Arzobispo exclamó: Aprendamos a morir.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.


Oración final

¡Oh dichoso San Martín, que viste coronados tus trabajos, tus mortificaciones, tu caridad y tu amor a Dios con una muerte feliz!, ¡ten compasión de nosotros! Todos te lloran. Los necesitados y enfermos creen perder un padre compasivo y el remedio de sus males, y dan rienda a su dolor llorando tu muerte; pero luego ven que tú no los abandonas; te llaman y tú sigues socorriéndolos y aliviando sus males. El estar más cerca del Señor, glorioso San Martín ha aumentado tu poder. Oye, pues, también nuestras humildes súplicas, pidiendo al Señor por nosotros para que atienda nuestros ruegos. Y que nuestra muerte sea la de los justos por tu intercesión y los méritos de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.





DÍA OCTAVO



DESPUÉS DEL TRANSITO
Después de la muerte de fray Martín, los milagros se multiplican. El propio Notario del proceso, don Francisco Blanca, se hallaba con una llega en un pie, con gran hinchazón en la pierna y grandes dolores. Tenía que actuar al día siguiente. Invocó al Santo y al momento quedóse dormido; al amanecer se halló perfectamente bien, sin hinchazón, y la llaga seca y sana.

Entre otros prodigios, fueron muchos los casos de señoras que, no pudiendo naturalmente dar a luz lo consiguieron con felicidad al encomendarse al Siervo de Dios fray Martín. Así aconteció a una esclava de doña Isabel Ortiz de Torres, a doña María Beltrán, otra señora de Arequipa, desahuciada de los médicos, a la que aplicaron una carta de fray Martín, y particularmente, a doña Graciana Farfán de los Godos, a quien libró de una infección y muerte segura.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh bienaventurado Martín! Si, en la tierra vivías sólo para Dios y para tus semejantes, hoy, que te hallas ya junto al trono de la bondad y la misericordia, puedes disponer mejor de sus tesoros. Si aquí conocías donde estaba la necesidad para remediarla, mejor la ves desde el Cielo donde moras. Mira, pues, Martín bondadoso, a los que a ti acudimos con la segura confianza de ser oídos. No defraudes las esperanzas de los que nos gozamos en verte ensalzado en la tierra, como Dios te ensalzó llevándote a su gloria.




DÍA NOVENO


APOTEOSIS 
Examinada en Roma la portentosa vida del Siervo de Dios fray Martín y a instancia del Rey Felipe IV y de todos los elementos vitales de la ciudad de Lima, envió el Pontífice las cartas remisoriales, nombrando jueces apostólicos para formar el proceso solemne. Se comunicó a la ciudad tan fausta noticia en la Catedral, en solemne función, con asistencia del Virrey, Arzobispo, demás autoridades civiles, militares y eclesiásticas e inmensidad de público que no cabía en el gran templo; todos derraman copiosas lágrimas de gozo, pues se acercaba el tiempo de ver beatificado y canonizado a su querido fray Martín. Unos y otros referían sus virtudes y los milagros obrados por Dios para confirmar el concepto de Santo en que todos le tenían.

Hecho el proceso, y firmado por más de ciento sesenta testigos de hechos milagrosos, se cerró y selló ante el pueblo. Emocionado el Arzobispo derramando abundantes lágrimas, dijo: Así honra Dios a este hombre de color que supo servirle y amarle de corazón.

El 29 de octubre de 1837 fue beatificado por el Papa Gregorio XVI.
La gloriosa canonización ha sido el digno remate de un laborioso trabajo intensificado en los últimos treinta años. S. S. Juan XXIII inscribió en el catálogo de los santos a fray Martín, el 6 de mayo de 1962.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Oración final

¡Oh Dios, que tan gloriosamente levantas a los abatidos y humildes, y tan generosamente premias el sufrimiento y la caridad! Miradnos postrados ante Vos y glorificad a vuestro humilde siervo San Martín, atendiéndonos en nuestras súplicas. Y tú, hermano nuestro benditísimo, que ya te ves glorificado ante el trono del Señor, ruégale por nosotros, tanto más dignos de compasión cuanto más necesitados. Consíguenos las gracias que te pedimos, y que un día logremos la gloria del cielo, donde vives bendiciendo a Dios en compañía de los Angeles y Santos por toda la eternidad. 
Amén.
LINK